Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Beside you por vickytoya

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues este es el penúltimo capítulo... Me ha quedado más largo y yo... Yo realmente espero que les guste ^^

Teorías

— ¿Cómo saben que alguien será un buen rastreador?

— ¿Cómo sabes que alguien puede ser un cazador?

—Cuando matas—contesta el mayor—, es diferente a un rastreador, ¿cierto? Los rastreadores no matan a menos de que sea completamente necesario, es decir, todos podemos matar, pero pocos sienten lo que ustedes como rastreadores.

Ken asiente—entiendo tu punto, pero no sabría decirlo. Supongo que nos vigilan.

— ¿Has encontrado algo? —Pregunta Leo dejándole una taza de café a su novio.

El menor suspira y lo ve sonriente—sí, pero no puedo asegurarte que saldré vivo.

Leo le da un corto golpe en la cabeza y le hace un mohín molesto— ¿Cuándo empezarás a consumirlas?

—Mañana.

—Solamente nos queda una semana.

Ken suspira—lo sé, espero que sea suficiente.

Sin embargo cuando Leo lo escucha gritar en la madrugada sabe que algo va mal, se levanta como si un resorte hubiera sido instalado en su lado de la cama y ve a su novio encogerse en el piso, lo envuelve entre sus brazos y un suspiro sale de sus labios— ¿Qué está pasando Ken?

El menor está llorando y lo ve con un semblante lleno de terror—hyung—murmura con voz entrecortada—. Yo… Yo…

Leo niega repetidas veces—no Ken, todo va a estar bien.

---------------------------------------------------------

— ¿Cuándo lo descubriste Ravi?—Pregunta un pequeño morocho al menor mientras ve como sus ojos se llenan de lágrimas—, ¿desde cuándo puedes verlo? —Presiona y el pequeño no puede retener más las lágrimas, repudiando su silencioso don.

—Cuando hui de casa, yo no quería hacerle daño a nadie y tampoco quería que ellos usaran la información que yo pudiera proporcionales si lo descubrían.

—Yo también.

— ¿Usted también?

—Yo también puedo verlo, pero es limitado. Sabía que iba a encontrarte, también sabía dónde hacerlo, pero no imaginé que tú fueras un igual.

— ¿Qué somos exactamente hyung?

—No lo sé pequeño… No lo sé.

—No van a venir.

—Lo sé, Jaehwan es tan terco que ni siquiera va a dejar que Leo se acerque a nosotros nuevamente, cree que lo puede todo, que todas las respuestas aparecerán ante él como por arte de magia y si pensara más con el corazón y menos con la cabezota que tiene seguro habría acertado con el método—. La voz del pelirrojo suena cansada y su cabeza se encuentra echada hacia atrás, tiene los ojos cerrados y los labios entreabiertos.

La visión le parece de lo más apetecible a Ravi, que se levanta  y le da un corto beso en los labios—sus padres lo sabían, ¿cierto?

—Sus padres eran como nosotros.

—Pero Ken nunca lo supo.

El mayor alza una ceja como preguntando un “¿en serio?” y el menor dibuja una sonrisa en el rostro—, si tomas en cuenta que Ken tenía como 12 años cuando lo reclutaron… No, no creo que sus padres le hayan dicho ni los secretos ni la fórmula.

— ¿Qué somos N? —La pregunta se le resbala sin siquiera meditarlo.

—Amantes.

La contestación aburre a Ravi y niega con la cabeza—no me refiero a eso, lo que somos… No como pareja, como individuos.

Suspira antes de contestar—somos videntes Ravi, somos videntes y tejedores. Cuando alguien viene a pedir ayuda empezamos a tejer su destino, le damos más vida al precio de unas cuantas catástrofes.

—De todas maneras ellos… Van a seguir con su destino.

Asiente—pero si hubieran decidido cambiarlo solamente les habría llevado algo más de sufrimiento y eso no hubiera sido opcional.

— ¿Agradeces que no hayan venido?

Niega—no, me hubiera gustado seguirlos de cerca, intentar tejer un destino menos oscuro, hacer que esquivaran las catástrofes que se les pusieran enfrente, verlos amarse…

— ¿Qué son ellos hyung?

La sonrisa se forma en los labios del mayor y ve al menor directamente a los ojos—. Un rastreador y un cazador. La pareja perfecta en el área de combate.

—Son perfectos incluso más allá.

Asiente nuevamente—no es así, a ellos les toca el caos en su estado puro, el miedo, la desesperación, las lágrimas de sus víctimas, las etiquetas del combate. No, ellos no son perfectos incluso más allá solamente por las situaciones, no puedes ser perfecto por eso. Pero cada vez que ellos pisan éste lugar, siento esa energía fluir por sus cuerpos, rodearlos, cubrirlos… Es como si se alejaran de los demás y fueran simplemente ellos sin prejuicios ni ataduras.

— ¿Eso no los hace perfectos?

—Te volviste fuerte Ravi—murmura el pelirrojo y le acaricia la mejilla al menor—incluso más fuerte que yo. También te volviste muy inteligente.

Te volviste perfecto a mis ojos.

Pero eso no quiere decir que lo seas.

Le planta un suave beso en los labios y florece con sus lenguas rozándose con lentitud, creando el momento, logrando por un momento olvidarse de todo lo que pasa a su alrededor. Buscan la inexistente paz y la encuentran en el cuerpo del otro con cada roce y cada palabra susurrada con ardor en el acto.

Y todo es perfecto, porque ellos lo creen así.

Cuando Leo despierta toca la frente de Ken y la encuentra normal, la calentura ha cedido y ya no se retuerce del dolor, pero sabe que eso no está bien. Cualquier síntoma de mejoría quiere decir que vendrá algo peor, así que se levanta y se calza las botas con la preocupación recorriéndole cada terminación del cuerpo.

—Estoy bien—. Murmura entre sueños Ken y el mayor intenta mantener a raya los sentimientos—, debe ser difícil para el cuerpo de una persona que jamás ha consumido droga en su vida.

—Debí hacerlo yo.

—No, no querría ponerte en riesgo, eres lo más importante en mi vida, el simple hecho de pensar en que voy a perderte me hace sentir enfermo.

— ¿Crees que yo disfruto verte sufrir?

Niega y un ronroneo es ahogado en las sábanas cuándo esconde su cabeza en la almohada—no, pero siempre has sido el más fuerte, entre tú y yo siempre has sido el más fuerte—. Murmura y los ojos se le cierran lentamente, sintiéndose cansado y dolorido.

—Quiero que dejes de consumirla.

—No lo haré Leo… No voy a hacerlo.

—Tonto—gruñe el mayor y sale hacia la cocina, preparando algo de comer para él y Ken.

Mientras prepara el arroz y calienta la comida del día anterior se va dando cuenta de que realmente no tienen muchas posibilidades de sobrevivir, la verdad aparece ante él como si de una premonición se tratara y recuerda a N. De alguna manera el mayor había encontrado la manera de que él también viera lo que pasaba por su mente, lo que podía ver y los demás no.

Suspira y llama a Ken para que vaya a desayunar con él, pasa unos minutos antes de decidir que ha tardado demasiado y lo vaya a buscar.

—No puedo moverme—murmura con angustia.

El mayor lo ve como si de un gatito herido se tratara y lo toma en brazos, aguantándose el miedo, el dolor y la tristeza que lo embarga para alimentarlo ese día.

—Desintoxícate y podrás moverte.

—No voy a dejar de tomarlas.

—Ken… Si de todas maneras vamos a morir, ¿por qué mejor no pasamos los últimos días felices?, ¿por qué no puedes dejarla, y darme los últimos días de paz?

El menor suspira—quiero probarme.

— ¿Qué quieres probar?, ¿quieres probar cuanto puedes aguantar consumiendo esas porquerías? Eso es como querer probar que puedes seguir vivo después de pasar una noche entera bajo el agua sin respirar.

—Quiero probar si puedo salvar a los que siguen… Le prometí a Hongbin que haría todo lo posible por salvar a Hyuk y no pienso romper la promesa.

Leo gruñe y estrella sus puños contra la mesa—eres terco y estúpido.

—Lo soy Taekwoon, lo supiste desde la primera vez que me viste y nunca te interesó demasiado, ¿qué ha cambiado ahora?

—Estás jugando con tu vida…

—Yo ya estaba en ese juego, por si no te diste cuenta… Tú y yo ya estamos en ese juego.

------------------------------------------------------

— ¿Van a matar a mis padres?

Más que pregunta suena a afirmación y Hongbin asiente con la cabeza.

— ¿Me quieren porque soy bueno con las armas?

El mayor lo ve con detenimiento ante el tono sarcástico de la pregunta, al final se lo atribuye a su cansada mente y vuelve a regalarle un asentimiento de cabeza.

—Tal vez no sea tan bueno como ellos creen.

—Aunque se los demostraras no te dejarían escapar.

—Lo sé hyung… Al menos podré estar a su lado.

Procura no sentirse feliz ante la oración y vuelve a asentir.

—Ya no soy un niño hyung…

—Tengo mi primera misión hyung.

—Lo sé Hyuk, me habría encantado que no llegara este día.

—Ya no soy un niño hyung.

Hongbin sonríe por la ironía y asiente un par de veces con la cabeza—lo sé, desde esa vez que me lo dijiste sé que ya no eres un niño, pero a mí me lo seguirá pareciendo siempre.

Entonces el menor se pone frente al mayor y le toma de la mejilla suavemente, el tiempo se detiene ante los ojos de Hongbin al perderse en las orbes del menor, toma titubeante su cintura sin acercarlo ni alejarlo, esperando en silencio el siguiente paso, sus ojos se cierran con lentitud al sentir los labios del menor rozar los suyos y cuando se separan una sonrisa se instala en sus labios.

—La primera víctima siempre es la peor.

El menor asiente—son dos personas hyung…— “pero van a ahorrarme el trabajo” piensa sin despegar la mirada del otro.

—Creo que es demasiado.

—Hyung… Usted ha estado más tiempo aquí que yo y la primera vez que mató a alguien fue a una familia entera, no creo que vaya a ser tan difícil.

La simpleza con la que las palabras sobre la muerte de sus padres brotan de su interior lo hacen verlo con detenimiento.

— ¿Quién eres?

—Han Sang Hyuk—le contesta viéndolo a los ojos y sonriendo.

Hongbin piensa entonces que la pregunta estuvo equivocada.

---------------------------------------------------------------

Las noches siguientes para Leo pasan como si le hubieran obligado a tragar piedras, cada madrugada el menor se levanta, a veces entre gritos, a veces entre llanto. Las peores suceden cuando no hace ruido alguno pero se retuerce en la cama.

No soporta verlo así, ha querido ir un par de veces con N y suplicarle que haga algo porque él sabe que puede ayudarlos pero de una u otra manera siempre termina atado a Ken, acariciando su rostro o espalda, esperando a que se le pase el ataque y pueda volver a dormir con tranquilidad.

Al menos ya no ha vuelto a quedarse sin movilidad, lo cual agradece hasta cierto punto, porque los ataques de pánico por alucinaciones, los gritos previos a que termine aventando cosas que caen cerca de la cabeza de Leo y se hacen añicos al contacto con la pared y las desapasionadas noches que se han cubierto con un velo de dolor  le cansan hasta lo infinito.

Pero está seguro de que lo ama y de que no va a dejarlo sufrir solo.

Voltea su vista hacia el calendario que tiene pegado en la pared.

Dos días.

Dos días y todo su sufrimiento va a desvanecerse, va a irse tal como ha llegado y va a disfrutarlo porque no hay otra manera de que pase.

Solo espera que Jaehwan pueda recordar quién es antes de eso, espera poder probar sus labios una última vez, tomar su cuerpo, poseerlo y pertenecerle. Un murmullo lo saca de sus pensamientos, y como si de un soldado en batalla se tratase se yergue lo más que puede, esperando por los súbitos ataques que siempre fallan en matarlo.

¿Quién vas a ser hoy Jaehwan?

¿Vas a ser el monstruo que has creado?

O tal vez, solo tal vez, hoy quieras ser mi novio.

---------------------------------------------------------------------

—No va a venir N.

—Lo sé, pero está sufriendo y no estamos haciendo nada para evitarlo.

El menor suspira—todo va a estar bien—murmura y el mayor ríe con sarcasmo, odia esa parte donde le tiene que explicar a Ravi que lo que ve realmente va a pasar o está pasando.

—Ravi ellos van a sufrir…

—Ellos están sufriendo ahora.

El pelirrojo niega con la cabeza y lanza un suspiro—tienes que proteger a Hongbin el día que todo pase, él está en peligro—murmura.

—Pero él no ha pedido nuestra ayuda.

—Él no vendrá porque no se le ha pasado por la cabeza que estar con ese niño pueda resultar malo, pero desde que él apareció en la vida de Bin he tenido problemas para saber lo que pasará con él.

Ravi frunce el entrecejo—, ¿quieres decir que lo que vemos no es factible?

—Has visto como su destino siempre es diferente, ¿cierto? — El menor asiente— ¿cómo vas a saber entonces cuál de todos es cierto?

— ¿Hay algo seguro?

N asiente—si no lo proteges esa noche, lo más probable es que muera.

El menor se queda pensativo unos instantes, pasando su vista por el cuerpo de su novio—, ¿cuál era la respuesta de Jaehwan?

—El cumpleaños de Taekwoon—. Por supuesto, sus padres debieron planearlo todo para que su hijo lo encontrara, después de todo ellos también eran tejedores. El mayor da media vuelta, yendo hacia su habitación, pero la voz de su amante lo detiene.

—Por cierto hyung—lo llama Ravi, el pelirrojo pone toda su atención en el menor, esperando por las palabras que va a proclamar después de su llamado—. Yo no creo que seamos solamente amantes.

La sonrisa inunda el rostro del moreno—. Por supuesto que no Ravi, pero es mejor no decir el secreto cuando hay más personas escuchando.

------------------------------------------------------------------

Hyuk se encuentra en la oscuridad pelada de su cuarto mientras ve hacia el techo— tres personas van a morir esa noche—murmura a la pacífica noche.

No hay nadie que le conteste, se gira impaciente en su cama.

— ¿Acaso seré yo? —Vuelve a preguntar entre murmullos.

—No, no vas a ser tú—.

Sonríe ante la etérea respuesta, se ha acostumbrado a que su cabeza trabaje de esa forma, aunque piense que eso no es bueno para su salud mental.

Claro que no Hyuk, no eres tú…

Nunca vas a ser tú.

Notas finales:

¿Les ha gustado?

Siento que ahora saben demasiado xP

Si les gustó pueden dejarme un review lleno de amor para inspirarme para el último capítulo.

Hasta la próxima.

Victoria.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).