Una vez mas aquel demonio comenzo a acariciar su cuerpo lentamente. Su cuello, su clavicula, sus pezones... Todos aquellos lugares que estaban tentandole frente a sus ojos eran acariciados por aquellas enormes manos que rozaban la piel del pequeño rubio ante él.
-No... Los muerdas...- Gimio el chico al notar los dientes presionando uno de sus pezones.
-Son demasiado tentadores, no puedo evitarlo- Se acerco a sus labios dandole un tierno beso y despues bajo hasta tener el paquete del chico frente a sus ojos.
-Dantalion...- El rubio volvio a soltar un pequeño gemido al notar aquella humeda lengua rozando la ereccion que habia empezado a crecer dentro de sus pantalones.
-¿Quieres que lo lama... William?-
-No preguntes solo hazlo...- Con una gran sonrisa en su rostro el demonio obedecio a sus palabras inclinandose ante él, primero lo lamio por encima de sus pantalones los cuales se quito de en medio a los pocos segundos junto con la ropa interior, y despues agarro el miembro delicadamente con sus manos para lamerlo de arriba a abajo con su lengua. Seguidamente, metio dos de sus dedos en la boca del pequeño rubio para humedecerlos y los introdujo en su entrada. -E-Espera...-
-¿Por que? Se nota que estas disfrutandolo- Dijo acercandose al rostro del chico para acariciar sus coloradas mejillas.
-Aun...asi...- El demonio cambio su rostro a una extraña sonrisa que hizo estremecer al pequeño. -En todo caso, creo que con esto sera suficiente. Ya no puedo aguntarlo mas- Saco sus dedos de la entrada del chico y los cambio por su miembro, metiendolo primero lentamente hasta la mitad y despues el resto de golpe.
-Nhn.. Due...le...- Dijo el mas pequeño apretando los dientes.
-Lo siento, tendras que soportarlo por esta vez-
-Cá...cállate... Y empieza a moverte- Diciendo aquello William agarro las sabanas como si se estuviera preparando para lo que iba a ocurrir y sin quitar aun el demonio aquella sonrisa de su rostro, agarró las piernas del chico para abrirlas por completo, y seguidamente comenzó a moverse en su interior acompasado por el movimiento de caderas del rubio. Primero lo hacia lentamente, pero a medida que el chico se iba acostumbrando, fue aumentado la velocidad poco a poco.
-Dan...talion... Tocame...- Obedeciendo sus palabras, el demonio agarro el miembro del rubio y comenzo a acariciarlo con la mayor delicadeza posible, pero intentando complacerle como mejor podia. -¡M-Me vengo!- Grito entre notables gemidos.
-¡Yo tambien!- Y dando una ultima estocada ambos se vinieron a la vez, Dantalion llenando el interior del pequeño por completo mientras William lo hacia manchando su mano.
-...Será mejor que vuelva a mi habitación- Dijo William al notar su respiracion mas calmada, pero cuando estaba a punto de levantarse el demonio agarro su brazo repentinamente robandole un tierno beso.
-No te vayas- Le dijo con un tono algo suplicante.
-No puedo quedarme en tu cuarto Dantalion- Haciendo caso omiso a las palabras del demonio, el chico se dirigio hacia su habitacion tumbandose en la cama nada mas llegar, y de repente, unas lágrimas comenzaron a asomar por sus ojos. -Mierda...¿Por tiene que ser todo así?- Aquello era tan doloroso para él, podía actuar como si nada pasara cuando estaba a su alrededor, pero no podía evitar sus sentimientos, él lo amaba, lo amaba tanto... Si tan solo él pudiera amarlo tanto como William lo amaba podrían ser felices juntos, pero sabía que era imposible, después de todo aunque se acostara con él, tan solo lo hacia en búsqueda del placer, o al menos, eso era lo que él pensaba.
-¡...lliam! ¡William!- ''¿Eh? Esa voz... ¿Dantalion?'' Pensó el rubio abriendo lentamente los ojos. -¡Oye William despierta!-
-...¿Dantalion? ¿Qué pasa?- Dijo mirándole extrañado.
-Te has quedado dormido-
-Ya veo... ¡Espera! ¿¡Cómo dices!?-
-¡Las clases ya van a empezar!-
-¡Mierda!- Levándonse de golpe, se vistió lo más rápido que pudo y salió corriendo hacia el salón de clases junto a Dantalion como si les fuera la vida en ello. -Menos mal que aun no llegó el profesor- Suspiró el más pequeña sentándose en su pupitre. Al comenzar las clases a William se le pasaron volando, no porque le entretuvieran ni nada similar, sino porque se las había pasado pensando en su noche anterior junto a Dantalion, pues aunque quisiera negarlo realmente lo amaba y no podia sacárselo de su cabeza.
-Oye William, te importaría ayudarme en algo- Dijo un chico que apareció de la nada en frente suya.
-Claro, ¿En que?-
-Bueno... Quería pedirte un favor-
-¿Ahora?- El rubio se levantó mirándole directamente a los ojos con una pequeña sonrisa.
-Si no es una gran molestia...-
-...Entiendo- Ambos chicos salieron del salón de clases sin notar la mirada de Dantalion que se clavaba friamente en ellos ''No ira a...'' pensó apretando los dientes.
-Tsk, mierda- Sin pensárselo comenzó a seguirlos segundos después.
-No lamas mi cuello de esa forma...- Dijo William desviando la mirada. En este momento, ambos chicos se encontraban en el baño, estando el rubio apoyado contra la pared mientras el otro le acariciaba suavemente los pezones erectos que se notaban en su camisa.
-¿Ya estás caliente?- Sonrió el mayor rozando su entrepierna.
-Cállate... ¡Nhn!- El mayor comenzó a lamer su entrepierna sin quitarle aun los pantalones mientras acariciaba sus nalgas, pero justo cuando iba a bajar la cremallera de su pantalón, algo le sorprendió deteniéndole.
-¡Detente!- Gritó alguien a su espalda sorprendiendo al mayor de los chicos. -Lárgate y no vuelvas a acercarte a él- Sorprendido al ver que se trataba de Dantalion, el menor le observó boquiabierto como si se tratara de una especie de sueño.
-Mierda...- Y sin hacerle esperar, salió del cuarto de baño dirijiendo su rostro al suelo.
-¿Qué te crees que haces William? ¿Es que ahora lo haces con gente que ni conoces?- El chico que no supo qué responder, simplemente volteó su rostro evitando mirarle a los ojos. -¡Contéstame William!- Le gritó haciéndole encojer de hombros.
-¿Qé mas te da? Después de todo, tu y yo no somos nada, no tendría que importarte con quien lo hago y con quien no-
-¡Pues claro que me importa! Yo... ¡Maldita sea!-
-¿¡Tú qué!? ¡No entiendo porqué debería importarte ya que tu y yo no somos nada!- ''Mierda'' Eso fue lo único que pudo pasar por su mente al ver el rostro enfadado del demonio frente a él, sin embargo, aquello no consiguió acobardarle.
-¿¡Entonces para tí no somos nada!?-
-¡Así es! ¿¡Por qué eres tan persistente!?- El demonio se acercó a William agarrando bruscamente su rostro.
-¡Entérate ya de una maldita vez! Todo es... ¡Porque yo te amo!- Dijo Dantalion sellando sus labios en un profundo beso.
~Fin~