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JooMir ~ Lo esencial es invisible a los ojos. por Stereophonia

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Notas del capitulo:

HOOOOOOOOOOOOLI! HE VUELTO! kdsjbvdskjbvjd Con la Segunda parte de la historia :D!

Y LA FINAL! muahahahhahahh (???)

Primero... VIERON LA CAPTURA DE JOON DE SU PELICULA?! YO ME MORÍ ;A; kbjdskjbvsd 

Ahora, este es el final de mi corta, pero larga historia... si, dos caps... pero MUY largos... cofcofcreoqueleerficsdeEXOmehahechomal,muymalcofcof 

En algunas partes, verán pedazos en cursivas y otras en negrita y cursiva... las cursivas es "la historia" y lo negrito es lo que piensa Mir... ya entenderán <3

SIN MÁS QUE DECIR!

A LEEEEEEEEEEEEEEEEEEEER! :D

 

Mir brió sus ojos con cansancio el lunes por la mañana, maldijo a sus adentros el tener que ir al instituo otra vez y tan temprano, pero cuando la imagen fugaz de Joon pasó por su mente, todo rastro de cansancio desapareció como por arte de magia, y éste fue reemplazado por una especie de energía interminable, aun cuando su cara destruida dijera exactamente todo lo contrario al mundo.

Se vistió como pudo y salió de su casa al mismo tiempo que su teléfono vibraba.

- ¿Seungho? – se preguntó el chico sorprendido de ver el nombre del director de la escuela en la pantalla de su móvil y sin dejar de caminar revisó lo que había llegado.

“¡yo! Por fin me han soltado, necesito que vengas a la escuela hoy y que te quedes después de clases, hay algo que quiero que hagas por mi…

Seungho.

PD: Por si las dudas, estoy entero hahahahaha”

- Siempre tan idiota este hombre Hahahaha – Mir soltó una carcajada mientras guardaba su móvil en el bolsillo de su mochila, sin dejar de preguntarse que era lo que Seungho quería que hiciera. Hasta ese punto, ya se podía esperar absolutamente cualquier cosa del mayor y más que asustarlo, todo el tema del misterio le estaba gustando más y más.

El día pasó más lento de lo normal, y con cada minuto que pasaba Mir estaba más y más ansioso acerca de lo que Seungho quería pedirle. ¿Acaso era una propuesta indecente? No, Seungho no era de ese tipo o ¿Era para hacerle un favor con respecto al caso? Posiblemente si, pero en su cabeza sólo rondaba la imagen de ambos en algún rincón oscuro del instituo más cerca de lo considerado normal por la sociedad. Sip, debía ser eso, o la mente de Mir cada día iba más lejos de lo esperado.

Se despeinó un poco mientras salía de su salón de clases en dirección hacia donde debía encontrarse con el chico. Ya se le habían pasado todo tipo de imágenes nada agradables por su cabeza y no quería saber más de ellas. Se rio de si mismo al estarse imaginando cosas tan absurdas como esas cuando sintió que alguien atrás suyo se reía también.

- ¿Joon? – murmuró el chico antes de darse la vuelta.

-…. Equivocado – respondió la voz que no era conocida para él.

- ¿Quién está ahí?

- Sólo te diré… no te metas donde no te llaman, niño.

- ¿Eh? – la gélida voz proveniente desde algún punto de la habitación hizo que se le erizara cada vello de su cuerpo, estaba llena de odio y resentimiento y eso a Mir no le estaba gustando, por lo que antes de pensarlo ya se encontraba corriendo hacia el despacho de Seungho , sólo alcanzando a distinguir una cabellera rosa difuminandose con el ambiente.

Debería decirle a Seungho todo esto ¿No? – pensó el chico antes de tocar la puerta que lo separaba del mayor. No quería causarle más problemas a quien venía recién saliendo de uno bastante grande.

- No Mir, no debes decirle nada de esto a nadie… - murmuró para si mismo antes de entrar rápidamente al despacho sin siquiera llamar, aquella presencia extrañana volvía a rondar cerca de él y no quería toparsela de nuevo, al menos no sólo.

- ¿Mir? ¿Te pasó algo? Parece como si hubieras visto un fantasma – le dijo Seungho apenas vio que el rubio había cruzado la puerta. El chico estaba más palido de lo normal por lo que Seungho lo obligó a sentarse y beber un té antes de empezar con lo tenía que decir.

Mir se vio obligado a beber todo el té, y se sorprendió al darse cuenta de que no estaba tan malo como pensaba, al parecer, era él quien cocinaba mal incluso el té.

- Bien… Mir, lo que tengo que pedirte es bastante complicado para mi… espero que no lo tomes a mal pero yo…

- ¡HEEEEEEEEEEEEY! ¡NO! ¡A LO OSCURO NO ME LLEVARÁS SEUNGHO! ¡POR DIOS! – gritó el chico interrumpiendo al mayor, al parecer sus pensamientos eran correctos y no, no quería enrollarse con Seungho en algún rincón del instituto.

- Eh… ¿De que estás hablando? – Seungho lo miró con cara de pregunta y el rubio se rió en su cara

- Quieres ir conmigo a algún rincón del instituto ¿no es así? Seungho… no lo haré – respondió el rubio lo más seguro de si mismo que pudo.

- ¡HAHAHAHAHAHAHAHAHAAHAHAHHAHA POR DIOS MIR QUE ME HACES REIR!

- ¿eh? – ahora era Mir quien no entendía nada de lo que sucedía.

- Mir… quiero que veas si puedes leer las memorias de este collar, nada más – Seungho finjió limpiarse unas lagrimas por haberse reido tanto mientras Mir sólo pedía que la tierra se lo tragara y no lo escupiera jamás.

- ¡¿Y PORQUE NO HABLAS ANTES?! – gritó Mir haciéndose el ofendido, aunque el único en esa habitación que debía sentirse así era Seungho.

- Tu me interrumpiste bobo – sonrió el mayor haciendo que Mir volviera a relajarse. El chico tomó el collar y se percató de algo.

- Este… es el collar… de… ¿GO?... – murmuró el chico mientras observaba el objeto que estaba en sus manos, extrañaba a su profesor, demasiado la verdad. Aun le era extraño el no verlo rondar por los pasillos, el no escuchar su risa extraña y forzada en cada rincón... él nunca debía haber muerto.

- Si... era de él – murmuró el mayor con cierta tristeza en su voz.

¿Por qué parece tan triste de repente?

- ¡OBVIO QUE TE AYUDARÉ! – gritó el chico – Yo también quiero saber quien fue el que mató a GO, asi que… vamos con esto de inmediato.

- Pero Mir… ¿estás seguro de que podrás?

- Pues claro, he estado practicando… y es lo menos que puedo hacer por ti y por GO.

La verdad era que Mir también quería ver si dentro de las memorias de GO había algún rastro de lo que sucedió con su madre, por lo que prometió esforzarse lo más que pudiera en esto. Se lo debía a GO y a su madre, por lo que tomó el collar y se concentró lo que más pudo antes de que sin quererlo, tal como una película, la vida de GO comenzó a pasar por sus ojos.

Memorias.

- ¿Qué es esto? – se veía a un joven ByungHee algo sorprendido mientras tomaba una caja entre las manos.

- Un regalo… que más podría ser sino – un Seungho bastante más joven y delgado estaba delante entregándole un pequeño paquete.

Esperen, ¿GO y Seungho?

Esperen... ¿Seungho delgado?

- Y ¿Por qué?- murmuró GO mientras intentaba abrir el regalo sin romper el prolijo empaque que lo envolvía.

- Porque no sabía como decirte esto – respondió Seungho mientras se acercaba lentamente a ayudar a su amigo.

- ¿Decirme qué?

Oh no, no le va a decir eso… ¿o si?

Seungho tomó cuidadosamente el collar que le había regalado a su amigo y lo cruzó a través de su cuello, quedando sus rostros peligrosamente cerca. ByungHee tragó saliva al sentir la respiración del contrario demasiado cerca de la suya.

- Seungho pero que dem-

El barbudo no alcanzó a articular palabra luego de que Seungho depositara un suave beso en sus labios.

Ahora entiendo su tristeza… ¿Por qué no me lo habrá contado?

Y yo pensando en que me iba a llevar a lo oscuro... ¡QUE LA TIERRA EM TRAGUEEE!

La siguiente escena era algo borrosa, pero en ella se podía distinguir a la madre de Mir hablando con GO.

Mamá…

- ByungHee… ¿Le dijiste a Seungho?

- Yo no fui… él me lo dijo – ver a GO ruborizado era algo bastante gracioso de ver y Mir se sintió feliz al ver que ellos tenían ese tipo de confianza.

- Dejame decirte que si Seungho no lo hacía, yo misma iba a ir a gritárselos un día de estos – la madre de Mir rió con ganas y al chico se le apretó el corazón, ya había olvidado la agradable risa de su madre.

Mamá, llegaré al fondo de esto… lo juro.

El panorama volvió a cambiar y otra vez estaba la madre de Mir hablando con el barbudo.

- ¿Supiste lo que está haciendo Thunder? – preguntó GO antes de beber el café que había en su taza.

Con que así se llama...

- ¿Thunder? Si… él está cada día más fuera de si, ya ni siquiera lo reconozco…

- Y sabes que debes alejar a Mir de todo esto ¿no?

- Tambien sé eso… pero no quiero alejarlo de otros chicos como él ByungHee…

- Lo sé, pero es mejor mantenerlo a salvo de las garras del pelo rosado, ya sabes como terminó todo con Joon hace unos días…

Esperen… ¿Joon? Estos recuerdos son de hace más de 10 años, ¿Por qué conocen a Joon? ¿O será otro?

- Lo sé… pero tampoco sabemos si fue culpa de Thunder… GO… tu sabes lo que tienes que hacer si algo llega a pasarme ¿no?

- Essy, no hables cosas como esas – GO volvió a beber más café – No como están las cosas ahora.

- Byunghee… debes prometerlo – la expresión de la madre de Mir se endureció.

- Está bien, prometo cuidar a Mir si algo llega a pasarte.

Mamá… ¿Cómo era que sabias que algo iba a pasarte?

Apenas cambió la escena, Mir sabía lo que venía. El día en que GO murió.

- ¿Quién está ahí?

-….-

- ¿Has venido a terminar el trabajo?

- No se de que hablas – murmuró una voz escondida entre las sombras. A pesar de que no se viera, Mir sabía que era la misma voz que sintió por la tarde en el pasillo.

¿Acaso Thunder…?

- Vuelve a ser lo que eras…

- Muy tarde para eso.

Y el sonido de una bala saliendo apresuradamente de una pistola obligó a Mir a salir de donde estaba.

Fin Memorias.

Mir soltó un grito ahogado cuando sintió la bala traspasando su estomago como si él mismo hubiera recibido el impacto en su propio cuerpo. Comenzó a respirar agitadamente cuando se encontró con los brazos de Seungho que lo rodeaban e intentaban calmarlo.

El chico había visto demasiado, pero habían dos cosas que le llamaban la atención e iba a pedir explicaciones.

- Seungho… tú y GO… eran… ¿Pareja?

- Espera, ¿tambien viste eso? – el chico vio como la cara e Seungho se iba tornando rápidamente en un tono carmesí, lo que lo hacía ver extremadamente tierno.

- Claro que si… bueno, ahora entiendo porque hablabas de él con tanta… tristeza

- Bueno… si, pero es por él que descubriré quien está detrás de todo esto.

- Ah si, creo que se quien es el asesino… pero no te lo puedo decir aún, no aquí – susurró Mir para que sólo el contrario escuchara. Seungho entendió el mensaje y Mir se sintió aliviado en que no insistiera, aun era caaz de sentir el aura llena de odio cerca de donde estaba.

- Ahora, hay algo que quiero preguntarte…  - Mir se debatió un segundo entre si hablar o no, pero ya era demasiado tarde - ¿Quién es Joon?

- Joon… asi que también hablaron de él…

- Algo así… - Mir bajó la mirada cuando vio que Seungho se tenzaba por completo, ¿Acaso también se conocían?

- Disculpame Mir, pero ¿puedo contarte eso otro día? Estoy algo cansado – murmuró el mayor mientras se sentaba detrás de su escritorio.

- Si… claro – respondió el rubio mientras se salía por la puerta del despacho.  ¿Qué había sido todo eso? ¿Quién era Joon para Seungho? ¿Por qué no le había querido responder?

El chico comenzó a caminar sin un rumbo definido apenas crruzó la puerta del despacho, pero no le sorprendió que sus pasos lo llevaran hacia el corredor donde usualmente veía a Joon. Su corazón comenzó a bombear sangre casi con urgencia hacia todo su cuerpo al ver a Joon sentado en el piso mirando hacia la nada.

¿Qué estará pensando? ¿Será que está pensando en mi?

No Mir, no seas estúpido. Eso es completamente imposible.

El chico se dio unas cachetadas mentalmente e intentó sonreir lo mejor que pudo, aunque estaba feliz de ver al castaño, aun tenía demasiadas preguntas  con respecto a él que le estaban comiendo uno a uno los pensamientos desde que salió del despacho de Seungho.

¿Por qué Seungho habrá reaccionado así con sólo escuchar su nombre?

¿Se conocían?

¿Era eso posible?

- Hey Mir, ¿Cómo estás hoy? – preguntó Joon sonriente mientras se levantaba de donde estaba con su flamante sonrisa habitual.

- Hey… si, bien ¿y tu Joon? – wow, el intento por disimular de Mir no estaba dando resultado.

- No escuchas como si estuvieras muy bien la verdad… - Joon se paró al lado de la ventana y miró hacia afuera, por lo que Mir intentó seguir su mirada, pero sólo para darse cuenta de que iba directamente a las esponjosas nubes de aquel día soleado.

- Joon… ¿Qué le ves a las nubes? – fue lo único que se le ocurrió preguntar al rubio, recibiendo otra de las magnificas sonrisas del castaño.

- Ellas… son libres, van a donde quiera que quieran ir con el viento… si, me gustan por eso – respondió Joon y Mir notó cierta nostalgia en su voz. ¿Acaso era porque no podía salir del instituto? Aunque la pregunta verdadera era ¿Por qué no podía salir de allí?

Mir se despidió al cabo de unos minutos con la excusa de tener que hacer los deberes de la escuela y prometió ir a ver a Joon el domingo para leerle algo, pero la verdadera razón que había recibido demasiadas respuestas que derivaban en un ¿Por qué? Aquel día.

¿Por qué Seungho no quiso hablar de Joon?

¿Por qué Joon no podía salir del instituto?

¿Por qué Thunder lo estaba persiguiendo?

¿Por qué habían matado a GO?

Llegó el día domingo y el rubio no había tenido demasiado éxito buscándole respuestas a sus interminables preguntas, o era que ¿Jamás iba a ser capaz de encontrarlas? Tomó unos libros de niños y se dirigió hacia la escuela pensando en que si había escogido los correctos para leerle a Joon. El castaño no se veía como alguien a quien le interesaran las cosas serias y rogó a los cielos de que historias como “La caperucita roja” le gustaran.

Al llegar al instituto se percató de que últimamente pasaba casi todos los días allí con Seungho o con Joon y se le estaba haciendo costumbre el ir allí cada tarde.

Oh Joon… ¿Qué me estás haciendo? - Pensó el chico soltando un gran suspiro – Al parecer, otra pregunta sin respuesta.

Cuando ambos chicos se encontraron, Mir sacó los libros y le causó mucha gracia la cara que puso Joon al verlos. Parecía un niño pequeño emocionado porque le había llegado lo que esperaba para navidad.

- Wooooow, hace mucho tiempo que no tomaba un libro en mis manos – murmuró

Joon tomando “La bella Durmiente” del montón de libros que traía Mir en su bolso.

¿Mucho… tiempo?

- Esa es una de mis historias favoritas…

- ¿En serio Mir? La mía también… aunque ya no… como decirlo – Joon titubeó un momento antes de seguir hablando – ya no… si, nunca aprendí a leer…

- ¿Quieres que lo lea para ti? – preguntó rápidamente Mir sin notar nada extraño, salvo que el chico no supiera leer… ¿Cuántos años tendría?

- ¿En serio harías eso por mi?

- Si, claro… - murmuró Mir soltando una sonrisa a la vez que tomaba el libro y comenzaba a recitar palabra por palabra ante el deleite de Joon.

Luego de haber leído cada libro, se pusieron a jugar a las cartas, lo que trajo a Mir una sorprendente revelación.

- ¿¡TAMBIEN ERES PSIQUICO!?

- Ehhh… ¿si? – respondió Joon con una sonrisa aflijida

- En ese caso, el juego será eterno… ¿No crees Joonie? – ambos chicos rieron ante lo que el rubio dijo. Claro, al ser ambos psíquicos el juego no terminaría jamás porque adivinarían las cartas del contrario con demasiada facilidad.

- HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA Tienes razón Miru…. Tienes razón… - respondió Joon otra vez con nostalgia en su voz.

¿Por qué simplemente no me dice lo que piensa?

Al caer la noche Mir tomó sus libros y se los dejó a Joon para que al menos viera las imágenes de los mismos antes de dormir, a lo que el castaño accedió feliz.

- Joon… ¿te has preguntado como sería todo si pudieras salir de aquí?

- Creo que si fuera así, no te habría conocido – El rubio sintió como la voz de Joon se iba acercando más y más a él y se estremeció.

- ¿Por-Porque no?

- Porque quizás estaría en algún otro lugar del mundo ahora – volvió a murmurar Joon, quien se encontraba casi rozándole la espalda al rubio con su cuerpo.

- Y si nos hubiéramos conocido de igual forma… ¿Qué hubieras hecho? – Mir no sabía de donde estaba sacando tanta creatividad en un momento como ese, donde sólo quería darse la vuelta y plantarle un beso en la boca a Joon. Si, Mir se estaba volviendo cada vez más atrevido.

- Si nos hubiéramos conocido – Joon le susurró en el oído – No dejaría que te fueras cada noche.

Con aquella ultima frase Mir sintió que flotaba y que podría morir en paz. Oh por dios que Mir sería feliz teniendo a Joon cada noche al lado vacío de su cama. El chico se dio vuelta para encontrarse frente a frente con el casstaño, quien lo miraba con expresión serio, pero igualmente bello e irresistible.

Mir decidió tomar la iniciativa y acortó las distancias lentamente,  para dar paso a un suave pero dulce beso en los labios del contrario, quien lo correspondió en seguida.

Si era un sueño, que nadie lo despertara jamás. Estaba besando a Joon maldita sea. ¡EN LOS LABIOS! Joon tomó al rubio por el cuello para así profundizar el contacto, haciendo de aquel beso algo mucho más íntimo, lo que en un principio sorprendió a Mir, aunque después sólo se dejó llevar.

Pero tal como empezó el dulce beso debía terminar y Joon fue el primero de retirarse de donde estaban, dejando que ambos sintieran las agitadas respiraciones del contrario, dando pie a tímidas sonrisas que terminaban en pequeños besos y mordiscos en los labios del otro.

- Mir yo… no debí… perdón – susurró Joon contra los labios de Mir, quien aun se encontraba flotando por algún rincón del mundo.

- Sino lo hubiera querido, jamás hubiera vuelto a verte…

- Mir es que tú no entiendes… Yo soy diferente a ti… yo…

- ¿Diferente? ¿Tienes novia? – murmuró Mir ante la reciente patada directo a su volador corazón, lo habían besado, el hombre que le gustaba y ahora le decía eso. No, eso no podía estar pasándole al mismo tiempo. No.

- No, no es eso… en un tiempo entenderás, cuando me haya… ido – murmuró Joon dándole la espalda al rubio.

¿Irse? ¿De que está hablando ahora?

- Si te vas… yo te buscaré hasta encontrarte – Mir resistió sus ganas de tomar a Joon por los hombros y jalarlo hacia su cuerpo.

- Ya entenderás pequeño…

-…. ¿Qué? –

- Mir, es hora de que te vayas a casa… ¿nos vemos mañana si?

Mir ni siquiera se tomó tiempo para responder algo y como pudo tomó sus cosas y salió corriendo escaleras abajo, quería llegar a su casa y procesar todo lo que estaba sucediendo a su alrededor dejando a Joon allí de pie mirando hacia afuera.

- Ya lo entenderás Mir… cuando haya desaparecido, todo tendrá sentido – murmuró Joon contra el vidrio sin poder aguantar las lagrimas al sentir que los pasos del rubio ya estaban fuera del alcance de su oído.

¿Por qué Joon?

¿Por qué?

¿Qué quieres decir con desaparecer?

Al llegar a su casa, fue incapaz de pensar en otra cosa que no fuera Joon y su beso. ¡OH DIOS ESE BESO! Lo recordaba y se le erizaba cada vello de su cuerpo, se sentía un adolescente teniendo esas reacciones con sólo un beso. Bueno, no había sido sólo un beso, había sido un beso de Joon.

Decidió llamar a su amigo Key, quien a su vez era muy amigo de su madre y cuando ésta murió, él sin quererlo se convirtió en su apoyo fundamental mientras estuvo en el orfanato hasta cumplir su mayoría de edad. Si había alguien que lo podría ayudar con todo el tema de Seungho, GO y Joon definitivamente era él.

Lo llamó por teléfono y se sorprendió lo rápido que llegó hasta su casa, considerando que Key vivía algo lejos de su apartamento. Apenas lo vio entrar, se colgó como siempre en sus hombros y lo abrazó como si no se hubieran visto en años. Key correspondió el abrazo con igual fuerza antes de dejarlo de pie frente a él.

- Mir, estás muy guapo

- Ya, déjalo Key, sabes que no eres mi tipo – ambos chicos comenzaron a reírse fuertemente, era usual para ellos lanzarse bromas de ese tipo todo el tiempo cuando se veían.

- Por cierto, toma esto – Key sacó de su mochila un enorme cuaderno con tapas de cuero de su bolso y se lo pasó a Mir.

- ¿Y esto que es? – dijo el rubio mientras miraba el cuaderno con expectación.

- Allí, está todo lo que necesitas saber…

- ¿TODO?

- Si Mir, todo – Key miró hacia el piso – Ese es el diario del padre de Seungho, allí entenderás un poco más todo lo que te está rodeando.

- ¿Cómo sabias…?

- Mir, sabía que tarde o temprano tendría que dártelo, aun cuando me dijeron que lo mantuviera en secreto…

- Entonces… ¿Por qué?

- Muy simple – Key sonrió – Porque esto te está afectando y te afectará aun más si no estás preparado para afrontarlo.

- ¿Desde cuando eres tan inteligente Key? No te vaya a dar fiebre hahahahahaha

- Si, HA HA HA – Key soltó una risa forzada y se dirigió a la puerta del apartamento – Yo me voy, sólo venía a entregarte eso…

- Muchas Gracias Key, en serio – Mir le dio un abrazo apretado antes de que Key volviera a salir por la puerta de entrada. Esa noche sería eterna y llena de sorpresas, pero el chico de una u otra forma, estaba preparado para afrontar lo que fuera. O quizás no.

Diario del Padre de Seungho.

12 de Enero de 1993

“Esposa… nuestro Joon está teniendo demasiada fiebre… ¿Qué debo hacer? No quiero perderlo de la misma forma que te perdí a ti”

15 de Enero de 1993

“Nuestro Joon ya se encuentra mejor, pero me ha estado diciendo que por las noches hace viajes a donde quiera ir y luego despierta en la casa… ¿Será que…?”

Nuestro... ¿Joon? 

20 de Enero de 1993

“Estoy comenzando a pensar de que Joon es un psíquico… ¿Cómo es eso posible?”

3 de Febrero de 1993

“Hoy le escondí varios objetos a Joon y él adivinó cada uno de ellos y donde se encontraban. Comenzaré a estudiar más acerca de las habilidades de nuestro hijo. Por favor, ayúdalo ¿si?”

28 de Febrero de 1993

“Hoy por fin puedo darle un nombre a lo que Joon puede hacer. Se llama traslación y es capaz de desprenderse de su propio cuerpo una vez que duerme…

Tengo miedo por el uso que alguien pueda darle a esa habilidad”

15 de Marzo de 1993

“Junto con Essy, Thunder y GO fundaremos un instituto para más personas como Joon. Sólo quiero darle una vida normal como cualquier niño… ¿Estará mal si dejo que Thunder lo estudie?”

¿Estudiarlo? ¿De que va todo esto?

30 de Marzo de 1993

“Hoy llegó un niño con habilidades demasiado extrañas a nuestro laboratorio. Al parecer salvó a muchos niños en una masacre sólo utilizando su mente. Thunder comenzó a hacerle estudios, aun cuando Essy se negaba rotundamente. El hijo de Essy y Joon se llevan bastante bien, deberías verlos juntos... Espero que puedan ser grandes amigos más adelante...”

Con que ya lo conocía…

24 de Abril de 1993

“Traje a Seungho al laboratorio para que pudiera ver a Joon, no les hace bien estar tanto tiempo separados. No quiero descuidar a Seungho también”.

Esperen… ¿Qué? ¿Seungho? ¿Joon? ¿Ah?

2 de Mayo de 1993

“Tuve que llevarme a Seungho del laboratorio, al parecer, él es capaz de adoptar las habilidades de quien esté a su lado por mucho tiempo. No quiero tener que preocuparme también por él cada vez que duerma”.

[….]

“La despedida de ambos fue realmente dura. Son hermanos después de todo”

¡¿Qué?! ¡¿HERMANOS?!

¡DETENGAN EL MUNDO!

¿QUE ES TODO ESTO?

25 de Mayo de 1993

“¿Por qué? Dime, ¿Por qué siempre hago todo mal? Hoy Joon se descompensó y no logro bajarle la fiebre… ¿Qué estará pasándole? Creo que el chico nuevo que llegó tiene algo que ver. Pero no puedo tocarlo porque Essy me saltará encima. Oh esposa, ayúdame por favor”.

15 de Junio de 1993

“¡YO NO QUERÍA, LO JURO! ¡YO… NO…!!”

[…]

“¿QUE HE HECHO? ¿QUE LE HE HECHO A NUESTRO HIJO?... ¿COMO MIRARÉ A SEUNGHO A LOS OJOS AHORA?”

[….]

“¿Cómo le diré que me mire otra vez a la cara luego de decirle que por mi culpa… su hermano murió?”

16 de Junio de 1993

“Al parecer, el chico nuevo no supo controlar sus poderes y… los mató… ¡LOS MATÓ A TODOS!”

Fin diario del padre de Seungho.

Mir no podía contener las lagrimas por mas tiempo del que lo había hecho. Ni en sus sueños más locos habría pensado en la posibilidad, por muy pequeña que fuera, de que Joon y Seugnho fueran hermanos. Pero aun así, le resultaba casi increíble que Joon… estuviera muerto.

No, Joon no podía estar muerto. El lo había besado, lo había abrazado, se habían reido juntos, habían soñado juntos. ¿Acaso todo eso fue una ilusión? El chico volvió a leer el diario sin saltarse ninguna coma, ningún punto, a ver si era capaz de descubrir algo que le dijera que nada de eso era real, pero le fue imposible al ver que cada hoja estaba firmada por el padre de Seungho.

Al menos ahora sabía el porque Seungho no había querido hablar de Joon, pero… aun no podía creerlo.

Mir es que tú no entiendes… Yo soy diferente a ti… yo…”

Joon… por eso no podía sentir tu presencia en el corredor… Por eso no puedes salir de allí

Mir, es hora de que te vayas a casa… ¿nos vemos mañana si?”

¿Mañana? ¿Y si no estás? Debo encontrarte ahora antes de que sea demasiado tarde. Joon….

No puedes estar muerto. No, tu menos que nadie. No.

Como pudo, Mir tomó su mochila y salió corriendo en dirección al instituto, iba a decirle a Joon todo lo que quería decirle, aunque aun no tenía claro el como.

Si claro, iré a decirle “No importa que seas un alma en pena, te amo de igual forma” Estupido Mir, no puedes llegar y decirle eso – pensaba el chico mientras cruzaba la puerta del instituto, había llegado en tiempo record y su respiración le estaba pasando la cuenta, pero no le importó. Encontrar a Joon en aquel corredor se estaba transformando en prioridad.

Llegó el pasillo y se encontró con algo que no esperaba, no aquel día. Joon no estaba por ningún rincón. Mir cayó de rodillas al piso y desató todo lo que sentía en un mar de lagrimas que comenzaron a salir de sus ojos sin control alguno. Sentía rabia y frustración por recién enterarse de toda la verdad, pero aun mas se sentía triste por no ser capaz de haberlo notado antes.

Él de verdad estaba enamorado de Joon, y estaba lejos de importarle que fuera una especie de fantasma. Si, Mir se estaba volviendo loco si ya no le importaba que el ser que amaba fuera alguien que no estuviera vivo.

- ¡JOON! ¡VUELVE! ¡JOON!... Por… favor – Mir no sabía que más hacer salvo seguir allí en el piso hecho un estropajo llorando. Era un desastre digno de película.

No me dejes sólo…

Al menos…

Déjame…

Despedirme de ti…

Joon…

- ¡JOON! – gritó el rubio a la vez que sentía como si se le fuera a desgarrar la garganta. No quería quedarse sólo, no en ese momento.

De pronto sintió como unos brazos ya conocidos lo rodeaban por los hombros y fue cuando sintió esa tranquilidad inmensa en su corazón que se dio cuenta de que Joon estaba allí, frente a él. El chico levantó la vista y al confirmar que era Joon quien estaba frente a él no pudo hacer más que llorar con aun más fuerza.

 No puedes estar muerto si estás frente a mi…

- Veo que ya lo sabes todo ¿no? – murmuró Joon contra el pelo del menor, intentando calmarlo con suaves palmaditas en su espalda.

- Yo la verdad, no se como llegué aquí – comenzó a hablar el castaño ya que, por como se encontraba Mir, no era capaz de articular palabra. Ya era hora de contarle toda la verdad, o al menos, lo que recordaba – Con aquel chico nos llevábamos muy bien, siempre estábamos juntos y aunque los demás lo golpeaban porque les parecía raro, a mi me parecía genial todo lo que él era capaz de hacer.

Al menos, ya dejó de llorar como antes – pensó Joon antes de seguir hablando.

- Un día, esos chicos que siempre se burlaban de él, comenzaron a golpearme a mí y fue allí donde aquel chico, mi primer amigo, se enojó tanto que se descontroló… - el castaño tragó saliva – y lo siguiente que recuerdo, es estar atascado aquí, en este pasillo.

- Mir… ya no llores ¿si? – Joon tomó la cara del contrario con sus manos, le limpió las pequeñas lagrimas que estaban atrapadas en sus ojos y le sonrió intentando que el rubio se calmara.

- Antes de que llegaras tú, nadie podía verme y mis días pasaban lentamente mientras miraba hacia afuera, esperando el día en que debía desaparecer, pero todo eso cambió cuando me comenzaste a hablar.

Mir lo quedó mirando sin comprender una palabra de lo que escuchaba.

- Nadie más que tú puede verme – Joon volvió a envolver a Mir en sus brazos – Y cuando tú llegaste, me diste nuevas esperanzas y ganas de seguir aquí, sólo porque sabía que cada día te vería sonreir…

Mir interrumpió el abrazo y se levantó como pudo del piso. No, no era Joon quien debía estar agradecido, era él quien debía darle las gracias por haber llegado a su vida.

- ¿Recuerdas que hace unos días dije que me gustaban las nubes?

- Si… creo que si… Dijiste que eran libres – murmuró Mir

- La verdad es que las odio – Joon se paró enfrente de donde estaba Mir y entrelazó una de sus manos con la del contrario – Porque ellas son libres, mientras que yo… sólo estoy aquí.

Mir se volvió contra Joon y lo besó en los labios con todo lo que su amor daba, tal vez no había estado desde el principio con Joon, pero sin duda iba a estar hasta el final con el chico medio fantasma. Joon correspondió el beso y sólo se separaron cuando el aire se hizo inexistente entre ambos.

- Mir, creo que deberías volver a casa, ya es tarde… - murmuró Joon

- Nada de eso, hoy dormiré aquí…

- ¿Qué?

- Si, aquí… en el corredor, contigo.

- Mir, no es necesario… nos veremos mañana ¿No?

- Dime Joon – el rubio miró hacia el piso - ¿Qué pasaría si no hay un mañana y te vas en la mitad de la noche?

- ¿Qué pasaría si vengo mañana y tú ya no estás? – Mir siguió hablando cuando Joon no fue capaz de responder.

- Dime Joon…

Joon no sabía que responder ante eso, había pasado muchos días rogando para que el calvario que estaba viviendo allí encerrado terminase y ahora sólo quería unos días más, tan sólo un par. Por primera vez, desde que se encontraba en ese pasillo Joon quería seguir viviendo, aunque fuera encerrado.

- Mir… No me dejes – Joon abrazó con fuerza a Mir y éste lo correspondió. La respuesta era bastante obvia aunque ninguno de los dos la haya respondido, Mir no lo dejaría sólo.

Durante la noche leyeron los cuentos de que Mir había traído tiempo atrás, claro que ahora Mir entendía porque Joon no era capaz de leer. Había pasado tanto tiempo que ya no recordaba como hacerlo. Volvieron a reir como lo hacían antes, se contaron anécdotas graciosas del uno al otro, como eran sus familias y que es lo que les gustaría hacer en un futuro lejano. Por un momento, ambos chicos se olvidaron de que no les quedaba mucho tiempo juntos, querían que los últimos momentos, fueran algo más que lagrimas y sufrimiento.

- Venga Mir, debes dormir – dijo Joon al ver que Mir bostezaba por tercera vez consecutiva en menos de 10 minutos.

- No quiero Joon…. No quiero que…

- Shhh, basta con todo eso… pase lo que pase estaré aquí cuando despiertes…

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo – repitió Joon antes de que Mir sacara una frazada y los tapara a ambos con ella. El rubio no sabía si Joon era capaz de dormir, pero se sentía extraño siendo sólo el que estaba tapado. Fue en ese ambiente tranquilo en que el rubio cayó ante los brazos de Morfeo, rendido por todo el cansancio acumulado del día.

Joon lo observó dormir durante un rato pensando en lo tranquilo y bello que se veía el rubio durmiendo. Se reía de vez en cuando de los gestos extraños que hacía con su cara cuando dormía, a ratos, incluso babeaba un poco. Pero para los ojos de Joon, el chico seguía siendo hermoso.

Fue alrededor de las 6 de la madrugada, cuando el sol venía recién saliendo en que Joon comenzó a sentirse extraño. Ya no sentía sus manos, ni sus pies y cada vez estaba más cansado. No quería despertar a Mir, pero sabía que después de esa noche, no iban a poder ser capaces de encontrarse de nuevo.

- Mir… yo ya me voy, pero se que en un tiempo más nos encontraremos… ten fé – susurró Joon al oído del rubio antes de darle un suave beso en los labios. Recordaría esa calidez por siempre.

Fue allí donde Mir despertó de un sobresalto y todos sus temores se hicieron realidad cuando vio que Joon ya no estaba a su lado. Se levantó de golpe y al comprobar que estaba completamente solo, se dio cuenta de que Joon esta vez no iba a volver.

Intentó verle el lado bueno a la situación, pero se dio cuenta de que no lo había. Salvo las ultimas palabras de Joon.

“…hasta pronto, Mir”.

- ¿Qué habrá querido decir con eso? – murmuró Mir mientras recogía sus cosas por inercia. Sentía ganas inmensas de llorar, pero por alguna razón, creyó prudente creer en las palabras de Joon, que se verían en un corto tiempo. Quizás Joon avecinó que Mir se suicidaría tomándose un kilo de pastillas para dormir, o tal vez Joon sólo lo dijo para dejarle un gramo de esperanza en el corazón. Esperanza, que parecía irse con cada ráfaga de viento que azotaba su cara mientras caminaba en dirección a su casa.

Estaba de pie frente a la puerta de su casa cuando su teléfono avisó la llegada de un nuevo mensaje de texto.

¿Pero de que va…?

“¡Yaho Mir! Soy Thunder… ¿recuerdas que te dije que no te metieras donde no te llamaban? Ya que lo hiciste, ahora puedes ayudarme y de paso, quizás puedo darte las respuestas que necesitas.

Ven al instituto hoy por la noche.

Thunder.”

- ¡THUNDER! – gritó Mir el rubio en la mitad de la calle al ver el mensaje. De un momento a otro su mente ató cabos sueltos y se dio cuenta de que aun faltaba que él le aclarara todo lo sucedido 10 años atrás. Thunder tenía que estar involucrado en la muerte del padre de Seungho y en la de Joon. Y quizás también en la de su propia madre también.

Decidió que lo más prudente era darse una ducha, comer algo y luego ir al instituto de nuevo a encontrarse con Thunder. Ese día iba a descubrir toda la verdad y debía estar alerta en caso de que las cosas se tornaran color de hormiga.

Antes de salir, envió un mensaje a Key avisándole que iba a ir al instituto para encontrarse con el pelirosado, en caso de que pasara cualquier cosa pasara, al menos alguien sabría donde podría encontrarlo. Luego tomó un largo respiro y se echó a correr lo más rápido que pudo al lugar de encuentro.

Joon… Mamá… Seungho… esto es por ustedes.

Cuando Mir entró al instituto, sintió como todo se tornaba denso con cada paso que daba, sin duda Thunder estaba por ahí, mirándolo desde algún rincón. Sin dudarlo se dirigió hacia el laboratorio de ciencias e intentó descifrar donde estaba la entrada al laboratorio. No parecía haber ninguna puerta oculta en dicho espacio hasta que se dio cuenta de lo obvio. Aquel esqueleto siempre le había parecido extraño y, aprovechándose de sus propias habilidades, el chico descubrió que atrás de él estaba la puerta que estaba buscando.

Ingresó un código extraño que no recordaba haber memorizado nunca y dicha puerta se abrió. Ya no había marcha atrás en todo esto.

Se dio cuenta de que la puerta secreta conducía al laboratorio en el que vio trabajar tantas veces a su madre junto con GO y el padre de Seungho. Recordandolo mejor, no recordaba haber visto a Thunder junto a ellos tres. Una razón más para pensar que el pelirosado tenía algo que ver en la muerte de ellos.

Siguió caminando en la oscuridad cuando vio una luz  blanca saliendo desde una de las habitaciones y, como buen ser humano, en ves de salir corriendo fue hasta dicha habitación. Aunque él no esperaba encontrarse con lo que se encontró.

Esto… es… ¡IMPOSIBLE! – pensó Mir al ver quien estaba conectado a un sinfín de maquinas.

- Joon… Estás vivo – murmuró Mir lleno de alegría al ver que el chico estaba durmiendo en la única cama de la habitación. Mir tenía que pensar rápido, no quería que Thunder descubriera que Mir sabía lo que estaba sucediendo.

Ahora todo tenía sentido, Joon nunca estuvo muerto, cayó en coma luego del accidente y fue Thunder quien lo trajo hacia el laboratorio para seguir estudiándolo y Mir no iba a dejar que eso siguiera sucediendo. No más.

Desconectó a Joon de las maquinas y como pudo lo tomó en brazos, sin antes volver a mirarlo y comprobar de que realmente era él. Claro, su cuerpo era 10 años más viejo de lo que su proyección mostraba, pero seguía siendo el mismo Joon de apariencia tranquila que él había conocido en el corredor.

Basta, después lloras Mir. Hay que sacar a Joon de aquí antes de que Thunder se de cuenta.

El rubio subió las escaleras lentamente, no quería que Joon cayera al piso por accidente sólo porque Mir quisiera salir rápido del lugar.

Bien, ahora sólo queda el pasillo, el lobby y al hospital.

- Alto ahí rubio – Mir sintió como una presencia llena de odio cubría el pasillo por completo.

Oh no… No ahora.

- Thunder… ya no hay nada que puedas hacer, no hay vuelta atrás – Mir intentó sonar amenazante, aun cuando por dentro sólo quisiera salir por la ventana.

- Estás muy equivocado Mir… esto, sólo está empezando – Thunder apuntó con su revolver hacia el pecho de Mir y disparó 3 veces. Por suerte Mir había entrenado lo suficiente para lograr esquivarlas y mandarlas a la puerta del laboratorio.

- Impresionante… veo que has entrenado con GO – murmuró el pelirosado – Esperen, él está muerto ¡Hahahaha!

- No le veo la gracia a eso – inquirió el rubio mientras acomodaba a Joon entre sus brazos, no lo dejaría caer por nada.

- Lamentablemente todo ha terminado para ti ahora, tal como terminó para el padre de Seungho, ByungHee y tu estúpida madre… - Thunder volvió a apuntar con su revolver, pero esta vez Joon era el objetivo y disparó.

Mir, con un movimiento sumamente rápido dio la espalda, protegiendo así a Joon, pero recibiendo él mismo el disparo en uno de sus brazos. Intentó caminar pero se le era imposible mover sus pies, estaba perdiendo demasiada sangre.

- ¿Ves? En esta historia no hay finales felices, mocoso – Aun sin verlo, Mir sabía que Thunder estaba sonriendo triunfal.

No, todo esto no puede terminar así.

Él no puede ganar.

No.

- ¿¡Y TU QUE HACES AQUÍ!? – sintió como Thunder gritaba al mismo tiempo en que sentía como alguien conocido entraba en la habitación.

- ¡KEY! – gritó Mir al ver a su amigo y a Seungho entrar de alguna forma no conocida por la ventana.

- ¡LLEVATE A JOON DE AQUÍ AHORA! – gritó Key mientras intentaba quitarle el revolver a Thunder.

- ¡O no! ¡EL SE QUEDA CONMIGO! – volvió a gritar el pelirosado apuntando con su arma antes de que Key le pegara una patada en el estomago.

Pero ya había disparado y para Mir, todo se volvía negro de repente.

Joon…

Lo siguiente que Mir recuerda es despertar en el hospital con su brazo envuelto en vendas y una maquina que no dejaba de hacer Bip Bip Bip Bip a su lado.

- ¿Dónde… estoy? – logró articular una pequeña frase, provocando que dos personas ya conocidas saltaran a su lado a abrazarlo.

- ¡MIR! ¡GRACIAS A DIOS! – sintió como la voz de Key iba llenando sus oídos y el chico se limitó a sonreir.

- Eres un idiota por no avisarme que ibas a ir a encontrarte con Thunder… - inquirió Seungho intentando parecer enojado, sin conseguirlo. Estaba demasiado preocupado por lo que pudo haberle sucedido a Mir y todo por haberlo llamado a investigar con él.

- Perdón chicos… pero todo está bien ¿No?

- Gracias a Seungho todo está bien ahora - respondió Key intentando sonreir

- ¿Seungho?

- Sip... Como sabes, él tiene la habilidad de tomar "prestada" la hailidad de quien está a su lado por muhco tiempo... es decir...

- La tuya - Seungho terminó la frase al mismo tiempo en que los engranajes de la cabeza desordenada de Mir se iban acomodando uno a uno.

- Con que por eso empezó todo - murmuró Mir

- Exacto... perdón por utilizarte pequeño - respondió Seungho

- Si era para ayudar, estás perdonado gordito - Los tres chicos sonrieron hasta que recordara a la cuarta persona que faltaba allí.

- Y ¿JOON?

- Sobre eso…. Verás… Joon… - comenzó Key intentando escoger cuidadosamente las palabras, pero era demasiado tarde, Mir ya estaba gritando incoherencias al aire.

- ¡MIR! ¡QUEDATE QUIETO! – gritó Seungho al mismo tiempo que Mir se quedaba callado mirándolo.

- Joon aun está en coma, pero los doctores dicen que se pondrá bien asi que quédate tranquilo y trata de no parecer un mono con rabia ¿si? – le dijo Key cuando Mir hizo el intento de levantarse de la cama.

- Chicos… Muchas gracias por todo…

- No Mir, te equivocas – dijo Seungho sonriente – Tu me acabas de devolver a mi hermano, esto es mucho más de lo que alguien ha hecho por mi jamás…

- Además, ahora Thunder está detrás las rejas y será juzgado por el asesinato del padre de Seungho, de tu madre y del de GO – dijo Key – Sin contar el haber tenido secuestrado a Joon durante 10 años…

- Todo parece haber acabado ahora – suspiró Mir recostándose en su cama intentando calmar sus ganas de salir corriendo e ir a ver a Joon a su habitación.

Aunque Mir fue obligado por Seungho y Key a permanecer en su cama durante todo el día, cuando los chicos se fueron no pudo más contra él mismo y logró con éxito escabullirse en la habitación de Joon y al verlo, sintió como si todo lo que pasó hubiera sido tan sólo un sueño.

Ahora se que aquel chico que veía en mis sueños, era el amigo de Joon; el chico extraño que todos acusaron de asesino. ¿Dónde estará él ahora? Al menos ya sé que él no mató a nadie…

Allí estaba Joon, aun dormido y Mir no pudo evitar comenzar a llorar de felicidad al verlo vivo. Joon no estaba muerto, sólo estaba dormido. Se acercó al chico y le dio un corto beso en los labios y comenzó a reírse como estúpido al ver que sus planes no habían salido como él había querido.

- Quizás no eres la bella durmiente después de todo – murmuró Mir antes de quedarse dormido al lado de Joon al compás del Bip Bip Bip de la maquina que tenía al lado.

Al menos ahora se que estás vivo y que cualquier día despertarás.

Ya llegará el día en que pueda ver tus ojos y tu sonrisa otra vez. Hasta ese día, esperaré – fue lo ultimo que la cabeza de Mir fue capaz de pensar antes de caer rendido a los pies de la almohada. 

Notas finales:

¿LEEES GUSTÓ?

sdjhfhkjd A mi la verdad si me gustó escribirlo *OOOOO*

Ahora el resto depende de uds (?) ¿Quieren que haga un epilogo de todo esto? Porque siento que me faltaron un par de cositas por resolver... además de ver si Joon despierta xD kdslhvdskjv Supongo que lo haré apenas pueda y cuando la U no me la gane xD - sufre - <3

Gracias por leer todo hasta aquí mis bellas y bellos

Espero que les haya gustado esta historia, y no olviden decirme si sus ospechas acerca de todo estaban correctas o no :D!

Recuerden seguirme en twitter ~ (Está en mi perfil)

Espero... DE VERDAD, esta semana poder escribir Mala Suerte

Denme amor u odio en sus RWS que me encanta leerlos

Los adoro y nos vemos en algun otro fic <3

Ciao!


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