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Mi Pesadilla... Mi Vida... Mi Niño por Sebastian_Saiyajin3

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Notas del fanfic:

Bien, no es mi primer fic... tenia que hacer este para poder liberar mi alma, aqui sabran como es mi vida. 

Algunos personajes le he cambiado los nombre, otros no... 

¡disfruten este fic! ^^

Notas del capitulo:

Bien este es mi primer fic original, siempre me he dedicado al genero Dragon Ball pero esta vez quiero probar algo nuevo

Disfruten

Personajes todos son de la vida real

Me desperté como siempre, abrí mis ojos poco a poco con la pesadez de despertar tan temprano, pero tenía un buen motivo.

Me llamo Sebastián, Soy un chico de 16 años. Vivo en Venezuela, en Maracay estado Aragua para ser precisos, mi casa queda en el mejor lugar de toda la cuidad, El Castaño. Soy de cabello Rubio y muy liso y de ojos verdes… se preguntaran ¿Un Venezolano de cabello rubio? Bueno no soy venezolano soy una mescla rara de Sangres, Mitad Estadounidense, tercio español y tercio italiano, de ahí Salí yo, un chico loco y muy alegre por la vida.

Dejemos de hablar de mí, como iba diciendo abrí mis ojos verdes con pesadez de despertar tan temprano, pero había un buen motivo.

Me senté en mi cama y tome mi celular, lo encendí y vi la hora.

-siete y cincuenta… ni tan tarde es – restregué mis ojos y me levante de la cama, deje el celular en la mesita de noche y me metí en mi baño privado.

Abrí la llave del agua fría y caliente para que saliera tibia para poder despertarme, ya cuando la tina se había llenado entre en ella cuidadosamente… no pregunten por la ropa duermo desnudo.

Tome el jabón y empecé a asearme como siempre, enjabone mi pecho bien formado por el deporte y parte de mis piernas para después pasar por mi cuello y una cicatriz que tengo allí, esa cicatriz es una larga y dolorosa historia que no quiero contar. Quite el jabón y empecé a restregar mi cabello con el shampo. Ya al terminar quite el agua y fui a verme al espejo.

-dieciséis años y ni un vello… bueno mejor así – yo soy lampiño, ni un vello aparte de los diminutos en mis piernas pero dejemos ese tema me da algo de vergüenza – Bien mejor me apresuro antes de que mi padre me deje – dije con el cepillo de dientes en la boca.

 

-Buenos días mama – salude somnoliento, aun con ese baño de agua tibia seguía como zombi bostezador. 

- Buenos días cielo – saludo mi madre mientras hacia el desayuno, me acerque a ella y le di un beso en la mejilla como de costumbre– deberías vestirte, no te serviré desayuno aunque estés en bata de baño-

- ¿debería? –

- Sebastián Martínez – me regaño.

- Vale, vale – dije y subí a mi habitación.

Entre en ella y me puse los bóxer, seguido por mis shorts blancos y camiseta negra junto con mi gorra blanca que cubría mi cabello rubio. Tome mi raqueta y la coloque en su bolso al igual que algunas pelotas y otra ropa de vestir.

-listo – dije cansado mientras bajaba con el bolso.

- Bien hijo, ahora siéntate –me dijo mi madre y de inmediato acate la orden.

Me sirvió un plato lleno, con una arepa grande con queso y jamón, un vaso de jugo de naranja. No dude dos veces y empecé a comer… o a devorar mejor dicho, siempre me decía a mí mismo el Súper Saiyajin, por tener los rasgos físicos y comer mucho y rápido, aunque en realidad comer era lo que más me gustaba, mi madre siempre ha sido orgullosa por sus hijo, siempre son buenos en la escuela y comen de todo lo demás…. O eso piensa de mis hermanos, de mi… solo un poco.

-si sigues así terminaras como tía josefina – se burló mi hermano menor de 14 años, Joshua, el es de cabello negro y ojos castaños, con el cabello largo pero no como el mío que me llega hasta la punta de la nariz, es algo delgado pero no exageradamente, alto y se puede decir que casi me rapaza.

- lo dudo mucho – conteste.

- sabes, hay veces que me das envidia, comes como demonio, no engordas y siempre hay personas que te buscan ¿y yo? Ni un chico me busca aunque sea muy linda – hablo mi hermana de 13 años, Mary, de cabello y ojos castaños, cabello muy liso y largo y para tener 13 años tiene buenas “curvas”.

- ¿celosa?-

- mucho, no puedo creerlo, todas esa chicas que te llaman y llaman y no dejan de llamar y ni una novia tienes –

- jej ¿y tú? – sonreí

- cállate menso –

- Mari – llamo mi madre en señal de que dejáramos de pelear.

- Oye Seb, ¿iras a clases de tenis hoy? – pregunto mi hermano Joshua.

- jip ¿porj? – conteste con comida en la boca.

- cerdo – musito Mari.

- es que quería que le mandaras un mensaje a Nicolle– dijo mi hermano muy bajo pero audible para mí,  ya que mi madre armaría un drama de felicidad porque uno de sus hijos tenia novia.

- tranquilo yo se lo mando – dije y giñe un ojo, el de gesto agradecido quito mi gorra y me revolvió mis cabellos amarillos – ¡hey! Tarde mucho en peinarme – bromee.

- Y por eso se te hace tarde tu padre te espera – dijo mi madre.

- Bien – de un tiro el último pedazo de mi arepa lo metí en mi boca, tome mi bolso y el agua mineral junto con el vaso de jugo de naranja.

- adioj maj – dije y le iba a dar un beso en la mejilla.

- por hoy no – dijo en forma de broma ya que tenía comida en mi boca y mis labios.

Trague la comida – Adiós Joshua, Adiós Mari –

-adios – dijeron los dos al unísono.

 

-Ya te estabas tardando – dijo mi padre al frente de la camioneta.

- perdón, es que estaba desayunando – dije con mi mano en la cabeza con una sonrisa a millón.

Subí a la camioneta y me recosté en el asiento trasero, era una grand caravan así que tenía un espacio más en la maleta pero no me gustaba acostarme ahí, mucho menos con un short blanco como el que cargo puesto.

Y se preguntaran ¿clases de tenis? ¿En la mañana? Bueno les explico, juego Tenis en la cancha de Ceproaragua desde hace tres años y en la mañana es que ando de Vacaciones de Verano… bueno aquí casi es invierno, era 31 de julio y ya las clases estaban cerca desgraciadamente, aún quedaban 4 semanas de vacaciones pero para mí eran las semanas más horribles de mi vida, nuevo colegio, uniforme, útiles escolares, todo me traía un mal recuerdo… pero no quiero hablar de eso. Me recosté del todo en el asiento, la brisa fresca de la montaña entraba en la camioneta, por eso mi papa no le gustaba encender el aire acondicionado del vehículo. Saque mi celular y conecte los audífonos, coloque mi canción favorita: Lound de R5.

- Looking for the one tonight But I can’t see you Cause I’m blinded by all the lights, oh – empese a tararear la letra de esa canción, me encantaba escucharla siempre me ponía la piel de gallina y se me erizaba el poco vello que tenía - ¡Come on, get loud, loud Let it out Shout it out from the rooftops Come on, get out loud ‘Til they shut us down! –

- no entiendo porque no sacas provecho con tu banda hijo, cantas bien – dijo mi padre, si tenía una banda pero no tocaba muy a menudo con ellos, no me gustaba mucho tocar música pero si escucharla,  cosa rara ya que toco la guitarra y la batería.

- Que va, papa ya te dije que eso no quiero hacerlo –

- entonces jugaras tenis –

- ¡papa! –

- Sebastián, tienes que elegir que hacer, dentro de unos años estarás en la universidad y tienes que decidir que tienes que hacer en tu vida, ya tienes 16 y cumplirás 17 en enero –

- Ya te dije que quiero trabajar en tu empresa no más –

- Escúchame Seb, esta empresa no es muy buena para ti, te conozco y no querrás estar todo el tiempo encerrado en cuatro paredes –

- … - me quede sin palabras.

- lo que te quiero decir es que quiero que seas feliz con la carrera que quieras, no estar en una oficina todo el día archivando y escribiendo ¿no? –

- lo pensare papa –

- Bien, ahora esfuérzate en la cancha ¿Vale? –

- Vale papa, Se you later – me despedí en ingles ya que mi padre es estadounidense y habla perfecto el inglés igual que yo.

Entre al establecimiento y la verdad nunca me había notado la belleza del lugar, un restaurante al lado izquierdo y frente y una cerca de más o menos 80 cm de  arbustos de flores, del lado derecho estaba la piscina que permanecía cerrada hasta las 2 de la tarde y un poco más allá estaba las canchas de tenis de ceproaragua, tenía los audífonos pero igual escuchaba las pelotas que sonaban y un “devuélvete Sebastián” se de quien era, Eduardo, ese mismo imbécil estúpido que se creía el mejor, tiene 16 años igual que yo pero soy más chaparro que el pero igual tenia las fuerzas para tumbarlo y darle la paliza de su vida pero me reprimía, no quería que el profesor Eliecer me expulsara por pelear, ya tenía muchos problemas con él y no quería más. Hice caso omiso a esa estupidez que había dicho Eduardo y me dirigí a las gradas del lugar a esperar que me tocara la hora de jugar.

-Hola cuñi – saludo Nicolle muy alegremente, ya vi porque Joshua estaba enamorado de ella, su rostro era angelical y de cabello hermoso con unas curvas que volverías loco a cualquiera pero a mí no.

- hola cuñadita – salude alegremente mientras colocaba mi bolso en la grada donde no daba el sol, mi piel era blanca como porcelana y una quemadura de sol para mí era el infierno.

- oye ¿cómo sigue tu hermano?- dijo sentándose a mi lado.

-si vas a empezar a hablar de él, yo me voy – dije con voz cansada, cada vez que hablaba con Nicolle era Joshua el centro de atención y hablar de cosas privadas de mi hermano me daba vergüenza.

- hay no seas así –

- hola Seb - saludo mi amigo Jorge, es rubio igual que yo pero más oscuro, bueno mi cabello es rubio amarillo pero no platinado. De ojos marrones muy claros casi amarillos, de pecas y piel no tan Blanca como la mía, eso era el Rubio Venezolano.

- Hora Jorge - salude

- te noto algo preocupado, que sucede - se unió a la conversación Eliecer, de piel oscura y cabello corto, de buen cuerpo y muy atractivo pero no es mi tipo.

- Nada Eliecer, solo estoy buscando a alguien - no era de todo mentira, si buscaba a alguien muy especial para mí.

- quien podría ser - dijo sarcástica Nicolle.

- ¿no será maría Laura? - bromeo Jorge.

- cállate Jorge, ella no me gusta -

- quien me llamo - dijo María apareciendo, es de cabello castaño y ojos azules algo bajita y gordita.

- Pareces Bruja -

- hay Seb sabes que lo soy -

- si como digas -

- la otra vez predecí lluvia y llovió -

- Eso no explica nada -

- Oye María ,¿sabes dónde está diego? - pregunto burlón Eliecer.

- Si deberías saber dónde está - dijo Nicolle y al nombrar Diego, mi corazón acelero y sentí como si ese nombre me embriagara.

- pueden dejar eso, él no me gusta - la castaña se molestó porque siempre juegan con que ella y diego son novios, desde que empezó eso no pude evitar enfadarme por ciertas razones muy obvias.

- ya maría sabemos que te gusta - Nicolle hizo una sonrisa pícara.

- No te enfades, es normal estar enamorado, diego te vuelve loca - Jorge siguió con el juego.

- Me imagino que ya te deben gustar sus labios - dijo el de piel oscura y yo prácticamente estaba a punto de gritar.

- si deben ser...- no termino de decirlo Nicolle

- ¡¿Ya quieren?! ¡No me hace gracia! ¡Si maría dice que no es novia de diego no lo es! – Exclame molesto, Diego era… era la persona… ah mejor les explico más adelante. Me recosté en la grada por completo cubriendo mi cabeza con mi gorra y cuidando que mis pies no mancharan a kat, para ser específicos Kat estaba al lado mío, María parada al frente de nosotros y del lado izquierdo estaban Jorge y alicer parados al lado de las gradas que no eran tan altas solo unos 4 escalones.

- ¿Qué demonios fue eso? – pregunto el de piel oscura.

- Bueno… - trate de decir

- Ya déjenlo la mariquita anda en sus días – y hay apareció la persona que nunca quería ver, Eduardo. Más alto que yo se paró al frente mío, aunque tenía la gorra podía sentir sus pasos – ¿qué te pasa webon? ¿No te dieron culo anoche? – se burló Eduardo. No soporte más me quite mi gorra de la cara y me levante para enfrentarlo, hay lo vi, apenas le llegaba un poco más arriba del mentón, con el cabello muy corto y mucho y sus ojos negros que destilaban ira y maldad pura.

- Sabes que Eduardo eres un…- fui interrumpido por una voz muy conocida.

- ¿Otra vez tu molestando a Sebas? ¿Eduardo eres un idiota? ¿Te palpita el culo o qué? – Diego, ese mismo chico que mis amigos habían nombrado antes, ese rostro tan lindo que me volvía loco, de 15 años, con hermoso cabello castaño oscuro que solo se podría ver bien cuando le da el sol, su cabello largo pero no llegaba a taparle un ojos… aunque en realidad apenas le llegaba a las cejas, más bajo que yo aunque se podría decir que Eduardo era un gigante de 3 metros, delgado pero no exageradamente y de cuerpo que me haría perder la razón y por ultimo sus ojos, esos hermosos ojos verdes, idénticos a los míos, tan hermosos que brillan cuando lo veo.

- jaj dejaras que este enano te defienda – se burló Eduardo. Diego me atrajo hasta a él y me abrasó con fuerza.

- Yo defendería a Sebastián aunque me cueste la vida -

- ¡hay que lindo! Dos maricas abrasándose, me provoca escupirles el ojo –

- Celoso tú de no tener ojos verdes – al fin Salí del trance y hable.

-yo sé que esos son falsos – dijo el, aunque estoy acostumbrado a oír, tus ojos son falsos igual que tu cabello.

- falsa es tu hombría –

- no falsa es tu virginidad, ya sé que tuviste sexo salvaje con este enano, eres despreciable maldita gay marica – eso fue la cereza que adorno el pastel, de la impotencia le di un golpe en toda la mejilla que lo tumbo al suelo.

- ¡Ya te valiste marica! – exclamo pero Jorge y Eliecer se interpusieron entre nosotros, Nicolle y María también sujetaron a Eduardo de los brazos. 

- ¿Qué harás? ¿Golpear a una mujer? – amenazo Nicolle al ver que eduardo intentaba darle una patada.

- Suéltenlo no vale la pena – dijo mi ángel Diego las dos chicas lo soltaron y cayó al piso – entremos ya es nuestra hora –

 

 

-Oye Seba – llamo Diego y me sentí derretir.

- Dime diego - ya era la hora del descanso así que siempre íbamos al restaurante que estaba al lado de la cancha, estábamos en una mesa los dos bebiendo una Coca-Cola bien fría.

- ¿Eduardo no te hizo daño físico antes de que yo llegara? –

- Pues la verdad no –

- no te creo –

- ¿porque? – pregunte con gesto infantil.

- te conozco Bien Sebastián, se cuándo mientes y cuando no – se levantó de la silla – Ven conmigo – dijo y me tomo de la mano hasta el baño.

- ¿Qué haces? – pregunte algo confundido.

- Quítate la camiseta, quiero verificar que no te allá hecho daño –

- ¡¿Qué?! – me sonroje en demasía, estar semi desnudo junto con Diego en el baño solos.

- Vamos hazlo - 

- Si no lo haces lo hare yo – tomo la parte de debajo de mi camiseta negra y me la quito en un rápido movimiento, dejando mi  blanco y bien formado pecho a la merced de Diego. No sabía si lo hacía apropósito o si de verdad estaba preocupado, pero me deje llevar por la revisión que me hacía diego. Empezó a revisar mi pecho, manoseándola y en el paso toco un pezón mío y sentí como me derretía, después fue por mi espalda y no dijo nada, solo me dio la camiseta y me levanto el pulgar seguido por una sonrisa.

 

- Bien al parecer no tienes nada ¿Qué tal si jugamos un set? – me pregunto ya saliendo del restaurante.

- Vale –

 

 

-Ahh – se me había escapado un gemido por un golpe muy duro que había hecho.

Diego me tenía dominado, no podía concentrarme, me lanzaba derechas que sin ningún problema podría recibir pero esta vez no. Un movimiento en falso que di la pelota se fue hacia arriba y callo cerca de la malla declarando así mi fin… del partido obvio.

-ahh- gimió diego y fue como si hubiera escuchado cantar a un ángel, su gemido fue perfecto, dulce, calmado y hasta me dieron ganas de… hacerlo mío. El remate que me dio me pego justamente en mi pecho, estaba muy perdido como para esquivar la pelota, era simplemente… simplemente diego era perfecto para mí.

-auch – me queje llevándome la mano al pecho.

- ¿te dolió? Perdón por eso –

- no tranquilo no fue mucho –

- oye ¿ese no es tu papa? – pregunto diego señalando a mi padre en la entrada.

- si vinieron por mí, desgraciadamente – fui a tomar mis cosas y me fui hasta donde mi padre y diego me siguió hasta el auto – nos vemos diego – me despedí.

- adiós Seb cuídate, nos vemos mañana –

- Vale – sonreí y subí a la camioneta.

- oye Seb – me llamo Diego – nos vemos – dijo y me dio un beso en la mejilla que me hizo sonrojar hasta las orejas.

- A-adiós D-di- diego… - tartamudeé y mi padre puso en marcha la camioneta.

 

 

 

 

-Sebas tiene novio, Sebas tiene novio – cantaba molesta mi hermana mientras yo estaba jugando Dragón Ball Z Budokai Tenkaichi 3.

- ¡Cállate Mary! – exclame molesto lanzando un Resplandor Final en el juego.

- ¡Mary!  - exclamo molesta mi madre – ya te dije que dejes a Sebastián en paz, tanto tu como yo sabemos que Sebastián no es Gay, en esta casa no se aceptan ese tipo de personas vulgares –

Eso fue un golpe bajo para mí, ¿cómo mamá podía decir eso? ¿Si se enteraba que soy Bisexual? Aun peor, los Bisexuales eran juzgados los más raros por querer a los dos sexos y los más descerebrados. Sentí como un agujero se empezó a abrir en mí, sintiendo como ese amor que mi madre me daba se esfumaba, estaba hueco. Me quede paralizado unos momentos, en shock mientras el juego seguía, Vegeta estaba siendo apaleado por Janemba pero no me interesaba ganar el juego, ahora tenía un problema peor, Jamas y es ¡Jamas! Mi madre sabrá que soy Bisexual, me mataría o peor aún, me echaría de la casa. Tal vez este exagerando pro mi madre cuando se molesta exagera las cosas. Esas palabras perforaban mi mente “personas vulgares” “Sebastián no es gay” “personas vulgares” eso me tenía cabreado y tome una decisión, no informarle nada a mi madre acerca de diego o mi vida privada.

Continuara…

Notas finales:

¿les gusto?

alguna duda, subjerencia o critica son bienvenidas en los review

sin nada mas que decir me despido

adios! 

cuidense!

PD: la actualizacion tardara un poco por la escuela


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