Chris p.o.v
Había pasado ya un mes desde que acompañe a mi amigo Mark a Italia debido a la repentina muerte de su esposa, al principio creímos que fue un accidente (que alguien se caiga de las escaleras y se rompa el cuello no es tan normal, pero tampoco nada extraño), sin embargo yo note ciertas peculiaridades; siendo un policía en Londres desde hace seis años y con la muerte de una gran amiga y único amor (si, siempre estuve enamorado de ella.) era normal que me picara la curiosidad, después de que me dieran el informe de la autopsia vi más irregularidades así que después de explicarle todo a Mark comencé una investigación propia.
El resultado fue que me enfrentara a una importante mafia italiana, me metiera en algunos problemas legales (de los que Mark me saco), terminar mal herido y la muerte de sus asesinos.
Como les decía de eso hace ya un mes, actualmente he estado viviendo con Mark en su casa (donde murió Jackie) al parecer el creyó que si seguía viviendo aquí superaría lo sucedido, sin embargo no quería afrontar esto solo y así fue como me quede a vivir aquí.
Para mí también es difícil, los recuerdos de nuestro tiempo en la universidad vuelven fuertemente poniéndome nostálgico. Quien diría que siendo tan jóvenes nos enfrentaríamos a esto (sé que creen que ya somos muy mayores, pero no es así).
Les explicare Jackie(18) y yo(18) nos conocimos al entrar a la universidad, su carisma y alegría me cautivo totalmente pero ella estaba más que perdida por Mark(20), él era dos años más grande que nosotros cualquiera diría que estaba por estaba por graduarse pero debido a un problema se retrasó un año, durante la prueba nos dijeron que nos adelantaría un grado ya que éramos aptos para pasar sin necesidad de cursar los primeros semestres Jackie estaba muerta de la emoción ya que estaría más cerca de su “amado”.
El primero en tener contacto con el afortunado ganador fui yo ya que al ir a clase me había perdido y no encontraba el salón, estaba a punto de ir a la dirección a pedir indicaciones cuando me topé con unos chicos (típicos buscapleitos) los cuales comenzaron a molestarme, por supuesto yo no me deje ni que fuera un idiota para no defenderme, pero creo que algo que dije los hizo enojar por lo que estuve a poco de quedarme sin rostro.
Yo ya me había resignado a recibir el golpe cuando llego Mark, los ahuyento, me regaño severamente y después de una charla me llevo al salón donde el también tenía clases.
Al llegar la hora del descanso me apresure a salir para poder ver a Jackie, cuando sentí como alguien me jalaba tras la puerta del salón, ese era Mark, el cual gracias a dios me detuvo antes de volver a encontrarme con mis “queridos golpeadores” el me invito a comer con él y me llevo del brazo hasta salir al patio del campus, una vez afuera me encontré con Jackie quien se unió a nosotros para comer, estaba encantada de poder convivir con el amor de su vida y al parecer a Mark también le agradó.
Con el paso del tiempo ellos se hicieron novios, yo conseguí lo mío (aunque seguía amando a Jackie), salimos como amigos y nos graduamos.
Un mes después me entere de que Mark (22) y Jackie (20) iban a casarse, eso me cayó como balde de agua fría, más porque querían que yo fuera su padrino. Durante los últimos cuatro años estuve en contacto con ellos, claro como un buen amigo de los dos, hasta el día en que ella nos dijo adiós.
Volviendo de nuevo al presente, como siempre el primero en levantarse soy yo, por lo que decido hacer el desayuno.
-Rayos, se cayó. Ahg después lo limpio.- digo mientras esquivo el huevo que se ha caído al suelo y pongo un sartén en la estufa, previamente encendida.
-Ouch, estúpido sartén caliente, y decían que cocinar era fácil.- resoplo enfadado moviendo una tiras de tocino mientras se fríen en la sartén junto a los huevos.
Mike p.o.v
Escuche unos pasos dirigiéndose a la planta baja, me imagine que sería Chris en su típica inspección diaria.
Al bajar escuche como le reclamaba a la sartén mientras se oía que fritaba algo, al perecer, ¿tocino?
Entre a la cocina sin que Chris me detectara y me acerque lentamente a él de tal modo que su cabello rozaba mi nariz en ocasiones. Acababa de bañarse, su aroma le delataba.
-¿Está todo bien?- vi como Chris se tensaba al sentir mi cercanía.
-S-sí. Todo está bien, no ha pasado nada jejeje- vi como escondía su mano derecha, probablemente se había quemado.
-¿Estás seguro?- inquirí de nuevo
-Sí, cla-claro que si.- me estaba mintiendo lo sabía, es más, era demasiado obvio. Su tartamudeo y el casi imperceptible temblor de su cuerpo me lo decían.
-Aja, entonces muéstrame tu mano-
-T-te dije que estoy b-bien Mark, apártate por favor- tan terco como siempre, Chris intento alejarme de él, pero no iba a rendirme y más cuando estaba tan nervioso por mi cercanía. Se veía tan lindo todo sonrojado que sin darme cuanta me pegue más a él.
-Y yo te dije que me mostraras tu mano- en un rápido movimiento tome la mano herida de Chris mientras con la otra apagaba la estufa (no quería causar un accidente mayor, era mi casa después de todo) todo para jalarlo y atraparlo entre mi cuerpo y el refrigerador, causando que el sonrojo de Chris creciera hasta límites insospechados.
-M-Mark, que crees que estas… Ouch... haciendo… ahggg- puse la mano de Chris justo frente a mi cara para examinar el área dañada con mejor detalle.
No pensé que fuera tan serio, pero no podía perder esta oportunidad, así que con mucho cuidado comenzó a lamer su herida provocando que el cuerpo de Chris se estremeciera entre mis brazos.
-B-basta Mark, p-por favor y-ya b-basta- con igual cuidado me aleje de su mano para colocarle un pequeño pañuelo alrededor de la mano.
-Te encuentras mejor- la cara de Chris era todo un premio, su cara estaba tan roja que podría mezclarse fácilmente con los tomates, su respiración agitaba chocaba contra mi cuello, mientras su mano derecha se encontraba fuertemente aferrada a mi camisa. Dios él se veía tan deseable, me encantaría ver esa expresión en su rostro de nuevo, claro en otras circunstancias mucho más… placenteras.
-S-sí, solo espera un momento p-por favor- Algo debía andar mal, Chris se veía muy agotado, como si en cualquier momento fuera a caerse. Eso no puede ser bueno Chris es de ese tipo de personas a las que les es muy difícil enfermarse.
-Está bien, pero ¿qué tienes? ¿Te sientes mal?- Toco suavemente su frente. En definitiva esto no puede ser bueno, su frente está ardiendo y puedo sentir como su cuerpo tiembla sin control alguno.
-Sí, estoy muy bien…- No habiendo terminado de contestar Chris se desvanece de forma repentina tomándome por sorpresa, afortunadamente debido a la posición en la que nos encontrábamos me fue muy fácil poder sostenerlo.
-Chris!! ¡Chris, despierta! ¡Rayos!!- Lo levanto cuidadosamente y subo como alma que se la lleva el diablo al segundo piso. Al llegar lo acuesto con suavidad para no despertarlo, estoy completamente desesperado.
-Chris, ¡Chris reacciona!! – Sujeto su mano con fuerza y siento su cuerpo hirviendo, debo apresurarme, busco mi teléfono desesperadamente pero no logro encontrarlo, seguramente lo he dejado en el piso inferior.
Esto no podía ser peor. Debo llamar a un médico de inmediato o mejor llevarlo a un hospital.