Shizuo pateó una lata con fuerza. Gruñó como un perro molesto y apretó los puños. Le enfermaba en sobremanera tener que quedarse hasta el último en la escuela…y todo por unos niñitos chillones que lo retaron a pelea y al final no supieron que hacer.
-Deberías relajarte un poco. Ese mal carácter tuyo solo aleja a las chicas. – Shinra chasqueó la lengua, dándole una palmadita en el hombro y sonriendo como un chiquillo.
-Cállate – Shizuo le dio un ligero manotazo.
Shinra se acomodo los lentes entre risas.
-Suerte que yo tengo a mi Celty- Los ojos le brillan de amor por detrás de las gafas. Se aferra al brazo de Shizuo- Que suerte la mía de tenerla ¿no crees?
-Si, lo que tú digas….ahora suéltame, enano, si no quieres un buen golpe que te deforme la cara.
-¡Oh! El gruñón de Shizuo necesita amor, y lo antes posible. A este paso serás un ermitaño sin vida social. – Shinra le picotea una de sus mejillas.
-Te la estas buscando…
El rechinar de las llantas de la moto al frenar, hacen que instintivamente Shinra se aparte de Shizuo.
-¡Celty! – Shinra corrió hacia la moto con los brazos extendidos - ¡Viniste por mí!
Celty ni siquiera se bajó de la moto. Y en vez de abrazarlo, le lanzó un casco extra, e hizo un gesto para que se apurara y se montara en la moto.
-Bueno, nos vemos Shizuo. – Se despidió Shinra, ya bien aferrado a Celty por la espalda.
Celty se despidió con la mano mientras se alejaban.
Shizuo soltó un suspiro pesado‚ sonriendo con cariño. A pesar de que a veces su desmedido entusiasmo lo molestaba por veces‚ Shinra era un buen amigo.
Sintió un golpecillo en la espalda. Hizo una mueca‚ y‚ sin darle mucha importancia‚ se acomodo la mochila en el hombro. Dio un par de pasos antes de sentir uno‚ dos‚ tres golpes más. Se giró ya molesto‚ gritándole al aire que ya era suficiente. Cuando vio que no había nadie tras él‚ arqueo una ceja‚ confundido. No tardó en llegar otro golpe‚ pero este le dio justo en la frente. Se llevó la mano a la zona herida‚ y cuando aparto los dedos‚ estaban cubiertos de sangre.
-¿Qué demonios...? - Levanto la vista a donde la escuela se alzaba imponente. Recorrió cada ventana de cada salón con la mirada‚ hasta toparse con una familiar‚ delgada y‚ en lo personal para él‚ molesta silueta. - ¡Maldito hijo de puta!
En algún salón del segundo piso‚ Izaya lo miraba con su típica sonrisa burlona‚ y con un puñado de lo que parecían pequeñas piedras sobre la barandilla.
-A mí también me da gusto verte.- Por el pecho de Shizuo pasó una oleada de calor. Rabia‚ odio.
-¡Voy a por ti imbécil!
-Venga pues- Izaya extendió los brazos a sus lados‚ como quien se entrega. Lo esta provocando.
Y funciona.
Shizuo deja caer la mochila en el suelo y echa a correr en dirección al edificio. Abre las puertas de un solo golpe‚ que fácilmente pudo haberlas tronado. Corre con los zapatos rechinando por los pasillos‚ siente un ligero mareo y siente como la sangre de la herida le escurre hasta la mejilla. Aprieta los dientes‚ ignorando el dolor‚ y acelera todo lo que puede el paso.
-Lo voy a matar. Lo voy a matar. Lo voy a matar.
Llega al salón en donde vio a Izaya momentos antes. Recorre la puerta con furia y entra a grandes zancadas. El pecho le sube y le baja a toda velocidad‚ jadeando por la carrera.
-¡Izaya!
-Tardaste mucho ¿no haces ejercicio últimamente? Tal vez te falte condición.- Izaya se encuentra pegado a la ventana‚ con el viento agitándole el cabello y el uniforme‚ y con la cortina revoloteando a su alrededor como un par de alas. Shizuo se queda de pie en la entrada‚ congelado ante el chico que tiene en frente. ¿Qué es esta escena de novela? Se pregunta. Casi hasta juraría que lo ve con cierto brillo peculiar en la mirada. Izaya aun tiene un par de piedras en la mano‚ y‚ con un rápido movimiento de muñeca‚ se las avienta al pecho‚ pero ya sin tanta fuerza como antes‚ pero si lo suficiente para sacarlo de sus pensamientos. Sacude la cabeza para entrar en razón‚ y al instante se arrepiente‚ sintiendo un dolor agudo que le atraviesa el cráneo.
-Vaya‚ eso se ve mal.- Comenta Izaya‚ señalando la frente del chico. - ¿Te he hecho daño?- Ríe-
-Infeliz. Juro que te haré pedazos‚ bastardo. - Shizuo se acerca a él a grandes pasos‚ y lo toma del cuello de la camisa. - Te vas a arrepentir por haberte metido conmigo.
-No lo creo‚ en realidad es muy divertido jugar contigo. Eres como un perro persiguiéndose la cola.
Shizuo rechina los dientes‚ y levanta el puño en el aire‚ listo para estamparlo contra la cabeza del contrario. Pero Izaya es más rápido y se agacha justo a tiempo‚ para luego escabullirse entre las bancas. Shizuo gruñe y aparta el brazo de la ventana‚ en donde ha quedado una telaraña por donde se ha quebrado el cristal.
-Siempre me seguirá impresionando tu fuerza sobrehumana ¿De donde la has sacado?
Cuando se gira‚ ya no ve a Izaya.