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El amor nace en invierno por girlutena

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Notas del capitulo:

!!!! no se que poner aquí u_u <.<

El timbre sonó dando por terminado las clases del día, la mayoría de chicos salieron de los salones causando bullicio en los largos pasillos.

Naruto guardo su última carpeta en su mochila y salió del salón con algo de prisa, no quería encontrarse con nadie, temiendo llegar tarde a su trabajo y ser despedido.

 

El bullicio era insoportable con palabras indescifrables,  los mas jóvenes aplaudían por cada golpe que daban, las chicas junto con algunos donceles, se acercaron ansiosas para ver la pelea. Mientras que eran vistos por tres pares de ojos, sin darse cuenta.

Poco a poco se fueron abriendo espacio en todo ese grupo de jóvenes y los que gritaban e insultaban poco a poco fueron callando.

El moreno se detuvo de golpe, abriendo sus ojos ónix y arrugando su ceño, apretando fuertemente sus manos volviéndolos en puños, viendo como un mocoso pateaba y golpeaba las costillas del pequeño doncel, no cualquier doncel, sino, aquel que conoció ese mismo día.

-¡Hyuga! – La voz áspera y gruesa del moreno se hizo escucha potente por todo el patio, haciendo exaltar el cuerpo del pelinegro.

El joven volteo sintiendo su cuerpo temblar levemente al ver los ojos y los puños del mayor, que se iba acercando lentamente hasta él.

Tan solo un golpe, pero necesitaba descargar todo lo que sentía en ese momento, el cuerpo del menor golpeo fuertemente con el piso de cemento, mientras que su labio sangraba, dejándole un fuerte dolor en la mandíbula.

Sasuke se arrodillo al frente del doncel, quitando los mechones rubios de su rostro, limpiando las lágrimas que surcaban su bello rostro, intento tomarlo de los brazos, pero se dio cuenta que estos abrazaban fuertemente su gorro de lana y ahí se dio cuenta que no traía su casaca, el azabache miro por el lugar, fijándose que su esta estaba tirada cerca de unos matorrales.                                                                                       Le hizo una seña a Gaara y este se la trajo, poniéndoselo en los hombros al rubio, el moreno lo cargo en sus brazos, pasando por todos los chicos que lo miraban con asombro pero antes se acercó al ojiperla.

-Hablare de esto con tu padre y ya se debe ir olvidando del préstamo. –El mas joven levanto su rostro que reflejaba su temor, mas por lo que le vaya a ser su padre al enterarse de esto.

Los 4 chicos llegaron a la clínica donde el Oto-chan de Gaara era jefe de emergencia. Llevando al doncel a una de las salas para pasar una seria de pruebas.

El moreno se sentó en una de las sillas de metal, cerrando sus ojos, intentando que ninguna de esas perturbadoras imágenes llegara a su mente. –Ahora no, en estos momentos mi prioridad es aquel doncel- se repetía una y otra vez el varón. El pelirrojo le extendió un vaso descargable con café de la máquina.

-Este doncel… ¿era él de que hablabas hoy? – el moreno apoyo su rostro cansado en el hombro de su amigo, cerrando los ojos, suspirando cansado.

Las imágenes llegaban como pequeños flashes, aquel accidente que le cambio la vida, la de él y la de su hermano. Viendo a sus padres en aquel auto, destruido en dos partes a mitad de la oscura y fría carretera y él en medio de los brazos de su madre.

Sasuke abrió rápidamente los ojos, irguiéndose en la silla metálica, sintiendo un dolor punzante en su cuello, sobando con los dedos sus párpados cansados, los pasos de karura se hicieron presentes en el pasillo vacío. Los 3 chicos se pusieron de pie inmediatamente, viendo la cara seria del doncel.

-Este doncel… ¿Dónde están sus padres?

-Papi…no, no sabemos nada de ellos.

-Karura-san. ¿Cómo está? – El doncel suspiro, cansado, conocía al Uchiha desde que su hijo apenas era un bebé y sabía que al Uchiha odiaba los hospitales y que se volvía más exasperante cuando estaba preocupado por alguien cercano.

-Sasuke-kun. El doncel se encuentra dormido. Hemos revisado sus órganos vitales y milagrosamente todo se encuentra en orden.

-Papi… ¿Cómo que “milagrosamente”?

-Pues los golpes que ha estado recibiendo han dejado marcas en su cuerpo, al parecer esta no es la primera vez que sufre de un ataque como este.

-¿Puedo pasar a verlo? – El mayor asintió leventemente indicándole el cuarto privado del menor, en unos segundos cuando el moreno desapareció, se volvió a voltear a ver a su hijo y a shikamaru.

-¿Y ?... ¿Alguien me va a explicar esto?

-pues parece que cupido flecho a nuestro amigo.- el mayor río por el comentario del pelinegro, volteando a ver a su hijo.

-Cierto Gaa-chan. Lee-kun y Temari, se encuentran en pediatría. – el mayor sonrió al ver el sonrojo de su menor hijo mientras veía como shikamaru lo jalaba hacia pediatría.

 

Sasuke ingreso a la blanca y casi vacía habitación, jalando una silla de metal al costado de la camilla, donde el delgado cuerpo del doncel era cubierto  por las pulcras sábanas, acaricio los suaves cabellos del doncel que caían desordenados sobre la almohada, el rastro de sangre que había en su rostro ya habían sido limpiados.

Tomo un paño húmedo para colocarlo sobre la frente del menor, cubrió su rostro con las delicadas manos del doncel. Después de unos minutos se acercó hasta la ventana, viendo el jardín donde los pequeños niños corrían jugando tras un pequeño balón, la tenue luz que intentaba alumbrar el día gris ya iba desapareciendo.

Su celular empezó a vibrar en su bolsillo, tomó la llamada antes de despertar al menor.

-Dime Itachi…

-¿¡Cómo que “dime Itachi?!... ¿¡Estás loco?!...Karura me acaba de llamar diciendo que estas en la ¡clínica!

-Itachi, hermano, no soy yo…vine a traer a alguien

-¿alguien? ¿Lo conozco?

-…pues no

-¿¡Cómo qué no?!  ¿¡Qué te pasa?! ¡Soy tu hermano mayor!...y no me cuentas nada.

Sasuke intento respirar para tranquilizarse, su hermano podía parecer un niño – la mayoría de veces- después de gritarle, siempre, siempre, terminaba en lamentos y lágrimas.

-Ita-chan. Recién lo he conocido hoy, te prometo llevarlo a la casa. ¿Sí?

-…prométemelo…

-Te lo prometo hermanito

-Está bien…entonces los espero…llámame cualquier cosa.

El moreno termino la llamada, cerrando la cortina, para acercarse nuevamente a la camilla, acariciando tiernamente la mano bronceada del menor. Un pequeño movimiento en la mano contraria le hizo voltear a ver el rostro.

Poco a poco el doncel intentaba abrir sus ojos, pero empezó a sentir unos dolores que lentamente iban desapareciendo por una tierna caricia, sonrojándose notoriamente por ver al mismo joven de la mañana, ahí al costado de él – sonriéndole- y acariciando su mano.

-Déjame llamar al doctor. – El moreno salió de la habitación, sin dejarle decir algo, pocos segundos después un doncel  de piel clara y sus cabellos de un color castaño claro, entro a la habitación seguida del moreno.

-Buenas tardes, pequeño. Sasuke, déjanos unos minutos a solas, mientras lo reviso. – El moreno salió de la habitación apoyando su espalda en las frías baldosas.

Después de tocar las zonas perjudiciales para un futuro embarazo y darle el visto bueno de que los golpes solo eran superficiales, pero aun así necesitaba descansar y una buena ración de vitaminas

-Bien. Cuéntame. –El mayor tomo asiento en la silla metálica, cruzando sus los dedos de sus manos entre ellos, viendo como las pequeñas manos del doncel arrugaban las finas sabanas del hospital.

-Yo… mi nombre es Naruto… Namikase Naruto, tengo 18 años y… vivo solo…

-¿y tus padres?

-…mi madre…nunca la conocí y mi padre…me abandono cuando era pequeño. –No se había dado cuenta que tenía un nudo en su garganta, impidiéndole hablar correctamente.

-¿Cómo entraste a la escuela Jinchuriki?

-…por una beca…yo… tengo un trabajo de medio tiempo…

-Naruto-kun, ¿sabes quienes te trajeron? –El menor negó lentamente aún sin mirar al mayor. -¿Quieres hablar con él? –Inconscientemente el menor se sonrojo y el mayor sonrió comprensivo, lentamente se puso de pie, desordenando los cabellos del menor, este le miro curioso con sus grandes ojos azules.

-Voy a dejarlo pasar, ya que ha estado pendiente de tu salud. –El mayor salió de la habitación encontrando al azabache con sus manos cubriendo su pálido rostro.                                                                                Karura acaricio los cabellos del moreno, haciendo que levantara su rostro, su mirada pedía alguna explicación.

El mayor se sentó al costado de este, apoyando sus codos en sus rodillas.

-Bien… los golpes tan solo han sido superficiales, ningún órgano ha sido lastimado, pero necesita demasiados cuidados, descansar, sus defensas están en lo más mínimo, necesita demasiadas vitaminas y comer lo mas saludablemente posible.

-¿Cómo es que sus padres…?. –Pero antes de que terminara de hablar el mayor le interrumpió.

-Él…vive solo…no conoce a su madre y su padre lo abandono

-Oh, por kami-sama!

Naruto se encontraba acostado en la camilla, con sus ojos abiertos mirando el techo blanco, como si fuera lo más interesante, apretó ligeramente las manos en la sábana al oír que la puerta se abría. Escuchando como unos suaves pasos se acercaban hacia él, luego el leve chirrido de la silla metálica en el piso lleno toda la habitación.

Pasaron los minutos y nadie dijo nada, mas, aquel aroma que tanto le había gustado invadió el cuarto, haciendo que sus músculos se relajaran.

-Esta noche, cuando karura-san te de alta…vendrás conmigo. –El mayor se había puesto de pie, acercándose a la ventana.

Las luces artificiales alumbraban el jardín, los niños ya no estaban ahí, mientras que poco a poco, empezaban a caer copos de nieve.

-yo…no quiero…ser una molestia

-No lo eres…es mas, mi hermano pidió que te llevase a casa. –Sasuke no  necesitaba voltear, ya que en la ventana se podía reflejar todos los movimientos del doncel, las manos arrugar la sabana, los mechones rubios cayendo sobre su rostro de un color carmesí.

La puerta se abrió abruptamente dejando entrar a Gaara junto con Shikamaru, el rostro del pelirrojo estaba del mismo color que su cabello, mientras que shikamaru se reía a carcajadas, sasuke volteo a verlos con el ceño fruncido, mientras que naruto se ocultaba bajo las sábanas.

-Gaara, shikamaru. ¿Qué pasa?

-¡Tú!, eres un ¡idiota! –El pelirrojo se lanzó a tirarle varios golpes al Nara, ante la atenta mirada del rubio y la aburrida mirada de sasuke.

El moreno decidió interceder por su amigo, pero tan solo recibió la fría mirada del pelirrojo.

-No te metas Uchiha

-Sé que quieres matarlo, pero no es el lugar adecuado. – Los dos chicos voltearon a ver hacia la camilla viendo como la curiosa mirada del doncel iba dirigido a ellos dos.  El rostro de Gaara empezó a arder de vergüenza al igual que la de Shikamaru.

Después de pedir un sinfín de disculpas, entre golpes e insultos por parte del pelirrojo hacia el Nara, Sasuke los boto de la habitación.

-¿Ellos…van a estar bien?

-Si…Shikamaru debió haberle jugado alguna broma a Gaara, pero no te preocupes por ellos. Por cierto mi nombre es Uchiha Sasuke.

-Yo soy…Namikase Naruto. El rubio le dio una hermosa sonrisa al sentir la caricia del mayor sobre sus cabellos.

Después de que sasuke pasara por la farmacia para comprar la medicina del rubio, regreso a la habitación, encontrando al doncel arreglando sus cabellos debajo de la gorra de lana, el menor volteo a verlo con una enorme sonrisa y aun con sus mejillas un poco coloradas.

-¿Listo? – EL menor asintió acercándose hasta el moreno, quien paso suavemente su brazo por el hombro del doncel.

Notas finales:

uwaaa....solo sé que en el próximo capitulo el Uchiha hara su primer movimiento *-*


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