DESPUES DEL PRIMER AMOR…
Capitulo 1: Dependencia
Poco había pasado desde aquella vez, en que estuve con él, aun puedo recordar la sensación de sus manos recorrer mi cuerpo, me siento usado, el me engaño solamente, fui solo un simple pasatiempo… ¿porque tenía que pasarme esto a mí?, ¿por qué deje que mi estúpida inocencia llegara tan lejos?, lagrimas de desolación se derraman diariamente por mis mejillas, mis amigos viven preocupados, no soy capaz de dejar estos sentimientos atrás… ¿Por qué carajos dejo que duela tanto? Mi corazón ya no puede más, siento estallara, me falta el aire, no puedo ver más la luz del sol… Toque fondo.
Narración normal~
Jiyong era un joven normal como todos, ya con 18 años y un futuro ya previamente preparado, estaba decidido a dejar todo con tal de seguir su corazón, aseguraba que su vida giraba alrededor de una sola persona, aquella que el mismo aceptaba que le hacía tanto daño, sin embargo, era más fuerte su necesidad de estar al lado de esa persona que enfrentarse a su soledad, un miedo con el cual cargaba desde pequeño, su seguridad se encontraba por los suelos y nada ni nadie le haría ver la realidad, había entregado su alma al mismo demonio el dia que su pasión había podido contra él, dándole su virginidad a alguien que no lo amaba de la misma forma, ya había pasado dos años después de eso y Ji seguía con la misma torpe idea de luchar por él, un hombre 20 años mayor…
FLASHBACK
Jiyong: Estudiante del primer año de preparatoria, juicioso, bien portado y ciertamente de aspecto carismático, algo lo hacía resaltar de entre todos los de su clase y era su perseverancia combinada con la hermosa sonrisa que tenia, logrando iluminar hasta el más oscuro pasillo de la escuela.
-“What time is it?” What…time is it?- Ji se encontraba en la biblioteca durante su hora libre repasando para su examen de lengua extranjera en la cual no era muy bueno, repetía todo lo que la tipa en la grabación le dijera apretando de vez en cuando los grandes auriculares para poder escuchar mejor, lamentablemente eso hacía que su voz se escuchara mucho más fuerte siendo callado varias veces por la profesora que se encontraba a su lado.
Ji harto de no poder estudiar como quería se levanto de su banca yendo hacia otro lugar pero el ir bastante atento aun en su libro lo hizo tropezar con una persona por desgracia.
-Di-discúlpeme- exclamo Ji al sentir un leve impacto con el cuerpo del otro hombre a quien se le había derramado un poco de su café en el traje bien planchado y portado, digno de un profesor de Física.
-No te preocupes- le sonrío levemente, lo miro a los ojos un momento, notando que el pequeño se había quedado atontado en su mirada, para él era solo eso, solo un pequeño alumno.
De pronto Jiyong empezó a ver borroso, no había estado comiendo bien y el pequeño golpe lo había hecho perder un poco el conocimiento cayendo al suelo perdiéndose en sus pensamiento, simplemente escuchando a lo lejos las suplicas de ayuda del otro hombre.
Al poco rato, el joven alumno fue retomando la vista, notando unas hermosas cortinas blancas moverse con la ayuda del viento que pasaba por la ventana, Jiyong poco a poco se fue incorporando tomando por inercia su cabeza la cual aun dolía por la caída, el pobre había sufrido un golpe muy fuerte, al voltear se percato de la presencia del otro hombre a su lado, quien no pudo evitar sonreírle de nuevo.
-¿Cómo te sientes?- pregunto sin más el hombre al notar un poco perdido al muchacho delgado y pálido ante él.
-Mi-mi cabeza… duele- dijo con pena y cabizbajo.
-Bueno, eso es entendible, te diste un golpe bastante fuerte- susurro comenzando a acariciarle despacio la cabeza, Ji comenzaba a relajarse por el tacto sintiendo una agradable sensación de bienestar al estar cerca de aquel hombre.
-Ya me siento mejor- dije a lo bajo Jiyong mirándolo tiernamente a los ojos tranquilo en su plenitud
-Me alegro- dijo el hombre mayor delante de el levantándose del asiento –Yo debo volver a clase y tu también, en cualquier caso búscame si te vuelves a sentir mal ¿de acuerdo?- Exclamo tomando su portafolio para salir de ahí, pero el joven lo detuvo.
-Espere, quisiera agradecerle el haberse preocupado por mi- bajo la mirada tomándose con fuerza el pecho evitando que su corazón se saliera de lo rápido que le estaba latiendo –Trabajo en una cafetería aquí cerca y me gustaría invitarle algún postre o una taza de café- sonrió con pena por su propuesta, sonrojándose.
-Mmm de acuerdo, te tomare la palabra e iré, mientras tanto cuídate-asintió ante la petición y de nuevo sonrió saliendo de la enfermería de la escuela, Jiyong lo miro irse, con sus ojos perdidos en su silueta, se había enamorado de un profesor.
Habían pasado días desde que Jiyong invito a aquel profesor, sin embargo, por más que el pasara las horas volteando hacia la ventana con la esperanza de que el llegara, nada hacía que el hombre pasara por aquel local, poco a poco el joven alumno se fue desilusionando de eso, pensando que solo había sido una estupidez, era obvio que él no iría jamás.
Pero esa misma noche, al salir del local para irse a su casa, al alzar la mirada Ji lo vio, ese hombre que le había robado los pensamientos estaba ahí frente a él recargado sobre la puerta de su vehículo inhalando un poco de su cigarro volteando a ver al muchacho, el joven no pudo más y corrió a abrazarle muy fuerte como si toda su vida lo hubiese deseado.
Ambos hombres, uno más joven que el otro procedieron a abordar el vehículo, Ji no pudo pensar en nada más que la felicidad que invadía su ser al verse al lado de aquel hombre mientras cruzaban todas las calles de la ciudad, la noche era larga y su corazón joven y salvaje solo podía pensar en una cosa.
Ambos llegaron a un hotel lujoso, hermoso de donde se le viera, salieron del vehículo y se dirigieron a una de las habitaciones, en donde unieron sus cuerpos haciéndose uno…
Pero tristemente, no todo era felicidad en el sueño de Jiyong…
Ji se entero que aquel era casado y que llevaba ya varios años engañando a la mujer con la que estaba con diferentes alumnos en su mismo colegio, ni el haberse enterado de eso ayudo al joven para olvidarse del hombre mayor, simplemente se dejo llevar por sus sentimientos, esos que recién estaba experimentando, era su primer amor, al cual podía perdonarle lo que sea.
FIN DEL FLASHBACK
Habían pasado ya dos años y Ji había aguantado ser el segundo, el amante, con tal de seguir con aquel hombre que aun podía robarle suspiros, sonrojos, sonrisas, aquellos latidos en su corazón, por más que lo llegase a odiar no podía negar que su cuerpo aun pedía por él, con ese roce de labios que con nadie más había disfrutado de aquella manera.
Ji se recargo sobre la ventana del tren que lo llevaría a la gran ciudad, donde se reuniría con su amado… el hombre mayor había sido transferido a una escuela en Seúl y el menor por temor a perderle decidió ir tras el…
El joven no tenia hogar alguno en aquella gran ciudad, se quedaría por tiempo indefinido donde su amigo Young Bae, quien conocía de bastantes años atrás y lógicamente estaba en desacuerdo con aquella relación dependiente que tenía el menor con el profesor
-Ji, por fin llegaste- dijo Young Bae una vez que abrió la puerta dejando pasar al joven con un montón de maletas y bolsas.
-Prometa que en cuanto encuentre un trabajo me iré de aquí Bae- exclamo Jiyong algo agitado por el viaje y cansado de haber cargado tantas maletas, el viaje en tren podía ser bastante pesado y más con su condición física.
-Tranquilo amigo, puedes estar aquí todo el tiempo que necesites, eres bienvenido- le sonrió cortésmente mientras cogía sus maletas y las acomodaba en el cuarto que el previamente había designado para su amigo.
Ji se sento en la cama mirándola y pasando su mano por la cobija, aun se preguntaba si lo que hacía era correcto, lo dejaba todo por nada, de pronto llegaban flashbacks a su mente perturbándolo un poco poniendo en contra su razón y sus sentimientos.
-Ji… ¿Qué sucede?- cuestión Bae al ver a su amigo con esa expresión tan triste y desolada, Jiyong se abstuvo de contestar y simplemente soltó un suspiro sin dejar de ver la cobija
-No pensé que amar fuera tan duro- susurro el joven mirando el suelo.
-El amor no es tan malo Ji, simplemente no has encontrado al indicado- Bae lo abrazo sin más, esperando que el menor entrara en razón, intentando animar su autoestima yendo a prepararle una taza de te.
CONTINUARA…