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Beside you por vickytoya

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Notas del capitulo:

Después de mucho tiempo voy a actualizarlo, estuve pensando demasiado y bueno, la inspiración volvió a mi.

Perdonen las faltas de ortografía y las incoherencias que pueda haber en el capítulo, prometo resubirlo cuando lo haya corregido.

Espero que les guste. *Avienta flores*

Víctima

— ¿Quién fue tu primera víctima? —Preguntó Leo viéndolo.

—Una niña—murmura y el mayor asiente con la cabeza esperando escuchar más.

—Los primeros son los peores, parece como si te siguieran a cada lado que vas—entona el mayor, esperando escuchar la verdadera historia de los labios del menor.

—Lo son, ella realmente me sigue a todos lados, a veces puedo verla esperar por mí fuera de la ducha con su cara serena, unas cuantas veces la escucho reír y cuando tengo que matar a alguien, ella siempre está ahí, viéndome… Como si recordara a la perfección lo que hice con ella—. Voltea a ver al mayor y éste jura que los ojos del otro han cambiado.

Cuando entra al departamento se encuentra con Jaehwan esperándolo. Tiene todas las luces de la estancia encendidas, igual que el televisor, pero su mirada está perdida en algún lugar cerca de la puerta, su semblante está tan perdido que aunque la película que pasa por la televisión sea una de las que más le gusta no le está poniendo ni una pizca de atención, sin embargo, cuando Leo aparece en el marco de la puerta sus piernas lo llevan hasta él y se abraza de éste como si fuera un salvavidas.

—Te amo—murmura con voz temblorosa y Leo sabe que se lo han dicho. Lo idiotas han hecho de las suyas con el amor de su vida.

—Todo va a estar bien—le dice y acaricia su cabello.

Ken lo duda, pero asiente con valentía, no creerle a Leo sería acabar con todas las esperanzas que han ido construyendo día a día.

Ese día no puede dormir y cuando se levanta a buscar un vaso de agua la ve. Está parada al pie de la escalera con el vestido blanco que la caracteriza, a pesar de que su rostro tiene la misma expresión serena siente que se está burlando de él, la ignora cuando pasa hacia la cocina, pero la siente detrás de él a cada instante.

—Va a tocarme a mí esta vez—habla con ella después de haberle dado un trago a su bebida. Ella no le contesta, pero es de esperarse porque nunca lo hace, solamente sonríe—, seguro estarás contenta ahora, me matará la persona que más amo… Aunque si lo pienso mejor eso está bien, al menos moriré feliz.

Se calla cuando escucha los pasos de Leo bajar las escaleras y hace como si nada pasara.

—Mañana iremos a Black Cat—anuncia y el otro frunce las cejas.

—No soy bienvenido ahí.

Leo sonríe y lo toma de la cintura—no somos bienvenidos en muchos lados amor, pero eso ha dejado de importarme. Tenemos algo que hacer ahí, prometo que no será tiempo malgastado. A Ken no le queda más que asentir con la cabeza obedientemente mientras mira de reojo a la niña que está justo al lado de Leo.

— ¿Quién fue tu primera víctima? —Pregunta el chico moreno de cabello de fuego mientras saca un montón de cosas de su armario, el castaño suspira y voltea a ver al muchacho de cabellos blancos que está a su derecha con cara de “quiero verte muerto”, entonces concentra su mirada en su reflejo, se ve cansado y triste… Sobretodo triste.

—Una niña de aproximadamente cuatro años—murmura y Ravi refuerza la mirada, apretando entre sus manos un tridente. Si no fuera porque Hakyeon le prohibió cualquier tipo de acto bélico ya tendría el cuello del muchacho en el lugar del tridente, apretando hasta que no quedase más aliento que exhalar.

— ¿Cómo fue? —Sigue preguntándose sin darse cuenta del semblante de los dos, ha sacado cuatro pelucas diferentes y las ha puesto sobre la cama, observándolas con detenimiento.

Suspira—en ese tiempo yo era rastreador, así que me mandaron buscarla, toda su familia había muerto ya, pero no la encontraron a ella—. El sonido de su voz es angustia pura, lo que ha hecho que los dos hombres en la habitación volteen a verlo, ¿no se suponía que él era un asesino? —cuando entré a la casa supe que algo andaba mal, la vi correr y doblar la esquina, subir las escaleras y desaparecer tras la puerta de una habitación. La seguí cauteloso y cuando entré a donde la había visto desaparecer escuché una suave respiración detrás de las puertas del armario, yo no iba a poder salvarla aunque lo quisiera, así que la maté.

—Dices que la viste correr, ¿por qué no la dejaste libre? —Pregunta Ravi con voz grave y Ken lo ve de reojo.

—Cuando vas a morir la esencia sale de tu cuerpo, si la hubiera dejado ahí habría muerto eventualmente y habría sufrido más.

— ¿Podías ver su esencia? —Pregunta el mayor y el castaño asiente con la cabeza.

—Es la razón por la cual fui rastreador.

—Dices que estaba moribunda, ¿por qué la consideras tu primera víctima?

Los ojos de Ken hacen una extraña conexión con las de Hakyeon y sonríe sin vida— ¿acaso Leo me ha traído aquí para que me hagan un interrogatorio?

Las palabras salen cargadas de sarcasmo y Ravi se levanta en cuanto huele el peligro, tirando al muchacho de la silla y poniendo el tridente en la yugular de Ken, el cual empieza a reír y lo ve amenazadoramente—si no fuera por él—señala al pelirrojo—mis manos estarían sobre tu cuello, presionando con todo el odio que sé que sientes hacia a mí, aunque nunca te haya hecho nada.

N niega con la cabeza y le toca el hombro a Ravi—sal de aquí cariño—le pide y el otro obedece, poniéndose en pie sin dejar de observar al castaño, gruñe y antes de salir patea uno de los costados del abdomen de su “invitado”.

—Tenemos que poner reglas Ken.

—Él tuvo la culpa—murmura y extiende los brazos aún en el piso, no siente tristeza, ni ira, así que sabe que todo está bien y no matará a nadie.

— ¿Por qué la consideras la primera víctima? —Insiste y Ken lo ve con ojos grandes.

—Porque ella liberó a la bestia.

— ¿Cómo la mataste? —Pregunta empezando a trabajar en él.

—Cuando eres rastreador solamente tienes un arma y tus sentidos. A veces es una daga, algún revolver o cualquier cosa parecida, pero ese día me dieron solamente una bomba, si no la encontraba, debía ponerla en algún lugar estratégico y huir, dejar la casa en ruinas y matar todo lo que hubiera alrededor.

—Pero la encontraste…

Asiente—no la maté con la bomba, tampoco la instalé en algún lugar estratégico.

— ¿Entonces? —Pregunta mientras detalla diversos tatuajes en la piel del muchacho.

—Ellos mataron a su familia porque su padre era militar, en ese tiempo la milicia estuvo en contra de lo que estaba pasando, así que los matábamos para poner en esos puestos vacíos de nuestra gente, yo esperaba encontrar algo que me ayudara a que ella no sufriera más, al final de cuentas no tenía salvación.

—Los rodeos no te ayudan Ken.

Se ríe un poco—ella volteo a verme en sus últimos instantes y me dio la pistola que sostenía entre sus manos.

Ella me pidió que la matara.

Y así lo hice.

El tiempo se detiene por unos instantes ante la declaración.

—No fue tu culpa.

—No, no fue mi culpa, pero todas las demás si las han sido.

Pasan unos instantes antes de que vuelve a haber movimiento en la habitación, primero entra Leo y al ver lo que N está haciendo solamente sonríe, se queda unos momentos más, observa las pelucas y señala una larga, de seguro Ken odiará salir así, pero siente unos deseos enormes de verlo con ésta puesta, cuando sale Ken es el primero en hablar.

— ¿Cuál es tu relación con el chico de cabello blanco? —Pregunta viéndose al espejo y admirando el arte que ha trazado el mayor a través de su cuerpo, lugares que nadie podrá ver debido al acomodo de la ropa.

Sonríe—Leo, él y yo formábamos parte de un grupo cuando éramos pequeños hasta que Leo fue obligado a ir a ese grupo de asesinos, nosotros sabíamos de la guerra—habla sin quitar los ojos de lo que está haciendo, pero los ojos de Ken no le dan descanso— y habíamos prometido cuidar a las familias y a nosotros mismos hasta que no pudiéramos más. Los primeros en caer fueron los Jung, tal vez lo sepas…

Tú mataste a su hermana después de todo.

Los ojos del moreno se encuentran con los del castaño y los encuentra enterrados en una sólida muralla de niebla, tal vez no debió decirlo, tal vez él ya sabe que hizo mal.

—Taekwoon me perdonó por eso ya—rebate y su voz es tan fría como la niebla que cubre sus ojos— y eso no me da una respuesta concreta a mi pregunta.

Hakyeon sonríe—Wonsik salvó mi vida, así como tú salvaste la de Leo.

Son interrumpidos cuando entra Ravi y vuelve a sentarse en el lugar donde estaba antes. Ya no lleva el tridente y sabe que es lo mejor o puede que tal vez termine matando a Ken por puro accidente.

—Tal vez ésta vez pueda salvar su vida de la manera correcta—murmura Ken y N lo ve.

— ¿Por qué dices eso?

—Alguno de los dos debe morir, sé que él me trajo aquí porque quiere protegerme, sé que le dijeron que debe matarme y también tengo la seguridad de que él no quiere hacerlo.

— ¿Cómo lo sabes?

—Porque a mí también me dijeron lo mismo—los ojos se le empañan, pero ya no son tan fríos y su voz ya no es tan cortante—. Me dijeron que debía matarlo o dar mi vida a cambio de la de él… Creo que todos sabemos cómo terminará esto.

—Mira Ken—el tono de voz del mayor ha cambiado—no estoy haciendo esto por Leo para que decidas jugar al héroe y dar tu vida por él y si no quieres verlo sufrir, entonces será mejor que tu maldito trasero termine vivo para el final de éstas tres semanas.

—Taekwoon—murmura Ravi y señala a la puerta cuando N ha terminado su perorata.

—Voy a matarlos a todos—murmura Leo y Ken salta de su asiento.

Lo había escuchado todo y podía ver las ganas de sangre en sus ojos.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado.

Si creen que voy de mal en peor pueden decírmelo y si creen que voy bien pues también.

Todo lo que piensen me lo pueden decir en un review.

Hasta luego.

Victoria.


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