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¿A esto le llaman amor? por giyongchy

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Notas del fanfic:

Este es mi primer trabajo realizando un FanFic, espero a que sea de su agrado y que lo disfruten muchísimo.

Notas del capitulo:

Este será el primer capitulo de la historia, trata sobre el viaje de Seungri hasta Seúl.

El reloj marcaba las 6:00 AM en punto y el sol aún no se dignaba a aparecer. Seungri se revolcaba entre medio de aquellas suaves sábanas que podrían ser el perfecto paraíso para este, sin darse cuenta cuándo o en qué momento su habitación se había convertido en un completo desastre pues, apenas abierto sus ojos la ropa que seguramente estaba en su armario guardada ahora mismo volaba chocando entre las cuatro paredes cuándo una aguda voz se hizo presente un escalofrío recorrió toda su espina dorsal, repetían una y otra vez las mismas palabras: ¿Estás despierto?, ¿Aún piensas seguir durmiendo?... Madre... Fué la única mujer que vino a sus pensamientos aún adormilado ante el horario. Con todo el esfuerzo posible logró sentarse sobre el mueble de descanso expirando un perezoso bostezo y antes de hacer algo más unos fuertes dedos apresaron por completo una de sus muñecas levantándole de golpe fuera de la cama; Seung más que impresionado ante esto sus sentidos despertaron completamente observando a todo su alrededor cuándo por último sus órbes se fijaron en un rostro ajeno, levemente arrugado por el pasar de los años, ceño fruncido, obviamente más que molesto; lo único que supo hacer fué carcajear ante la expresión retorcida de su madre.

- ¿De qué ríes? ¿O es qué acaso esta situación te parece divertida? ¿Sabes la hora qué es? -. Miles de interrogantes se hicieron presentes en un tono bastante enfadado.

- No es nada mamá, sólo que.. Si estás dispuesta a soltarme de seguro terminaré lo más pronto posible. - Aclaró Seungri intentando notarse lo más calmo posible ante la situación aunque a ser certeros, era todo lo contrario.

Aquella mujer dispuesta a liberar la mano de su hijo, rindiéndose por completo dejó a este dentro de la recamara, sólo para que así pudiera tomar su tiempo.
Seung se hallaba malditamente confundido no sabía que hacer... El tiempo era poco, pero ¿Quién no caía ante los encantos de dormir? Absolutamente nadie. Guardó unas cuántas cosas en dos maletas y se aproximó a la puerta volteándo luego para así darle un último vistazo a este lugar; se sentía conmovido pero que va, iría a un lugar para cumplir sus propias expectativas y de ello no se arrepentía. Su madre cómo era de costumbre otra vez le acompañaba hasta la estación de trenes. Dios... Esa sonrisa que mantenía en el rostro, con los ojos brillantes, cómo si un premio hubiese ganado; a Seungri esto le causaba gracia y a la vez le enternecía por completo. Ya estando allí sin mucho que hacer se despidió de la mujer con un pequeño beso en una de sus mejillas que lograron que esta derramara una lágrima.

- Cuídate mamá... ¿Lo prometes? - Dijo Seung con una amplia sonrisa esbozada en su semblante, aunque no podía evitar dejar de notar la preocupación de por medio.

- Tranquilo, esta vieja se sabe cuidar bastante bien. - Aclaró su madre, limpiándo con uno de sus pulgares aquella lágrima que caía por sobre su rostro.

Seungri no limitó a decir algo más, puesto que también creía acabar llorando cómo un niño. Subió al tren que ya había emprendido la marcha rumbo a Seúl.

Tras largas horas de viaje concilió un profundo sueño que al despertar de la nada ya se encontraba dentro de la capital de Korea. Una mujer tras el radio transmisor habló - Bienvenidos a Seúl, por favor... Retirar con cuidado sus pertenencias y también ténganlo al bajar -. Inocentemente este siguió las órdenes bajando del gran tren, aproximándose a las avenidas cogió el primer taxi que divisó. Sacó un pequeño papel entre uno de sus bolsillos y este contenía la dirección de la cuál sería su nuevo hogar, mostrándole esto al conductor luego de varios minutos llegaron hasta el destino, al verle... Dios... Esto... Era una pocilga sin duda... Hasta su casa lucía mejor que eso. 
Fué acompañado por una chica de cabellos lacios hasta el lugar dónde hospedaría que también era horrible; tiró sus cosas por ahí sin mucho que hacer, ya el cansancio y sueño habían bajado por lo que era imposible evitarles se avalanzó contra el colchón que en verdad no le llamaría así, si no tabla, porque eso es lo que era... Cerró paulatinamente sus párpados esperando con ansiedad el próximo día en su nueva escuela, sabía muy bien que la pasaría excelente en aquel lugar... Lo que no sabía es que apenas abriera sus ojos nuevamente su vida cambiaría por completo... 

Notas finales:

¡Espero haya sido de su agrado! Esperen con ansias el próximo capitulo.


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