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Beside you por vickytoya

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Notas del capitulo:

No sabía que título meterle a este capítulo, pero al final si se quedó como memories.

Supongo que es un capítulo importante, las cosas empiezan a cambiar a partir de ahora.

¿Podrán sobrevivir?

Memories

—Leo—llama el mayor mientras intenta que el chico salga de detrás de él.

— ¿Quién es él? —Pregunta hostil el menor, viendo con firmeza la cara redondeada del chico que el moreno lleva de la mano, calculándole un par de años menos que los que tiene él mismo.

—Ravi—contesta con una sonrisa inundándole la cara y Leo bufa—vamos Leo, él está tan solo como nosotros, sé que no eres tan malo como para negarle algo de compañía.

— ¿Cuál es su verdadero nombre?

Suspira y lo ve como preguntándole si realmente quiere saberlo, el menor le sostiene la mirada y el otro vuelve a suspirar resignado—Wonsik, se llama Wonsik—contesta fastidiado y Leo asiente.

—Hola Ravi—lo saluda de manera amigable, acercándose a él—espero que nos llevemos bien.

—Ni lo pienses Leo— murmura Ravi desde la esquina de la habitación.

Pero tanto N como Ravi saben que cada palabra murmurada en ese instante será cierta y eso es lo que creen hasta que de un momento a otro ven a Ken aferrado al cuerpo del mayor susurrándole unas cuantas cosas, viendo como la furia desaparece poco a poco del rostro de Leo.

—Tal vez—murmura Ravi, siendo consciente de que solamente el pelirrojo lo escuchará—, tal vez valga la pena salvarlo.

El mayor le da un golpe en el brazo—idiota—murmura—, ¿cómo se te ocurrió pensar que querría salvar a alguien que no vale la pena? —Pregunta haciéndole un gesto—además… Además todas las vidas valen la pena, ¿te percatas de cómo lo ve Leo?

El menor asiente.

—Ese es el tipo de mirada que tú me diste, por eso me quedé contigo.

Las palabras resuenan en la cabeza del menor y abraza al moreno por la cintura, poniendo su cabeza en el hombro de éste—. Lamento no haber podido salvar a tu familia… Realmente lo siento—murmura contra el hombro del moreno y el otro sonríe.

—Está bien Ravi, tu presencia tuvo el mismo efecto que la de Ken para Leo. Solo míralos y prométeme que no intentarás atentar contra la vida de Jaehwan otra vez.

Ravi asiente y los otros dos se separan.

Leo le sonríe a Ken y el otro hace lo mismo.

Y por unos momentos todo es perfecto.

—Sí, que bien que hayan arreglado sus diferencias, pero creo que es momento de recordarles que salvaré el trasero de alguno de los dos—llama el pelirrojo y Leo suelta una risita, apretando más contra su cuerpo el firme pecho del menor. Le planta un beso en los labios antes de salir por la puerta, dejando a su novio atontado y a los demás presentes con una sonrisa en los labios.

Una resolución se instala en su cabeza: Tienen que salvarlos.

—Vamos Ken—dice N y lo jala para que vuelva a tomar asiento frente al gran espejo decorado con miles de pequeñas luces.

En cuanto el menor toma asiento entra en un estado ausente, sus ojos que ven fijamente el espejo no se mueven en absoluto, más que cuando necesita parpadear de vez en cuando, su respiración se vuelve más pausada y Hakyeon puede terminar el trabajo de tatuarlo con más facilidad que antes de que llegara Leo—. No abuses del agua, esto se borrará dentro de unas cuantas semanas, debes cuidarte puesto que la estrategia no funcionará si los vas mostrando a todos, ¿está bien? —Pregunta viéndolo con intensidad.

El menor despierta de su ensoñación y lo ve unos momentos antes de contestar con un leve asentimiento de cabeza.

Pero Hakyeon sabe que no lo hará tal como le ha indicado, puede ver la mentira en los ojos del menor y Ravi la huele cuando se acerca a ellos—. No hagas esto por ti, hazlo por Leo— le pide y se aleja de él antes de dedicarse a odiarlo un poco más.

—Por eso voy a hacerlo.

Su contestación les deja sorprendidos y N empieza a hiperventilar lleno de odio, lo toma por el cuello y lo aprieta con suavidad—no eres el único que sabe matar—, murmura cerca de rostro—si algo le llega a pasar a Leo, tú vas a ser el primer responsable y voy a matarte, te juro que voy a hacerlo.

— ¿Qué tal si decido morir antes? —Desafía y sonríe de manera afectada.

—Él no va a dejarte.

Él no va a enterarse.

Un silencio sepulcral se adueña de la habitación hasta que un pequeño rubio aparece.

—Hyung—llama al mayor—están aquí.

El pelirrojo asiente y le pasa un saco a Ken para que pueda salir como si nada hubiera pasado, sin embargo antes de que salga lo toma por el antebrazo con fuerza—solamente recuerda que él te trajo aquí para salvarte. Piénsalo Ken, a como yo lo veo si tú mueres, él te sigue—murmura con enojo y lo deja ir.

—Es una lástima que alguno de ustedes tenga que morir—dice Hongbin y Ken lo ve con atención mientras Leo sonríe de manera burlona.

—Seguro pensarás lo mismo cuando te toque morir a ti. “Es una lástima”, ¿no Hongbin? Es una lástima que no hayas podido tener a Ken en tu cama tal y como lo hubieras querido—murmura con voz suave pasando un brazo alrededor de la cintura de su novio, proclamándolo como suyo, viendo con atención los gestos afectados del menor.

Se levanta con la copa en mano y se acerca a Ken, pegando su boca al oído del castaño—puedo hacerte cosas de las que Taekwoon no está enterado, y las vas a disfrutar.

Ese es el límite para Leo, se levanta y toma por el cuello de la camisa al menor y lo pega contra su cara—incluso si muero no vas a tocar ni un centímetro de su piel—escupe las palabras bajo el atento gesto del muchacho, que al ser soltado suelta una carcajada.

—Ojalá  tú seas el que muera—suelta el veneno—así podré divertirme con Ken. Seguramente va a disfrutarlo más que contigo.

Ken suspira y se levanta, perdiendo el interés en verlos. Odia cuando su novio se pone en plan de macho alfa y se pelea con Hongbin por lo mismo de siempre, y aunque alguna vez deseo formar una vida junto a Hongbin, sabe que al lado del mayor es el lugar correcto.

— ¿Cómo conociste a Hongbin? —Pregunta Ravi cuando el mayor llega hacia donde está él.

—Él fue mi pareja de rastreo alguna vez, ¿cómo conociste a Leo?

—N me llevó con ellos—. Ken suelta una suave carcajada al darse cuenta que es más que claro que Ravi es una persona de pocas palabras.

— ¿Y ya? Leo no es de las personas que acepta a alguien en su vida solamente porque sí.

—No fue Leo quien me agregó a su vida… Fue N—explica y el mayor asiente un par de veces, dándole un trago a su bebida, esperando que el menor siga con el relato que sabe está ansioso por contar.

—Vamos Ravi, no debes esconderlo más conmigo, ¿recuerdas que soy un rastreador? Podría oler si alguien quiere acostarse conmigo a kilómetros de distancia.

— ¿Eso también aplica para Leo?

—No hablamos de eso—contesta, pero una sonrisa se instala en sus labios.

Claro que sí.

Eso también aplica para Leo.

—Cuando éramos niños mi familia encontró la pobreza, mi hermana y yo sobrevivíamos con el esfuerzo que hacían nuestros padres, pero yo me iba sintiendo más solo cada vez, en el régimen que empezaba a alzarse sobre nosotros los pobres empezaban a ser un fastidio para la sociedad, por lo cual se nos pedía abandonar las escuelas.

Entonces Hakyeon me encontró.

—Leo es una persona difícil de tratar, pero en ese entonces él todavía tenía esperanza e ingenuidad, su familia no era tan pobre como la mía y la de N poseía mucho más riqueza que nuestras familias juntas, pero sus ideales siempre fueron diferentes, es por eso que ese muchacho nos juntó a nosotros. Por eso pudimos sobrevivir los tres, a veces era N quien hurtaba comida de su casa para darnos de comer, pero eso no hacía falta, pues su familia alguna vez nos dio asilo sin que lo pidiéramos, ellos huían del régimen, justo como lo hacemos ahora N y yo, pero pronto fueron alcanzados.

El castaño asiente, sus ojos se posan en los de Ravi—habrías sido un buen rastreador—murmura.

Ravi asiente—eso fue lo que dijeron los capacitadores—rueda los ojos.

— ¿Pero?

—Yo no quise ir con ellos.

— ¿Y N?

El menor niega con la cabeza—huir del régimen, ¿recuerdas? Nosotros podemos estar aquí porque cambiamos nuestras identidades, yo no soy más Wonsik y él no es más Hakyeon, aunque a veces nos llamemos así. N no pudo salvar a Leo y al darse cuenta de que querían reclutarme se volvió el maestro del engaño; no estarías aquí si Taekwoon no supiera de lo que nuestro líder es capaz, creéme.

Ken sonríe con suavidad—eres un buen chico Ravi, ¿qué le pasó a tu familia?

—Lo mismo que a la tuya.

Ésta vez es el mayor quien niega—. Nada puede ser peor de lo que le pasó a mi familia.

— ¿Qué le hicieron?

—Fueron disueltos en ácido. Me reclutaron y luego fueron por ellos.

—A Leo le hicieron lo mismo.

El castaño vuelve a negar—no lo entiendes, ellos no iban por mi cuando los disolvieron, iban por sus conocimientos.

— ¿Sus conocimientos?

—Cuando me reclutaron ellos pensaron por un momento que yo sabría los que mis padres sabían, sin embargo mis padres siempre me mantuvieron alejado de sus investigaciones y de las ideologías crecientes en el país. No nos faltaba el dinero, pero la mayor parte de sus ingresos se iban en las componentes que necesitaban para seguir alimentando la inteligencia que fomentaban, cuando se dieron cuenta de que yo no sabía absolutamente nada al respecto voltearon hacia ellos.

“Por cada pregunta que contestes mal, te voy a sumergir un poco más en ácido. ¿Por quién empezaremos primero? ”

—Empezaron por mamá. A pesar de ser el método de tortura más efectivo ellos no dijeron nada, fue todo un espectáculo realmente; le preguntaban algo a mamá, como ella no podía contestar por estar gritando se volteaban con papá, aún recuerdo su rostro, papá lloraba a pesar de ser el hombre más fuerte del planeta... Papá lloraba, pero no dijo una sola palabra, al darse cuenta de que él tampoco podía contestar volteaban para conmigo.

Pero yo no sabía nada.

Cuando Ravi lo interrumpió para estrecharlo suavemente contra su cuerpo se dio cuenta de que sus ojos estaban llenos de lágrimas.

— ¿Qué le hiciste? —Pregunta Leo, quien los había estado observando silenciosamente desde que los había visto juntarse.

—Nada—murmura Ravi, haciendo que Ken cambie a los brazos de su novio.

“— ¿Es por eso que eres una bestia? —Pregunta Leo mientras lo abraza en la oscuridad.

—No—contesta el menor—a pesar de que mis instintos asesinos pudieron haberse encendido en ese entonces no lo hicieron.

— ¿Quién fue el culpable entonces?

— ¿Recuerdas que te conté de la niña que maté cuando era rastreador?

Leo asiente con los ojos fijos en el menor.

—Aunque no la quiero considerar culpable, ella fue la que me dio el gusto de apretar un gatillo por primera vez, ella me hizo probar la sangre y la guerra como era realmente, yo nunca había matado a nadie directamente hasta entonces.

Y me gustó.”

—Voy a morir por ti—murmura Ken con voz cálida y ronca en el cuello del mayor.

— Así que tus ganas de morir es por haber visto morir a tus padres—reconoce Leo, entendiéndolo por fin.

Notas finales:

¿Les ha gustado? A mi me ha roto el corazón un poquito la historia de Ken.

Espero poder actualizar pronto aunque siempre les hago esperar mucho. Lo siento, es que mi cerebro está atrofiado (mentira, no me había dado el tiempo para terminarlo).

Quedé satisfecha con el resultado, ¿qué tal ustedes?

Si les ha gustado pueden dejarme un lindo y sexy review y si no les ha gustado también (todo está permitido xP).

Hasta pronto.

Victoria.


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