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Hope in the Darkness por XiaoBambu

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Pasó tal vez más de un minuto en lo que Hangeng pudo reaccionar. El otro no lo soltaba, parecía que su vida dependía de aquello. Quienes años después recordaban esa escena, aseguraban sin titubear que aquello había sido como presenciar el reencuentro de una familia después de haber sido cruelmente separada. Y no estaban muy equivocados.

Zhoumi abrazaba a Hangeng como aquel joven de la familia que ha protegido a sus hermanos pequeños a falta del mayor de la casa. Como anhelando que con ese abrazo se le asegurara que estaría a salvo de nuevo, que podría volver a apoyarse en alguien, que las dificultades ya no serían tan pesadas otra vez.

Hangeng soltó un "Te he extrañado, hermano" con voz ahogada pero inevitablemente feliz. Ese día volvía a valer la pena. André no recordaba haber visto así a su jefe nunca antes, con esa emoción emanando de su ser como una fuente inagotable. Y lo que aconteció después mucho menos pudo asimilarlo en por lo menos unos días.

Hangeng se talló los ojos después de separarse de Zhoumi, se sentía abrumado y embriagado de felicidad, no lo había visto desde hacía tanto tiempo que ni siquiera recordaba bien el último encuentro. Tantos pensamientos inundaban su cabeza y sus ojos estaban tan nublados que, cuando reparó en buscar el lugar de donde había salido su amigo a abrazarlo y sus ojos se vieron abrazados por aquella visión, creyó estar sumergido en un sueño.

Estaba parado ahí, en medio de una pequeña salita, sus manos estaban descansando cruzadas detrás de su cuerpo, como esas personas que esperan pacientemente algo. Usaba traje negro formal y camisa blanca con el último botón desabrochado. Su cabello negro azabache y perfectamente peinado resaltaba sus bellas facciones, "como siempre", pensó Hangeng. Otra vez se perdió en pensamientos y en una conexión interminable de miradas, "esto no es cierto" se repetía a sí mismo constantemente mientras se perdía en aquella imagen que parecía que emanaba luz propia.

Aquel individuo avanzó con paso decidido hacia un Hangeng estupefacto, cuando lo tuvo frente a él, estiró su brazo para estrechar su mano. Aquello reflejaba algo más íntimo que un simple apretón de manos. Otra vez. Se podía jurar que solo existían esas dos personas ahí, en medio de aquel lugar, solamente ellos dos entre esa masa de gente. Aquella fuerza con la que se atraían era de otro planeta, tan inmensa. Cada uno navegaba en el mar del alma del otro mediante una mirada infinita, sumergidos en recuerdos, fantasías, pensamientos y sensaciones jamás olvidadas. Era como un mantra, era una sanación reencontrar todo aquello. No se supo cuándo, pero de un momento a otro estaban abrazados. Aquella persona se aferraba de una manera no convencional a Hangeng, con tal fuerza y convicción que incluso dolía, se acercó al oído del otro para suspirar algo pero éste pareció exhalar primero:

- Sí, también te he extrañado. No me reclames- respondió Hangeng a la pregunta que Heechul se había formulado en la cabeza y que no había tenido oportunidad de externar por esa dualidad que tenían y que nunca se había perdido, ese lazo conectivo que jamás se había deteriorado a pesar de todo. Casi imperceptiblemente las palabras fueron susurradas y danzaron en aquel blanco cuello.

Se separaron volviendo a encontrar sus miradas y al instante sonrieron. Teniendo la completa certeza que todo estaba bien. Así.

Hangeng llamó a un contrariado André para presentarle a "las personas de la SM".

- André, éste joven aquí parado es Zhou Mi, un gran amigo muy querido, de Super Junior M

- Lo sé Sr. han - el joven ayudante conocía a Zhou Mi por las promociones de la subunidad en China, lo había visto y sabía su nombre, pero inexplicablemente aquella mañana no lo había reconocido, - Es un placer, André Smith, a sus ordenes - terminó con una reverencia.

- El placer es mío, André - dijo un amable Zhou Mi esbozando una hermosa sonrisa y reverenciando también, de una manera tan elegante y varonil que el asistente de Hangeng se sintió penosamente deslumbrado y aturdido.

- Hey, ¿acaso no piensas presentarme, ah? - aquel hombre no había cambiado en nada su insolencia.

- Permíteme ¿sí?... André, este de aquí - dijo señalando a un Heenim junto a él - es Kim Heechul, miembro de Super Junior también, de él aprendí mucho cuando llegué por primera vez a Corea.

- Mucho gusto Sr. Kim - André veía con curiosidad a Heechul, algo que no pasó desapercibido por éste.

- El gusto es mío, Andrè Smith. Estoy contento de que una persona tan  selectiva y con minuciosa actitud haya cuidado y acompañado a mi amigo en este último par de años.

De no haber sido por el color moreno oscuro de la piel del asistente, se habría notado un gran rubor en sus mejillas, pero ahí continuaba tan profesional e imperturbable ante esas tres personas asiáticas que tanta energía irradiaban.

Después de la presentación, siguió una comida llena de pláticas acerca de lo último que había sucedido en la vida profesional de ambas partes.

Zhou Mi comentaba acerca del último álbum de SJ-M y entusiasmado externó por primera vez la noticia de que pronto lanzaría un álbum como solista, recordando el debut de Henry dos años atrás. Heechul platicaba acerca del regreso del ejército de Leeteuk y de Yesung y entre bromas externaba su deseo de hacer una colaboración con Hangeng, cosa que Zhou Mi asentía con más ímpetu a cada momento.

- Pero dinos también - balbuceó Heechul apenas sin terminar de comer un bocado grande - ¿cómo te ha ido a ti?

Hangeng vio en la "despreocupada" expresión de Heechul una avidez extrema. Esa misma avidez que solo él podía descifrar y saciar. Nadie más. Pero también se sentía confundido, ¿cómo era posible que estuviera ahí, platicando tan tranquilamente cuando en otro encuentro, el coreano le había echado en cara tantas cosas? ¿por qué ese cambio repentino de actitud?

- Pues he estado filmando- comenzó a narrar, - acabo de firmar un contrato para aparecer en una saga de películas basada en una novela de género fantástico- dijo mostrando una bella sonrisa sincera a sus amigos. De alguna extraña manera aunque la razón le indicara que no contara todo, su corazón y alma le decían lo contrario ¿y por qué no lo haría? Ellos eran sus amigos, su familia. Los amaba. Comenzó a sentir menos desconfianza infundada, -y voy a comenzar a hacer las promociones de mi 4to álbum-

- Me alegro mucho, Hannie, espero que te hayas acordado de nosotros cuando lo hacías- Heechul era tan atractivo cuando mezclaba su sinceridad y empatía en esos penetrantes ojos.

- Claro que lo hice, ya te darás cuenta - comentó Hangeng igual de sincero y tratando de ocultar el deseo que crecía en su interior al paso de los minutos.

- Todo marcha perfecto ahora, quisiera que pudiéramos tener más tiempo juntos, como antes- Zhou Mi mostraba un brillo melancólico en su mirada, era extraño ver y darse cuenta cuánto añoraba que su hermano volviera a estar con ellos. André lo observaba con veneración.

- ¡Hey amigo!- la voz ronca de Heechul sacó de sus pensamientos al asistente, - Vas a gastar a Mimi de tanto verlo- luego soltó una de sus peculiares carcajadas y bebió un gran trago de vino. Zhoumi y André solo sonrieron. Aquella reunión se tornaba cada vez más cómoda e íntima, recordando las de tiempos pasados, sin muchas preocupaciones.

Terminaron de comer y platicaron un par de minutos más para después ir a pagar la cuenta y despedirse de los dueños.

Al salir del lugar todo había cambiado, ya no llovía, incluso todas las nubes se habían alejado, dejando solo unas hebras blanquecinas decorando el horizonte, coqueteando con un sol al atardecer que pintaba el cielo de colores púrpuras y rosados.

- ¡Hermoso! - exclamó Heechul casi inconscientemente, perdido en aquella visión.

- Y se ve mejor desde el muelle- completó Hangeng también inmerso en la vista hipnotizante.

- ¡¡Vamos!! - Heechul tomó de la mano a Hangeng y comenzó a caminar calle abajo, jalándolo.

El joven chino quiso decir algo pero las palabras no le salían, quería salir corriendo de felicidad y temor mezclados. Veía a un Heechul persistente caminando delante, con su suave mano reteniéndolo junto a él. Hasta parecía que no era verdad.

Volteó para encontrarse con un Zhoumi y un Andrè parados uno junto al otro, observándolos atónitos pero divertidos, tan comprensivos que incluso parecían de esos padres que permiten a sus hijos ir a hacer alguna travesura inocente. Hangeng apenas pudo hacerle unas señas a su asistente indicándole que estaría bien y que acompañara a Zhoumi a su hotel. El otro asintió sonriendo y mirándolos hasta que se perdieron de vista entre el mar de gente y la monstruosa configuración de edificios.

-Bueno, Sr. Zhoumi, el Sr. Hangeng me ha indicado que lo acompañe al lugar donde están quedándose.

- No me llames señor, André. Y te lo agradezco pero antes necesito pasar por algunos lugares.

- Te acompaño entonces, debo acatar lo que me encomiendan.

- Así está mejor, gracias entonces. Vamos.

Ambos caminaron en sentido contrario que los primeros, intercambiando pláticas y sonrisas.

 

Hangeng y Heechul caminaban a paso tranquilo entre la multitud. Se hablaban solamente con la mirada. El sol poniente se colaba entre los grandes edificios y mandaba sus rayos más nostálgicos por las calles, recortando las siluetas de la gente cuando atravesaban cada uno de los canales. Cuando faltaba poco para llegar al cruce que desembocaba en el muelle, Heechul se detuvo y tomo aire.

- ¡Tal parece que este maldito no me ha extrañado tanto como había dicho! - Hangeng se detuvo a media calle con una expresión pétrea, vergonzosamente divertido. Heechul casi había gritado aquello en una esquina. Parecía que estaba haciendo una queja publica ante la gente, algunos reían, otros los veían como si vieran a algún loco. Hangeng se regresó y tomo a Heechul de las manos para casi llevarlo corriendo por los pocos metros que los separaban de las banquitas del muelle.

-¿Qué rayos estabas pensando? - le dijo con los ojos completamente abiertos y agitado a medio correr.

- Quiero que me digas que me has extrañado, maldito chino arrogante. - Su expresión endurecida era completamente adorable para un Hangeng aparentemente imperturbable - ¿crees que no me di cuenta que me quieres evadir?

- Sigues estando loco - le dijo Hangeng entre respiros tratando de contener una carcajada - ya te lo dije antes. Sigues siendo un narcisista, ¿necesitas que lo grite a los cuatro vientos, idiota?

- Nunca me habías dicho idiota de esa forma.

- Bueno, los tiempos cambian, además no lo dije ofendiéndote y lo sabes

- Lo sé, me refiero a que con esa frase en realidad lo dijiste a los cuatro vientos

Era cierto, Hangeng no se dio cuenta, pero aquello también casi lo había gritado, y más se había escuchado como una consigna a todos quienes lo escucharan (incluso quienes no lo hicieran también) de recuperar algo que pudiera haberse perdido, que nadie se atreviera a tocarlo, que era solamente suyo por simple derecho divino.  Ambos se sentaron y miraban al horizonte, el sol estaba a punto de ocultarse. Sus pensamientos estaban fijos en cómo había sido ese día, cómo llegaron a encontrarse, cómo sus sentimientos por el otro no habían mermado en lo absoluto, más bien se habían intensificado, si en algún momento uno de los dos había sentido algún rencor infundado, ahora se daban cuenta que fueron tonterías, cosas de adolescentes. Ahora estaban ahí, juntos.

Había anochecido y las luces de los edificios se veían impresionantes reflejadas en el mar. La mano de Heechul se posó sobre la de Hangeng silenciosa, misteriosa, como su dueño, después de unos segundos las entrelazaron mientras seguían ahí, pensando.

- ¿Cuánto tiempo estarás en China? - Hangeng reaccionó primero, el deseo que había nacido desde iniciado el día estaba quemándolo por dentro.

- El tiempo necesario

- ¿Para qué?

- Para volver a ser tu esperanza en medio de esta oscuridad

Todo conspiró, la luna que no había brillado desde hacía muchos días estaba ahora ahí, hermosa, decoraba con estrellas el firmamento.

Los dos seres que tenían sus manos unidas bajo ella estaban también entrelazados por algo más, algo más que la mirada. Sus labios se encontraban después de tanto tiempo.

El mundo podría acabarse ahora. La esperanza renacía.

 

Notas finales:

Gracias por leerlo TT-TT ♥♥♥

Aquí está el segundo capítulo, ya está en proceso el tercero.

Ay, estoy contenta(?) :'D

 

Ojalá les esté gustando, no tengan duda en dejar sus comentarios x'D :B ♥


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