Ya no puedo quedarme callada, mi vida sufre. Cada día la ceo más lastimada, y con mas color rojo solo por defenderme. No quiero más eso. La amo demasiado, aunque ella a mi no- pronuncié antes de dormir a su lado.
No puedo creer el tiempo que llevamos en esta cárcel, cada día una cosa más nos quitan. Por suerte, nunca, a mi ni a Valeria, nos quitaron un pedazo entero como nuestra pierna, brazo, ojo y, porque no, el cerebro.
Ellos son capaces de cualquier cosa con total de conseguir la niña perfecta, o eso creemos. Siempre nos hacen pedir para que se cumpla su ideal cuando comemos la sopa.
Pero hoy no fue el mejor día, hoy me toco a mi. Me sacaron un pedazo de pierna, me dolío mucho que empecé a llorar pero en ese momento ella interrumpío. Mi amor había llegado a salvarme.
-Déjenla y sáquenme un pedazo a mi- dijo desafiandolo y sin dudar ni un poco en su tono de voz- yo sola le tocó su cuerpo
Yo no podía decir nada, solo lloraba por el dolor pero... lo siguiente... no se lo perdonare nunca. Un científico, el que me arranco mipiel le hizo un tajo pero yo no vi, me taparon los ojos justo. Solo escuche su voz gritando.
-Escúchame bien pendeja, vos dolo tenes buena piel y un cerebro muy avanzado, no te creas que te salvaras. Te destrozaremos y te haremos comer los ojos de tu amada, ¿o me equivocoque la amas? Asi que no te quejes o la asesinare de la forma más cruel, sin dejarte una parte para que la recuerdes- le susurro a Valeria, lo cual yo escuche pormi gran capacidad de oír.
-Chicos lleven a V2 a su habitación junto a M10 y dejenles unas venda. AHORA.
-Si señor- dijieron con miedo en su voz.
Nos dejaron en nuestra habitaciones y me sacaron las vendas, pude verla.
Tenía un tajo que le recorría toda la frente, era perfectamente recto y un poco profundo. Yo comencé a llorar, no podía verla así...yo... yo la amaba demasiado.Aparte nuestra promesa... ya un poco vieja.
Me acerque a ella para vendarla cuidadosamente
Solte un ¿te duele? se mis labios entre lágrimas ya que sentí su mano tomando fuertemente mi vestido.
-Cla-claro que...-una lágrima cayó de sus mejillas- claro que si... me duele mucho -dijo llorando mas fuerte.
Nunca la había visto llorar, en estos 14 años juntas nunca en mi vida vi caer una lágrima... pero yo no lo iba a permitir.
Me acerque a su cara y lamí cada una de las lagrimas que rozaban sus mejillan, ella solo se sonrojo.
-No llores, todo estará bien. Saldremos vivas de esto. No dejaremos que los científicos malvados nos conviertan en sus muñecas. Además nuestra promesa, ¿recuerdas?- observe hacia arriba instintivamente- Era un día con mucho sol, nos la pasamos jugando con los vecinos.
-Entonces una te empujo por error y caíste al suelo raspando tus rodillas. No parabas de llorar, te veías tan tier... indefensa.. eso-dijo casi gritando.
Me sonroje un poco por lo que iba a decir pero proseguí- si pero pare de llorar, tu me calmaste dándome muchos besos como estos- le beso la herida de hoy- y este-le bese la herida de días atras.
-Nunca me olvidare de eso-dijo con un leve sonrojo- pero luego empezo a anochecer y nosotras nos fuimos a otro lugar ya que ese día nuestros padres durmieron todo el día.
-Ajam, llegamos a un lugar cerca del puerto. Estaba lleno de estrellas algo que nunca vimos hasta esa noche pero había una que era especial.
-Tu estrella-dijo valeria con una sonrisa- una que siempre irradiaba una luz llena de felicidad. Dormimos allí protegida por su luz pero cuando la estrella desapareció todo se oscureció.
Comencé a sollozar- nosotras corrimos a casa pero ella ya no estaba, en su lugar solo había fuego... y manchas de sangre...y ellos... con sus motosierras... y nos secuestraron junto a todas las niñas.... y ahora estamos aquí... sin ver la estrella desde el 18 de junio... el día de mi cumple.
Se acerco a mí y me abrazo, yo correspondi y no pare de llorar amargamente. Casa una de mis lágrimas representaba cada estrella, pero ella no lloro. Aunque le produjo un trauma que nunca olvidamos, nunca derramo una lágrima por ese día... y la admiro por eso.
Y en ese momento hicealgo que me arrepieto mucho pero nunca me sentí tan feliz en esa cárcel, uní mis labios junto a los suyos en un calido beso. Que sabia a nuestras lágrimas.