Relamer sus labios y parecer perdido en su mundo, son unos de los hábitos que caracterizan a MyungSoo.
Las fans podrían opinar que últimamente se le ha visto más abstraído en sus pensamientos, pueden estar preocupadas y no entender la razón, mas todo tiene un por qué o mejor dicho, un quién. Suspiró por enésima vez en lo que iba del día, hace bastante tiempo que perdió la cuenta de los lamentos que tenían un nombre, un nombre de un chico más y menos cercano de lo que desearía.
Presionó con fuerza el lápiz entre sus dedos, desquitando la frustración en esa pieza de plástico transparente, como si con eso lograra aliviar lo que su corazón estaba sufriendo, acallando el grito silencioso que se perdería sin ser oído. Miró a sus compañeros, paseando su mirada de uno en uno, analizando con frío detenimiento sus características físicas y sin encontrar algo que los hiciera tan especial frente a las fans, "solo unos idols más", agregó su mente, no podía entender el porqué de ver a tantas chicas frente a ellos profesando amor eterno.
Sonreír con alegría y bobería era algo vetado frente a una cámara, deber mantener su pose de chico inexpresivo costaba más de lo que quería. Mostrar un papel, representar un rol era lo que se empeñaba en hacer en ese momento, "matar con la mirada", frase dicha por su mánager en más de una ocasión. Puso en acciones lo dicho por el mayor, firmando un disco y dando la mano de la nueva chica que se posicionó frente a él, una fans más se alejó y le dejó el camino libre a la posterior. Deseó estar en su casa, poder ser él mismo y que sus compañeros hicieran algo parecido.
....
Pestañeó, pestañeó y una y otra vez viendo lo que la fotografía le mostró, sabía lo que encontraría y presionó con más fuerza el trozo de papel que mantenía en su mano derecha.
Idiota de él por aceptar ese papel camuflado en el apretón de manos, no debió hacerlo y ahora, con la frustración, el enojo y los instintos suicidas y homicidas al máximo, esa pieza de hoja pareció quemar contra su piel, arder por todo lo guardado, por todo lo que ocultaba.
Una irónica sonrisa trazaron sus labios, deseó desaparecer del mundo y un nuevo suspiró brotó de lo más profundo de su interior. Desenrolló lo que solía ser una bonita y pequeña carta, vacía en contenido, llena de verdades. Omitió el tema relacionado a una declaración más, solo llevó su mirada a lo que logró alterarle de tal modo que estaba en el sillón de su casa, rumiando su enojo mientras veía una fotografía sin tonos guardada en la memoria de su preciada cámara fotográfica.
"Hay algo que las fotografía a color jamás podrá captar y eso es la verdadera esencia de las cosas. Dicen que cuando quieres conocer a una persona, debes sacarle una fotografía en blanco y negro, no te distraerás por los colores y sabrás encontrar lo que andas buscando."
Mucho lo había visto, mucho tiempo pasó a su lado. Eran años de conocerlo, años de ver lo peor y mejor de él, años de estar enamorado, años de negar su sentimientos, años de seguir anhelando. Color, allí radicó su problema desde el primer momento, hasta en una fotografía sin tonos lograba verlo a colores. Una complicada gama y variedad de tonos, ya sabía identificar cada uno de los que predominaban dependiendo del estado anímico de su compañero. Rosa para el amor, morado tranquilidad, gris tristeza, azul reserva, verde esperanza, amarillo felicidad, naranja precaución y roja pasión. Ni en una fotografía sin pigmentos lograba verlo como a los demás. Debía encontrar lo que buscaba o eso decía el papel, hacía años que lo encontró.
Relamer sus labios y perderse en su mundo, era como estaba MyungSoo.
No entendía o mejor dicho, no quería entender por qué 'él' era tan especial. Un tonto enamorado, eso es lo que él mismo era. No se dio cuenta en qué momento se perdió en su mirada, en que lo atrapó su sonrisa, en que sus gestos fueron fascinantes, en que un simple contacto significó más de lo que debería, que ansió su cuerpo, sus suspiros, sus gemidos, su amor.
Concentrado en su mundo, se sobresaltó por una mano colocada en su hombro. Miró a su hyung sentado a su lado, a Lee SungYeol o el choding de Infinite, un chico gracioso e inmaduro frente a las cámaras, un ser maduro y más taciturno lejos de ellas. Regaló una escueta y triste sonrisa al único confidente de sus pesares, de su confusión y de su inadmitido amor. Un abrazo, eso recibió devuelta junto a palabras de aliento.
Siempre gustó de sus amigos, de verlos tal como eran en la confidencialidad de su hogar. Era divertido comparar sus diferencias e imágenes lejos de los lentes, lejos de las grabaciones. Ahora su amigo daba el consuelo que necesitaba. Ansió haberse enamorado de él, que la otp fuera verdadera y que no estuviera lamentándose por su sentir.
Dejó la cámara a su lado y correspondió el abrazo del mayor, relajado cerró sus ojos hasta que sintió algo en su interior, como si fuera observado de forma intensa por uno de sus compañeros, por uno en especial.
"WooHyun-ah", fue el susurro que salió de sus labios.
Sintió como la persona que volvió su mundo de cabeza se sentó a su lado. Se alejó lentamente de su confidente y vio que el mayor miró su propia fotografía guardada en la cámara con una media sonrisa esbozada por sus labios. Pareció gustarle lo que vio y se puso a recorrer el resto de fotografías, solo esperaba que no se percatara de la persona predominante en la imágenes, quien era su inspiración.
Entreabrir sus labios y decir una palabra, tan fácil como complicado. Lo detuvo el nombre de su persona especial ser pronunciado por lo labios de su líder, ese entusiasmo que acompañó a sus acciones y que se levantara del sillón con una sonrisa en su rostro, confirmó sus sospechas y fue una razón para callar, para ocultar su sentir.
Su amigo que permanecía a su lado lo alentaba a hablar, a no callar. Mas su miedo era mayor, no deseaba el rechazo ni la incomodidad.
Sabía que un día hablaría, sabía que un día le diría sus sentimientos. Sabía que un día podría romper su corazón o hacerlo dichoso, sabía que hoy... No era ese día.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español