-Misaki…
Voltee y pude ver el rostro pasmado de aquel mi mejor amigo, que al momento corrió a abrazarme y aferrarse a mí como si su vida dependiera de ello.
-Kisa-san, suéltame por favor
-no, no dejare que vuelvas a desaparecer- dijo sujetándome aun mas fuerte
-el dijo que lo sueltes- pude oír a Usagi-san decir, o más bien gruñir por atrás de mi
-no-
-Kisa por favor, ¡suéltame!- rogué
-no-
-¡¡que me sueltes!!
-suéltalo- dijo Usagi-san, ahora apuntando con un arma a la cabeza de Kisa-san
Ante esto y un poco mas de forcejeo de mi parte logre que me soltara y corrí rápidamente a los brazos de Usagi-san
-Misaki, ven conmigo por favor, ¡aléjate de ese criminal!
-lo siento Kisa-san, pero yo… en verdad lo amo- dije abrazando aun mas fuerte a Usagi-san
- ¡no Misaki!, ¿¡no lo entiendes!?Este hombre te lavo el cerebro, ¡¡te secuestro!!
-no lo hizo, yo quise ir con el…
-¿Qué? – dijo intrigado, claramente sorprendido
-yo, bueno… en un inicio si fue secuestro, pero ahora… estoy con el por mi propia voluntad… no es algo en lo que puedas intervenir, esa fue mi decisión…-
-pero, el es un criminal, es uno de los más buscados, ¡como dices amarlo!-
-no me interesa lo que sea o a que se dedique, lo amo… y eso… no lo vas a poder cambiar-
-permíteme que interrumpa- dijo repentinamente mi ojilila- sé que eso está mal, se que eh cometido mucho errores y lo peor es que fue solo por diversión, pero no me arrepiento, ya que gracias a todos esos errores pude conocer a Misaki… así que, si, yo soy el “Sr. Conejo”, pero también soy un hombre, un hombre enamorado, yo haría cualquier coa por Misaki, daría mi vida por él, en este caso, no será mi vida, si no mi estilo de vida, no iremos, y comenzaremos de nuevo… así que te pido, que nos dejes ser felices…
-¡¡NO!! no lo permitiré, tu Misaki, regresaras conmigo y te alejaras del mal camino, así sea lo último que haga… porque soy tu amigo te ayudare, así que … tenlo en cuenta
Dicho esto Kisa se fue corriendo con lagrimas en los ojos, pero no había solo lagrimas, también me pareció ver una pequeña sonrisa victoriosa recorría su rostro, que extraño…
Regresamos a casa, sin embargo la maravillosa velada acabo como algo horrible, Usagi se quedo conmigo toda la noche, llore por horas en su hombro, sollozo tras sollozo, no paraba, no fue hasta después de tres horas que mis ojos se secaron, mi corazón se derritió y mi cuerpo se canso quedando dormido; dormimos abrazados toda la noche, refugiados en el calor del otro… rayos… ¿Qué haría yo sin este hombre?
A la mañana siguiente después de desayunar con Usagi-san, fui nuevamente hacia el televisor, ya que Usagi se había ido al trabajo, claro no sin antes darme un apasionado beso de despedida, me acomode en el sofá, prepare unos nachos y me senté, lo encendí y comencé a pasar los canales, Glee, Bob esponja, Malcom, Noticias, El precio de la historia, Los padrinos mágicos; Decidí dejarle ahí, rayos… yo quiero unos padrinos mágicos… me divertí un rato, sin embargo se fue a comerciales, así que le cambie, pero en el momento en que lo hice se acabaron las baterías, me dio flojera ir por otras, así que no me quedo de otra más que ver el noticiero.
No era nada del otro mundo, unos cuantos asaltos, el croassant más grande del mundo, película de Sekaiichi Hatsukoi que se estrena en Marzo y unas cosas más, pero me sorprendí con otra noticia, ahí estaba el maestro de literatura de la universidad con un estudiante, Kusama-kun, ¡en la cárcel!
“La noche del pasado martes fueron arrestados dos hombres en la ciudad de Tokio, por cometer actos inmorales en un lugar público, los sujetos fueron encontrados atrás de un restaurant manteniendo relaciones sexuales alrededor de la 1:30 de la mañana, se les otorgo una sentencia de 6 meses en prisión o liquidar una fianza acordada por la jueza, ¡Oh!, me informan que un hombre vino ya a pagar la fianza”
Luego de eso pasaron una imagen de Usagi-san claramente con cara de burla pagando la fianza, jaja definitivamente, el profesor perderá su trabajo…
“-Disculpe señor, ¿podría decirnos su nombre y cuál es su relación con este hombre?-
-Mi nombre es Nakamura Akihiko, y soy amigo de este idiota, que al parecer andaba de calenturiento jaja xD –
-Y usted Señor Kamijou, dígame ¿Qué se siente haber sido descubierto en tal situación?-
-¡¡Cállate idiota!!- se va del lugar pateando al reportero
-¡espera Hiro-san!, ¡No me dejes!- se va corriendo tras el
-Bueno… sí que tiene carácter, volvemos contigo al estudio Ric – se soba la entrepierna”
¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJA!!! Ese profesor sí que me cae bien…
Usagi san llego después de unas horas , obviamente de buen humor, tenia escrito por toda la cara que se había burlado de su amigo hasta quedarse verde, cenamos y nos sentamos en el sillón a ver una película, tardamos un poco en elegir, pero al final terminamos viendo “Chabelo y Pepito vs los monstruos”. Cuando termino una señorita nos trajo una botella de champan y unos chocolates.
-De verdad no puedo creer que los hayan arrestado jaja- dije mientras bebía
-Hiroki no se deshará de mis burlas durante un buen tiempo
- oye Usagi san…-
-¿que pasa?-
-yo… decidí a donde quiero ir… quiero… que vallamos a San Francisco en América… - pude sentir en sonrojo en mi rostro
-¿San Francisco?, no prefieres ir a Europa, Australia, Marte si quieres, pero… San Francisco ¿Por qué?
-bueno… yo estuve investigando, y pues… yo… este…
-¿si?
-ahí… ahí… ahí se permite en matrimonio entre dos hombres- fue apenas un susurro, pero mi peliplata logro escucharlo, al momento se abalanzo sobre mí.
Me yumbo en el sillón mientras me besaba desesperadamente, su lengua rozaba la mía y toda mi cavidad bucal mientras yo trataba de devolverle el besos nerviosamente, mi corazón no hacía otra cosa que un loco bum bum.
-Te amo Misaki, no sabes cuánto te amo- y volvió a besarme
La intensidad del momento aumentaba, ese cariñoso y feliz beso se convertía en un apasionado y desesperado, comenzaba a sentirme incomodo, pero al tratar de acomodarme levante un poco la rodilla y pude notar su gran erección por sobre la tela.
-No, basta…- dije al borde del llanto, en ese instante se detuvo
-Misaki… yo, lo siento…- dijo con una mirada de decepción en su rostro.
Se levanto y comenzó a alejarse, no, espera… no te vayas. Me reincorpore y lo seguí subiendo por las escaleras hasta la puerta de su habitación donde lo detuve justo antes de que abriera la puerta.
-Yo… Usagi-san- no me miraba, se mantenía de espaldas a mi mientras yo lo sujetaba de la manga de su camisa- yo, solo… no pué… yo… yo, lo siento.
-No te preocupes…- seguía sin mirarme- yo… yo entiendo…
En ese momento abrió la puerta de su habitación y entro en ella cerrándome la puerta en la cara.
No, no por favor… no me ignores… yo… yo te amo.
Las lagrimas rodaban sin control por mis mejillas, no, yo, yo tengo que hacerlo, no puedo rechazarlo.
Me arme de valor y entre a su habitación, estaba justo del otro lado de la puerta, así que aproveche y lo tumbe sobre la cama.
-¡No me ignores! ¡No te atrevas a hacerlo!- grite aun llorando
Ni siquiera deje que me respondiera ya que plante un beso desesperado en esos deliciosos labios que posee. Sentía como trataba de alejarme, pero no lo permití, sabia como inmovilizar a una persona debajo de mí. Pero tuve que cortar aquel beso que empecé ya que sentí una mordida en mi labio.
-¡Ay!- me queje
-Misaki…- susurro- por favor… vete
-¡No!- replique- yo… yo… te dije que lo intentaría, ¡así que lo hare!
-Misaki por favor…
-¡Solo cállate y bésame!- volví a posar mis labios sobre los suyos, pero esta vez, no me aleja y respondió a mi beso.
Debilite mi agarre y me tomo por la nunca aun con nuestros labios unidos y nos volteo, quedando el sobre mí y yo contra al colchón.
-bien, pero atente a las consecuencias- susurro en mi oído
-siempre…-
Después de eso, ya no beso mis labios, si no mi cuello, daba pequeños mordiscos y succionaba de vez en vez, mañana tendría marcas seguramente.
Dejo mi cuello para bajar hasta donde mi playera lo permitía, podía sentir mi sonrojo y mi rostro arder de vergüenza, de un tirón rompió la prenda y continuo su labor de recorrerme con su lengua. Bajo por mi pecho y llego a mis rosados botones, directamente mordió uno de ellos.
-¡Ah!- gemí
-¿Qué? ¿Te gusta?- dijo con aquella sensual voz ronca
-Ca Cállate…- dije aguantando los gemidos
Seguía atendiendo mi pezón derecho dando pequeños mordiscos, bajo su mano hasta posarla en mi miembro sobándolo un poco… mierda… esto es demasiado bueno.
-vaya… ¿ya estas así?, que sexy- dijo mordiendo mi cuello
-ahhh- volví a gemir ante sus palabras
Metió la mano por dentro de mi pantalón y bóxers y comenzó a masturbarme lentamente.
-ahh… Usa… Usagi… yo, no… no puedo ¡Ah!-
Me masturbaba cada vez más rápido, ya no lo soportaba, esa energía que iba desde mi sexo hasta mi cabeza y pies era insoportable, insoportablemente buena, quería que acabara, pero a la vez no. Pero no hay día que no llegue ni fecha que no se cumpla, así que después de unos segundos me corrí.
-¡¡Ahhhhh!!- gemí o más bien grite ante aquel placer, wow… así que esto es un orgasmo… me gusta.
-Que rápido- dijo haciéndome cabrear llevándose dos dedos a la boca- mmm delicioso
Dicho esto me sonroje aun mas, planeaba reclamarle, pero no pude ya que me beso.
Bajo nuevamente su mano, pero esta vez no fue hacia mi miembro, si no a mi entrada. Introdujo un dedo haciéndome sobresaltar, me aferre a sus hombros por la punzada de dolor que sentí.
-Relájate, pronto pasara- susurró en mi oído para después besarme todo el largo de la mandíbula hasta llegar a mis labios.
Movía ese dedo en círculos, para después meter un segundo, ahí fue cuando me di cuenta de algo.
-oye… -dije a como pude- quítate la camisa
Ante esto, el también se percato de que la traía puesta, pude ver como se la desabotonaba y liberaba aquel perfecto pecho de mármol… wow… que espectáculo. También se quito el cinturón y desabotono su pantalón.
Metió un segundo dedo, nuevamente el dolor se hizo presente, además de que ahora no los movía en círculos, si no a forma de tijeras, lo que logro abrir mi entrada.
-listo- dijo contra mis labios para dejarme un casto beso
Se quito los pantalones y el bóxer, para después hacer lo mismo con los míos.
Posiciono su miembro en mi entrada, listo para atacar, ahora si, me encontraba entre la espada y la pared, o más bien entre su espada y la cama.
-Te amo- dijo contra mis labios justo antes de penetrarme de una sola estocada.
Ante aquella intromisión arquee mi espalda clavando mis uñas en su espalda desnuda
-¡Argg!- gimió, que sexy se escucho
Comenzó a moverse de forma lenta y deliciosa a la vez.
-ahh… Usagi-san- gemí escondiendo mi rostro en el hueco de su cuello
-Misaki, que estrecho eres…-
Comenzó a moverse un poco más rápido, clave aun mas las uñas en su espalda tratando de contener todo este placer.
Al sentir el desgarre de mis uñas en su piel me embistió aun mas fuerte
-¡Ah!- grite
-le di- dijo con una sonrisa
Las embestidas aumentaron de nivel, eran más rápidas y placenteras, enrollé mis piernas alrededor de su cadera logrando que las embestidas se hicieran más profundas tocando ese punto especial. A este punto mis gemidos eran incontrolables.
-Eso Misaki, grita, grita para mí-
-Ah… ah… Usa… Usagi san…-
-Más fuerte-
-¡Usagi san!- gemí y lo apreté inconscientemente
-¡Agh!... Aun más fuerte-
-¡¡Usagi-san!!- me aferre aun mas a su espalda con mis uñas y presione su cadera con mis piernas
-Misaki…- me abrazo desesperadamente mientras sus estocadas se volvían brutales
-¡ah! ¡Ah!... ya… ¡ya no puedo!
-¡Misaki!-
-¡¡¡Ahhhhh!!!-
Me vine entre nuestros vientres, y gracias a la descarga, contraje mi cuerpo, logrando que Usagi se viniera igual, solo que dentro de mí.
Caí rendido en la cama, y Usagi encima de mí.
-Te amo Misaki-
-Yo yo igual…-
Nos acomodamos debajo de las cobijas y nos abrazamos, moví un poco mi pierna, y sentí como algo espeso salía de mi interior, mordí mi labio y escondí mi rostro en el pecho de mi peliplata evitando que viera mi gran sonrojo.
Un resplandor entro en la habitación logrando que me despertara, sin embargo había algo extraño, estaba completamente solo en la cama, ¿Dónde estaba mi ojilila?
Me levante de la cama, pero al instante caí, ya que un horrible dolor recorría mi espalda baja.
-ahhh… estúpido Usagi…-
Ha como pude me levante y me encamine hacia el baño a cepillarme los dientes con una bata puesta. Cuando entre vi a mi amado con su pecho desnudo untando algo en su espalda, donde había varias líneas al rojo vivo, incluso un poco de sangre seca.
-¡Que rayos!- exclame corriendo hacia el pasando suavemente las yemas de los dedos sobre sus heridas mientras me miraba curioso- ¿Quién te hizo esto?
Al instante se volvió hacia mí mirándome extrañado y levantando una ceja
-¿Qué?- pregunte dudoso, hasta que algo llego a mi mente, abrí los ojos por la sorpresa sonrojándome hasta las orejas- yo… yo... yo solo
-Te amo Misaki- dijo robándome un beso
-¿¡Que!? ¡Baka!, ¡espero y te duela!- grite hecho una furia saliendo de la habitación dejando a mi peliplata con una arrogante sonrisa victoriosa… idiota.