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El amor nace en invierno por girlutena

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Notas del capitulo:

>.<!!!!!

leeemoon!!!! *-* 

Habían pasado ya unos días donde Sasuke había sacado a naruto de aquel lugar, en contra de su voluntad. Pero a él no le importaba, no iba a dejar por nada que el menor pasara por eso otra vez.


Sabía que naruto se sentía incómodo viviendo con ellos. Pero aun así, la pequeña Chiyo, había empezado a llamarlo “nii-chan” y Hidan lo trataba con un amor fraternal al igual que Itachi.


Aunque por su parte, tenía que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no "saltar" encima del rubio.


El moreno lo acompañaba todos los días –sin falta- a la escuela y se regresaba con él, pasando por el trabajo de medio tiempo del blondo a esperarlo en una de las mesas, terminando sus trabajos, a veces shikamaru y Gaara se les unían y otras solo iba él.


Los golpes del doncel iban desapareciendo poco a poco, quedando en tan solo moretones superficiales, la sonrisa que ahora mostraba era llena de felicidad, pero aun así mantenía escondido algo más.


El rubio no le había querido decir quien le había hecho aquellos golpes, aun mas que le hubiese insistido el menor siempre le cambiaba de tema.


Pero Sasuke no se había quedado con los brazos cruzados, tenía una vaga idea de quien lo había hecho.


Conocía el carácter de Hiashi Hyuga y gracias a Shikamaru se había enterado de la golpiza que este le había propinado a Neji.


Aunque también conocía el carácter del ojiperla y  estaba casi seguro que este había sido el culpable de los golpes hacia Naruto.


 


Naruto llegaba con otra taza de café pasado sin azúcar para el moreno, poniéndola con las manos temblorosas en la mesa, sin manchar los papeles del mayor, como hizo la primera vez.


-No…no me mires así…


-¿Así… cómo? –Los ojos brunos del mayor brillaban con emoción al ver lo nervioso que ponía al menor, mostrándole una mirada un poco pervertida acompañada de una sonrisa “inocente”.


-… ¡teme! –El moreno sonrió, soltando una pequeña risa que hizo que el doncel se sonrojara e inflara sus cachetes, haciéndolo ver tan –tierno- vio como Naruto se alejaba “molesto” para atender otras mesas.


El mayor lo miraba desde lo lejos, dándose cuenta de que el cuerpo del menor iba cambiando poco a poco, haciéndolo ver, cada vez más “provocativo”. Tal vez el rubio no se daba cuenta de esto, pero a veces con su actitud, le hacía “perder las cordura”.


Cuando el menor termino su turno en el pequeño restaurante Hebi, salió con su uniforme, despidiéndose del dueño, un hombre un poco más mayor, era el que se encargaba de preparar la comida, junto con su nieta. Chiaki, una joven muy bonita, con su cabello largo y castaño.


-Hasta mañana, naruto-chan, sasuke-kun. –Los dos jóvenes se despidieron, saliendo del local, el doncel subió el cierre de su abrigo o mejor dicho del abrigo que Sasuke le había prestado y él nunca se lo devolvió.


-Sasuke… ¿A dónde vamos? – Naruto se había dado cuenta que estaban hiendo por otro camino pero decidió no decir nada, la mano del mayor, tomo entre sus dedos su delicada mano, guardándola en el bolsillo de su saco.


Llegaron a una zona residencial, donde había un enorme parque, lleno de juegos para niños y bancas muy bien distribuidas, en medio del gran jardín se alzaba un hermoso pino, lleno de hermosas luces de colores.


El encargado, un hombre que llevaba sus cabellos blancos amarrados en una coleta baja, mientras sus ojos color caramelo apartaban un viejo libro, los saludo amablemente cuando ingresaron a la zona.


-Te tengo una sorpresa…bueno…no sé si te gustara, siempre puedes rechazarla ¿sí? –El moreno en ningún momento había volteado a verlo, pero caminaba a su costado, subieron en el ascensor y el moreno presiono el número 10.


Sasuke se adelantó abriendo el departamento número 110. La última en el edificio.


Naruto se quedó en el umbral, observando asombrado el interior del departamento, las paredes de un color marfil con las cortinas largas, dándole un contraste con el negro, al igual que los sillones, en forma de L y otro de 3 piezas, de cuero negro, con una pequeña mesa de vidrio en medio de estas, con el piso de madera, le daba una sensación de calidez.  


La cocina era tan impecable, la cerámica de cuarzo blanco, con la estantería de madera de roble, con un diseño algo antiguo, casi era tan grande como la sala.


Naruto no se había dado cuenta que había caminado embelesado por todo el departamento, cuando busco al azabache, quien se había quedado de pie en el umbral, mirándolo como recorría el departamento.


-Esto…


-Al fondo están las habitaciones, ve a verlas. –El azabache empujo al doncel, a una de las habitaciones, las paredes eran blancas, también con las cortinas negras y largas, se encontraba casi vacía, tan solo contaba con una cama de 2 plazas una pequeña mesa con una lámpara de lava y el closet empotrado, había una puerta cerrada, que muy posiblemente conducía al baño.


-Al costado hay otra habitación, no es muy grande como esta, pero puede servirte como tu estudio. –El doncel abrió sus ojos, mirando al varón –bastante sorprendido-


-Yo…pero…esto…y tú


-Yo tengo mi propia habitación que está al otro extremo del departamento. –Señalo el moreno, detrás de la sala. –Además estoy buscando a alguien para alquilárselo y como tú trabajas pensé en ti.


-Pero... Esto debe valer una fortuna-ttebayo


-Hagamos algo…tú puedes encargarte de la limpieza y la comida…también puedes decorar como quieras y yo…me encargo de la luz y el agua.


-Yo…pero ¿qué dirá Itachi-nii?


-Hable con él y no está de acuerdo en que te vallas, pero si te sientes cómodo viviendo aquí…además, de todas maneras Itachi vendrá a pasar la mayor parte del tiempo contigo y la pequeña Chiyo.


-De verdad… ¿puedo? –Sasuke abrazo al doncel, aspirando su aroma, lo necesitaba y lo iba a extrañar ya no verlo en su casa, pero ahora podría venir aquí y tenerlo para él solo –sin que Itachi interrumpiera- naruto paso sus brazos por el cuello del mayor, siendo levantado del piso.


 


Las semanas pasaban y los días se iban volviendo cada vez más fríos, pero para el doncel se iban volviendo cada vez más cálidos a lado del azabache.


A naruto le parecía raro que los maltratos hayan disminuido, tan solo, ahora era ignorado, pero a él ya no le importaba ya que todos los días veía al moreno –a veces-junto con sus amigos en la puerta de la preparatoria esperándolo.


Naruto le había preguntado al moreno lo que había pasado con su reunión con el jefe de la familia Hyuga, pero este siempre le evadía con respuestas banales.


Y la verdad era que Shikamaru se había encargado de hablar con el “patriarca”, mientras él se encargaba de hacerle entender –de una manera no muy convencional- a Neji de que nadie tocaba lo que le pertenecía.


Al final se había enterado de que Neji yacía en cuidados intensivos, para luego de unas semanas trasladarse a Noruega, donde al parecer tenía negocios con su prima Hinata.


Pero claro que no podía decirle al doncel, que lo había tenido “secuestrado” mientras que se le ocurrían nuevas maneras para torturarlo.


Claro que no podía decirle eso.


El moreno iba a recoger todos los días al rubio al departamento, para ir a clases, al principio no se acostumbraba a ver “demasiado” color en el departamento, pero luego con aquel aroma a canela que llenaba la estancia, lo hacía relajarse, el doncel siempre cambiaba las flores antes de que estas se marchitaran, abriendo todos los días las cortinas, para que la poca luz entrara iluminando todo a su alrededor.


 


Ese día había empezado con una fuerte nevada, haciendo que el menor se acobijara aun mas en todas las frazadas que tenía, oculto su rostro debajo de estas, cuando su alarma empezó a sonar con ese estruendoso sonido.


Obligándolo a ponerse de pie, para apagarlo e ingresar a la ducha, llenándola con el vapor del agua caliente. Para vestirse con su uniforme y llevar puesta la casaca y el gorro del moreno, que poco a poco se iba notando como envejecían, pero aun así el menor no quería ni pensaba desecharla.


 


 Naruto salió corriendo del edificio de su escuela, encontrando como siempre la moreno en la puerta, el rubio sonrió para sus adentros, corriendo más rápido, para saltar al cuello del mayor.


-¡Teme! –Si Sasuke no hubiese tenido rápidos reflejos, hubiese caído junto con el doncel al duro cemento.


-¡Dobe! No hagas eso. –Pero parecía que el rubio no le escuchaba o no le quería prestar atención.


-Naruto-kun, hoy fue tu último examen, ¿verdad?


-¡Así es, Gaara-sempai!


-¡Bien!, ¡vallamos a comer, tengo tanta hambre y tanto sueño!


Sasuke bajo al doncel, soltándolo de su abrazo protector para empezar a caminar de la mano con él, naruto ya se había acostumbrado a las constantes peleas entre los mayores, riéndose de su actitud, también había conocido a Lee y a Temari.


Al parecer el doncel-pelirrojo, sentía cierta atracción por el “cejotas” llamado así por el Nara y también conoció a Temari, la hermana mayor del doncel. Era una mujer muy hermosa y algo ruda, pero aun así muy amable, sus cabellos rubios amarrados en unas coletas con sus ojos oscuros, tenían al perezoso de shikamaru atraído hacia ella.


Los jóvenes entraron al pequeño restaurante donde naruto trabajaba, pero esta vez a celebrar que al fin había empezado las vacaciones de invierno.


-¿Cómo te fue en tu examen?


-¡Bien-ttebayo! El exámen de economía estuvo algo complicado, pero lo llevo bien.


-Eso lo dices ahora…espera que empieces la universidad. –Shikamaru coloco sus brazos en la mesa, ocultando su rostro en ellas.


-¿Y qué es lo que piensas estudiar, Naru?


-Hm…pues…arte


-¿Arte? –El menor agacho su cabeza un poco entristecido por su elección, sin ver la sonrisa emocionada del pelirrojo


-¿Tienes algún boceto?


-Si vieras el departamento, Gaara. Está lleno de todas sus hermosas obras.


-¡Teme!


-¿qué?, es verdad, Dobe


-Shikamaru, escuchaste eso. Tenemos que ir. A Kankuro le encantaría comprar una de tus obras, Naru-chan.


 


Después de comer, Sasuke llevo a Naruto a la cita que tenía pendiente con karura, ese día le iba a entregar unos resultados de sangre y hacerle unos que otros exámenes de rutina.


Naruto se encontraba arreglándose la ropa, mientras que karura, escribía algunas notas en el historial del doncel.


-Naru-chan. ¿Puedes decirle a Sasuke, que pase? –El menor salto de la camilla acercándose a la puerta. El moreno se encontraba dando vueltas en el pasillo con sus manos cruzadas en su espalda.


-Sasuke… ¿Puedes pasar?


-¿Karura-san?


-Sasuke, ¿Cómo esta Ita-chan?


-Hm…él está bien, cuidando de Chiyo y de la empresa… y como siempre haciéndole la vida imposible a Hidan.


-Pobre Hidan, pero después que Itachi lo hizo sufrir, consiguió lo que quería. –El doncel mayor tomo el historial del rubio, mirándolo con una mirada seria.


-¿Está todo bien con naruto?


-Sasuke, te voy a preguntar esto como doctor ya que puede ser un poco incómodo ¿Ya han tenido relaciones?


El moreno puso sus ojos en blanco, e inconscientemente guardo la respiración, por otra parte naruto no estaba para nada mejor, se había puesto tan rojo como un tomate, sintiendo su rostro arder.


-Ahm…bueno…no ¿Por? –El moreno tomo un poco de aire para recomponerse, sin mirar al rubio.


-Bueno, Naruto está en la etapa en la que tiene más posibilidades de salir embarazado, si es que no toman las precauciones debidas y como tú eres su pareja, recuerda que…


-Lo sé…lo sé… también depende de mí.


-Bien, espero que lo hallas entendido. –El moreno trago grueso al recibir la mirada fría del doncel mayor. -Bueno, Naru-chan, solo sigue tomando tus vitaminas y a tener una vida sana. –El mayor sonrió al ver la actitud infantil del menor, al sonrojarse al extremo, tan solo por recibir su mirada.


Sasuke había llevado a naruto al departamento después de la consulta, aun el doncel no decía nada, mas que monosílabos o movimientos de la cabeza.


El doncel se había encerrado en el baño para refrescarse un poco, el tener al Uchiha muy cerca de él por todo el día y aun mas con el comentario del doncel mayor, no le ayudaba con sus pensamientos, abrió la ducha de agua caliente, llenando todo el baño con el vapor.


Por otro lado Sasuke se encontraba en la cocina, antes de llegar habían pasado por un pequeño supermercado, prometiéndole al doncel que esa noche iba a preparar la mejor pasta, pero no podía concentrarse.


El saber que su doncel estaba dándose una ducha, tan solo pensar en las gotas recorrer su fino cuerpo o el jabón pasar por todo el largo de su…y en ese momento el moreno golpeo su frente con la puerta del refrigerador, necesitaba sacarse esas ideas de su cabeza sino quería asustar al menor.


Cuando Naruto salió del cuarto un aroma a almendras llego hasta la cocina, Sasuke se encontraba sirviendo la comida en los platos y naruto se sentó en la mesa, emocionado.


Naruto le conto sobre su nueva pintura, el doncel tenía algo que no dejaba que nadie –ni siquiera él- vea una de sus pinturas antes de estar terminada, según el doncel era algo de –mala suerte- pero aun así sus pinturas se vendían muy bien en pequeñas galerías y en algunos empresarios –amigos de Itachi- que se enamoraban de aquellas especiales pinturas.


Sasuke lo veía con tanta admiración, sus cabellos rubios, caían aun mojados por sus hombros, sus ojos –aquellos ojos- azules brillantes  grandes, reflejaban lo emocionado que se encontraba y aquella sonrisa, que le enamoro la primera vez que lo vio.


-¡Teme!... ¿me estas escuchando? –Sasuke reaccionó y vio como naruto hacia uno de sus típicos mofletes.


-Lo siento, amor. Me perdí en tu melodiosa voz y en sus hermosos ojos. –El doncel se sonrojo ante esto, y para el moreno le pareció de lo mas tierno, en ese momento tan solo quería abrazarlo y llenarlo de besos….en la cama.


Naruto recogió la mesa, mientras que Sasuke lavaba los platos.


El doncel se sentó en la barra que estaba detrás del moreno, viendo la espalda de este, recordando cómo había empezado su relación, su primer beso y como el moreno había empezado a tocarlo cada vez un poco más.


El –desvergonzado- de Itachi, le había contado su primera experiencia que tuvo con Hidan antes de casarse. Ese día al menor se le habían subido todos los colores a la cara y después de eso, lo peor no era no poder dormir, sino el de imaginar desnudo al moreno.


¿Si se veía tan fuerte con la ropa puesta como se vería desnudo?


-yo también quiero tocarlo. –El doncel se avergonzó por sus pensamientos, el tener el cuerpo firme y desnudo del moreno encima suyo, mientras que sus finas manos recorrían todos los músculos que este escondía detrás de sus ropas.


 


 


Después de que Naruto fuera al baño a mojarse la cara con agua fría, encontró al moreno poniendo una película en el gran televisor pantalla plana, que se encontraba sobre la pared.


El cuerpo del doncel se encontraba entre las piernas del moreno, habían apagado todas las luces y se habían sentado en el piso para ver The Amusement. Naruto apoyó su espalda en el pecho del mayor, mientras que tapaba sus ojos con las manos del varón. Sasuke apoyaba su quijada en la cabeza del doncel, aspirando su fresco aroma.


Naruto se removió en los brazos del moreno, intentando no ver la sangre que salía del cuerpo de las tres chicas, volteó su rostro, para ver el adormilado rostro del mayor. Inconscientemente  delineo suavemente el contorno de su quijada, sintiendo como la pequeña barba que crecía raspaba sus dedos, lentamente acerco sus labios, hacia los de él, dándole un tierno beso, cuando se alejo pudo ver esas dos esferas carbón que lo miraban divertido, haciendo que su rostro empezara a arder.


Sasuke lo tomo entre sus brazos, haciendo el beso aún más profundo y pasional, recorriendo con su lengua aquella pequeña cavidad del menor, Naru intento seguirle con un poco de timidez, estremeciéndose con todas esas nuevas sensaciones.


El rubio pasó sus brazos por el cuello del mayor, mientras inconscientemente abrazaba la ancha cintura con sus piernas, soltando un leve jadeo al sentir la creciente erección del moreno, sintiendo a la vez un calor debajo de su vientre.


Sasuke se puso de pie aun con el rubio abrazado de él, llevándolo a su habitación, recorriendo el largo de su cuello con besos húmedos, dejándole una cadena roja de marcas -para que nadie lo mirase, porque el menor era solo de él- lo coloco suavemente sobre la mullida cama, escondió su rostro en el suave cuello del doncel, sintiendo como este jugaba con sus mechones azabaches.


-Sa…Sasuke yo…


-Ya no puedo más, Naruto. Te necesito…pero no deseo dañarte. –El menor tomo el rostro varonil entre sus suaves manos, dándole un tierno beso en la punta de la nariz.


-No podrías dañarme, teme…yo también te necesito. –Los ojos azules del doncel se empezaron a nublar por la excitación, que corría por todo su cuerpo, haciendo que la cordura del mayor dependiera de un hilo, robándole el aliento en un sofocante beso.


Sasuke pasó sus manos por debajo de la fina camiseta del doncel, tocándolo por todas partes, tuvo que despegarse de sus labios y el rubio gruño por esto, tan solo por unos segundos, mientras el moreno le quitaba la prenda.


Veía con ansias como los pequeños y rosados pezones los rubio crecían excitados, paso su lengua por uno de ellos, para luego chuparlo con gula, mientras que su otra mano acariciaba el otro pezón.


Naruto se estremecía antes estas caricias, no sabía cómo hacerlo, pero él también quería hacerle lo mismo al azabache, con sus manos temblando, las coloco sobre la camisa azul marino e intento desabrocharla.


El moreno sintió esas manos tan cálidas intentado tocarlo, se separó de los suculentos pezones, mirando con picardía el enrojecido rostro del menor, quitándose ante la vista del menor su camisa, dejando ver aquel cuerpo, tan perfecto y varonil.


Los ojos del menor recorrían embelesados sus abdominales, Sasuke beso una de las manos del doncel, colocándola sobre su pecho.


-Vamos, tócame. –Aquel ronco susurro le hizo estremecer, sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, el menor se acercó, acariciando el pecho del mayor, para luego llenarlo de besos.


No sabía cuándo ni cuánto tiempo había pasado, pero Naruto se encontraba sobre el mayor, besando el cuerpo del moreno. Sasuke llevo sus inquietas manos al botón del pantalón del menor, haciendo que este se levantara de su pelvis para sacárselo.


Nuevamente Sasuke se posiciono encima del menor, viendo admirado como la erección se alzaba por debajo de la ropa interior, alzo su rostro para ver a su novio.


Acercándose suavemente a su oído, besando el lóbulo derecho, mientras que Naruto se cubría su rostro con sus manos.


-Déjame verte, déjame oírte, déjame complacerte.


El menor poco a poco fue quitando sus manos, dejando aquellos ojos nublados por la lujuria, su rostro enrojecido y sus labios hinchados. El mayor sonrió prepotente. Para acercarte a la erección del doncel, despojándolo de su ropa interior.


Recorriéndolo de pies a cabeza, acaricio con sus manos los mulos calientes, repartiendo besos por todo aquel cuerpo desnudo, llegando a su erección, dándole besos por toda su longitud, metiéndoselo a la boca, recorriéndolo con su lengua.


Naruto se sentía desfallecer, removiéndose debajo del cuerpo del moreno, apretando las sabanas con sus manos.


-Yo me…yo me… -Y antes de que terminara, se corrió en la boca de Sasuke, su corazón aun latiendo desbocadamente, sus ojos apretados.


El mayor se acercó, para llenarlo de besos y darle de probar su propia esencia, el menor abrió sus nublados zafiros, tocando el rostro del mayor.


-Yo quiero…hacerte lo mismo


-Naru…no es necesario. –Pero el doncel no le escucho, pasando por encima del mayor, apoyándolo sobre la cama, mientras él se subió desnudo, desabrochando el pantalón del mayor, batallo para sacárselo, poniendo sus ojos en blanco al ver la prominente erección que luchaba para salir de los interiores.


El rubio trago duro, sacándoselos. Sus ojos brillaban con cierta emoción, su pecho subía y bajaba, llevo sus manos inquietas al miembro ya erecto, para repartirle suaves besos y se aventuró a darle una pequeña y suave mordía en la base del miembro.


Sonrió complacido al escuchar el fuerte jadeo que soltó el mayor. –Le hacía muy feliz ser el causante de eso- siguió chupándolo y rugió frustrado cuando el mayor lo separo de su nuevo juguete.


-Lo siento, ya no puedo más. –El moreno cubrió nuevamente el delgado cuerpo del menor con el suyo, levándose tres de sus dedos a la boca del menor, este los chupo con gula, al igual como estaba haciéndolo con el gran miembro.


A Sasuke le empezaba a doler, sentía que su miembro podría explotar en ese momento, saco sus dedos de ahí, para luego besarle y susurrarle palabras llenas de amor.


Beso y chupo el pequeño agujero donde tendría que entrar, le lleno de amor, metiendo su lengua, escuchando los fuertes jadeos del menor, luego metió un dedo.


Naruto cerró fuertemente sus ojos, arrugando las sabanas. Pensando que si así dolía solo –un dedos!- como se sentirá el miembro dentro de él.


Cuando menos se dio cuenta ya tenía los tres dedos del mayor dentro de él, dando vueltas y abriendo camino. Ya no se agitaba mucho, ahora tan solo anhelaba más contacto. Rugiendo cuando Sasuke los saco de ahí, para darle un suave beso.


-Si te duele mucho, puedes abrazarte de mí. –Naruto sintió como la punta del miembro era puesto en aquel agujero, sintiendo como se abría camino hacía su interior, poco a poco lo fue teniendo a dentro, pero aún faltaba, solo era la mitad.


El doncel se abrazó del cuello del mayor, haciendo que Sasuke lo penetrara con fuerza, aruño los hombros del mayor, cerrando sus ojos, sintiendo su respiración cortarse, los suaves besos que repartía el moreno en su cuello le hicieron olvidarse por un momento del dolor.


-No…no te muevas. –Sasuke se sentía desfallecer, el interior del doncel, se encontraba tan apretado y húmedo, le hacía enloquecer. Sabía que si lo empezaba a envestir lo iba a dañar, intento regular su respiración perdiéndose en el aroma del menor.


Pero el doncel parecía no ayudar, tan solo fue un leve movimiento y el mayor lo apretó a un mas en su pecho.


-¡No te muevas! –Naruto, se sentía mal. Quedándose inmóvil, pero su cuerpo empezó a convulsionar levemente, llamando la atención del mayor. Sintiendo como su espalda chocaba con la almohada.


-¿Te duele?... ¿quieres…quieres que lo saque?


-Yo…tú…no te hago sentir…bien. –Las lágrimas bajaban por el rostro del doncel, Sasuke sintió algo en su interior, abrazándolo.


-Naru, me estás haciendo perder la cordura…y si te digo que no te muevas…es para no dañarte.


-Pero tú no me dañas…yo quiero sentirme. –el doncel paso su mano por el rostro del mayor, besándolo, sintiendo con el miembro en su interior empezaba a palpitar.


Sintiendo como era alzado nuevamente, arañando la espalda del mayor, mientras que este lo embestía con fuerza, Sasuke paso una de sus manos para acariciar el miembro del rubio, quien pedía atención urgente.  La voz del menor le hacía perder la cordura, aquella voz susurrando su nombre, con amor y excitación.


Sasuke lo volvió acostar en la cama, sintiendo como las uñas del menor se clavaban en su espalda, mientras naruto se corría entre los dos vientre. El interior del menor empezó a apretarlo, una, dos, tres estocadas más y se corrió en el interior del menor.


Naruto sonrió levemente, sintiendo como le espesa y caliente esencia del mayor le llenaba, recibiendo el cuerpo del moreno que cayó encima suyo, sin lastimarlo, acariciándole los brunos cabellos, sintiendo como era abrazado por los fuertes brazos del Uchiha, sintiendo como el moreno repartía besos sobre su corazón palpitante.


Sasuke se separó lentamente de su rubio, sacando su miembro del interior, viendo con emoción como su semen salía a borbotones del interior…con un poco de sangre. Abrió sus ojos al máximo al recordar  lo que le había dicho Karura. -¡Es virgen y él no se había cuidado!


Pero el rostro apacible del menor le hizo calmarse, él no se arrepentía de nada y hace mucho tiempo que había decidido formar su familia con SU rubio.


Se volvió acostar, abrazándolo protectoramente entre sus brazos, sintiendo el suave compás del corazón del menor.


Y con una sonrisa se dejó caer en el mundo de los sueños.

Notas finales:

Bueno bueno aquí esta el lemon.....es el primero que escribo...asi que....me gustaria saber que tal les parecio -.-

:3


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