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Cementerio por Leana

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Notas del capitulo:

Chicas! De nuevo me disculpo xD Es que mi Beta ya me lo envio y me gusto los arreglos que le hizo, asi que lo resubire >< Enserio lamento esto, pero ademas me senti en la obligacion de subirlo ayer y no sabia que mi beta me lo enviaria hoy (domingo) temprano ^^ 

*Suerte con tu trabajo de Física Akemi! :D

Decir que este capi no me quedo tan cargado al humor >< De hecho me quedo un poco mas romanticon xD

Bueno... espero no defraudarlas y que lo disfruten!

*Yuki-chii! Espero que este final te guste *w*

 

 

2.- Reencuentros y Tratos.

 

 

 

El castaño camina junto a Mikasa, alzando la lámpara que ilumina e indica el camino. Jean revisa de vez en cuando el mapa y corrobora que vayan por buen camino. La azabache no dice nada, de hecho ha pasado en silencio todo el camino hasta ahí y el chico suelta un suspiro cansado, aunque observa a su alrededor atento.

Esta asustado, y mucho, pero no puede demostrarlo delante de la chica, este es su momento para impresionarla. Toma una bocanada de aire dispuesto a soltar alguna palabra, entonces la chica se detiene.

 

-          ¿Eren?- pregunta entrecerrando los ojos para ver en la oscuridad.

-          ¿He?- Jean parpadea mirando a la chica y luego en la dirección que ella lo hace.

 

Pero él no ve nada, de pronto alguien le toca el hombro, haciendo que el castaño de un respingo mientras se gira. Él realmente no quiere hacerlo, ése tacto lo hace sentir extraño, pero el cuerpo tiende a moverse por impulso y pronto el castaño se encuentra mirando hacia atrás, todo está oscuro...

¿Entonces quién ha sido el que lo ha tocado?

Se gira nuevamente con la confusión y el miedo carcomiendo sus entrañas, pero Mikasa le da una bofetada que lo hace darse vueltas como un trompo. Entre lágrimas, puesto que la chica tiene un puño de acero, literalmente; Jean se coloca la mano en la zona herida.

 

-          ¡¿Qué carajo fue eso?- pregunta preso de la indignación y confundido.

-          ¡¡¿Te harás el desentendido?!!- exclama Ackerman con los ojos llameando por la furia. Jen la mira confundido -¡Me tocaste el trasero! ¡Eres un maldito pervertido!

 

Esa es la segunda vez que escucha a la chica gritar, la primera fue cuando encontraron a Eren saliendo del titán, así que esa acción no trae nada bueno.

 

-          ¡Pero yo no fui!- se queja el chico temblando de miedo.

-          ¿Y ahora lo niegas? ¡¿Entonces quién fue?! ¡¿Un fantasma acaso?!- la chica tiene un leve tic en la ceja. -Te mataré, bastardo.

 

El chico se cubre con las manos esperando el golpe final, listo para morir y lo peor es que ni siquiera ha tenido sexo. Pero Mikasa exclama el nombre del chico titán y pronto Jean ya no escucha nada. Kirschtein abre un ojo, pensando en que su muerte fue realmente rápida, pero no ve nada. La azabache ya no está y él se encuentra solo, con la compañía de la lámpara y nada más.

Jean suda frio, él es asustadizo, lo admite y no planea ocultarlo ahora que la chica no está. Además ya no le preocupa Mikasa, sino los muertos de ese cementerio.

El castaño no planea avanzar más, así que se gira sentándose en un banco de cemento que seguro está ahí como si la gente fuera a pasear a una plaza. Kirschtein se muerde el labio meditando las posibilidades ¿Volver? ¿Buscar a la chica? Pero se siente repentinamente enojado, jamás ha entendido esa estúpida obsesión hermana-maternal que tiene Mikasa con Eren. Es lo mismo que Armin: dependen del castaño de una manera escalofriante.

Entonces no puede evitar acordarse de Marco...

Porque si se hubiera imaginado alguna vez que él iba a morir, seguramente se hubiera pegado como una lapa a su amigo. El chico sonríe de manera melancólica, recordando las palabras y la bella sonrisa del chico.

 

-          ¿Por qué lloras, Jean?

 

Esa voz...

El nombrado se estremece de pies a cabeza, a pesar de que no se ha dado cuenta de que unas cuantas lágrimas caen por sus ojos, ahora le importa un carajo. Esa voz podría reconocerla donde fuera, la ha grabado a fuego en su memoria desde que Bodt muriera. Jean se gira bruscamente y su boca se abre al ver aquella silueta, transparente, a su lado.

Quiere gritar, quiere salir corriendo, pero su cuerpo no responde: es Marco.

 

-          Lamento asustarte...

 

Esa sonrisa apenada, esa mirada de lamento sincero. Definitivamente ése es el fantasma de su difunto amigo. Kirschtein no sabe qué hacer, un remolino de emociones asolan su cuerpo: miedo, ansiedad, confusión... pero sobretodo felicidad. Bodt está ahí.

 

-          ¡¿Marco?!- exclama, y se da cuenta que eso no es lo más inteligente que debió soltar. -¿Estás... aquí?

-          Bueno- El azabache ríe y Jean puede ver los objetos borrosos a través de esa silueta. -Algo así.

 

Jean alza las manos para abrazarlo, pero sus extremidades pasan de largo. Que estúpido es... ¿Cómo se puede abrazar a un fantasma? Entonces la tristeza lo embarga de nuevo, pero aunque lo asuste, no dejará que ése momento se arruine.

 

-          Te...- El castaño se ruboriza y ni sabe por qué exactamente. -Eh extrañado mucho.

-          ...- Marco sonríe y a pesar de ser un espectro, se ve hermoso.

-          ¿Pero… cómo? Digo ¿Puedes volver del más allá y todo?

-          No... una vez que cruzamos el puente no volvemos jamás.

-          Entonces tú no lo has cruzado.

 

El castaño ceniza observa a su fantasmal amigo asentir apenado, Kirschtein se rasca la nuca mientras le sonríe con sinceridad.

 

-          ¿Por qué no lo has hecho?

-          Porque tengo algo pendiente en la tierra.

 

Marco mira al de ojos miel intensamente, de pronto el chico se siente extrañamente cohibido, ignorando que está hablando con un fantasma. El azabache suelta un suspiro, o eso cree Jean.

 

-          Jean- comienza a hablar Marco con la mirada fija en el suelo. -¿Puedes cerrar los ojos un momento?

-          ¡¿Cerrarlos?! ¿Para qué?

-          ¿Acaso no confías en mí?

-          Pues claro.

-          Entonces hazlo.

 

El de ojos miel hace una mueca mientras cierra los ojos, está tenso, no sabe por qué su amigo le ha pedido tal cosa. Entonces lo siente...

Una presión en los labios, real y muy suave.

Jean abre los ojos de improviso, pero no ve nada y a los segundos el toque desaparece. El chico se siente aturdido, no sabe que sucede, dónde está su amigo o qué mierda fue esa sensación.

 

-          ¿Marco?- se atreve a preguntar en un susurro.

 

El azabache toma forma frente a él haciendo que Kirschtein pegue un salto que casi lo tira del banco. Marco lo observa fijo, de cuclillas frente a él y pronto las ideas comienzan a  tomar forma dentro de la mente del chico.

 

-          ¿Co-cómo hiciste eso?- pregunta el castaño ceniza con el ceño fruncido.

-          Puedo tomar forma para que me veas, pero no puedo tener ningún tipo de contacto. En cambio, si me concentro en materializarme puedo tocarte y que me sientas, pero no puedes verme.

-          Entonces... ¿me has...? ya sabes... tú... lo que hacen los chicos con chicas...

-          Te besé.

 

Jean siente como si esa palabra se deslizara dentro de él, con un sabor agridulce. Jamás pensó algo así con Marco, y menos de muerto. Pero ahora se siente muy confundido, bastante desorientado.

 

-          Yo...- comienza a hablar el chico fantasmal bajando la mirada. -Esto era lo que tenía pendiente aquí en la tierra. Jean... me gustas, me gustaste en vida e incluso en la muerte, pero jamás me atreví a decírtelo, estabas interesado en Mikasa...

-          ¡Marco!- exclama el castaño frunciendo el ceño. -¡Fuiste tú!- dice Jean recordando que le tocaron el trasero a la chica.

-          ¡Realmente lo lamento!- se excusa el chico cerrando los ojos con fuerza. -Pero no te despegabas de ella... y yo... necesitaba decirte cuanto te amo.

 

Ahora sí, Jean se siente muy extraño, su corazón ha comenzado a latir a mil por hora, preso de una extraña ansiedad. El chico se masajea el puente de la nariz para tratar de calmar sus emociones, y así poder aclararse.

 

-          ¿Por qué no me lo dijiste antes?

-          No imaginé que moriría en nuestra primera misión, Jean.

-          Yo... no sé qué decir.

-          No tienes nada que decir- le dice el azabache con una sonrisa, que hace que el castaño trague duro. -Solo quería que lo supieras.

 

El castaño siente sus manos hormiguearle, no puede creer lo que está sucediendo, pero sólo un sentimiento se está solidificando dentro de su pecho: amor.

Kirschtein se da cuenta de que siempre ha estado enamorado del chico, y se siente muy estúpido al no haberlo notado antes.

 

-          Marco- susurra el castaño ceniza con las mejillas encendidas por la vergüenza. -¿Puedes... hacerlo de nuevo?

 

El fantasma frunce el ceño algo confundido, pero al notar los nervios de su amado, el espíritu sonríe con verdadera felicidad, una que en vida no pudo sentir, pero que ahora vale la pena aunque sea un espectro.

Bodt desaparece y Jean cierra los ojos para no sentirse tan extraño. Pronto siente el contacto, se asusta un poco, ni siquiera hubo alguna respiración que le avisara su proximidad, pero inhala intentando calmarse mientras esos fríos labios atrapan los suyos. Marco lo besa, lento, con una suavidad que al chico lo pone nervioso, pero lo deja hacer.

Aquel espíritu abre más sus labios para acariciar los contarios con mayor profundidad. Jean se siente muy extraño, ése es su primer beso, el tacto es frío, no hay otro aliento contrastando con su respiración. Pero las caricias son realmente placenteras, esos labios siguen moviéndose entre los suyos con gran lentitud.

Jean comienza a llorar.

Sus sollozos mueren contra esa espectral boca que se mueve haciendo que se estremezca. Pronto Marco se da cuenta de sus sollozos y se aleja tomando su forma de nuevo.

 

-          ¿Jean...?

-          No te detengas- solloza el castaño, realmente se siente avergonzado, pero una necesidad abrazadora acaba de encenderse en su interior y ya no puede calmarla. -Yo... te eh necesitado tanto... pudimos haber hecho esto un montón de veces... si yo pudiera volver el tiempo...

-          Pero no se puede- lo interrumpe el fantasma con voz dulce. -Debes seguir adelante...

-          ¡No puedo Marco!- exclama el castaño sorbiendo por la nariz. -¡Te amo! Y no... no me había dado cuenta... soy tan idiota...

 

El azabache se vuelve a esfumar y Jean parpadea intentando verlo, entonces siente unas manos sobre sus mejillas. Su boca se ve atrapada nuevamente, pero ahora el beso es profundo y necesitado.

Kirschtein ya no se siente extraño, solo disfruta de ese frío tacto que enciende una llamarada en su interior. Jadea y se atreve a alzar las manos, cierra los ojos y toca al aire, encontrando la cintura del azabache, lo toma y sienta sobre sus piernas, sintiendo el peso sobre sus caderas.

Mierda... se siente tan feliz...

Marco se concentra en mantener esa forma, cuando adquiere consistencia recupera los sentidos, pero eso requiere de un alto grado de fuerza mental y el chico se siente abrumado por las sensaciones que Jean despierta en su espectral cuerpo.

El beso es exigente, y guiado por el instinto el de ojos color miel desliza su lengua entre los labios de Marco, vuelve a sentirse extraño, el azabache está muy frío, es como si lamiera hielo, pero no lo quema. Siente ese helado músculo responder a su tacto en un baile nervioso, que pronto aumenta de intensidad.

Jean arrasa con la gélida boca del fantasma, de su tan amado difunto. Lame, muerde y nuevas lágrimas caen por sus mejillas, aún así no deja que el espectro se aparte. Sus manos se aferran a la espalda baja de Marco, para apretarlo más a su cuerpo, para no dejarlo ir nunca más.

Sin darse cuenta comienza a castañear, obligado a alejarse de la boca de ese ser. Sin abrir los ojos ni un solo momento, solo imagina lo que sería la expresión del chico y se abraza más a él, hundiendo su rostro en el pecho de este. El castaño ceniza tiembla, por un frío que se desliza dentro de su cuerpo como una serpiente, siente sus palmas adormecida por la temperatura tan baja de su amado espectro.

 

-          Jean- habla el azabache.

-          ¡No!- exclama el chico apretando más esa figura. -Quédate conmigo Marco, no vuelvas a dejarme...

-          Pero yo... no puedo quedarme aquí más tiempo- murmura el chico y su espectral voz tiembla.

-          ¿Por qué? ¿Acaso yo no te ato a este mundo?

-          No es eso...- responde el fantasma mordiéndose el labio. -Es solo que no está bien, tu estás vivo, no puedes atarte a un muerto...

-          Pero yo te amo- lo interrumpe el de ojos como la miel. -Cuida de mí, no me dejes Marco. No de nuevo...

 

El castaño se echa a llorar, con las saladas lágrimas cayendo por su rostro. No puede perderlo... no otra vez. Siente las manos de Marco acariciar su cabello y eso lo daña aún mas, deseando que en cualquier momento se desvanece para poder irse con el azabache.

 

-          Está bien Jean- acepta el fantasma con una sonrisa. -Seré tu ángel guardián.

 

El castaño tiene razón, no será capaz de abandonarlo de nuevo y menos aún cuando sus sentimientos son correspondidos... más allá de la muerte.

 

.

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.

 

Bertholdt camina tras Reiner, que alumbra con la lámpara el oscuro camino hacia el final del mapa que Hanjie les ha entregado. El blondo piensa que realmente vale la pena haber aceptado un reto tan descabellado: el de ojos verde opaco no se ha separado de él ni un solo segundo.

Aunque están juntos hace poco más de un año, Fubar siempre se ha mostrado bastante tímido con respecto a la intimidad, incluyendo los besos.

Por ello es que Reiner aprovecha esa proximidad tan prolongada de su alto amante.

 

-          Pa-pa-parece q-ue hay al-algo ahí- dice el azabache zamarreando el hombro del de ojos dorados.

-          Berth, es solo el viento agitando un trozo de tela enganchado al árbol- lo tranquiliza con una sonrisa, poniendo su mano sobre la del chico.

-          ¿Estás seguro?

-          Claro.

 

Reiner sigue caminando sin dejar de alumbrar el camino pedregoso. Bertholdt no deja de estrujar su camisa con nerviosismo y el más bajo siente el miedo a través de su jadeante respiración.

 

-          Jajajaja- ríe el rubio relajado.

-          ¡¿Qué sucede?!- pregunta Fubar con nerviosismo.

-          Que para ser el Titán Supremo eres muy miedoso, Berth.

 

El azabache frunce el ceño, no puede evitar sentirse tan intimidado por lo desconocido. El chico alto es muy supersticioso y piensa que algo como el mundo de los muertos no es con lo que se pueda jugar.

Braun siente un roce en su brazo, desde la muleca hasta el codo, un tacto lento y suave. El blondo sonríe al pensar en el azabache y se detiene volteando lentamente.

 

-          ¿Acaso quieres jugar, Bertholdt?

-          ¿He?- El susodicho parpadea confundido.

 

Reiner sigue con esa sonrisa ladina mientras se acerca al de ojos verde oscuro para besarlo. Dejando sus labios sobre los temblorosos de su amante, se aleja solo para que el chico lo busque por iniciativa propia.

Es como darle un trozo de carne a un perro y que luego se lo quites.

Aunque si de perros hablamos, Bertholdt sería uno bastante grande, de pelaje brillante y mirada amable. Reiner quiere reír de nuevo ante el rumbo que han tomando sus pensamientos, pero se ve interrumpido por la nerviosa boca del más alto, que atrapa sus labios entreabiertos con una suave caricia. Pero pronto se vuelve un poco más duro, su boca se abre recibiendo esa lengua húmeda y caliente.

Pronto Reiner se enciende en una llamarada que el azabache aviva con cada lamida, jadeando contra la boca del rubio.

Las manos de blondo se aferran a las caderas del más alto para pegarlo a su pelvis. Sintiendo el calor de ese cuerpo a través de la tela mientras esas manos se enredan en la nuca del de ojos dorados.

 

-          ¡AAY!- se queja el rubio cortando el beso. -Berth... si te gusta lo duro, al menos avísame para prepararme.

-          ¿Lo duro?

-          Me jalaste el cabello muy fuerte.

-          ¿Qué?- exclama el azabache con la confusión en las palabras del más bajo. -Pero si yo no...

-          Ya- lo corta Braun acercando el rostro del chico y volviendo a capturar su boca. -Da igual- murmura contra sus labios.

 

Reiner tiene pocas oportunidades de "aprovecharse" de su novio, así que un poco de brusquedad puede aguantarla. Todo sea por su Berth...

Sus manos se cuelan bajo la playera del de ojos verde oscuro, recorriendo con las palmas ese torso trabajado, lleno de duros relieves a causa de una musculatura bien desarrollada.

 

-          ¡Au!- se queja el azabache entre los labios de rubio, que abre los ojos sin dejar de tocar el abdomen de ese hombre. -¿Por qué me has golpeado el trasero tan fuerte? Esa si me dolió...

-          Yo no te eh golpeado el trasero…

 

Pero a causa del calor del momento y de la ansiedad de Reiner por sentir la piel de su amante, no se da cuenta de lo que ocurre. Bertholdt se queda estático, traga con dificultad mientras la historia que ha contado la Mayor Hanji pasa por su cabeza, con mucha sangre y visiones retorcidas.

Sin poder modular palabra alguna, Fubar se aferra a los hombros del chico.

 

-          ¡¿Y ahora por qué me piñizcas?!- Entonces es cuando Reiner se da cuenta de que las manos de su amado están fijas en sus hombros, no en el costado de la cintura, donde lo han piñizcado.

-          ...- Bertholdt asiente con una gota de sudor cayendo por su frente.

 

Ambos se miran fijamente, tragando duro, sin dejar de aferrarse uno contra el otro. Reiner intenta clamarse, si entra en pánico Berth tendrá un titánico infarto y no desea que eso suceda.

 

-          ¡Vamos a morir!- grita el azabache.

 

Bien, esa no fue la mejor frase para calmar a su asustadizo azabache. Pero el rubio siente como el miedo lo atrapa, a pesar de ser un hombre corpulento, de mucha fuerza y audacia, no puede evitar que esos escalofríos lo recorran de arriba abajo, con una corriente fría que apenas lo deja pensar.

Las piernas le tiemblan y ahora comprende por qué Connie se orinó en sus pantalones.

Por esta vez agradecería ver al Capitán Rivaille recién levantado y con cara de gato roñoso sin amigos –la cual ya es habitual en él-  en vez de ver a algún fantasma o muerto viviente. Y con esos pensamientos nota como Bertholdt entra en un estado de shock que lo tiene tieso y blanco.

Y sin previo aviso Reiner parpadea frunciendo el ceño.

 

-          ¡¿Quién ha sido el que te ha tocado el trasero?!- exclama el rubio aferrando al chico por los brazos. -¡Lo matare! Bueno, primero lo revivo ¡Y después lo mato sin piedad!  - exclama dejando salir su lado celoso-posesivo- ¡¿Acaso te ha dado una palmada?! ¡Le cortare su fantasmal mano!

 

Pero Fubar no se mueve, no da señales de vida. Solo mira a la nada con los ojos brillantes por las lágrimas. Reiner lo sacude para despertarlo, aún así no funciona y con la desesperación de ver a su amado en ese estado, Braun alza la mano y le da una bofetada al azabache.

 

-          ¡¡Nos va a asesinar!!- exclama Fubar a voz en grito, asustando más al blondo. -¡¡Nos cortará en pedacitos!! ¡¡Se llevará nuestros cuerpos!!- Bertholdt esta ido, con los ojos cerrados no deja de gritar como una chica histérica. -¡Piedad! ¡¡Seré bueno!! ¡¡No haré más cosas indecorosas con Reiner!!

 

Y otra cachetada.

Reiner jamás ha abofeteado a su amable novio, pero ahora lo ha hecho, y dos veces. El más bajo traga duro viendo como el chico vuelve a su estado de shock, como una máquina a la que le enciendes el botón de apagado y encendido.

Ahora está enojado, frustrado y arde en celos.

 

-          ¿Berth?

 

El azabache se estremece al oír un sonido tras las tumbas. Y sin previo aviso Bertholdt se desvanece sobre el cuerpo de Reiner, que lo sujeta con un jadeo de susto.

 

-          ¡Vamos! ¡¿Estás de coña?!- exclama Braun con el chico entre sus brazos, agradece tener una fuerza descomunal, porque si no, Bertholdt estaría estampado en el suelo, y con el rubio molido abajo, claro.

-          ¿Reiner?- pregunta una voz femenina. Adiós a las ideas del blondo de abusar del inconsciente de Berth.

-          ¡¿Mikasa?!

-          ¿Quien más? Busco a Eren- dice la chica con sus voz monótona, dejándose ver entre la oscuridad. -¿Bertholdt está bien?

-          Eso creo, será mejor que lo lleve de vuelta al campamento.

 

El blondo se echa al más alto al hombro, se gira y camina junto a la azabache rumbo a la entrada del cementerio.

 

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Tras las tumbas que los chicos dejan atrás, una mujer se pone las manos en la cintura con una sonrisa en los labios. A su lado, un ser transparente toma forma de lentamente.

 

-          Debiste haber esperado un poco más, Nanaba- dice Hanjie soltando un suspiro divertido. -Se estaba poniendo bueno.

-          ¿Y dejar que vieras como tenían sexo?- pregunta el espectro cruzando sus transparentes brazos. -Eso sería un pago más alto que unas velas a mi memoria.

-          Bueno, podría conseguirte unas angelitas.

-          Eso sería bueno- responde el fantasma con una sonrisa. -Y bien... ¿Qué tal ha salido todo?

-          Mucho mejor de lo que esperaba...

 

Y ahí está esa tétrica sonrisa triunfal, como si un titán le estuviera bailando el caño con una tanga de leopardo muy ajustada.

 

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Flash back...

 

La Mayor Zoe entra a su cuarto, escondiendo un grueso libro en la espalda, se acerca a las ventanas y revisa que nadie observe por los alrededores. La mujer alza el objeto y lo mira con la saliva escurriendo por su mentón.

 

-          ¡Esto será hermoso!

 

Hanjie se sienta frente a su escritorio y acaricia la dura portada, con relieves y letras rojizas.

"Ocultismo"

La chica sonríe al leer el título por octava vez. Cuando estaba en la biblioteca ordenando el montón de ejemplares, se topó con este libro que seguramente pasó entre los demás. En cuánto lo vio supo que sería de gran utilidad.

Y ya sabe para qué lo usara.

Siguiendo las instrucciones al pie de la letra, la mujer dibuja una estrella de seis puntas en el suelo de madera y enciende las velas de color rojo en cada extremo del dibujo. Hace los símbolos correspondientes y termina los detalles.

Respira profundamente, lee de nuevo las palabras y recita el conjuro con lentitud, modulando con claridad y concentrándose en ello.

De pronto siente las ventanas de su cuarto abrirse de golpe, el viento entra brusco, agitando las hojas del libro, el cabello y las pertenencias livianas de la chica que se encuentran dispersas por el cuarto. Hanji lejos de sentir miedo, alza el rostro para observar con detenimiento, presa de la excitación. Aunque no nota nada extraño.

Frunce el ceño con la decepción empezando a nacer en su pecho, cuando siente un movimiento tras ella. Zoe se levanta y ve como la forma de Nanaba tomaba forma frente a sus ojos.

 

-          Hola mi querida Hanji- saluda el fantasma que alguna vez tubo el cabello hermosamente rubio. -Ha pasado algún tiempo ¿Que te hace invocarnos del mundo de los muertos?

-          Un trato, mí querido Nanaba.

-          Sabes que haría cualquier cosa por ti.

-          Con esto nos ayudaremos mutuamente, pero necesito que contactes a otros.

 

El fantasma sonríe ampliamente, conoce esa mirada brillante junto a su sonrisa ladina. Hanji se trae algo entre manos y él la ayudará en lo que sea, así que invoca a los fantasmas que ella ha mencionado. Y cuando todos están reunidos, la chica sonríe aún más ampliamente.

 

-          Me alegra verlos a todos. Espero ayudarlos, aunque también espero que me ayuden con un pequeño favorcito.

 

Los espectros se miran un instante: Marco, el equipo de Rivaille, Mike y Nanaba. Luego fijan su espectral mirada en la Mayor que sonríe con  traviesa malicia.

 

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Y es que Hanjie ha invocado a los espectros que no se han podido despedir de sus seres amados. Ella les ofrece aquella oportunidad, a cambio de que ellos, al saber todos los secretos del pasado, presente y futuro, le dijeran que es lo que le falta para terminar su último invento: una cámara fotográfica.

Hecha de madera y algunos metales, aquel objeto funciona, pero no logra capturar las imágenes en el papel.

Los invocados se miran, saben que no es necesario un trato, ella sólo debía pedirlo, pero tampoco es mala idea aprovechar de terminar lo que los ata a este mundo.

 

Fin Flash back.-

 

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Nanaba observa a esa mujer tan enigmática, de un físico muy bello y unos gustos que rayan en la locura. Si pudiera soltaría un suspiro, pero solo se limita a desviar su fantasmal mirada antes de atreverse a preguntar.

 

-          ¿Y para que quieres esa cosa, Zoe?

-          Es un secreto- responde la chica con una amplia sonrisa y le guiña el ojo al fantasma.

 

 

 

 

 

Todos saben de su obsesión por los titanes, pero ninguno se imagina un fanatismo que ha crecido en ella desde hace algún tiempo: la relación de chico x chico.

Al principio era opacada por la belleza de los titanes, su misterio y comportamiento que la mantenía con la mente sumida en ellos. Pero desde que el escuadrón 104 llegara a la Tropa de Reconocimiento, las cosas han cambiado.

Ver a un imprudente e impulsivo Eren, cohibido por la personalidad fría y carácter duro de Rivaille la hace babear. Y observar a Irvin sonrojarse ante la dulce sonrisa de Armin, cuando comparten sus estrategias. Para qué decir lo esquivo que era Jean cuando Marco le hablaba tierno, se preocupaba por él demostrando sus sentimientos abiertamente, aunque Jean jamás se hubiera dado cuenta de ello. Sin olvidar que Bertholdt jamás se despega de Reiner, que a pesar de ser tan intimidante físicamente, se desvanece por los besos del azabache.

La chica tiene hemorragias nasales muy a menudo, haciendo que Smith comience a preocuparse por su salud.

Pero Hanjie no se conforma con eso, su instinto Fangirl crece como un lobo hambriento. Así que se ha dedicado cerca de 4 meses a construir esa cámara, para capturar esos momentos que la hacen delirar y atesorarlos en una caja fuerte.

Y por fin sabe qué es lo que falta, y se muere de ganas por estrenarla al día siguiente, puesto que su plan ha unido a las parejas. Adora cuando las cosas salen mejor de lo planeado...

 

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¿Y qué ha sucedido con nuestros personajes?

Pues bueno, Irvin cargó a Armin hasta la entrada, pero no se detuvo ahí, siguió caminando al campamento, pero tampoco se detuvo allí. Siguió caminando con el chico en brazos, que ya no temblaba por el miedo precisamente, y se dirigió directamente a su cabaña personal. Para seguir dándole clases particulares al rubio de como besar.

Siguiendo con nuestro sensual Rivaille, arrastró a Eren hasta el baño, estaban muy sucios por la caída y el mayor no se acostaría así, mucho menos permitiría que su mocoso lo hiciera también. Y esa fue la excusa perfecta para bañarse juntos, aunque después de semejante corrida, se quedaron dormidos con las piernas entrelazadas, apenas se sabía cuál era de cuál.

Continuando con Jean y el hermoso de Marco (N/A: como lo amo <3) pues el fantasma le explicó que cuando encendían una vela en su honor, sus poderes aumentaban, así que el castaño cambio su colección de estampillas de caballos para conseguir un montón de velas. La dejo encendida toda la noche para que el azabache se materializara y pudiera dormir con él, abrazados, para que jamás volviera a escaparse.

Y terminando con Reiner y el gatito asustadizo de Bertholdt, bueno, se quedaron en la enfermería. El blondo cuido muy bien del azabache, hasta que este despertó sintiéndose muy feliz de estar de vuelta entre los vivos. Pero Reiner tenía muchas que cobrar, así que en cuanto Fubar se sintió bien, el de ojos dorados le corrió mano para "limpiarlo" de cualquier rastro de ese fantasma pervertido. Porque solo él podía ser pervertido con ese chico.

 

 

 

 

 

 

 

Al parecer ésta ha sido una terroríficamente sensual noche de brujas...

 

 

 

 

Notas finales:

*Así que tenemos un mensaje para Hanjie:

No estás sola en el mundo, somos millones las que amamos el yaoi y también a estas parejas. Así que a través de un mundo paralelo te mandaremos los fan art que han hecho tantas chicas talentosas. Que nos hacen tan felices con sus dibujos y escritos.

Pero por favor, trata de no matar a esos sensuales chicos del susto otra vez, los necesitamos para alimentar nuestra mente yaoística :3 <3

. . . . 

Asi que este fue mi primer especial de Halloween! *w*

Espero que les haya gustado ^^ Y que no las haya desepcionado con el final TwT 

*Yuki-chii: realmente disfrute mucho escribiendo este pequeño Two-shot! ^^ Eres muy creativa! Tus ideas me encantan y logras que me inspire para subir este fic tan extraño xD Ojalas haya podido complacer tu pedido *w* Me agradas mucho querida! Espero que podamos hacer mas trabajos juntas :3 

Asi que el credito por las ideas es para ella! :D

*Akemi-chan: agradezco tu pasciencia y tiempo para corregir mis trabajos :D Ademas de ayudarme con el tema del humor, en lo que doy lastima >w< Eres la mejor y te adoro por todas las carcajadas que me sacas cuando hablamos! ^^

 

Ojalas les haya gustado este two-shot :3 Y nos vemos en el segundo especial de Halloween (Risa malvada xD)


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