~Diva~
Gtop
— ¡No tienes por qué ser así, Ji Yong! —Y al fin se terminó mi paciencia, ya que si no lo hacía esa discusión duraría horas, como tantas otras.
— ¡¿Ja?! A mí nadie me dice cómo comportarme, estúpido. —Su tono de voz se alteró, volviéndose más grave, su rostro enrojeció ante el enojo, y sus manos se posaron en su cintura, indignado…Ji era toda una diva.
— ¡A eso me refiero! Deja ya esa actitud tan posesiva y admite que estas equivocado. —Lo intenté nuevamente, suavizando mi voz, tan sólo un poco.
— ¡Al carajo, Seung! Yo sé muy bien lo que vi… ¡Esa maldita perra se te acercó y sé que te gustó, maldito! —Ji Yong ya no hablaba, gritaba, toda la ira se podía notar con tan sólo verle.
— ¡Joder! Ya te dije que te equivocas, no pasó nada, era parte de la sesión fotográfica…sólo es trabajo. —Repetí cansado por enésima vez, él había confundido todo. La situación comenzaba a hartarme, por más que intentaba explicarle, Ji Yong siempre sacaba otra cosa peor.
Había tenido una sesión fotográfica con una modelo…tuve que hacer diferentes cosas, pero GD llegó en el peor momento, en la fotografía más insinuante…
— ¿Con qué sólo trabajo, eh? …muy bien. —Murmuró sonriendo, yo conocía mejor que nadie esa perversión en él. —Comienza a arreglarte, Hyung, el concierto es dentro de unas pocas horas…iré a ver que necesita el pequeño maknae. —Dijo con fingida preocupación, pero yo sabía que no era más que malicia bien escondida, se dio media vuelta.
— ¿Qué demonios planeas ahora, Ji Yong? —Pregunté con enfado, sea lo que sea no me gustaría, estaba seguro. Pasó una de sus manos por sus rosados cabellos y se giró hacía mí una vez más, chasqueaba la lengua y negaba con la cabeza.
—Trabajo, Seung…trabajo. —Susurró levemente frente a mis labios, su aliento me acariciaba y aturdía, se acercaba demasiado, pero no lo suficiente como para besarlo.
—Maldito Diva. —Murmuré entre dientes, intentando atrapar sus labios, pero todo quedó en un vano intento, ya que Ji se escabulló ágilmente entre mis brazos y se alejó con una sonrisa altanera.
—Yo también te amo. —Soltó entre risas burlescas, él muy bien sabía lo mucho que odiaba que se comportara de esa manera…y también como me volvía loco de igual forma…—Nos vemos en escena, Hyung. —Y terminó saliendo de mi camerino.
Quizá yo era un masoquista…
….
Todos los reflectores se encendieron a la vez, segándome por un par de segundos, la luz nos bañó a todos, revelándonos a mitad del escenario. Los gritos no se hicieron esperar y el público se llenó de bullicio y pequeñas coronitas brillantes…era sin duda un concierto de nosotros, Bigbang. Sonreímos y comenzamos a cantar.
….
La temperatura aumentaba con cada canción, mi frente estaba llena de sudor, al igual que la de mis compañeros. Bailábamos y animábamos al público, que en ningún momento dejo de aplaudir. Los fans dándonos su apoyo, era nuestra parte favorita de todos los conciertos, eso nos hacía feliz…
Pero hoy no era mi caso. Cada vez que volteaba a ver a GD, éste estaba bailando y gritando seductoramente, normal, siempre lo hacía. El maldito problema era que lo hacía ¡Frente a Seung Ri!
Ji le bailaba al maknae, ese maldito me estaba provocando, y lo hacía a propósito.
Movía su cadera de un lado a otro, mientras le sonreía a VI. Las fans gritaban como locas al ver cómo se movía de un lado a otro el de cabellera rosada, el maknae claramente sólo reía y le seguía la corriente pues RI sabía que Ji Yong suele hacer eso siempre, sólo que hoy era diferente y el menor lo había logrado notar, pues comenzó a ponerse nervioso.
El concierto siguió “normalmente”, quitando a Ji y sus provocaciones paseándose frente a mí.
Pero a Ji Yong no le bastaría con algo tan simple como darme celos, porque sí, estaba celoso.
¡GD era mío, MI novio, MIO simplemente…! Y él lo sabía, pero adoraba vengarse y hacerme enojar.
“Joder, Ji…deja de moverte así”
Pasadas unas canciones Ri comenzó a huir de Ji, discretamente, claro. Esto obviamente me alegró y comencé a sonreír más confiado. Mientras Taeyang y Daesung cantaban y VI alardeaba como siempre, vi a Ji Yong caminar hacia mí con una sonrisa…Oh no.
Todo pasó tan rápido…en un instante yo sonreía, al otro Ji estaba frente a mí agachado, levantando algo del equipo…y al siguiente el trasero de GD estaba en todas las enormes pantallas, pero ese no fue el problema.
Lo que me quitó el aliento fueron sus boxers….esos negros y ajustados boxers que cubrían su firme trasero…ese trasero blanco y suave y…
¿Pero qué carajo? Esos no eran unos boxers normales…no, eran diferentes, eran de una tela transparente, pues podía ver lo que había debajo…eran otros calzoncillos mucho más apretados, incluso pequeños, pues sólo seguían la línea de sus glúteos, tragué saliva.
Esto no podía estar pasando.
Todo fue en cuestión de segundos, diminutos y eternos segundos. GD se levantó y subió su negro y ajustado pantalón que se había bajado, y simplemente sonrió y siguió cantando.
Y ahí estaba yo…bañado en sudor, con una mueca lo más parecida a una sonrisa…y unos pantalones que comenzaba a apretar demasiado mi entrepierna que comenzaba a despertar.
Maldito Diva…
…
— ¡Ji Yong! — Grité un par de veces, avanzando por la habitación del susodicho, en el hotel en el que estábamos instalados. Estaba realmente enojado, esta vez había superado cualquier venganza anterior…esto no se quedaría así.
—Aish~ ¿Qué pasa, Seung Hyun? —Salió de alguna de las habitaciones, con tan sólo una toalla cubriéndole la parte inferior del cuerpo. El penetrante olor a jabón y su goteante cabello rosa me decía que terminaba de darse una ducha.
Se detuvo con los brazos cruzados frente a mí, con semblante indiferente, pero pude notar sus ojos brillar. Me quedé mudo de repente, su belleza me hipnotizaba, su fina y blanca piel parecía brillar frente a mí, de la nada unas ganas increíbles de tocarle se hicieron presentes.
¡No, no podía fallar!
— ¿Podrías explicarme qué carajo fue lo qué pasó? —Pregunté renuente a fallar, tenía muy bien mi objetivo.
— ¿Lo qué pasó? —Preguntó ingenuamente falso. —No sé de qué hablas, Hyung. —Dijo mientras avanzaba lentamente hacía a mí, el olor a jabón se hacía más intenso conforme avanzaba…ese aroma tan conocido para mí, su marca y olor favorito en jabón.
Cerré los ojos dejándome llevar, pero los abrí al percatarme de que los brazos de GD se enredaban en mi cuello.
—De verdad no sé de qué hablas…—susurró frente a mis labios, seduciéndome. Tragué grueso.
— ¿Por qué lo has hecho? —Dije intentando concentrarme, él no se debía percatar de mis emociones en ese momento.
Sonrío con malicia.
—Fue un regalo, Hyung…—Dijo soltándome, mientras caminaba alrededor de mí a paso lento, envolviéndome en él. —Un regalo para ti… ¿Te gustó? —Y me abrazó por la espalda, susurrándome al oído.
Perdí el control y me di media vuelta con agilidad, atrapándolo esta vez, y así pude besarle. La desesperación se reveló en mi beso, y sé que Ji lo notó, pues sentí sus labios curvarse en una sonrisa entre el beso.
—Sé lo mucho que te gusto, Hyung…yo…—Jadeó al sentir mi lengua sobre el lóbulo de su oreja. —Yo sólo quería que todos vieran mi regalo para ti…Seung…—Comenzaba a caer ante mí, como siempre. Sabía que no se podía resistir a mis caricias…él me amaba tanto como yo a él.
—Te has portado mal, Dragon. —Murmuré con voz ronca, sonreí al escuchar como la respiración de Ji se aceleraba, sabía que le gustaba cuando le decía así. —Mira que darme celos con el maknae…y luego dejar que los demás vieran este cuerpo que es sólo y exclusivamente mío…—No pude evitar poner mis manos en su trasero.
—Hy-Hyung… ¿De verdad te has puesto celoso? —La voz de Ji Yong dudo un momento, pero recobró ese tonó altanero y se movió entre mis manos.
—Mucho…—murmuré, y él sonrió complacido. —Creo que tendré que darte un castigo…—su sonrisa no desapareció, simplemente se dio media vuelta, me desconcerté un poco pero le seguí por inercia, se detuvo pocos pasos después, en dirección a su habitación en donde dormía. Y dejó caer la toalla que lo cubría, dejando todo su cuerpo expuesto a mi mirada atenta.
— ¡Oh! Que descuidado he sido…—Dijo fingiendo sorpresa, y comenzó a agacharse por la prenda…la vista era tal que me excite al instante. GD sabía muy bien cómo llevarme al límite en cuestión de segundos…tanto que lo hacía parecer fácil.
Odiaba aquello, sabía cada punto débil de mí y se aprovechaba de ellos cual diva era…
Recorrí los pasos que nos separaban y justo antes de que pudiera tomar la toalla, lo tomé de un brazo y lo acorralé en la pared, quedando su rostro hacía ésta.
Le abracé por la espalda, sumiendo mi rostro en su cuello, aspirando su olor, que poco después me apeteció probar y comencé a lamer su blanca piel. Sólo podía escuchar su respiración acelerada, pero sabía que sonreía, me tenía justo donde quería…perdido en él.
Me pegué más a él, pegándolo a él más a la pared. Un jadeo mucho más fuerte que los anteriores salió de su boca, restregué más mi erección en su trasero desnudo…me las pagaría por hacer aquello.
¿Es acaso que no sabía que no podía dejar que otros vieran su cuerpo? ¿Qué no sabía lo perfecto que era?...Temía que los demás se enamoraran de su belleza…y él se fuera de mi lado…
—Los demás han visto lo perfecto que eres, Ji…—Murmuré inconsciente, paseando mis manos por su pecho desnudo.
—Mmm…Hy-Hyung…no hagas eso…—Su voz era pausada debido a que intentaba controlar los jadeos que le provocaba.
— ¿Hacer qué? —Ahora el ingenuo era yo. Me pegué mucho más a él, escuchando como profundizaba sus jadeos e incluso como se movía levemente para restregarse más en mí.
Como pudo se giró y me miró a los ojos, por pequeños segundos, buscando algo. Siempre hacía eso…desnudaba mi alma con tan sólo hacer algo tan simple como eso…
Y cuando encontraba lo que buscaba, sonreía y hacía lo que se le daba la gana.
De un solo salto, Ji se tomó de mi cuello y enredó sus piernas en mi cintura, besándome con intensidad, paseando su lengua libremente como se le daba la gana.
GD era todo una diva…le gustaba llevar el control de todo y sobre todos, le gustaba que todo se moviera como él mandaba, y yo no era la excepción…lo peor era que me gustaba eso…me gustaba que me tratara como su propiedad y se aferrara a mi como al cosa más preciada que tenía…él demostraba así su amor. Me había percatado de ello después de convivir tanto con él…
Sus besos eran exigentes y su cuerpo se restregaba con el mío con prisa y desesperación. Sus manos pronto comenzaron a intentar deshacerse de mi ropa, cosa que consiguió en tiempo record.
—Seung Hyun…—murmuró abrazándome con fuerza, se había desechó de mi camisa, dejándome la parte baja de la ropa. —Nunca dejes que alguien más te vea así…eres mío…y nadie mira ni toca lo que es mío. —Ni siquiera en esas situaciones dejaba a un lado su altanería de diva.
Ahora el que sonreía era yo, aferré mi agarre a su cadera y caminé a prisa hacia la cama, quería hacerlo ya… ¡Quería sentir esa pertenencia de él!
Ji siempre me autoproclamaba suyo, en todo tipo de situaciones…pero a la hora de estar juntos…yo podía sentir como Ji me pertenecía, y sabía que le gustaba sentirse de mi propiedad…únicamente mío.
—Sólo hazlo y ya…—su voz sonó suplicante. Ya no quería besos ni caricias…quería ser marcado por mí. Asentí y me posicioné entre sus piernas, no sin antes deshacerme de toda mi demás ropa. Tomé con delicadeza sus piernas y las puse sobre mis hombros. La imagen de Ji desde ahí era hermosa…lucía tan vulnerable y con tantas emociones…
Y entré en él sin más, sin preparación, sin nada más que mi amor.
Jadeó al sentirme dentro y se aferró a mi cuello, besándome y mordiendo mis labios con desesperación. Poco después se comenzó a mover y entendí el mensaje.
Comencé el vaivén dentro de él. Esa sensación que sólo él me brindaba, se apoderaba de mí, el sentir su cuerpo cálido y lleno de pasión me hacía perder la cordura, sus palabras de amor y jadeos de placer me envolvían tal cual melodía…le amaba tanto…
—A-Ah~ sí…así, Seung…ahí. —Sus palabras de placer no paraban, calentándome solamente más, provocando que intensificara la velocidad y la fuerza a mi gusto, haciendo que se estremeciera debajo de mí.
En esos momentos Ji Yong era únicamente mío, y era consciente de ello, le gustaba.
—T-Te amo…tanto, Seung Hy-Hyun…. —Me abrazó más fuerte y me besó con exigencia, sin cesar las estocadas dentro de él, podía sentir los jadeos ahogarse en mi boca.
Me distraje y cuando me percaté habíamos cambiado posiciones…
—Hyung…. —La voz cansada y agitada de Ji me hizo abrir los ojos, él permanecía sentado sobre mí, aun yo dentro de él. Su rostro sonrojado y labios hinchados. —Déjame pagar mi falta…—Susurró con sensualidad, depositando un pequeño beso en mis labios, poco a poco bajó por mi pecho succionando mi piel, hasta donde la posición se lo permitió.
Puso sus manos en mi pecho e hizo la cosa más sexy que jamás había visto, se comenzó a auto penetrar, subiendo y bajando por mi miembro, a paso lento, torturándome más. Yo no podía hacer más que observar y jadear ante la estimulación y sensaciones que me proporcionaba aquello.
—Ah~— Jadeaba con las mejillas sonrojada. — ¿T-te gusta? —Preguntó mirándome a los ojos.
—Me encanta. —Dije roncamente, poniendo mis manos en su cadera, quería sentirlo más. Ji aumentó el ritmo, brincando sobre mí. Mi cuerpo estaba caliente, sentía lo estrecho que era y me excitaba demás, sus gimoteos y jadeos con cada penetrada que se daba me hacían querer más.
No lo pensé más y me senté, ayudando con mis manos a obtener más profundidad, tomando a GD de su cadera y aferrándome más a su cuerpo.
Ji jadeó con fuerza, había dado en aquel punto que le hacía desfallecer de placer.
—Ahí…más, más, Hyung….con fuerza. —Sus suplicas parecían ordenes, pues hacia todo lo que él me pedía, sin discutir nada.
Tomé su miembro entre mis manos, bombeándolo con rapidez y devoción, proporcionándole doble placer, su cuerpo se curvaba y tensaba sin parar.
—Ji…voy a correrme. —Dije perdido en la situación.
—Hazlo, hazlo Hyung. —Ji se corrió entre ambos y se apretó mucho más. Sentí aquella descarga eléctrica en todo el cuerpo y luego la calidez, corriéndome dentro de Ji, haciéndole gritar más.
Caímos agotados y sudando, con la respiración agitada, Ji se aferraba a mí con fuerzas mientras me hacía salir de él, para tumbarse a un lado de mí.
Se recostó, quedando su rostro frente al mío, me besó y mordió uno de mis labios con fuerza, para después lamerlo.
—Te amo…—murmuró, le besé nuevamente. Sonrió otra vez con autosuficiencia. —He comprado esa ropa interior para ti, Hyung…la compre pensando en ti…quería verte quitándomela…—No sé de donde sacó fuerzas, pero lo hizo, y se sentó sobre mi abdomen mirándome fijamente. —Quería verte suplicando por penétrame una y otra vez…
—Maldito diva. —Dije con enojo, por segunda vez en todo el día, aunque ya eran las dos de la madrugada.
Pasó una de sus manos por su desordenado cabello rosa y se mordió el labio.
— ¿Sabes lo duro que me pone que me digas diva…? —Abrió más sus piernas. —Hyung…hagámoslo otra vez. —Sus ojos brillaron con deseo y no pude contenerme.
Una y otra vez, quería poseer a ese hombre con porte de príncipe, de rey, de diva…fuese lo que fuse, quería poseerlo y hacerlo mío, únicamente mío…hoy…y siempre.