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Noches (I parte)
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[…]
Solía ser demasiado joven
El amor era complicado así que trataba de evitarlo
Era demasiada presión para mí, así que era infeliz
[…]
El día de mañana se acerca, pretenderé como si nada hubiera ocurrido y te olvidaré
Me quedaré aquí sonriendo, rogaré por que seas feliz
[…]
La primera noche…
Porque el límite, la línea entre la amistad y el amor, es tan delgado, tan frágil, que dar un paso en falso es un paso para caer al abismo…
Eran las tres de la mañana cuando entró al elevador de su edificio, seguramente los demás ya debían estar en la cama el día había sido realmente largo, pero sin duda había sido de los mejores días en mucho tiempo, regresar, era un sueño por fin hecho realidad, porque los problemas, los líos, los rumores del año pasado eran aun un gran peso sobre la espalda que le torturaban, y ciertamente la sensación de miedo no se había borrado del todo dentro de su alma, pero ya no hay tiempo para lamentaciones, era algo que tenía que superar de a poco, una batalla día a día y hoy como ayer había sido un triunfo, y es que después de semanas aún seguía temblado cuando entraba al estudio de grabación, ni que decir cuando tomó el micrófono, creyó que en algún momento caería de rodillas, o que la garganta se le cerraría impidiéndole pronunciar una sola nota, titubeo más de una vez al estar ahí. Pero, cuando sus ojos encontraron los suyo y él sonrió las fuerzas volvieron, aclaró su garganta y sonrió antes de empezar a cantar una vez más, no quiso admitirlo en voz alta pero sin duda él que hubiera estado el día del inicio de grabación, le había dado seguridad, pero quizás era momento de dejarle en paz, de dejarle libre, de dejar de ser una carga para él y aceptar solo la compañía que su amigo simplemente le ofrecía.
Cada día era más difícil sobrellevar esta situación, ocultar sus sentimientos realmente no era cosa sencilla ni fácil, a cada dos por tres se veía alterado como una fierecilla cuando se trataba de él, suspiró frustrado, y sin poder contenerse golpeó la fría pared de metal del elevador, suspiró nuevamente y sacudió su cabello fuertemente con sus manos como tratando de relajarse de dejar ahí todo ese montón de sensaciones, las puertas se abrieron en el piso 12 y él sale despacio tratando de evitar llegar a casa, murmura para sí “Animo” antes de colocar sus dedos sobre la pantalla. “Animo” repite una vez más, lo sabe, sabe que debe parar, tiene que hacerlo antes de que sea demasiado tarde pero, la pregunta que no puede evitar hacerse es ¿Realmente puede hacerlo, puede dejarlo ir de su lado? Las palabras de Yang Min aún se repetían en su mente una y otra vez.
Él había sido su motivo para aguantar lo que la prensa, las fans, sus enemigos, hicieron y deshicieron en el último año, pero él no siempre estaría a su lado, no siempre estaría ahí para ser su apoyo “y has pensado en él” “¡hasta cuándo él va cargar con tus cosas!” ella había dicho eso gritándole y arrojándole cosas y aun cuando terminó corriéndola del estudio, esta vez no cerró los ojos, porque lo que ella había dicho era cierto Young Bae no estaría para él por siempre, no, no sería justo para él estar a su lado por su propia debilidad.
La discusión de hace dos días aun le atormentaba, respiró hondo antes de teclear sobre la pantalla la clave de acceso, la puerto hizo un sonido que indicaba que estaba abierto, empujó la puerta suavemente tratando de no hacer ruido seguramente los chicos ya descansaban. Como suponía el lugar se encuentra en penumbras, pero el silencio está repleto de suaves notas, escucha atento por unos segundo la melodía identificándola, sonríe al descubrir al sujeto que inunda el silencio con su música, deja los zapatos en la puerta y prefiere caminar solo con los calcetines en lugar de tomar un par de pantuflas.
Hubiera querido irse directo a la regadera y darse una ducha rápida y luego tumbarse a la cama, está realmente cansado, pero extrañamente se siente bien cuando descubre que él está ahí, algo que no se esperaba pues con la agenda libre para el grupo, él siempre prefiere irse a su verdadera casa, pero ahora, en medio de la noche lo descubre despierto y en casa. En medio de la penumbra camina por la sala hasta llegar al pequeño estudia acondicionado para el piano, la puerta esta semi abierta, y el lugar también está a oscuras, empuja suavemente la puerta, la luz plateada de la luna casi llena, alumbra el lugar, el gran ventanal abierto produce que las ventiscas entren y que la melodía se expanda más allá de esa habitación mezclándose que los extraños y ajenos sonidos de la noche afuera.
Silencioso como un intruso, entra con pasos calculados hasta al sofá de la habitación, se deja llevar por la música mientras se sienta, Young Bae toca delicadamente las teclas, sus dedos se deslizan sobre ellas naturalmente, ni si quiera tiene que verlas, por momento cierra sus ojos cuando la melodía llega al clímax y las notas producen en su interior una mezcla de sentimientos que son poco comprensibles pero realmente extraordinarios.
Lentamente “Nocturne” de Choppin termina. Y sin darse cuenta ha cerrado los ojos para disfrutar aquello por un segundo más. Con los ojos cerrados aún puede escucharle llamándolo -¿Llegando?-
No se molesta en abrir los ojos para responder -Si- su figura apenas si se descubre en la semioscuridad -¿Los demás?- sabe que Young Bae lo mira fijamente porque puede sentir el peso de su mirada sobre él
-No hay nadie, todos se han tomado dos días libres- es la escueta respuesta, eso le hace abrir los ojos lentamente al caer en un detalle ¿qué hace entonces él ahí y no en casa? Pero antes de que pueda decir algo Young Bae inicia una nueva melodía
Sus ojos se cierran lentamente una vez más, el cansancio le vence sin darse cuenta o quizás es la tranquilidad que la música de Young Bae le da, pero sea cual sea la razón termina por dormirse sin darse cuenta, en la semiinconsciencia del sueño, o quizás realmente soñando puede sentir el abrigo de los brazos de a su amigo cargándole, y luego la calidez de una manta cubriéndole y la lejana voz de Young Bae diciéndole algo que apenas puede comprender pero que él responde –Yo también Young Bae- y puede sentir el aroma de Young Bae más cerca de él por un breve instante.
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La segunda noche le atrapa sentado en el gran sofá de la sala, con una caja de arroz chino y palillos en mano, frente a la enorme pantalla de plasma mirando la televisión, una película de unos tipos que manejan veloces autos, que saltan, corren y matan gente, una temática demasiada trillada pero que a Young Bae parecen agradarle y que solo por ello le parece significativamente atrayente.
No pone más del 30% de su atención a la pantalla, es más apenas si la mira, porque realmente prefiere mirar lo fascinante de los movimientos que hace su acompañante para llevarse cada bocado a la boca, sí, eso es completamente fascinante tanto cómo los extraños sonidos que hace cuando come y mira la televisión. A la una de la mañana después de ver dos películas se va a la cama recordando a detalle lo que sucedió esa noche, de la película ni si quiera recuerda el final, pero aquello no es importante.
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La tercera noche le mantiene en vigilia, cuando mira que a cada tres segundos el cielo iluminarse con pequeños destellos, sus ojos se entrecierran con molestia porque las espesas nubes que antes amenazaban con una tormenta ahora lo son.
No es que sea una damisela temerosa, pero lo cierto es que ese clima le incomoda, le irrita al punto de que se enfada por todo, mantiene fija la vista al enorme ventanal que muestra la espléndida Seúl, aunque ahora mismo lo único que observa fijamente son los relámpagos, se debate entre levantarse a correr la cortina o ponerse los auriculares y darse la vuelta y tratar de dormir. Para cuando el cielo empieza tronar se decide por levantarse, pero antes de que pueda poner sus dos pies en el suelo la puerta de su habitación se abre, sorprendiéndole un poco.
Puede sentir como le mira por un segundo, para luego desviar su mirada y dirigirse a la ventana, corre las cortinas, da media vuelta y se acuesta a su lado en silencio, en medio de la oscuridad y sin decir una sola palabra y aun cuando ninguno de los dos pueden verse sus ojos saben que se observan.
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La cuarta noche le pesca en el estudio de grabación sin darse cuenta y la quinta la sobrelleva con café americano doble y refrescos de cola pero con la compañía de los ronquidos de Young Bae en el sofá del estudio. La sexta no la sintió llegar, cuando el sol se oculta el ya lleva siete horas durmiendo pero quizás en sueños… o un pequeño lapso de conciencia puede mirarle cobijándolo con una manta en la oscuridad. Y esa agradable sensación sobre sus labios y su aroma más cerca se repite una vez más.
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La noche ha caído sobre Seul y son cerca de las ocho cuando ellos apenas prueban alimento ha sido un día de películas y juegos y GD come aprisa sus tallarines chinos porque en menos de 8 minutos le toca su turno en los videojuegos, sabe que Seungri no tardará en hacer pedazos a TOP en Hallo, a tres bocados de terminar se atraganta con los tallarines a causa de que Seungri acabó antes de los previsto, una palmada en su espalda le ayuda a pasar el mal rato, pronto le ofrece su soda y una servilleta. Él no dice nada pero tampoco hace falta, GD solo sonríe en agradecimiento y acepta todo aquello mientras susurra un “gracias” cerca de su cuello cuando se levanta a tomar el control, la séptima noche les descubre yéndose a la cama cerca de las cuatro de la mañana después de un torneo de videos y películas de acción.
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La octava noche llegó después de cinco horas de vuelo hacia a Singappur y la novena después de pasar más de 18 horas de trabajo que constaban de grabación, sesión de fotos, programas y una rueda de prensa con fans, pero extrañamente no siente ni dolor ni cansancio, porque tan solo se deja llevar por el agradable aroma de la colonia de Young Bae mientras se duerme en el hombro de su mejor amigo.
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Las luces de color iluminan el lugar mientras la gente se mueve al ritmo del último éxito PSY una fiesta en su honor en un prestigioso hotel de Jeju se celebra, extrañamente su personalidad solitaria surge esa noche y él prefiere mirar el paisaje de la noche en una terraza apartada, que da al mar, observa en la semioscuridad el mar bravo y el sonido de sus olas y parecen serle más agradables.
No es que huya de la fiesta, en serio… mucho menos tiene que ver que su amigo se la haya pasado bailando con cuanta chica se lo ha pedido y que a él lo haya mandado por un tubo, que lo ignoró… ¡No, que va!… si ni si quiera lo noto.
Se bebe de un solo trago el resto de whiskey es su vaso y eso que era más de la mitad, y esta tan metido en sus pensamiento que no escucha la puerta abrirse ni los pasos de una persona acercándosele sino hasta que está a su lado y habla –Vaya sí que sabes esconderte- no si digna a mirarlo
-No lo hago- se inclina un poco sobre la barandilla de metal
El recién llegado se acerca a él mientras menea la cabeza en negación y sonríe silenciosamente un tanto irónico -Pues me ha costado encontrarte-
Se coloca a su lado y sabe que lo mira, pero no por ello él lo hace cuando responde -No pensé que lo hicieras…- muerde su labio para no sonar tan molesto –Te veías bastante ocupado- pero GD solo puede escuchar una carcajada en respuesta así que se voltea enfadado, pero lo que no espero fue que él lo jalara a su lado.
La décima noche entonces llega a su cumbre cuando los fuegos artificiales estallan en medio de la noche y alumbran el oscuro cielo mientras él no da cabida a lo que sucede y su corazón late desenfrenadamente mientras su cuerpo paralizado permanece entre los brazos de Young Bae
¿Alguna vez has amado tanto a alguien que apenas puedes respirar estando junto a ella?
Love The Way You Lie
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Continuará