Dos amantes, abrazados recordando el pasado y declarando nuevamente su amor…Su historia simple pero colmada de divertidos momentos y peleas sin sentido, pero al final obteniendo el mejor de los premios.
POV Kibum
Mucho tiempo paso, desde aquella primera vez en que te vi Jonghyun, nuestras miradas se cruzaron y me dio vergüenza, me sonroje y desvié mi rostro de tu mirada penetrante…me dedicaste una sonrisa y seguiste derecho como si solo fuera alguien más de tus fans.
Fue casualidad que pudiera estar en ese lugar y verte, más desde ahora te podría observar mejor, pude conseguir el trabajo en ese bar, con el paso de los meses me fui cautivando por todo tu ser, no te conocía bien, solo estaba allí para poder deleitarme con tu voz y con tus composiciones que eran tan magnificas como tú.
La primera vez que me hablaste, todo en mi ser se revoluciono, me sentí mareado y al mismo tiempo quería saltar, eso fue porque tú me habías notado…yo lo recuerdo un poco así…
-Hola…me das una cerveza?
-Con…gusto- No sabía, me sentía un tonto porque de una sentí como el calor llegaba a mi rostro y toda mi sangre se concentraba en mis mejillas. En mi simple intento de no mirarlo directamente, le serví rápido su bebida, me disponía a atender a otro cliente cuando de nuevo me dirigió la palabra.
-Eh…… ¿Cómo te llamas?, hace tiempo que trabajas aquí y todavía no se tu nombre, me lo concedes -
Ok, eso fue una sorpresa de lo más impactante y no iba a perder la oportunidad y le respondí, aunque muy torpe.
-Yo, bueno me llamo…Kibum, aunque aquí me dicen Key, un gusto joven-
-Nada de joven, dime Jonghyun, nos vemos debo empezar a arreglar todo para más tarde-
-Ahhh claro- termine de decir, se despidió y camino hasta la tarima a encontrarse con sus amigos.
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Después de eso, comenzó llegar más temprano para que conversáramos, nos fuimos conociendo, dándonos cuenta de verdad somos muy diferentes, pero nos complementamos perfectamente para que todo la atmosfera del lugar fuera la ideal.
Cada vez que nos conocíamos, sin pensar mi mente me hacía ver que tú eras para mí y yo era para ti. Sabia porque me sentía feliz en ese bar y el amor que sentía por ti iba en aumento, reafirmo que hasta hoy no deja de crecer.
Tú eres el sol de mi vida, que me da calidez con abrazos, cariños, besos y acciones que nunca dejan de sorprenderme.
Creo que en esa época éramos inexpertos en el amor, porque nunca decíamos las cosas directo, por eso miles de mal entendidos tuvimos y hasta la burla de todos fuimos, por una prima tuya….y mis celos, esos que hicieron que yo gritara a todo pulmón que yo te amaba. Me sigo sonrojando con acordarme de ese momento y tu cara fue la mejor, pude saber de ella cuando Minho tu mejor amigo me la paso, según el para recordar ese día. Después de mi repentina confesión, tu no sabías cómo comportarte conmigo y eso me deprimió mucho porque yo estaba soló y no quería estar más así, por eso permití que tu formaras parte de mi mundo, sabía que eras un ser cálido y que me podía reconfortar siempre.
Cuando aceptaste lo que sentías por mí, pude ver cómo me reflejaba en esos hermosos ojos y más porque tu confesión fue en una canción, que tú me dedicaras tan hermosa melodía a mí y que de tus labios con tu voz salieran tan bellos fragmentos de amor y devoción, me llevaron a un mundo de nosotros dos. Decía algo como:
Eres mi sol que cura el frío.
Apareciste con tu luz,
No, no, no me abandones.
No, nunca mi amor.
Y hoy te tengo con la gloria,
Con la gloria, con la gloria.
Amor, amor, amor, amor, amor
Eres tú mi bendición.
Eres mi luz, eres mi sol.
Ese mismo día nos hicimos pareja y todos celebraron en alto que al fin nos diéramos la oportunidad de formar una relación.
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Cuando llevamos un año de relación, me entregue a ti para siempre, necesitaba sentir que te pertenecía y que tú a mí, los besos y las caricias ya no eran suficientes para los dos, así que esa noche nos hicimos uno.
Llegamos a tu apartamento entre esos besos y caricias hambrientos y llenos de pasión, gemía cuando besabas mi cuello como si nunca te saciaras de él, siempre me dejabas marcas mostrando el claro mensaje de que te pertenecía, me daba vergüenza cuando no los podía ocultar de los demás y comenzaban a molestar.
Con tus manos apresabas mi cintura para profundizar más el contacto de nuestros cuerpos, los besos que nos dejaban sin aliento. Al llegar a tu habitación, torpemente llegamos a tu cama y lentamente me acostaste. Tu sobre mí, paraste los besos, te alzaste para observarme, me arreglaste el cabello y solo me susurrabas lo hermoso que era, que eras un afortunado en encontrarme y amarías por siempre…
Después de eso, nuestras miradas se encontraron y brillaban, nos encontrábamos reflejados uno en el otro. Me di cuenta que tu visión era profunda, mostrando todo lo que querías hacer esa noche, no solo era amor, era lujuria, pasión, entrega y felicidad…una que no tenía límites. Un divino silencio llego y nos volvimos a acercar para besarnos.
A medida que pasaba el tiempo la ropa fue perdiéndose de nuestros cuerpos…tus manos recorrían mis brazos, mi cintura, piernas, en si estabas explotando todo mi cuerpo con ellas...No solo era eso, también habían mordiscos y chupones, creo que me creías tu dulce favorito…
También respondí y te di placer, solo gemías y gruñías mi nombre, me pedias más caricias y poco a poco descendí por tu abdomen marcado y canela, dejando a su paso miles de besos…Llegue a tu parte intima, baje tu bóxer y con mis manos te fui dando pequeños y tímidos toques; levante mi rostro para observar tu cara y esta solo era de satisfacción, respirabas entre cortado y me pedias más.
No espere, comencé darte más caricias y dejando picos en tu glande, estabas duro e hinchado esperando la oportunidad a explotar y sentir más…La lujuria en mí también crecía, sin pensarlo le estaba dando miles de lamidas a tu miembro, sin previo aviso lo comencé a delirar porque la pasión se apodero de mi razón y lo metí en mi boca sentía que me ahogaba de lo grande, pero no importo solo quería disfrutar…Era como helado tan adictivo y refrescante que no quieres que se termine, solo me dispuse a seguir con mi trabajo hasta que fui notando como tu cuerpo se tensaba y acelere el ritmo en que mis labios y toda mi cavidad te apresaban hasta que sentí que te viniste… trate de saborear toda tu esencia, la cual más tarde sería la que estaría dentro de mí. Cuando reaccionaste te disculpaste y me levantaste para darme un beso sencillo, pero no estabas conforme con eso y saboreaste de nuevo mis labios que conservaban un poco de tu esencia, solo me dijiste que así sabían mucho más delicioso.
Me abrazaste, me recostaste quedaste encima de mí, note estabas lleno de sudor y me dijiste:
-Amor, ya es hora de tú también disfrutes.
Iniciaste con roces suaves con las yemas de tus dedos desde mi rostro, delineando mis cejas, ojos, nariz, pómulos y mis labios…bajaste en ese recorrido torturante de placer para hasta mis tetillas.
Detuviste tus manos allí, me regalaste un beso y tu rostro llego hasta ellos, los comenzaste a tocar con tu lengua y los saboreaste. Los chupabas como si fueras a obtener algo de ellos. Hacías primero eso uno y con tu otra mano te dedicabas a explotar el otro, hasta dejarlos rojos y mi respiración era agitada tantas cosas estaba experimentado en ese momento que de mi boca no salían si no gemidos y tu nombre…Era una necesidad que siguieras, el éxtasis que me brindabas no tenía comparación alguna con cualquier cosa que me diera placer antes.
Después de que te viste satisfecho con mi parte superior, seguiste tu camino hasta mi sexo y allí comencé a padecer más, sin previo aviso realizaste lo mismo que yo te había hecho, solo que tu masajeabas mis testículos y evitabas con tu dedo sobre mi glande que me corriera…Percibí que querías que te rogara para que me dejaras venir, cuando lo hice una sonrisa pícara se formó en ti , tu mirada era más brillante, llena de satisfacción y domino, continuaste con tu boca a brindarme todo lo más inexplicable de este mundo…Todo en mi cuerpo y mente exigía más, esas sensaciones eran tan irreconocibles en mí, solo la perversión que tú me podías enseñar era algo mágico y a la vez delicioso, esa noche me volví un esclavo de ti … Cuando no podía más con tu mano me diste más fricción y me corrí en ella, mi cuerpo convulsiono del placer, cerré mis ojos, grite tu nombre, mi respiración era entre cortada y agitada, mi cuerpo envuelto en sudor al igual que el tuyo.
Mi cuerpo fue recuperándose de esa explosión, volvimos a los besos, seguías tocándome con una de tus manos hasta que llegaste a mis glúteos y los masajeaste hasta dar con mi entrada, allí la comenzaste a tocar con la mano que tenía mi esencia, iniciaste a abrirte paso en mi interior con uno de tus dedos, sentí molestia y mi rostro fue un reflejo de ella, te preocupaste, me dijiste que esto era necesario, seguiste con los besos, jugando con tus dedos en mi interior.
Tenía un poco miedo pero sabía que no me harías daño, con el paso de los minutos me fui dilatando, comencé a gemir alto que pensé que tus vecinos podrían escucharme, tan feliz y extasiado estaba que te pedía que entraras en mí. Ante mi petición no esperaste más y te volviste a acomodar sobre mí, me besaste y comenzaste a entrar, sentí un gran dolor y ocasionado que de mis ojos salieran lágrimas, en ese mismo instante comenzaste a besar mis ojos, a lamer cada una de esas gotas que salían de mí, dedicándome palabras bonitas que fueron distrayéndome y así sin darme cuenta terminaste de entrar, sentía que en mi interior como pulsaba tu miembro, lo caliente que esta estaba y como mis propios músculos lo apresaban, reforzando esa unión entre los dos…
No podía con todas las descargas eléctricas que mi cuerpo experimentaba, todo mi sistema nervioso era un caos, la adrenalina y la hormona de placer que corría en mi sangre quería continuar, así que comencé a moverme, entendiste y las embestidas no se hicieron esperar, primero lentas tornándose en unas cada vez más rápidas y certeras en mi próstata, te pedía más y más, porque en ese punto magnifico en el que me dabas, mi cuerpo se entregaba a la locura del sexo sin control, no era algo racional y que en sano juicio haría, pero eso solo lo sabrías tu amor, mi lado salvaje solo despertara y será para ti.
Éramos uno sin lugar a dudas, cuando ya estamos en el máximo clímax, yo me vine entre nuestros abdómenes… tus diste dos o tres estocadas más y te corriste, sentía como lentamente mi interior era llenado. Para mí fue la sensación más hermosa porque era el significado de que por fin en cuerpo y alma era tuyo. Después de eso fuiste saliendo de mí, tu respiración era igual de agitada y los dos sudados nos abrazamos y nos dimos un beso más tierno, me recostaste en tu pecho y acariciabas mi cabello y me dedicabas frases de amor…Quería que esa noche se quedara en detenida en el tiempo, debido a que mi otra mitad me amaba y adoraba de la misma manera.
Lo que más me sorprendió que luego de descansar, me tomo de las caderas para pegarme a él, estábamos de espaldas, apoyo su cabeza en el espacio de mi cuello y me susurro al oído:
-Mi Bummie esta noche no ha terminado…
No lo podía creer, él estaba de nuevo listo para seguir, mi cuerpo reacciono inmediatamente y se dejó hacer todo lo que quería su dueño, la noche y el amanecer fue largo pero grato porque descubrí muchas cosas de mi cuerpo que solo Jonghyun podía explotar…Ese hombre me volvió un amante del Sexo…
A partir de esa noche, hemos tenido más entregas de amor igual de maravillosas y de las cuales siempre sacamos el máximo provecho, adoro ser tuyo y no me arrepiento de amarte…Mi vida….Mi otra mitad…
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Ya dos años contigo Jonghyun, lo mágico, especial e inigualable que he vivido no tiene comparación, eres el sol de mi vida dependo de ti, pongo mi vida en tus manos al igual que mi corazón…
La luz en mi oscuridad y soledad fuiste y eres tú, yo por nada del mundo te dejare y por eso puedo decir que:
“YO SOLO QUIERO ESTAR CONTIGO”….TE AMO KIM JONGHYUN…
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FIN POV Kibum
Pensamientos inexplicables y hermosos de uno de los amantes, que lentamente fue cerrando sus ojos para descansar en la protección del ser al cual le da todo lo mejor de sí y que sabe que siempre estará a su lado, luego de un día más en que comparten y disfrutan de compañía, sellando su amor con un beso y riendo, para de nuevo partir a su hogar.
Fin