Repentino Amor
El timbre de la Escuela había sonado y todos los alumnos empezaron a salir de sus respectivos salones, algunos se dirigían hacia el patio, otros al comedor, algunos otros a los casilleros y otros hacia sus taquillas, para sacar algunas de sus pertenencias.
Entre el alboroto de todos los estudiantes se escuchaba un grito que a pesar del sonoro estruendo, casi nadie volteo a ver, puesto que ya sabían de quien venía.
- Ed!!! Doble D!!!! Rápido vengan hacia aquí! – Gritaba desde las canchas el más bajito de los Ed´s.
- Me parece Eddy, que tu manera de hacernos entender que nos necesitas es un tanto llamativa y exagerada – decía reprochándole el chico de la gorra negra a su amigo de la infancia
- Si como tú digas doble d! – le decía el menor mientras con ambos brazos acercaba a sus amigos hacia él, y poder susurrarles sus planes de ese día.
Varios minutos después en los que el menor explicaba, mientras nadie les prestaba atención, la queja de uno de ellos no se hizo esperar.
- Discúlpame Eddy pero no voy a poder participar en tus planes de hoy – decía el chico de gorra negra, mientras se estrujaba su camisa con un muy notorio nerviosismo que recorría todo su cuerpo
- Y porque rayos no! – grito el más bajito llamando la atención y asustando a algunos cuantos de su alrededor
- Lo siento Eddy pero mañana temprano tendré un examen muy importante y no creo tener los suficientes conocimientos para aprobar dicho examen con alguna calificación destacable.
- Ay! ya cállate cabeza de calcetín, solo de oírte decir todo eso, me duele cabeza, vete a estudiar para tu importantísimo examen, y déjanos solos a Ed y a mí!- dijo el más bajo un tanto molesto.
- Oye Eddy yo tampoco podre ayudarte – decía el mas alto mirando hacia la nada y con una sonrisa tonta en la cara
- QUE!! Pero tu porque!!! Acaso también estudiaras??? – decía el chico bajito, ya un tanto alterado, al ver que sus planes de ese día no se llevarían a cabo.
- Mi mama dice que hoy me va a llevar a ver unos unicornios azules en el carruaje de lai revio llegando de la escuela – dijo Ed mientras sonreía y se imaginaba lo mucho que se divertiría
- QUE!!!! Te has vuelto loco? – decía el menor mientras jalaba del suéter al más alto, ya un tanto furioso por tan estúpida excusa.
- Yo creo que lo que Ed quiso decir…. Es que su mama lo llevara a la revisión mensual con el psicólogo – decía el chico de gorra, tratando de calmar a su ya enfurecido amigo.
- Ya! Como sea da igual, lo podremos hacer mañana – decía el mas bajito señalando a sus dos amigos que lo miraban fijamente…. Aunque Ed no pensaba precisamente en eso.
- Me parece perfecto Eddy, tratare de estar libre mañana para ti, te parece bien? – le decía el de gorra negra al pequeño, dedicándole una gran sonrisa.
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Sonó el timbre de salida, y todos los estudiantes se dirigían hacia sus casas.
Una silueta que caminaba lentamente en sentido contrario a todos, llamo la atención de algunos, pero sin restarle gran importancia, El chico de gorra negra se dirigía directo a la biblioteca, sumido en sus pensamientos.
- estoy seguro que si estudio lo suficiente con estos libros –decía el chico con varios libros en sus manos – podre salir adelante con una excelente calificación. – tomo sus libros y se dirigió a la salida de la biblioteca después de pedirlos prestados al encargado.
Lentamente y sumergido en sus pensamientos, se dirigía a la salida de la escuela, cuando de pronto sintió un pequeño golpe en su nuca, que instintivamente le hizo voltear… no pudo menos que estremecerse al notar que 3 chicos de altura considerada, lo veían un tanto molestos.
- Oye Idiota! Fíjate por donde caminas, me has hecho tirar mi refresco! – le decía el más alto de los 3 y el que se veía más molesto.
- Disculpa mi torpeza, pero creo que yo no fui el culpable de dicho accidente, pues el golpe que yo me he llevado ha sido en mi nuca, eso quiere decir que era imposible que yo pudiera verlos – explicaba el chico con un nerviosismo superior a sus fuerzas, tratando de hacer entrar en razón a los 3 brabucones que lo miraban con más odio que nunca.
- Mira Idiota, tu chocaste conmigo y no me importa lo que tu pienses, así que tú vas a pagar por mi refresco o te daré una paliza que no te levantaras en un mes! – gritaba ya eufórico el chico
Doble D retrocedía lentamente por el pánico que le infundaron los 3 chicos, tentado a pegar la carrera en cuanto viera una oportunidad, no importando si lo alcanzarían o si al día siguiente le iría peor por tratar de huir.
Los chicos se empezaron a acercar a él, tratando de verse aún más amenazadores que antes, los pasillos estaban solitarios, la mayoría de los estudiantes ya se habían retirado a sus respectivas casas, Doble D sabía que no saldría bien librado de esta, cerró los ojos con fuerza y en un arrebato, corrió hacia la primer puerta que vio, girándose abruptamente, provocando que volviera a chocar con otra persona.
Que más le podría pasar???, no conforme con estar en problemas con esos 3, todavía va y choca con otra persona más, Doble D cayo de rodillas al suelo, no intento levantarse, resignándose a la paliza que le esperaría, cerró los ojos esperando el primer golpe, cuando sintió un jalón de su camisa, levantándolo totalmente del suelo, haciendo que sus pies ya no tocaran el suelo.
OYE IDIOTA!!! FIJATE POR DONDE CORRES!!! – Gritaba el chico, haciendo que Doble D Abriera los ojos al reconocer esa voz.
QUE ME VEZ DOBLE TONTO!!!! LARGATE DE MI VISTA ANTES DE QUE TE DE UNA PALIZA, - decía el chico de cabellos naranjas mientras lo aventaba nuevamente al suelo, hacia la salida de la escuela.
Doble D corrió inmediatamente a la salida, sin voltear atrás, solo escucho unos gritos que venían dentro de la escuela donde él se encontraba momentos antes.
Que te pasa Kevin! Porque lo dejaste ir? Nosotros íbamos a darle una paliza! – decía el chico mas alto
Kevin miro fijamente al más alto, con una mirada desafiante, mientras le decía en un tono aterrador
– y tú crees que a mí me importa lo que iban a hacer? No me importa a quien querían golpear – Kevin tomo de la camisa al más alto y acercándose a su oído le dijo – pero… ahorita estoy muy enojado, así que si querían pelear…. Ya encontraron con quien hacerlo, desde hace rato que quiero golpear a alguien… – los miro retadoramente
- Vaya hombre! Ni que tuviéramos algo contra ti – dijo el más alto, mientras desviaba la mirada del peli naranja, mirando a sus amigos, haciéndoles una señal de que debían irse.
Los 3 chicos se alejan, dejando a un solitario Kevin, con una mirada de odio en sus pupilas.
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La tarde ocurría tranquilamente en el barrio, en casa, Doble D había terminado de leer algunos de los libros que se había llevado a estudiar, y ahora se disponía a cenar.
Bajo hacia la cocina, para buscar su cena, vio en el refrigerador, una nota que decía: “Edd, tu cena está dentro del horno de microondas, caliéntala Te quiere: tu mama”
Como si no lo hubiera leído, Doble d tomo la nota, la arrugo entre su mano, y la tiro al cesto de la basura
Se dirigió hacia el horno, y calentó su cena, puso a calentar un vaso de Té, sirvió la mesa y se dispuso a cenar.
Unos minutos más tarde, doble D terminaba su cena, e iba a lavar los platos, cuando de pronto escucho voces en la calle.
Movido por la curiosidad, se dirigió a su puerta, abriéndola y viendo que era lo que pasaba.
Instintivamente, el chico de gorra, salió de su casa, caminando hasta la mitad de la calle, mirando hacia donde todos se reunían, preguntándose que estaría pasando.
Luchaba contra su curiosidad de querer ver que estaba pasando, y seguir estudiando lo que le faltaba, quizás Eddy si había hecho algo, y por no haberlo ayudado, no sabía de qué se trataba…
Opto por regresar a su casa e irse a estudiar, cuando sintió que alguien lo toco del hombro.
- Vamos doble tonto, no te quedes ahí parado! – le decía el chico de la cachucha mientras caminaba hacia el lugar del encuentro.
Doble D miraba la espalda de Kevin que apresurado, entraba al terreno baldío, seguía indeciso en ir o no hacia ese lugar, al parecer todos estaban ahí y sería el único que no sabría qué pasó, optó por dirigirse hacia el lugar del encuentro.
Doble D llego al lugar y noto con asombro, como estaba perfectamente dibujado en el suelo, una cancha de futbol y en sus alrededores varias sillas de todos tamaños y formas que al parecer habían traído todos.
Caminaba entre las personas que se encontraban mirando hacia el centro del lugar, preguntándose qué pasaba, para doble D la misma pregunta pasaba por su cabeza. Sus dudas, y las de todos los demás, serian resueltas pronto.
De en medio de la cancha una silueta llamo poderosamente la atención – ESCUCHEN TODOS, HOY SERA NUESTRO ULTIMO DIA QUE TENDREMOS LAS TARDES LIBRES, ASI QUE YO PROPONGO! QUE ARMEMOS UNOS EQUIPOS Y JUGUEMOS!!!! – decía un chico bajito, sobre una escalera que estaba sostenida por un chico un tanto distraído
- Que te pasa Eddy? Porque dices que es nuestro último día? – gritaba uno de los ahí presentes
- que no lo saben? A partir de mañana, empezaran los exámenes finales, y todos nosotros, cambiaremos de escuela… algunos quizás sigamos juntos, pero habrá muchos que se cambiaran, incluso de barrio… estaremos más que ocupados hasta nuestro ingreso a nuestra nueva vida….. Y escuelas – decía el chico bajito con un dejo de tristeza.
- Eddy tiene razón!, no debemos desaprovechar esta oportunidad para jugar este último partido entre puros amigos! – Gritaba Rolf extremadamente conmovido hasta las lágrimas.
- que tonterías dices Rolf!, mejor cállate y hagamos los equipos!! – gritaba Sarah
Todos emocionados y conmovidos empezaron a hacer equipos para poder tener su último torneo de futbol
Esta vez no habría estafas, esta vez no había dinero de por medio…. Esta vez, solo querían divertirse.
Se hicieron 4 equipos, jugaron durante toda la noche, todos se divertían, reían, se abrazaban, incluso peleaban, pero en todos se notaba una alegría que hacía mucho tiempo no veían, y que no verían ya por mucho tiempo.
Los juegos terminaron con una gran victoria del equipo de Kevin, Rolf, Nat e incluso Eddy que por azar, les toco jugar juntos
Los juegos terminaron y ya cansados se dirigían a sus casas.
Doble D, al saberse malo en actividades físicas, no participo, pero aun así, estuvo conviviendo con todos, se retiró a su hogar a sabiendas que aún tenía que terminar de estudiar.
Edd caminaba hacia su casa, cuando vio que Kevin pasaba justo al lado de él, no era de extrañarse después de todo, puesto que sus casa estaban una frente a la otra. Doble D luchaba contra sigo mismo, diciéndose si debía hablarle o dejarlo pasar, después de lo sucedido ese día en la escuela, quizás seguía muy enojado con él.
No pasó desapercibida su mirada de odio, cuando lo tiro al suelo, y le grito que se fuera y durante los juegos, evito totalmente estar cerca de él, o mirarlo. Sin embargo, recordaba que le hablo cuando se dirigían al terreno baldío
Fue sacado de sus pensamientos, cuando escucho esa voz, que había escuchado momentos antes de irse a ver los juegos.
- Oye doble tonto! – le decía en un tono serio sin voltear a mirarlo
- Q q q que paso Kevin! – dijo el chico de gorra negra, con un nerviosismo muy notorio en todo su cuerpo.
- porque no participaste en el juego? – dijo el chico de cabellos naranja, rascándose la nuca, y mirando al cielo oscuro.
-bu bu bueno, yo no soy muy bueno en los deportes… así que yo… decidí solo apoyar – decía un tanto sonrojado.
Se hizo un silencio incomodo entre los dos, caminaban uno al lado del otro sin decir una palabra, nunca habían tenido una conversación “decente” entre ellos después de todo, sin embargo, a Doble D aun le molestaba lo sucedido en la escuela, no sabía si pedirle perdón, o darle las gracias, porque gracias a que lo alejo, evito a esos tres chicos.
- Kevin…. Yo – pensó el chico mientras algunas palabras salían de su boca – yo hoy… en la escuela…
- Que te pasa Doble tonto, acaso perdiste el habla? – decía el peli naranja, mirándolo de reojo, notando como el pequeño, se estrujaba las manos.
- Yo… hoy… escuela… - decía el chico con notorio color carmesí en sus mejillas
- Olvídalo tonto… fue un accidente... – decía el chico pensando en lo que había sucedido esa tarde
- Lamento haberte echo enojar… pero al mismo tiempo… agradezco que solo me hallas amenazado, porque gracias a ti… esos 3, no me siguieron
- mmm – el peli naranja, miraba al chico de la gorra negra, notándolo nervioso, agradecido, más que asustado y se le dibujo una sonrisa al ver, el manojo de nervios que se hacía, por cualquier insignificancia. – Bueno doble tonto, nos vemos mañana – decía el peli naranja, indicándole con una mano, que habían llegado a sus respectivas casas.
- Si! … si… ammm buenas noches Kevin… y hasta mañana – decía en un tono apenas audible.
- Buenas noches – susurro casi para sí mismo el chico de la cachucha.
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Era temprano en la mañana, se escuchaban pasos por el pasillo, rumbo a la cocina, se movían trastes aquí y allá, había un gran alboroto… para ser causado por una sola persona.
El pequeño chico de gorra negra, se encontraba ya sentado en la mesa desayunando, listo para iniciar sus actividades de ese día, recordaba cada parte de los libros que había estudiado la noche anterior, se sentía listo, para presentar cualquier examen.
Sale de su casa con libros en mano, para dirigirse hacia el recinto educativo, con paso calmado, y con sus pensamientos puestos en lo estudiado anteriormente, no se percata que alguien, sigue sus pasos.
- Oye tonto! Si sigues pajareando a mitad de la calle alguien podría atropellarte – le grita un chico en bicicleta
Doble D voltea al escuchar esa advertencia e instintivamente salta hacia la acera.
- Saludos Kevin! Y buenos días, sabes, yo creo que pudiste haberme avisado con un tono un poco menos elevado, pudiste provocarme un accidente – decía el chico de la gorra negra, con un tono audaz
- que paso con lo nervioso y preocupado que estabas anoche? Doble tonto! – le reta el chico del cabello naranja.
- bu-bueno, solo estaba nervioso porque no había estudiado lo suficiente para mi examen de hoy, por haber participado en el juego de ayer.
- participado? – le dijo el peli naranja, mirándolo fijamente
- bueno, no participe jugando, pero si participe en dicho evento, asistiendo. – dijo el de la gorra negra altamente sonrojado
- eres muy malo con los ejercicios doble tonto…. Bueno como sea, ya que los 2 vamos a la escuela, que te parece si te llevo? – le dijo el chico de cabellos naranja
- no gracias Kevin, agradezco mucho tu ofrecimiento, pero voy bien de tiempo, además de que esa bicicleta tuya me da miedo, y de que tus amigos, podrían agarrarla contra ti…. Si no ven llegar…. Juntos – dijo lo último, con un dejo de tristeza.
- podrías llegar más temprano y volver a dar un repaso a tus apuntes…. – dijo el chico de la bici, mirándolo burlonamente.
Ese pequeño repaso antes del examen no pasó desapercibido a los oídos del pequeño, que se vio entusiasmado con la idea de tener un poco más de tiempo, pero luchaba contra todos los “contras” que había, si se llegaba a subir a esa bicicleta.
Sin embargo, pudo más su deseo de estudiar un poco más, y pronto se encontró, montado en esa bicicleta que tanto le daba miedo.
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Poco después llegaron a la escuela, Doble D bajaba de la bici con unas rodillas visiblemente temblorosas, con paso tambaleante trato de llegar a la entrada de la escuela, sujetándose de vez en cuando sobre alguna columna.
- jajajaja ni que hubieras ido en moto Doble tonto! – le decía el chico de la cachucha, mientras aparcaba su bici.
- bueno Kevin, te agradezco el que me hallas traído… si me disculpas me retiro a estudiar….. – el chico lo miro, como queriendo decir algo mas, sin embargo, se alejo.
- mmmm no se ni porque lo traje- se dijo para sí mismo el joven de la cachucha.
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Varias horas despues
Una silueta se podía ver por los extensos pasillos de la escuela.
Se encontraba sentado en las escaleras, nadie más pasaba por ahí, no se escuchaba ningún ruido, todo era silencio.
Se notaba que todos estaban muy ocupados con sus exámenes, era verdad que a partir de ese día… ya no volverían a tener el mismo tiempo libre, que tenían antes.
No se arrepintió de haber asistido al “evento” que su amigo Eddy, había organizado la noche anterior, después de todo, lo había disfrutado.
- Oye doble tonto! – ese sonoro eco que se escuchó por varios metros dentro de la escuela, estremeció al chico de la escalera, que se encontraba sumido en sus pensamientos.
- discúlpame Kevin, pero se me hace de muy mal gusto, tu afán de querer asustar a las personas hablando tan espontáneamente – le replicaba el chico de la gorra negra, al mismo tiempo que se levantaba de las escaleras.
- no es mi culpa, que siempre que te hablo andes en otro mundo – le replicaba el peli naranja – y… a todo esto, que tanto piensas he?
- Bueno Kevin, creo que no es de tu incumbencia, lo que yo este pensando, además como ya sabes, estamos en un periodo de exámenes, que me trae ocupado todo el tiempo… - decía el chico – y… que haces afuera? Te expulsaron?
- qué te pasa tonto? – reclamaba el peli naranja. – Yo termine mi examen –decía el chico, rascándose la nuca.
- no puedo creerlo – decía un sorprendido Doble D.
- bueno, como sea, ven conmigo, necesito decirte algo – le decía el chico de la cachucha, mientras lo tomaba del brazo y lo conducía hacia las canchas de fut.
Doble D no sabía que era lo que pasaba, quizás se quería vengar de el por lo sucedido ayer en la escuela?, aunque era poco probable, ya había pasado un día, y ya lo había visto varias veces… tuvo muchas oportunidades de vengarse de él.
Doble D se dejó conducir, pensando en una y mil cosas, hasta que por fin llegaron a las canchas.
Kevin Soltó a Doble D, se colocó frente a él, lo miro fijamente y empezó a hablar.
- ayer… yo lo vi todo…vi cuando ibas saliendo de la biblioteca ( incluso te vi entrar) -susurro para si – cuando chocaste con esos tres sujetos, vi claramente que ellos lo hicieron a propósito, - Doble D lo miraba con cara de sorprendido al escuchar todo esto, iba a hablar cuando Kevin continuo su relato – no sé porque, pero eso me molesto mucho, así que fui para allá, pero… no sabía qué hacer, entonces te vi tratar de correr, e hice que chocaras conmigo… apropósito..
- pero porque tu harías algo así? – preguntaba el de gorra negra
- yo… hice que chocaras conmigo, para poder hacer que te alejaras de ellos, estaba realmente molesto, así que… lamento si te asuste ayer – decía el chico de cabellos naranja a un sorprendido Doble D
- bueno Kevin… si tú me gritaste de esa manera, fue por mi bien… de no haber sido por ti, quizás esos tres me abrían golpeado y hoy, no estaría aquí.
- agh!!! Lo se, lo se, pero…. Debí solo decirle a esos Idiotas que te dejaran en paz, y no tratarte a ti de esa manera. El chico se agarraba la cabeza, girándola hacia los lados, mientras cerraba los ojos con fuerza
- está bien Kevin… te entiendo, en situaciones así, uno no puede pensar en las mejores formas de solucionar un problema, igual te repito… agradezco que hallas echo eso por mi… a pesar de todo - le decía el pequeño, tomándolo suavemente del antebrazo.
Estaba por soltarlo, cuando Kevin, instintivamente lo tomo de la mano-
- escucha Doble D… - decía el peli naranja, con un tono serio – estuve pensando, porque hice todo eso….
El chico de gorra negra lo miraba un tanto asustado
- desde ayer, no lo tenía claro, no sabía porque actuaba de esa manera, así que lo estuve pensando, y llegue a la conclusión de que… - el chico de cabellos naranja hizo una ligera pausa, se rasco la cabeza, miro a Doble D que lo veía fijamente y con un pequeño temblor en todo su cuerpo. - … me Gustas Doble D – finalmente lo dijo
Kevin esperaba la reacción de Doble D, quien se encontraba mirándolo fijamente, con los ojos muy abiertos, y con un ligero estremecimiento,
no atinaba decir algo, por su cabeza pasaban mil cosas, cada momento convivido junto a Kevin, cada frase, cada palabra, cada acción, El cerebro de Doble D trabajaba a mil por segundo, tratando de encontrar una respuesta a todo lo que estaba sucediendo en ese momento, hasta que por fin pudo decir algo.
- te… te agradezco por todo lo que haz echo por mi Kevin, y he comprendido todo lo que me has dicho… ammm yo no… no sé qué más puedo decirte – le decía el de la gorra negra, mientras miraba al suelo, sumamente apenado.
- Esta bien Edd no tienes por qué decirme algo… solo quería que lo supieras… - el chico de cabellos naranja lo miro con tristeza, le sonrió y se giró, para dirigirse hacia la escuela.
- espera Kevin – dijo el chico de gorra negra, sosteniendo de la camisa al más alto. – yo quiero que sepas, que tu… me gustas… también me gustas y mucho, pero no sé si tu gustar, es igual al mi… - ya no pudo terminar de decir nada mas, Sintió unos brazos pasar sobre su espalda, y unos labios pegados a los suyos, instintivamente cerro sus ojos, al sentir el contacto, de esos labios cálidos, que se posaban en los suyos.
Kevin abrazaba con fuerza a Doble D apretándolo hacia sí mismo, lentamente empezó a abrir su boca, para acariciar los labios de Doble D que permanecían fijos en los suyos, con una mano, tomo la nuca de Edd y lo guio paso a paso, para poder darle el mejor Beso que podría esperar, saboreo sus labios, le dio pequeños mordiscos, succiono su labio inferior, y volvió a besar su boca, mientras Edd correspondía a cada avance suyo. Poco a poco se fue apartando de él, mirándolo fijamente a los ojos.
- Eres un tonto…. Doble tonto – le dijo con una sonrisa en los labios – esta vez formulare la pregunta, para que tú puedas responderme – dijo el más alto, sin apartar la vista de los ojos de Doble D – quieres salir conmigo, Edd? – le sonrió tiernamente
- después de lo que acaba de suceder, mi respuesta es… SI – dijo el chico de cabellos negros, mirando fijamente al más alto, y se abalanzo a sus brazos.
Ambos se tomaron de las manos, y se dirigieron dentro de la escuela, que fue mudo testigo del nacimiento repentino de un nuevo amor.
Owari