Cementerio
1.- Retos y Apariciones.
La habitación se encuentra en penumbra, alguno de los chicos tiembla mientras una vela es encendida y se posiciona bajo el rostro de la pelirroja más excéntrica de la Tropa de Reconocimiento. Pronto sus facciones se ven deformadas por la tenue luz haciendo que los presentes traguen en seco…
- BUUU!!!! – grita de la nada Hanji aprovechando el que todos la miran atentos
- AHHHH!!!- tal es la impresión de todos que Armin va a dar a los brazos de Eren ambos debajo de la cama, temblando de miedo. Incluso Jean se cae de la silla tratando de huir.
- Jajaja – la mujer no puede soportarlo y estalla en risas- Lo siento, lo siento – se disculpa la pelirrojiza mientras se limpia las lágrimas aún riendo. -No pude resistirlo. – Suspiro para calmarse.- Mejor continuemos…
Tratando de recuperar el aura de misterio, todos se sientan alrededor de la paradójica soldado y ésta retoma su mueca tétrica y oscura para recuperar el efecto del momento.
- Aquel hombre corría junto a su compañero por las techumbres de la cuidad- dice la mujer, con la voz un tanto ronca, para darle el efecto deseado. -Pero estaban rodeados, los titanes los tenían acorralados, así que el hombre en un acto de pura cobardía saco su cuchilla y apuntó hacia su compañero.
- ¡¿Su compañero?!- exclama Jaeger mientras Armin se abraza mas a él.
- Entonces- prosigue la Mayor Hanji. -Cortó el brazo de su compañero, que gritó de manera desgarradora. El otro recogió la extremidad y lo lanzó hacia un titán, que siguió aquel miembro por la calle. Pero aquel hombre continuó descuartizando a su amigo, a pesar de que este le rogaba piedad...
- ¡Maldito cobarde!- exclama Jean apretando el brazo de Jaeger.
- ¡Auch! ¿Eres idiota?- se queja el castaño.
- Cállense, bola de llorones, quiero escuchar- los silencia Ymir con el ceño fruncido, feliz de que Christa se abrace a su cuerpo. -Llorones- susurra con aire de fastidio.
El escuadrón 104 se encuentra reunido en su cabaña, con ellos está Zoe con el propósito de contarles una historia de terror, ya que es Noche de brujas. La mujer adora esta festividad y después de tanto hablar de ello con los chicos durante el día, estos le pidieron que les contara alguna historia.
Claro, con la luz de sol les daba igual... pero presos de la oscuridad y con los "efectos especiales" que ha usado la mujer, la cosa no ha salido como esperan.
- Su amigo sangraba, lloraba clamando piedad, pero las cuchillas seguían rasgando sus extremidades. Aquel hombre ni siquiera tuvo piedad de matarlo primero, solo tomo los trozos de carne de su amigo ya muerto y se abrió paso entre los titanes lanzándoles los miembros.
- ¡Qué asco!- se queja Sasha, casi arriba del pobre Connie.
- El hombre logró salir de ese infierno, pero a los pocos días... ¡El espíritu volvió!
- ¡¡AAAAAAHHHHHH!!- todos los chicos gritan ante los ojos muy abiertos de la mujer, imaginando aquel espectro volver desde el mas allá.
- Para reclamar su cuerpo... el hombre se volvió loco, se mató dos meses después- la mujer sonríe de manera aún mas macabra que de costumbre, Armin llora mientras Eren se traga las lágrimas porque él debe ser fuerte ante su mejor amigo. En cambio Jean se aferra al brazo del castaño, como modo de defensa.
Bertholdt está encima de Reiner, entre lágrimas y mocos, y para variar ahora es Connie quién se aferra a la pelirroja amante de las patatas. Ymir es la única contenta con lo que sucede puesto que la rubia la tiene fuertemente abrazada. ¿Olvide mencionar que Mikasa está tras Eren? Supervisando que el chico no se orine del miedo.
- Y desde entonces dicen que su espíritu vaga por el cementerio en las afueras del muro de María, buscando las partes de su cuerpo que fueron arrebatadas de la manera más vil.
- ¡Ya no mas por favor!- pide el calvo entre lagrimas y por ello todos se preguntan cómo planea conquistar a Sasha.
- Su espíritu grita: "¡Devuélvemelo! Mi cuerpo, quiero mi cuerpo" pero solo se le puede ver la silueta con capucha.- Hanjie no tiene piedad de los menores mientras grita y salta haciendo que lloren aun más fuerte. -Y es esta noche cuando se aparece con más frecuencia: la Noche de brujas...
De pronto la puerta se abre, dejando ver a un hombre bajo, con el gorro de la capa puesto y la tela se agita con el viento.
- ¡Mamá!- Grita Jean escondiéndose tras Eren.
- ¡Viene por nosotros!- exclama Bertholdt abrazando aún mas fuerte al rubio. -¡Nosotros no tenemos su cuerpo!
- AHHHH!!! –Armin se levanta y corre a esconderse detrás de la puerta, como si con ello no pudiese ver el fantasmagórico ser.
- ¡¿Que significa este escándalo, mocosos?- pregunta Rivaille bajando el gorro de su capa.
- ¡Capitán!- exclama Eren levantándose de un salto y abrazando al azabache, que apenas comprende lo que sucede.
Mikasa tiene un LEVE tic en su ojo derecho mientras observa al de ojos verdes llorar en el pecho del mayor, algo agachado vale mencionar.
- Creo que me oriné...
- ¡Connie!- exclama Sasha, desechando la última esperanza del calvo por volverse su novio.
- ¡Rivaille!- saluda la Mayor Zoe levantándose con una amplia sonrisa.
La mujer abre los brazos y corre hacia el azabache que levanta la pierna, a un costado de Eren que sigue abrazándolo, y la detiene de una patada en el rostro. Hanji se acomoda los lentes y sonríe de esa manera escalofriante.
- Estaba contándoles a los chicos la leyenda del hombre desmembrado.
- ¿Esa estúpida historia? Vamos Hanji, todos saben que eso es una estupidez- dice el de ojos grises, pero cuando mira al escuadrón se da cuenta de que están a segundos de un colapso nervioso. -Ya Eren.- El azabache trata de consolarlo… no fuciona- ¡Ya suéltame maldito mocoso cobarde!.- El chico hace un puchero mientras suelta al mayor, que se masajea las sienes en un acto de compostura. - Los descuartizaré yo mismo...
- ¡Vamos Rivaille! Te haces el valiente, pero apuesto que no irías al cementerio esta noche- lo reta la pelirroja con las manos en la cintura.
- ¿Y perder mi tiempo? No seas estúpida, Zoe.
- Veamos... al parecer el hombre más fuerte de la humanidad tiene miedo...
- No tengo miedo- contesta Levi con los dientes apretados. -Deja de hablar estupideces, lunática.
- Si no tienes miedo, aceptaras ir al cementerio.
- Bien.
- No me has dejado terminar. Sería muy fácil que fueras tu solo, así que iremos todos.
- Se te fundió ese pequeñito cerebro tuyo mujer, Irvin jamás aceptaría algo así.
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Hanji se cruza de brazos mientras Irvin entra a la cabaña. Rivaille está parado a un lado de Eren, que no para de sudar frio por el susto. Armin está un poco más calmado mientras se sienta sobre una cama. Connie se fue a cambiar pantalones y Sasha le lleva una muda.
- Acepto- contesta el rubio haciendo que todos abran tanto la boca que la mandíbula les llega al piso.
- No puedo creerlo...- murmura Levi masajeándose el puente de la nariz.
- Pero lo haremos interesante- dice Irvin con una sonrisa ladina. -Iremos en parejas a recorrer el cementerio.
- ¡Sí! Y para asegurarme de que lo hagan, esconderé una serie de objetos que deberán traerme.
- Yo voy con Eren.- Todos se giran a ver a Mikasa, que observa al castaño con una leve sonrisa.
- Ni pensarlo, Ackerman- responde la pelirroja mirando a los presentes. -Yo escogeré las parejas y Eren ira con Rivaille por si se asusta y se convierte en titán. Bertholdt ira con Reiner porque ambos son fuertes. Ymir con Christa para que la cuide. Connie con Sasha ya que no están presentes. Armin ira con Irvin porque son muy inteligentes y en caso de cualquier cosa pensaran en algo. Mikasa ira con Jean porque... bueno, no está Marco.
Todos se miran unos instantes, la pelirroja sale corriendo para preparar todo y comenzar con la caminata por el cementerio en Halloween. Rivaille camina hasta el rubio y lo mira serio.
- No puedo creer que aceptaras algo tan infantil.
- ¿Acaso no lo ves?- pregunta Smith con una sonrisa en el rostro. -Será como un entrenamiento bajo la presión del miedo, además de rastrear objetos. Y lo mejor: irás con Eren- dice en tono sugerente.
Smith le pone una mano el hombro al Capitán, que rueda los ojos con molestia. No sabe en qué momento las cosas se le escaparon de las manos y ahora están a la merced de la locura de Hanji, y peor aún, la demencia de Irvin la apoya.
El azabache suelta el tercer suspiro de cansancio en menos de media hora. En serio ésta será una larga noche...
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Los participantes se encuentran a las afueras del cementerio del muro de María. Las parejas están una al lado de la otra, mientras Zoe los observa con saliva escurriéndole por los labios, enserio nadie sabe porque esta tan entusiasmada.
- Aquí tienen sus mapas, cada equipo debe traerme un objeto diferente, aquí tienen sus lámparas- explica la pelirroja acomodándose los lentes. -Caminando sin mayores inconvenientes demoraran una hora en llegar, así que es tiempo suficiente para que se les aparezca el fantasma...
- Está bien de tanta estupidez, vamos.
Rivaille toma la mano del castaño y lo jala para entrara al lugar. Mikasa frunce el ceño y hace lo mismo con Jean, que se queja por la brusquedad.
Hanji sonríe para sus adentros mientras todos desaparecen entre la oscuridad... la mujer no solo ha escondido objetos, sino que una serie de sorpresas para sus víctimas en esta noche de los muertos...
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Irvin se mueve entre las lápidas, alumbrando con la lámpara mientras Armin lo sigue de cerca. El chico no cree en fantasmas, pero no puede evitar sentir miedo en un lugar tan frio y lúgubre como lo es el cementerio.
El blondo se remueve nervioso sin dejar de mirara hacia todos lados, la oscuridad es total, siente sus vellos erizarse y una serie de sangrientas imágenes pasan por su cabeza. Traga duro, sus sentidos se encuentran en máxima alerta y no puede evitar mover el rostro hacia los lados, escucha que Irvin le dice algo, pero no presta mayor atención
¡¿Acaso algo se mueve allí?!
- ¡AAAAHHH!
El grito del blondo se escucha alto y estridente, se aferra a la camisa de su superior mientras cae dentro de una fosa que estaba cubierta con ramas secas. El golpe no es muy duro debido a la tierra recién movida, eso lo vuelve suave.
Armin se sienta tocando su cabeza, aun así le duele un poco la zona que ha recibido el mayor impacto. Frente a él Smith levanta la lámpara, que sacude de la tierra, de milagro no se apagó. El soldado la alza y ve a Arlelt, luego levanta su vista, pero sus intenciones de inspeccionar se ven interrumpidas por otro grito.
Una mano esquelética se ha posado sobre el hombro del menor, haciendo que su corazón lata a mil por hora y en un impulso, gatea rápidamente hacia el Coronel, que esta arrodillado, y el más joven abre sus piernas para sentarse sobre las de Smith.
El hombre apenas puede entender lo que sucede, de pronto Armin se ha montado, literalmente... sobre sus piernas mientras se aferra a su cuello en un abrazo apretado.
- Este... Armin...- comienza a hablar el de ojos celestes. -Es solo una rama- le explica sacando aquel tozo de manera del hombro del chico. -Debió caer cuando nosotros lo hicimos.
- ¿Ah?- el chico se atreve a abrir los ojos y mira al mayor. -Así que era eso... gracias.
Irvin se queda embobado con aquella sonrisa inocente del menor, es radiante e infantil. Además esas delgadas piernas están a los costados de las suyas, con ese vientre fino contra el suyo propio, sin mencionar que los brazos de Arlelt aún siguen enlazados a su cuello.
Mierda... va a tener una maldita erección.
- ¡Ah! ¡Los siento mucho! Esto debe ser muy incómodo...- El menor hace ademán de moverse, pero Irvin, preso de un impulso, lo retiene tomándolo de la cintura.
- Espera...
El hombre mira al chico, que frunce el ceño por la confusión. Entonces el menor malinterpreta las intenciones de Smith.
- Coronel... sé que le parezco débil. Pero créame que puedo defenderme solo.
- ¿He?- el mayor es el que frunce el ceño ahora.
- No es necesario que me abrace por lástima, como si fuera una chica cobarde- le dice Armin apretando la tela de la chaqueta en los hombros del más alto. -No tiene por qué ser condescendiente...
- Te equivocas Arlelt- lo interrumpe Irvin esbozando una sonrisa de lado. -No lo estoy haciendo por eso... de hecho, te confieso que siempre eh creído que eres muy inteligente, tanto que puedes llegar a ser letal, aunque muchos no lo crean. Además, eh pensado que tu serías el candidato perfecto para tomar mi lugar cuando ya no esté.
Armin abre mucho los ojos preso del asombro, algo se remece en su interior con aquellas palabras. Esa voz ronca, esa postura, lo que acaba de decir, todo lo comienza a seducirle de una manera extraña.
Irvin aprieta mas el agarre de esa cintura y el menor reacciona con los ojos llorosos por una extraña felicidad.
- Me enorgullece saber eso, Coronel.
Preso de un sentimiento extraño, el menor se inclina depositando un casto beso sobre los labios de hombre. Se aleja y ve ésas orbes celestes observarlo sorprendido, Armin le sonríe haciendo que Irvin lo apriete más de la cintura atrapando su boca en un beso más profundo. Smith siente los labios dulces de aquel chico tan inteligente, succionando y acariciando cada extensión de esa boca.
El mayor desliza su lengua por el labio inferior del chico, pidiendo permiso de entrar, y este le recibe entre nervios que se lo devoran. El músculo entra arrasando con las sensaciones del pobre muchacho.
Irvin lo besa lento, enseñándole como se hace y para su gusto el menor aprende rápido, pronto la lengua de Armin se frota contra la otra, en un baile suave y erótico, incitante. El mayor se pregunta porque mierda no hizo esto antes. Desde que volvieron de la misión para atrapar a la titán hembra, que el Coronel se ha sentido atraído por esa dulce cara, esos ojos grandes y azules, además de su inteligencia capaz y letal. El menor fue quién se dio cuenta de que la titán hembra era Annie, incluso idearon el plan para atraparla juntos.
Succiona el labio inferior de Arlelt haciendo que este suelte un suave jadeo.
- Me meterían a la cárcel por esto- murmura el hombre con distracción, depositando un beso en la mejilla del chico mientras le sonríe.
- Jamás le acusaría de nada...
- Lo sé, Armin.
Y justo cuando va a volver a capturar esa boca inexperta, siente una fría corriente recorrer su columna vertebral. Nota que Arlelt también se estremece y en un acto reflejo ambos giran el rostro hacia la izquierda.
- Mike... ¡¡¿Mike?!!- Irvin apenas puede creer lo que le muestran sus ojos. Aquel hombre murió en una misión hace un mes. Su colega y amigo que en estos momentos olfatea el aire y les sonríe a través de su transparencia.
- Creo que me sucederá lo mismo que a Connie... – amenaza el menor aferrado al Coronel.
- Tranquilo- dice Smith apretándolo aun más.
Ambos rubios miran aquel espectro, que los observa sonriente. Irvin reconoce a su amigo, pero eso no quita el hecho de que esté muerto. Su apariencia transparente y el frío que emite, hace que el menor se estremezca aun más fuerte entre los brazos del mayor, que aún sin creerlo traga duro abrazando al chico.
De pronto El fantasma de Mike alza los brazos y se eleva pasando a través de ambos hombres abrazados.
"Felicidades"
Se escucha dentro de la mente de los hombres, Armin se mira fijamente con el Coronel.
- ¡Waaaaa!- comienza a llorar alterando al más alto. -¡Me quiero ir de aquí!- solloza el menor.
- Tranquilo, vamos.
Irvin se levanta tomando al chico de la mano que tiembla de miedo, aunque no es como si el Coronel no lo sienta, es solo que ese espíritu es de su compañero de batallas por eso no le perturba tanto, además debe cuidar de Armin.
El Comandante en jefe encuentra una escalera de cuerdas a un costado de la tumba, le cede el paso al menor y una vez arriba el chico se seca las lágrimas. Pero la sombra de Mike vuelve a aparecerse, haciendo que el chico suelte otro grito y se gire saltando sobre el mayor. Con las piernas enlazadas en sus caderas, Irvin sostiene al chico que esconde su rostro en su hombro mientras solloza aún más fuerte.
Y de pronto la figura espectral vuelve a aparecerse frente a Smith, huele a Armin y el fantasma sonríe alzando el pulgar.
El coronel suelta un suspiro, ni después de la muerte Mike deja de ayudarlo. El hombre le corresponde la sonrisa y sigue caminando con el chico adherido a su cuerpo. El rubio no puede evitar abrazar aun más fuerte al pequeño.
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Rivaille camina con la lámpara en alto para alumbrar su camino y el de Eren. Llevan un buen rato en silencio, aunque de vez en cuando el chico suelta algún sollozo o da un salto ante cualquier ruido.
- Eres muy cobarde, Eren- dice el azabache sin despegar su mirada del camino.
- No es eso...- contesta el menor bastante avergonzado, pero no miente, no es miedo: es nerviosismo puro.
Jaeger esta abrazado al brazo del más bajo, sintiendo el calor de ese esbelto cuerpo a través de sus palmas. Siempre busca escusas para tener ése tipo de contacto, pero ahora es diferente: se siente seguro y algo feliz. Rivaille sigue caminando sin inmutarse y Eren admira esa valentía innata en el mayor.
Entonces piensa que por algo es el hombre más fuerte de la humanidad.
- Si no es miedo... ¿Por qué tiemblas?
- Es que usted me pone nervioso.
El hombre se detiene y el chico se da cuenta de sus palabras, estaba tan preocupado de ver algo en la oscuridad que no se dio cuenta de lo que dice.
Mierda.
Levi mira al menor con su semblante serio, haciendo que éste se muerda el labio como si así pudiera tragarse las palabras que ya ha soltado.
- Así que te pongo nervioso ¿eh?
Eren desvía la mirada, no puede admitir esos sentimientos hacia Rivaille, ambos son hombres. Además ni siquiera sabe si al capitán le gustan los de su mismo sexo.
Y ser rechazado no es una opción para el chico. Pero extrañamente no puede detener a su bocota, y la duda que ha tenido hace meses necesita ser aclarada, uno porque no lo deja dormir y otra porque aclararía si aquel hombre puede fijarse en él.
- Oiga Capitán- comienza a decir el de ojos verde azulados. -¿Es verdad que usted se iba a casar con Petra?- suelta con nerviosismo y un asomo de tristeza.
Los rumores son muy fuertes desde que el padre de la chica salió a recibir al Capitán, insistiendo con algo de una boda y lo mucho que le importaba Rivaille. Además no sería extraño, el bajito era diferente con la chica, le hablaba con cariño y le encomendaba las tareas más delicadas.
Pero la chica no se quedaba atrás, al parecer sabía más del capitán que todos los demás. Era preocupada y siempre hacía las cosas tal cual a él le gustaban.
- ¿Por qué preguntas?- El azabache levanta la lámpara para ver el rostro del menor con mayor claridad. -¿Acaso te importa?
- No realmente, es solo curiosidad. Necesito entablar un tema o moriré de los nervios- admite el menor, pero es una clara mentira.
Pero eso Rivaille no lo nota, se ofende y frunce el ceño molesto consigo mismo por pensar que el chico podría estar celoso.
- Es verdad- contesta con voz tosca, mirando al frente y avanzando de nuevo. Pero aquella respuesta le llega al castaño como una puñalada en el pecho, haciendo que todo el miedo se le olvide y desilusión se apodere de su joven cuerpo. -Ya sabes- prosigue el hombre ante el silencio de Eren. -Mi reloj cronológico ya va en cuenta regresiva y bueno, necesitaba un legado ¿no?
- ¡¡Pues no!!- exclama el chico haciendo que Rivaille se sorprenda como pocas veces en su vida.
El azabache se detiene por segunda vez y repite la acción de alumbrar el rostro del chico, pero ahora sus ojos brillan por lágrimas que comienzan a acumularse en sus orbes de color verde.
- Señor... yo... lo lamento- se disculpa el chico secando sus lágrimas, pero su cuerpo siempre se ha destacado por seguir impulsos. -Es solo que... lo quiero tanto...
- ¡¿Qué…?!
- Enserio perdóneme por esto, sé que es incómodo, que soy un mocoso, además de que represento un peligro para todos. Pero no puedo seguir callándolo.- confiesa el chico volviendo a sollozar y Rivaille no sabe si es de pena o nervios.
- ¿Es enserio, Eren?- pregunta el mayor alzando la mano y acariciando la mejilla del chico.
- Por favor... deme una oportunidad, sé que no puedo darle hijos, pero puedo hacerlo más feliz que Petra...
- ¡¿De qué estás hablando mocoso de mierda?!
Pero esa voz de ultratumba no es de Rivaille, sino que de nada más ni nada menos que Aururo. El fantasma adquiere forma justo a un lado de la pareja, Eren abre la boca, tanto que pareciera que se le fuera a desencajar.
- ¡¿Acaso un niñito llorón como tú podría ser mejor que Petra?!- pregunta aquél ser, haciendo que las piernas del castaño tiemblen bruscamente. -¡Ni de coña...!
Y entonces se muerde su espectral lengua, aunque ya no sangra. Jaeger siente las lágrimas caerle por el rostro, pero ni un solo sonido sale por su garganta.
- ¡Aururo! No deberías estar hablando así de Eren, además tienes que respetar al Capitán.- Ahora aparece Petra, con su fantasmal rostro, aunque tan angelical como cuando estaba viva. -¡Ven aquí!- exclama la chica alzando la patilla del hombre.
- ¿Us-us-tedes...?
- Tranquilo, Eren. Aururo no cambia ni después de muerto.- le dice Petra con una sonrisa dulce.
- Además no tendrías que estar interrumpiendo una situación como ésta.- Ahora es Gunther quién hace su aparición.
- Es cierto, Eren se estaba declarando- dice Erd, formándose a un lado del azabache espectral, y a pesar del miedo, Eren se ruboriza por sus palabras. -Es como violar la privacidad del Capitán Rivaille.
El pelotón completo de Levi se aparece a un costado de la pareja, al menor le tiemblan las manos y no puede despegar la mirada de esos fantasmales seres. Se siente feliz de verlos, pero el contexto no es el apropiado y el miedo vence a los demás sentimientos.
- Aururo, que hayas hecho esto estaba de más, al final de cuentas tú te ibas a casar con Petra ¿no?- dice Gunther con el ceño fruncido.
- ¡Pero es que este mocoso estaba comparándose con ella! Y no le llega a los talones- se excusa el hombre con la lengua herida.
- Eres muy estúpidamente romántico- sonríe Erd pasándo su transparente mano por el hombro a Petra.
- Es verdad, pero eso no lo absuelve de su estupidez, así que nos vamos ahora.- ordena Petra tirando de la oreja de aquel hombre, que en vida se casaría con ella.
Eren apenas puede procesar lo que sucede: fantasmas, peleas, apariciones del mas allá y algo que no le calza... ¿Que no era el capitán el que se casaría con Petra? Así que le ha mentido…
El menor mira al azabache que no despeja su gris mirada de aquellos seres a sus costados.
- De verdad me asustaron- murmura Rivaille frunciendo el ceño, pero su voz sigue siendo monótona.
De acuerdo, si el Capitán está asustado, es momento de entrar en pánico. De pronto Jaeger se siente extrañamente cohibido, vulnerable y su juicio se nubla por el pánico.
- ¡¡AAAAHH!- se echa a correr el castaño haciendo que Rivaille lo mire sorprendido.
- ¡Eren! ¡Vuelve aquí!, ¡Mocoso Idiota!- ordena el Capitán, pero el castaño sigue con su desenfrenada carrera. -De acuerdo, Aururo lo has arruinado, así que si no vuelves en este momento al mas allá, pero bien allá, y cuidas de Petra, practicaré un exorcismo en este lugar ¿entendido?
- ¡¡Si capitán!!- exclama el escuadrón poniendo su mano en el corazón y la otra atrás.
Rivaille sonríe, como nadie lo ha visto. Ver aquella escena le recuerda el tiempo juntos en vida, los fantasmas abren los ojos llenos de asombro al ver la expresión de su Capitán.
- Se cuidan y gracias por ser de gran ayuda para la humanidad.
Todos sonríen, si pudieran llorar lo harían, pero eso queda en el pasado. Aún empuñando el saludo, desaparecen sin borrar la sonrisa correspondida al hombre al que admiraron en vida e incluso en la muerte.
Rivaille se gira y echa a correr tras el menor, pronto lo divisa y el castaño se gira para mirar a veces por si lo siguen. El hombre lo llama pero el chico no le hace caso, está como un caballo fuera de control. El Capitán acelera el paso soltando la lámpara y salta sobre el chico. Caen al suelo, Eren siente a Rivaille levantarse y se gira, pero el mayor sigue sobre él, con las piernas a ambos costados suyos y las manos a los a los lados de sus hombros.
- ¡Ca-capitán!
- Cállate, mocoso.
Entonces el Capitán inclina el rostro para besar al chico, capturando sus labios con una suavidad que desaparece con rapidez. El azabache abre la boca para apoderarse de esos labios inexpertos, arrasando con la cordura del joven. Eren gime contra esa boca brusca, dejándose llevar por un beso demandante y delicioso.
La lengua de Rivaille se cuela agresiva, frotándose contra la del chico, que despierta con lentitud para corresponder a esos toques húmedos dentro de su boca.
Eren siente ése músculo caliente entre sus labios, entrando y saliendo. Recorriendo cada rincón de su húmeda boca, haciendo que sus tímidas manos se aferren a la camisa del capitán. Rivaille succiona esa carne suave, sintiendo el placer de aquel contacto.
Siempre le ha gustado ese maldito mocoso, con su imprudencia inmadura, con esos ojos grandes y bellos. Admirando su determinación.
Lo ama, y ahora lo quiere solo para sí.
Eren se queda sin aire y se retuerce bajo el cuerpo fibroso de aquel hombre. Cuando se alejan, ambos jadean, por la carrera, por el susto, por el deseo, por la felicidad.
Rivaille no puede dejar de ver ese rostro encendido por el rojo, que se nota aun con la obscuridad presente gracias al haz de luz lunar que se cuela entre la noche. Bajo su cuerpo, a su completa merced.
- No importa si no puedes darme hijos, Eren- dice el azabache con voz ronca. -Pero podemos intentar hacerlos.
Jaeger abre tanto los ojos que se le caerán en cualquier momento, preso de la vergüenza, pero eso ya no importa. El capitán le corresponde y más tarde aclarara la mentira de su matrimonio, pero se alegra de que solo tenga ojos para él.
Aunque no se siente muy seguro de sus intenciones de tener bebés.
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Hanjie se pasea en busca de sus víctimas... ésta noche de brujas a resultado ser mejor de lo que ella se esperaba...