Estaba harto de seguir huyendo hacia el sur, llevaban casi 4 meses caminando sin destino fijo y solo paraban para descansar, luego volvían a avanzar a toda marcha, entre más se alejaban de lo que fue su hogar el terreno se iba haciendo más regular y las nevadas eran cada vez menos frecuentes, la nieve caía menos densa y el calor era más intenso. Salió de la cueva donde se habían refugiado en la noche y buscó a Khalser con la mirada.
Khalser Rohamir era su amigo, tutor y guardián, lo conocía desde que tenía memoria y habían estado juntos desde siempre. El padre de Reghan era el líder de Luna Helada y algún día él ocuparía su lugar, o eso se suponía, porque ya no existía manada que liderear, todo había sido reducido a cenizas y los pocos integrantes que quedaban pasaban su autoridad por el arco del triunfo; había insistido varias veces en regresar para poder contraatacar y recuperar el territorio o al menos para robar la venganza y que descansaran sus hermanos caídos, pero Reeve el hermano mayor de Khalser se había negado rotundamente y había optado por huir al sur, a tierras desconocidas muy lejos del conflicto y ahora vivían como fugitivos, comiendo raíces nueces y ardillas, si tenían suerte podían hacerse de algún conejo o una codorniz, y casi nunca tenían suerte.
Miro hacia un lado y luego hacia otro, se suponía que debía acarrear agua al campamento y conseguir ramas secas para prender una fogata con ayuda de Rihan, pero el susodicho brillaba por su ausencia y Rhegan era el líder a falta de su padre y no haría la tarea de un sirviente, además ¿Por qué tenía que trabajar mientras Rihan estaba divirtiéndose?; cuando llegaron a aquel lugar habían descubierto un pequeño ojo de agua caliente, no sabía cuánto tiempo permanecerían en aquel escondite y hacía ya un tiempo que no tomaban un baño así que se encaminó hacia el manantial, sentía que apestaba a queso añejo, sus ropas antes blancas ahora eran grises y marrón, estaban deshilachadas y en algunas partes rotas, no parecía un heredero, más bien se veía como un pordiosero aquello no le gustaba aunque tampoco era que tuvieran mucha ropa de donde elegir; Cuando estaba por llegar pudo sentir el olor de Khalser, el muy … estaba de holgazán así que no tendría derecho a reclamarle absolutamente nada, se acercó al lugar moviendo la cola, era como si todo su enojo pudiera desaparecer con la sonrisa de su guardián, el viento soplaba contra su rostro y sus pisadas eran amortiguadas por la nieve, por lo que el otro lobo no notó su presencia.
Rhegan le miró en silencio esperando el momento idóneo para un ataque sorpresa, un juego muy común en los de su raza, se colocó en posición y esperó; Khalser se empezó a quitar los guantes y las botas, luego prosiguió con el pesado abrigo otrora blanco y los pantalones de piel, a medida que el mayor se desvestía, el joven cazador iba olvidando su propósito infantil y acabó por esconderse pecho tierra tras un arbusto, deseando ver más, era algo tonto, es decir solían bañarse juntos desde cachorros y era de lo más natural, sin embargo en aquellos momentos no podía apartar la vista de él.
Pese a ser casi 3 años mayor Khalser no era muy alto para su edad y de hecho estaba seguro que poco tiempo le sacaría una cabeza de ventaja, su guardián tenía el cuerpo fino pero marcado por el entrenamiento constante, una cintura estrecha y piernas torneadas, unas cuantas cicatrices surcaban su piel producto de peleas y cacerías, la herida más reciente se encontraba en su rostro y contrastaba de una forma intensa contra su piel clara, era una herida profunda que le recorría desde el mentón hasta el pómulo izquierdo y que brillaba de un rojo escarlata, Rhegan agradecía a los dioses que la daga no hubiese alcanzado el ojo como había sido la intensión de su persecutor. Lo que más le gustaba de Khalser eran sus ojos de un azul casi tan claro como el hielo con unas pupilas que parecían carbón, su mirada era severa y rara vez se permitía mostrar emociones, solo cuando estaban solos podía sonreír e incluso reír, eso hacía que Rhegan se sintiera especial, como si fuera un secreto que solo ellos dos compartían.
Antes pensaba que Khalser era guapo, apuesto y varonil, pero últimamente le parecía más lindo o bello incluso con la herida que dejaría cicatriz y obviamente era algo que jamás le diría o el mayor se indignaría y dejaría e hablarle por un tiempo, era un soldado no una doncella; Podía sentir como el corazón se le iba acelerando, Khalser le gustaba sí, pero jamás se había sentido tan atraído por él, sentía el calor invadirle el cuerpo y una tensión que se acumulaba entre las piernas, contuvo el aliento, se quitó un guante y llevó la mano debajo de sus pantalones, a veces se auto complacía pero solamente para relajarse, era la primera vez que lo hacía pensando en alguien más o mejor dicho mirando a otra persona, empezó a masajearse la entrepierna y se mordió el labio para no gemir, sin apartar la vista de su amigo siguió masturbándose con más intensidad, lo deseaba, deseaba estar cerca de él, deseaba sentir sus labios, deseaba ser dueño de su cariño, de sus sonrisa y de sus caricias, deseaba someterlo como lo hacían los mayores, no iba a ocupar un rol pasivo, se arqueó ligeramente y aceleró el ritmo durante unos segundos hasta que sintió como se corría… dentro de sus pantalones –…Dish…---
Maldijo por lo bajo, ahora su ropa no solo estaba sucia por tierra lodo y sudor sino que también por semen, debió habérsela sacado para evitar eso, pero hacía un condenado frío que quizás había sido mejor así, lanzó una ojeada al manantial con ganas de seguir un rato más, total la ropa ya estaba sucia pero al alzar los ojos se encontró con la mirada de Khalser.
---Si piensas atacarme por sorpresa al menos toma en cuenta la dirección del viento este ha sido de tus peores ataques en cubierto--- Comentó el guardián con una pequeña sonrisa y negando con suavidad –Me extraña que no te hayas dado cuenta que el viento cambió de dirección ¿en qué pensaba mi príncipe?---
---En nada….me distraje pensando … como saltar, tu sabes---Respondió Rhegan encogiéndose de hombros con un pequeño sonrojo, bajo las orejas y tragó saliva, se sentía descubierto con las manos en la masa literalmente, aunque al parecer Khalser no se había dado cuenta que había estado haciendo durante ese tiempo.
---Eh anímate no te he regañado sal de los arbustos--- Al no obtener respuesta se acercó--- ¿No quieres bañarte?--- Sus miradas se cruzaron por un momento pero el más joven clavó los ojos en una piedra muy interesante –¿Rhegan?---
---… No se cómo tomar tu invitación, siento que dices que huelo muy mal--- Comentó Rhegan sintiendo que el color subía por sus mejillas procurando en vano no ver su cuerpo desnudo, se alejó unos pasos y buscó seguridad en su arbusto no quería que Khalser viera que se le estaba poniendo dura una vez más.
---Solo un poco--- Bromeó el de ojos como el hielo y movió ligeramente la cola –Anda ven, no me hagas ir por ti--- Pero al ver que no se movía el principito se puso de pie y lo arrastró con todo y ropa al agua.
Rhegan gritó y luego rio divertido, intentó liberarse y hundirle en las aguas, le encantaba, sentía tanto por él deseo, respeto, admiración y …¿Amor? Aquella palabra normalmente le hubiera dado asco, era una palabra que usaban las niñas bobas, pero ahora no estaba tan seguro ¿Cómo podía describir aquellas sensaciones?, se separó después de un rato de juego y empezó a deshacerse de las pesadas prendas.
---Mis ropas han dejado puerca el agua--- comentó mientras ponía su abrigo y sus pantalones en una piedra cercana.
---Lo bueno es que el agua corre pronto se irá toda tu mugre---le restó importancia –Por cierto principito--- Khalser clavando sus ojos en los de él, hielo contra mar –¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar recogiéndolos frutos del bosque y ramas para la fogata?---
---Yo no soy un sirviente yo soy Rhegan Grey-rak y al no estar mi padre yo soy tu líder y también soy el líder de Reeve y no voy a hacer las tareas de la servidumbre menos si soy el único que va a trabajar--- frunció el entrecejo y le miró indignado, lo que más le había dolido era el diminutivo.
---Sé que eres mi líder pero aun eres joven e inexperto y el que nos puede dirigir mejor en estos momentos es Reeve, además hay tareas que no nos gusta hacer, pero debemos de si queremos sobrevivir, por ahora haz caso a tus mayores--- Respondió mirándole con suavidad, pero eso no logró aplacar al príncipe y solo logró enfurecerle más.
---¡NO SOY UN CACHORRO!--- Gritó lleno de rabia --- ¡Rihan es un año más chico que yo y tú solamente me ganas por 2 años!---Apretó los puños, había una tormenta en el mar de sus ojos ---¡Deja de tratarme como un crio!--- Golpeó el agua con una mano y salpicó todo a su alrededor.
---Entonces… ¿Qué te parece si dejas de actuar como tal?--- Preguntó Khalser con mirada cansada y negó, la sonrisa había desaparecido–anda, deja que te ayude a bañarte, tienes costras de mugre en la espalda y el cabello apelmazado parece un nido de pájaros---
Rhegan estuvo a punto de negarse, pero no era tan estúpido como para perder aquella oportunidad así que se limitó a cerrar la boca y a darle la espalda para dejarle hacer –Tuvimos que haber vuelto--- murmuró con las orejas tensas, intentando controlar su temperamento –Tuvimos que haber buscado a mi padre para darle la noticia, no huir con la cola entre las patas---
---Sabes que lo intentamos, pero ellos sabían que íbamos a buscar a tu padre, el intento de contactarlo le costó la vida a Matthiew y a Serge, no tuvimos más opción que alejarnos, e incluso así vienen por ti, eres el heredero de Luna Helada y parece que nos seguirán hasta el fin del mundo---Khalser le lavó la espalda con una planta espumosa y luego empezó a desenredarle el cabello –Yo tampoco quería huir deseaba quedarme a pelear, pero mi prioridad es protegerte y si para eso debo escapar con la cola entre las patas y vivir comiendo raíces y ardillas famélicas seguiré haciéndolo--- dijo con firmeza, seguro de su decisión.
---¿Crees que algún día podamos volver? ¿Crees que podré encontrarme con mi padre y mis hermanos?--- Al no obtener respuesta más que el silencio se mordió el labio ---¿piensas que mis hermanos están muertos? Responde sinceramente, soy tu líder y ya soy lo suficientemente grande para aceptar la verdad--- Aun así dudaba en querer oír la respuesta---
Khalser suspiró y bajó un poco las orejas –Tus hermanos son herederos también, en caso de que algo te suceda, supongo que querían acabar con la dinastía Grey-rak--- comentó con tristeza –Pero quizá los hayan dejado vivos para usarlos como rehenes cuando llegara tu padre--- Se encogió de hombros y le abrazo para confortarlo.
Las orejas de Rhegan se tensaron de forma repentina y apenas le salió la voz---….. Supongo--- Sin saberlo Khalser logró levantarle algo más que el estado de ánimo –Hablando de here…… de herederos….supongo que… no sé, quizá, deba tener un cachorro con alguien digno como ¿contigo tal ves?---Preguntó como si de una broma se tratase intentando sonreír.
---Jah un cachorro hablando de cachorros--- el mayor soltó una risotada sin poder evitarlo y se separó –Yo no voy a preñarte, tienes una prometida además mi lugar es cuidar de ti debes quedarte con alguien de tu status, no soy el único lobo en el mundo y algún día volveremos y cuando seas mayor podrás tener todos los cachorros que quieras--- le jaló una oreja a modo de juego y siguió riendo.
Nuevamente Rhegan sintió que la sangre le hervía ---¡¡Bien que quisieras!!--- ladró hecho una furia ---¡Bien que quisieras que te la metiera hasta el fondo!---
---¿Y de dónde has aprendido ese lenguaje tan fino?--- Se mofó Khalser –Anda ya cálmate que solo era una broma, además estás muy chico para hablar de sexo apuesto que ni sabes en que consiste--- El enano estaba en edad de empezar a descubrir, pero no sería él el que le iniciara en aquel mundo.
---¡Solo son dos años!--- Rhegan se volteó y le miró salir tranquilamente---Yo voy a crecer mucho más que tú y podré hacer lo que se me plazca---
---Hasta entonces veremos Rhegan---Khalser le sonrió con suavidad mientras se vestía con un cambio de ropa –Quédate aquí iré por ropa limpia para usted mi líder, luego vaya a buscar esas ramas para que su manada no se muera de frío muéstrenos el ejemplo---
---Si tanto quieres una fogata ve tú--- siseó el joven al tiempo que se hundía en el agua muerto de rabia, uno de esos días Khalser se lamentaría de haberle subestimado y rogaría por un poco de su atención, pero por ahora solo le quedaba tragarse el coraje.