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La muerte acecha por Sukikisu

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Notas del fanfic:

Soy nueva en la página y es el primer fic que hago. Acepto todas las críticas, siempre y cuando sean constructivas, me gustaría que me dijeran lo que les parece, lo que no o que les gustaria o esperan de cada capítulo.
Todos los personajes son originales, al igual que la historia.

Notas del capitulo:

Este es la primera historia que publico. Acepto todas las críticas, siempre y cuando sean constructivas, me gustaría que me dijeran lo que les parece, lo que no o que les gustaria o esperan de cada capítulo.
Todos los personajes son originales, al igual que la historia.

Me encuentro sentado en un carro del metro de Santiago, para ser más específicos la línea azul, venía del centro y aún me faltaba mucho por llegar a mi casa, ya que vivía en las periferias de la ciudad, pero todo sea por tener una mejor educación en un liceo emblemático.  Como decía me encontraba sentado en el carro, el cual se encontraba casi vacío, solo habían 3 personas más que yo, una señora con un niño pequeño sentada dos asientos más hacia el fondo del vagón y un chico enfrente de mí.

Ya estábamos llegando a la última estación de la línea cuando por el altavoz repetían “Última estación de la línea azul, favor de descender del tren por lado derecho conforme avanza el tren, gracias por su preferencia que tengan buenas noches”, yo estaba tan aletargado que esperé a que el tren se detuviera para pararme del asiento. Cuando el tren abrió sus puertas, el chico frente a mi salió como si no hubiese un mañana, y la señora que se encontraba a mi costado tomo al niño en brazos y salió del vagón.

Cuando me disponía a salir me percaté que en el asiento de enfrente había un bolso, el cual supuse era de aquel chico que salió corriendo, por ende me apresuré a tomar el bolso y a ir tras aquel joven. Mientras corría para intentar alcanzar al muchacho, de no más de veintiuno o veintidós años, algunos años mayor que yo, intenté recordar hacía adonde había salido, por lo que seguí mi intuición que me decía que siguiera el camino de la izquierda. Salí del metro, que estaba cerrando, e intenté divisar al muchacho pero no lo logré, como ya estaba agotado preferí irme a mi casa y mañana en la mañana pasar a dejar el bolso al metro, ya que cuando el chico se diese cuenta de que no llevaba su bolso, intentaría recuperarlo, lástima que fuese el último tren el que abordamos.

Cuando llegué a mi casa mi mamá me abrazaba y besaba preocupada.

                -¿Cómo te fue hoy hijo, llegaste bien, no te pasó nada?- me repetía mi mamá como haciéndome un chequeo médico. Y es que mi mamá solía ser así de aprehensiva, pero en cierta forma la entendía ya que vivíamos sólo ella, mi hermana mayor y yo, mi papá había muerto a causa de las secuelas que le dejaron el ser torturado en la “Gran Dictadura del 73” que había ocurrido hacía bastante tiempo ya, pero mi mamá aún seguía atemorizada y temía que nos sucediera algo si no estábamos cerca de ella.

                -Estoy bien mamá, sólo algo cansado- dije revolviéndome el cabello- ¿Hay algo de comer?

                -Claro, mi amor, ven a sentarte a la mesa que te sirvo en un instante, con tu hermana hicimos un pastel de frambuesa delicioso- dijo mi mamá muy emocionada.

Cuando terminé de comer ese riquísimo pastel junto a mi mamá fui a recostarme en mi habitación, en el segundo piso, y me quedé ensimismado pensando en  el monótono día de escuela que había tenido, aunque algo me sacó de mis pensamientos, y fue el hecho de aquel bolso de ese chico del metro. Corrí a buscar el bolso que estaba en el living de la casa, y subí rápidamente a mi pieza. Cuando estuve en mi cuarto cerré la puerta con llave, mi mamá comenzó a gritar desde el primer piso que me durmiese y apagase la luz que mañana me tenía que levantar temprano para la escuela, por lo que me apresuré a apagar la luz pero antes de hacerlo escuché un ruido, algo como un zumbido que provenía de la mochila de aquel chico. Apagué la luz me metí bajo las sábanas y alumbrándome con mi celular abrí el bolso, dentro habían un cuaderno, ropa, un anillo y en el bolsillo interno, que aún seguía vibrando, un celular, un último modelo. En la pantalla del celular se veía una luz que titilaba con el nombre de “Dalia”, obviamente no iba a contestar, ya que si estaban llamando a ese chico no tenía por qué contestar yo, mañana devolvería el bolso en el metro y listo, todo solucionado. Me di vuelta en la cama y tiré el bolso al suelo, tenía mucho sueño asique me dispuse a dormir. Habrá pasado unos cuarenta minutos desde que me había dormido cuando empecé a sentir un fuerte zumbido.

                -¡Demonios! – Me revolví en la cama sacando el brazo hasta que di con el bolso, lo abrí y vi que en la pantalla había un mensaje de texto “Ladrón de mierda devuélveme mi celular te molestaré hasta que te dignes a responder imbécil” que provenía de Dalia, de nuevo. Pero qué se cree, al parecer ese chico estaba llamando desde el teléfono de esa tal Dalia, el muy malagradecido me trata de esa forma siendo que yo lo único que quería era devolver su bolso. Le escribí un mensaje desde su celular “Estúpido no soy ningún ladrón, salí a entregarte el bolso que se te quedó en el metro, estabas en frente de mí, pero cuando salí ya no te encontré y me fui a casa” le envié el mensaje pero el celular me avisó que no tenía saldo. Más encima ahora no podré descargarme, qué más da, mejor me iré a dormir. Me tapé con las sábanas pero otra vez empezó a vibrar el bendito teléfono, miré la pantalla y esta vez era una llamada. Me tapé completamente con la sábana y contesté. Esperé antes de decir alguna cosa y sentí una respiración, así que decidí hablar.

                -A…Aló?

                -Hasta que te dignas a contestar mi celular, ¡ladrón! Devuelv…

                -E…Espera, yo no soy un ladrón- le dije en un susurro- es sólo que…

                -Habla claro no te escucho si balbuceas- me dijo aquel chico.

                -Que no soy un ladrón, encontré tu bolso en el metro, saliste corriendo y no te alcancé el paso, asique decidí traerme el bolso pero mañana lo iba a devolver de todos modos- dije algo apenado, y aun susurrando debajo de las sábanas.

                -No te creo, venía solo en el metro, no había nadie ahí, además no debiste tomar lo que no es tuyo.- se escuchaba molesto el chico.

                -No me digas que venías solo, yo estaba justo frente a ti, y al lado mío venía una señora con un niño, asique no mientas. Si lo tomé fue por hacerte un favor, el problema fue que corriste muy rápido y no logré alcanzarte. –Respondí con algo de impotencia, ya que no me gustaba que me calificaran de algo que no soy.

                -Ya, ya, te creo. Sólo te dije eso para verificar que no me lo hubiesen robado en otro lado. Como sea tienes que devolverme mi bolso con todas mis cosas.

                -Lo sé, pensaba dejártelas mañana en la estación de metro.

                -Si, si, está bien. A las 9, ¿te parece?

                -Emmm… lo que pasa es que voy a la escuela y bueno… estaría en ese metro como a las 7 de la mañana, es que entro a las 8:15.- Seguí susurrándole

                -Mmm, y ¿dónde estudias? ¿Y a qué hora sales?

                -En el centro, en el liceo IMBE, salgo a las dos y media.

                -¿Qué?, no te escucho si hablas tan bajo- contestó irritado el muchacho

                -Es que no puedo hablar más fuerte todos duermen en mi casa, estudio en el liceo I-M-B-E y salgo a las D-O-S, dos y media.- conteste lo más fuerte que se puede susurrar, claro.

                -Asique eres un niño bueno, ¿he? Te duermes temprano y eres un niño de mamá, ¿he?- dijo el chico en tono burlón.

                -N… no, no es eso es que… bueno que quieres que haga si vivo aquí debo seguir las reglas, no te burles todo porque tú debes ser un vejete de 23 años.

                -Ja, ni tanto, tengo 20 nomás pero no soy un niñito que siga órdenes. Apropósito, me llamo Azrael ¿y tú?

                -Soy Yair tengo 17, y eso… - Hubo un silencio entre los dos algo incómodo- ¿trabajas?

                -Si, en realidad ya vivo solo y tengo que mantener de alguna forma los gastos de mi departamento, además de pagar los gastos comunes y la moto que me compré hace unos meses.- Dio un suspiro – Trabajo en….

Los rayos del sol entraban por las rendijas de la cortina, me encontraba aburrido en la clase, por más que intentaba concentrarme en lo que hablaba el profesor, no podía lo único que se me venía a la mente era que tenía que entregar el bolso, ese bolso que tome sin permiso ayer para poder devolverlo a ese chico, creo que su nombre era Azrael pero no estoy completamente seguro, anoche tenía tanto sueño que me quedé dormido con su celular en el oído. Me ponía nervioso el hecho de encontrarme con alguien que sólo había visto una vez, aunque ayer cuando hablamos, comenzó mal luego la conversación se tornó más agradable pero algo incomoda.

Cuando salí de clases, me quedé parado en la entrada del colegio, para que Azrael me pudiese ver con facilidad. Esperé media hora, ya me estaba cansando de estar parado, divisé una banca y me senté con la mochila de Azrael en los brazos, me apoyé en la banca y me fu quedando lentamente dormido.

                -Hola – sentí que me susurraban al oído, me  estremecí ya que nunca había sentido algo así.

                -¡¡Uaa!!¿¿¿ Por qué me haces eso???-dije llevándome la mano a mi oreja derecha.

                -Jajajajaja, sólo bromeaba, soy Azrael y como veo tú debes ser…. Eh, ¿yayirobe?- Me miró Azrael con cara burlesca.

                -¡Yair!, toma.- le entregué su mochila y me paré.

                -Oye, espera todavía no he revisado mis cosas- Me dijo Azrael tomándome de la muñeca y empujándome a la banca en donde él se había sentado.

                -Está bien.- Mientras Azrael revisaba sus cosas, me fijé en sus facciones, sus piel era blanca, sus cabellos cortos le llegaban hasta el final del cuello, de un color negro profundo, sus labios eran delgados y pálidos, subí la vista hacia sus ojos, que eran de un color miel, a la luz del sol casi se veían dorados.

                -¿Tengo algo?- Me preguntó Azrael

                -No, es sólo que… -callé sin querer quedar en evidencia de que lo había estado observando largo rato. Azrael tomó mi mano y puso algo en ella.

                -Toma, te lo regalo- Me dijo sin darle mucha importancia.

Abrí mi mano y lo que había en ella era un anillo, no sé si fuese de plata, acero o qué sé yo, pero era bastante pesado y ancho, en el interior tenía unas palabras en otro idioma “العودة الى لي”.

                -Gracias –Lo guardé en mi bolsillo

                -Oye y ¿tienes algo que hacer ahora? Digo, ahora que ya no tienes clases –Me dijo Azrael apoyándose en la banca.

                -Sí, o sea… -Vi mi celular y eran las cuatro de la tarde, espera eso quiere decir que Azrael llegó como  a las tres y algo, que irresponsable.- ¡¡te dije que salía a las dos y media, me tuviste esperando una hora!!

                -¿Ah?- Me miró detenidamente, me intrigaba algo esa mirada- Tú fuiste el que anoche se quedó dormido mientras hablábamos, te intenté despertar pero parecía que te hubiesen dejado inconsciente, te grité y aun así no despertaste.

                -Pero si ya eran la una de la mañana que esperabas, tenía que levantarme a las seis-

                -Debiste hablar más fuerte entonces, pero a ti te dio con susurrarme y casi hablar en un suspiro, no sabía si eras un pervertido o alguien a quien pudiese creer su cuento de hacerse el héroe.

                -Tsk… -Lo que me decía Azrael igual tenía cierta coherencia- La cosa es que tengo que estudiar ahora y bueno no sé cuando termine.

                -¿Tienes pruebas?- Me preguntó enarcando una ceja y yo rápidamente negué con la cabeza.- ¿Entonces? No me digas que eres uno de esos nerds que pasan en el computador y sólo salen de su cuarto para comer e ir al baño, Jajajajaja.

                -¡No! Ya deja de burlarte de mí, es sólo que quiero estudiar medicina- dije viendo al piso- Para eso tengo que estudiar mucho, tener un buen promedio y esas cosas- agregué en tono de triunfo.

                -Ya, seguro no te quedas conversando con tus amigos después de clases, esa no te la creo- me dijo jugando con sus zapatillas y pisándome mis zapatos.

                -¡Oye! –Me limpié los zapatos – pues no, no tengo amigos acá en la escuela. Me llevo mal con todos.

                -Así que eres el inadaptado Jajajajaja- Lo que me dijo me molestó pero había cierta razón en lo que acababa de decir.- Tu problema es que no paras de hacer y hacer cosas buenas, también deberías divertirte, no sólo estudiar. Si te gusta ayudar  a las personas, ok, pero primero tienes que empezar ayudándote a ti mismo y eso se empieza divirtiéndose.- Me agarró del brazo y me sentó nuevamente, pasó su brazo frente a mi rostro acorralándome- ¿Qué cosas te gustan hacer?, Yair.

                -Bueno, yo…-Intentaba recordar algo que me gustase pero en realidad esta posición me ponía bastante nervioso, nunca había estado tan cerca de otro persona, sin contar a mi mamá y hermana claro- Me gusta… me gusta ir al parque y acostarme en el césped, eso.

                -Algo raro, pero está bien para empezar-Azrael se levantó y yo le seguí.

Estábamos recostados en el césped por lo menos llevábamos una media hora en que ninguno se atrevía a decir algo, pero el sol era cálido y el césped se sentía agradable. Giré mi cuerpo y él estaba con los ojos entrecerrados, sus cabellos tendidos en el piso brillaban con la luz.

                -¿Tienes sueño? –Dije

                -Sí, algo.

                -¿Estás aburrido?

                -Ñaaa, no te miento, no es el mejor panorama para un viernes.

                - - No supe que contestar, a mí me gustaba estar así sin hacer nada y sólo escuchando pájaros o el viento.

                -Y cuéntame, ya que no tienes amigos, al menos has tenido alguna novia, pretendiente o ¿algo así?- Me miró apoyando su cabeza en su mano izquierda.

                -Ha, este…- La verdad es que ni si quiera había dado mi primer beso, estaba en un colegio de hombres y no era muy bueno yendo a fiestas como para conocer algunas chicas, lo más cercano a eso fue cuando niño, que me gustaba la vecina de mis abuelos, de mi edad. Pero sólo la veía en los inviernos, cando iba de visita al campo.- Sí, se llamaba Margarita- Sólo atiné a decir el nombre de la vecina de mis abuelos.

                -Mmm, ya veo-Me acarició un mechón de cabello – Eres un mentiroso, ¿crees que no me di cuenta cómo girabas los ojos por no saber que inventar?- De pronto Azrael se subió sobre mí y acercó su rostro hacia mi oreja- Eres virgen, eso se huele a leguas.-

Al decirme esto hizo que me sonrojara, él me miró directo a los ojos y yo me ponía cada vez más nervioso con la situación.

                -Tienes lindos ojos azules, son cómo el cielo-me dijo Azrael, mirando con detención mi rostro.

 Me acerqué a su rostro y miré sus labios, yo nunca había besado a nadie y no sabía cómo se sentía pero mi corazón estaba a empezando a palpitar cada vez más fuerte, tan fuerte que creía que Azrael lo sentiría. Levanté un poco mi cabeza del pasto para quedar más cerca de él y posé mis labios suavemente sobre los de él. Azrael parecía ni inmutarse, pero mi corazón ya estaba a mil sólo con ese roce. Lo tomé del cuello para que nuestros labios se presionaran más fuertemente, luego Azrael me alejó.

                -Tu respiración está muy agitada, eso que sólo fue un beso simple, sin lengua ni nada- Hizo un ademán de superioridad- Imagínate cómo hubieses quedado si te hubiese metido la lengua Jajajajaja.

Con lo que me decía me ponía más rojo y me sentía más avergonzado, ya ni podía mirarlo a la cara.

                -Oye…-Me colocó su mano en el hombro y me giré a verlo. – Por lo menos ya tienes tu primer beso, ¿está bien?

                -¡Ya no lo sigas diciendo!-Mi cara ya estaba como un tomate.- Es mejor que me vaya a casa, quiero llegar a repasar la materia de hoy.

                -Está bien, vamos galán, jajajajaja.

Notas finales:

- Primero: no sé como se escribe yayirobe, ja! Asique si alguien sabe, por favor hagamelo saber.

Espero les haya gustado el primer capítulo, haber si entre mañana y el sábado hago el otro capítulo :D Saludos!!!


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