Aun no recordaba la razón por la que se encontraba allí, iba a verse con Haru o al menos en eso quedaron, pero lo mas seguro era que solo el lo recordó. Siguió observando el inmenso árbol de aquel parque le recordaba tanto su infancia. Era algo melancólico, tantas cosas pasaron que no lograba ni volver a creérselo, sus ideales habían cambiado tanto, pero quería seguir adelante y era obvio que no lo lograría sin sus hermosos recuerdos, aquellos que intervenían sus amigos y a los que le debía tanto.
Le debía mucho a el en especial a Haru de quien si antes tenia una extraña obsesión ahora la seguía teniendo y era frustrante, demasiado porque sabia que estaba mal, porque no debían existir motivos. Y ahora que se lo pensaba mejor ¿Por qué demonios lo invito a salir?, fue un momento de locura de esos que acostumbraba pasar, no sabia siquiera de que hablarle, solo que... En verdad quería verlo, pero seguro debió haberlo invitado a un acuario o al mar eso si realmente quería que viniera. Y ya era demasiado tarde.
-idiota
Se dijo a si mismo, Haru no llegaría ¿Qué estaba pretendiendo?
Se dio la vuelta y quiso retomar su camino, quizás era demasiado noche como para que el aludido hiciese acto de presencia.
Ya en la salida pudo ver como alguien se acercaba, ojala hubiera sido un perro o cualquier otra persona así le ahorraría la molestia de actuar de lo mas estúpido, ya que ahora no sabría ni que hacer por el hecho de habérselo pensado, invitar a Haru fue un grave error, pero como las cosas nunca le iban a ir tan bien... Y no era que no quisiese verlo
-llegue, rin
Se encontró con la figura de Haru corriendo de lo mas apresurado hacia el, con el rostro empapado de sudor y apenas saludándolo por su agitada voz. Sorprendido, y apenas pudiendo disfrazar su sorpresa con indiferencia, se acerco a el para palmear su espalda, ayudándolo a que dejara de toser
-idiota, no debiste correr así mira que te quedas sin aliento
Haru inhalo fuerte y así pudo calmarse
-lo siento, el entrenador nos hiso quedar mas tarde
Al menos tenía una buena escusa, no era por que no quisiese verlo entonces
-ya no importa, si que se están esforzando... Creo es correcto si es que quieren estar a la altura de los samezuka
¿Por qué rayos se creería que la actitud de rin cambiaria de un día a otro? Sonrió fanfarronamente aunque después de pocos segundos rasco su nuca y miro hacia otro lado, recordó que estaba siendo grosero
-No digo que no sean buenos, solo que...
-esta bien, rin
De nuevo Haru lo comprendía, era bastante difícil no hablar de esa manera sobre todo porque se sentía incomodo, pero quería cambiar, quería volver a ser aquel chico que según Makoto y Nagisa tenia una actitud refrescante, aquella actitud que hasta Haru llego a gustarle y que solo por eso se volvieron amigos.
Un fuerte viento movió los cabellos de ambos haciendo que Haru soltara un estornudo, cuando lo observo detenidamente se dio cuenta de que el chico estaba hecho un desastre, sus ropas arrugadas, su camisa en especial mal abotonada y ahora que ponía atención hasta estaba algo mojado
-¿y tu saco?
-lo deje
¿Cómo podía ser que su nivel de despreocupes fuese demasiado lejos?
-¿Y qué con esas ropas?
-no tuve tiempo de secarme cuando salí de la piscina
Suspiro pesadamente
-se mas precavido, en serio que no cambias… ¿Qué pasa si no encuentras tu saco?
-esta bien Makoto la guardara, también me dijo que me secara
Y una vez mas Makoto salía a relucir, el cuidaba muy bien de Haru, tanto que en serio ambos parecían una pareja.
Una pequeña vena salto de su frente, se estaba enfadando
-si… pues debiste hacerle caso...
Trató de disfrazar su enojo, no entendía claramente que ocurría con el
-mira que el pobre Makoto la tiene difícil conti...
-quería verte
Pudo ver su reflejo en aquellas hermosas orbes azules, ojala el tiempo se hubiese detenido, porque después de aquella interrupción su corazón dio un salto tan grande que en serio le dieron unas malditas ganas de abrazar a Haru, se dio la vuelta tan rápido, no solo su corazón estaba hecho un desastre sino que su rostro había enrojecido por completo, no podía permitir que Haru lo viera así, era sumamente vergonzoso su rostro estaba tan caliente que en serio pensó que explotaría en cualquier momento
-no digas estupideces
Le arrojo su chamarra negra que llevaba puesta
-póntela, si no te enfermaras y no podrás nadar conmigo... En una competencia
Iba a decir solo "conmigo" pero logro darse cuenta de su error, Haru, en cambio, confundido tomo la chaqueta y se la puso sin siquiera pensárselo dos veces
-te la regresare
-si como sea
Una vez calmado se giro de nuevo hacia Haru, viéndolo mas decente. Y ahora que lo observaba bien había creído que él era de su misma complexión pero la idea era errónea su chamarra le quedaba algo holgada.
Haru con su chamarra puesta...
-¿no es romántico?
Soltó el chico haciéndolo estremecer, ¿leyó sus pensamientos? Y no solo eso Haru lo dijo con tono monotono y desvergonzado
-era broma
¡¿Cómo podía hacerle eso?! Ahora su estúpido y ridículo corazón no paraba de latir sin frenesí, y el colmo no fue solo eso sino que pudo ver como Haru se rio de el, una risa discreta pero se rio! ¡De él!
-tu... ¡Maldito!
Apenas y pudo quejarse, ¿Por qué tenían que ser así las cosas?
-lo siento es solo que recordé al viejo rin
Después de aquel comentario pudo darse cuenta cuan importante era Haru pues en realidad aquello logro dolerle tanto que su corazón paro de latir para comenzar a comprimirse, cuan ridículo podía ser semejante órgano humano que solo daba conflictos, le daban ganas de sacárselo y arrojarlo a algún bote de basura o un barranco, como sea chasqueo su lengua para acercarse a Haru
-si no te la pones bien no te servirá para el frio
Subió el cierre de la chamarra, era tanta la cercanía que rin olvidaba y ahora hacia sonrojar un poco a Haru, pues podía escuchar y sentir su respiración, rin olía bien...
-Haru
Escucho decir su nombre, la voz de rin se escuchaba profunda
-lamento... Lamento haber cambiado
Los ojos de rin se estaban humedeciendo, aun así no dejaría que ninguna lágrima saliese, no lloraría ninguna vez más. No contaron el tiempo solo que se quedaron allí un rato mirándose el uno al otro, rin sostenía el cuello de la chaqueta logrando rosar sus manos con el cuello de Haru, sus manos estaban frías pero se sentía bien.
Se habrían quedado demás tiempo así si no fuese por una señora grande que paso por ahí paseado a su perrito que le ladro a ambos con mucha euforia
-¡cállate Magnus! ¡¿No ves a los chicos se están declarando?!
Después de escuchar aquello rin dio un salto alejándose de inmediato de Haru, recordando cuan vergonzoso había sido aquella escena y como la señora había gritado casi a los cuatro vientos algo tan penoso, Haru agacho su mirada tratando de ocultar su sonrojes que cambio de ser discreto.
-bueno... Pues vámonos
Alcanzó a decir, alguien tenia que romper el silencio
-si...
No supo si era su imaginación o vio el rostro de Haru sonrojado, seguro serian ideas suyas
Caminaron un par de minutos sin dirección alguna
-rin
-¿hmm?
-¿a dónde vamos?
Se le olvido aquel pequeño detalle, no sabía ni a donde iban
-no sabes a donde ir
Aquello era más una afirmación que cuestión, Haru si que era su némesis
-de que hablas claro que se a donde te iba a llevar pero ya es tarde, seria mejor regresar a nuestras casas
Haru lo miro con poca gracia, no tardo para girar su mirada hacia otro lado, eso solo significaba que el chico estaba molesto
-¡bueno! Ya a donde... ¿A dónde quieres ir?
Pregunto rin rascando su nuca un mal hábito que estaba desarrollando, de todas formas rin no le dijo para que quería verlo y seguramente si se lo preguntaba presentía que se pondría muy raro e incomodo así que por primera vez no intento fastidiarlo.
Aunque…
-tengo hambre
Le respondió volviendo a mirarlo
-de acuerdo, ¿qué quieres comer?
-caballa
Aquello si que insulto a rin
-¡¿caballa?! Estás loco, yo no como eso, además ¡tú lo comes siempre!
Le grito realmente exasperado, ver a rin enfadado era algo que no tenía precio y realmente le encantaba
-bueno ya... Creo que venden hamburguesas por aquí cerca también hacen de pescado, eso esta bien ¿no?
Asintió en forma de respuesta
-vaya que eres un problema...
Rin miro hacia el frente y después sonrió
-Haru compitamos, quien llegue más rápido al local
Señalo hacia el sitio para que Haru lo ubicara
-invita la comida
Haru sonrió de manera confidente
-de acuerdo
Rin no podía evitar tener esa rivalidad con Haru aquella que le sacaba de apuros cuando las cosas no le salían como el planeaba, solo así podía actuar de lo mas normal con Haru
-bien... 1,2...
Pero antes de decir 3 Haru salió disparado
-¡oye tu! ¡Tramposo!
Le grito riendo de lo mas divertido, en seguida lo persiguió, una vez que lo alcanzo le dedico una sonrisa haciendo que Haru se sorprendiera, esa sonrisa que de pequeños siempre le dedicaba
-rin
Lo llamo
-¿qué es Haru?
-me agrada como eres ahora
Después de eso Haru apresuro mas su paso alejándose de rin quien fue deteniéndose poco a poco. Se detuvo algo estupefacto, su escandaloso corazón comenzó a brincar, apretó su pecho con su mano, debía sostenerlo si no quería que saliera disparado, una enorme sonrisa se apodero de su rostro, quizás le comenzaba a agradar aquellos palpitares, su corazón no era tan desagradable, tomo fuerzas para continuar corriendo y poder alcanzar a Haru.
A su fastidioso pero amado Haru.