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Circle of time por Nancyns4

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Notas del capitulo:

Hola amigas y amigos lectores aqui les dejo nuevamente un nuevo capitulo, lamento la espera pero es mejor tarde que nunca :)

espero y lo disfruten ;)

Circle of time


“Pesadillas”


Perfecto, si todo era perfecto, o eso era lo que pensaba Edward cada vez que miraba el reloj sobre la pared que se encontraba en la sala, 5 minutos faltaban para que fuera las 5:00 pm y Roy Mustang no aparecía, él  creía que había dejado demasiado claro que quería estar en la estación del tren 10 minutos antes de que llegara su hermano, pero no al parecer al pelinegro se le había hecho gracioso llegar tarde, estaba molesto, no eso era poco estaba furioso.

Cansado de esperar, se levantó del mullido sillón en el cual se encontraba, ya no pensaba esperarlo mas, era demasiado tarde, estaba seguro que cuando el llegara a la estación Al ya estaría ahí, y el no haría esperar aun mas a su hermano, si Mustang quería alcanzarlo bien ya no le importaba, que hiciera lo que se le pegara en gana, si no podía estar a la hora indicada  entonces ¿por qué le prometió que estaría a tiempo? Era un idiota, pero en fin, mas tarde arreglaría eso con el pelinegro.

El rubio se dirigió a la puerta de entrada murmurando uno que otro insulto para su pareja, tomo las llaves de una pequeña mesita que descansaba cerca de la puerta, esta la abrió y al momento de levantar su mirada se encontró con el hombre el cual lo había hecho enfadar, ahí se encontraba con el cabello desordenado, una de sus mano se quedo en el aire ya que estaba dispuesto a abrir la puerta pero el rubio se le había adelantado.

-Ed…-Mustang miro al chico con una mirada avergonzada y una pequeña sonrisa en su rostro.-lo siento sé que es tarde.-

-¿Tarde?-soltó el rubio con toda furia mirando al hombre frente a él.- ¡¿Al menos sabes qué hora es idiota?!-

-Ed- Roy siguió a el chico que se dirigía hacia el carro que le pertenecía.- ¿tienes las llaves?-

Edward abrió la puerta del copiloto y enseguida le aventó las llaves al pelinegro, el no planeaba conducir.

Roy por su parte solo lanzo un suspiro de exasperación, Ed a veces llegaba a ser tan terco y molesto a la vez, si lo admitía había llegado tarde pero el chico era un melodramático.

 Sin decir nada se instalo en el lugar del conductor y rápidamente echo andar el coche, no quería enfurecer a un mas a su pareja. En realidad no sabía que decir, él de igual modo no estaba de un gran humor para comenzar una discusión, estaba cansado, y estresado por el arduo trabajo en la oficina, además Edward no estaba haciendo mejor las cosas en ese momento.

-Ed…-

- ¿Ahora que me vas a decir? – se adelanto el rubio interrumpiendo al pelinegro.- ¿Qué tenias demasiado papeleo? O no me digas, se te olvido ver el reloj, o simplemente, se te olvido que tenias que acompañarme.- soltó de modo hiriente, en fin no le importaba, seguido le hacía lo mismo, llegaba tarde a muchos de sus compromisos, y siempre por una tontería.

- si no podías estar a tiempo lo hubieras dicho.- termino  sin mirarlo a la cara, solo se dedicaba a mirar la calle, la cual estaba a cumulada de gente, a demás de que al parecer el trafico se había puesto en su contra, ya que estaba como el mismo infierno carros por aquí y por allá, se temía que nunca llegaría a la endemoniada estación del tren.

 -no, no fue por eso.- respondió Roy un poco dolido por cómo le hablaba el rubio.-es solo que…- su voz se apago, para empezar no quería dar explicaciones, además bien sabía que si le decía la razón por la cual se había retrasado el rubio se preocuparía.

-¿Qué?- insistió Edward al ver que el pelinegro se quedo en silencio.

Roy se quedo se quedo callado, aparentando como si no hubiera dicho nada.
Edward por su parte lanzo un suspiro de resignación.-Roy no se qué te está pasando, pero últimamente ya no rindes como antes, ya no salimos y el día que lo hacemos, siempre quedas mal, llegas tarde o me dejas plantado, siempre estas cansado, y cuando hablamos simplemente me ignoras como lo haces ahora.-

-No te estoy ignorando…-

-Entonces dime que pasa…-dijo en modo de suplica mientras lo miraba, ya estaba cansado de siempre lo mismo, el no quería ser egoísta, pero últimamente el hombre estaba demasiado ocupado en el trabajo o estaba dormido, el también necesitaba atención.

Mustang al escuchar las palabras de Edward se sintió algo culpable, era verdad el últimamente estaba descuidando al chico y sabia que lo resentía. Sin previo aviso paro el carro cerca de una acera para no  interferir en el tráfico.

Ed lo miro un poco confundido, pero no se molesto por la repentina parada, de igual modo ya iban tarde, además con gritarle a Mustang no arreglarían las cosas, solo esperaba que Winry no llevará consigo una de sus endemoniadas llaves.

El rubio solo lo miraba, esperando a que Roy hablara, su enojo se esfumo en el momento  que había parado el coche, sabía que el pelinegro tenía algo importante que decirle, así que esperaría hasta que se sintiera seguro para hablar.

Soltando un suspiro, Roy miro al chico que se encontrada a lado suyo, Ed lo miraba con paciencia, sabía que quería respuestas sinceras, así que se las daría, tomando una de las manos le chico se aventuro a hablar.

-Ed lo siento, sé que te decepcione, además de que tienes tiempo sin ver a tu hermano, sabía que era importante para ti recibirlo y no hacerlo esperar, lo entiendo.- Soltó con sinceridad el más grande, sabia lo importante que era su hermano y tenerlo tanto tiempo alejado lo ponía de mal humor, pero era comprensible, había pasado toda una vida junto a él, y comprendía que era difícil estar lejos de la única persona en la cual había confiado durante toda su vida, el lo sabía, se había sentido así cuando Hughes fue asesinado.

Edward lo miro con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro, ahora sabia que el hombre se preocupaba, siempre lo hacía, incluso en ese mismo instante.

Ahora se daba cuenta de  que algo estaba mal, estudiando nuevamente a Roy de cerca, Ed se dio cuenta de que se encontraba realmente cansado, o eso le decían esas bonitas ojeras bajo sus ojos desgastados, no solo eso era notable en el hombre, sino que también estaba más pálido que de costumbre y su cabello estaba totalmente desordenado, observando esos pequeños detalles que anteriormente los había dejado pasar de largo, le hacían preguntarse ¿qué era lo que pasaba con él? Cual era la razón, motivo o cosa, que le impedían al pelinegro descansar como se debía, tal vez era el trabajo, ya que últimamente le había informado que tenía mucho papeleo, además de otros asuntos que necesitaban de su presencia, pero jamás imagino que desgataran tanto a Roy como para dejar al hombre apenas despierto  durante el día, eso no lo convencía.

-Roy entonces dime qué te pasa.-

-Oh Ed, es solo que no he estado durmiendo bien eso es todo, solo estoy un poco cansado, nada de qué preocuparse.-le aseguro el pelinegro con una sonrisa.-por esa razón llegue tarde, me quede dormido en la oficina, si no fuera por Hawkeye estoy seguro que aun estuviera dormido.-

-No has estado durmiendo bien…-susurro el rubio.

Roy acaricio con su pulgar la mano de Ed que sostenía, sabía que el rubio se preocuparía como siempre lo hacía, por esa razón él no le quería comentar nada, pero quería respuestas, no le mentiría. 

-¿Por qué no me lo dijiste?- pregunto Ed mientras lo miraba.- ¿Desde cuándo?-volvió a cuestionar.

-Ed…-

-Maldición Roy.- Edward llevo ambas manos a su rostro, eso no era la primera vez que pasaba, hace ya tiempo cuando comenzó a vivir en la casa del mayor se percato de que el hombre no podía dormir, en la madrugada siempre despertaba diciendo incoherencias, sudando y tan pálido como un fantasma, sabía que los monstros del pasado aun perseguían a Mustang, la guerra de Ishbal  no le había dejado muy bonitos recuerdos que digamos, además de su viaje a través de la puerta de la verdad, lo cual le costó un gran precio, el no se imaginaba lo devastado y asustado que se debió sentir Roy al saber que había perdido la vista, estar en la penumbra no era una cosa que una persona deseara, y muchas veces le dijo que sentía miedo de despertar y no volver a ver la luz del día.

La primera situación en la que estuvo involucrado, recordaba como Roy se desgastaba con cada día que pasaba, vaya que no poder dormir, ir a la maldita oficina sin descansar y con los bonitos recuerdos que lo asechaban, era comprensible como el hombre colapso sacándole un bonito susto a Ed, después de ese acontecimiento Riza le comento que no era la primera vez que sucedía, cuando Ed estaba bajo el mando del hombre ya había tenido varias recaídas, por lo cual le pidió que cuidara de él, que estuviera atento a su estado de ánimo, ya que no sabían cómo terminaría el hombre, la mujer se preocupaba por él, y Ed lo sabia no por nada le pediría ese favor.

Ahora Ed entendía porque Roy estaba tan raro últimamente, y tras saber la razón se sentía como un idiota, mira que estarle exigiendo al pobre hombre, a estas alturas se llegaba a preguntar ¿cómo era que Mustang lo soportaba? Tenía suerte de aun tenerlo a su lado.

Antes de que el rubio pudiera decir algo mas, Roy poso uno de sus dedos en sus labios para silenciarlo, con una pequeña sonrisa en el rostro se aventuro a hablar.- está bien.- Soltó de modo amable.- porque mejor no hablamos sobre esto una vez que lleguemos a casa.- le sugirió de modo tranquilo mientras retiraba su dedo de esos suaves labios.

Ed lo miro por un momento antes de asentir con la cabeza.- me parece bien.- dijo con una pequeña sonrisa tranquilizadora. - Además creo que estamos retrasado.-

-Oh es verdad.- le dio la razón el ojinegro sudando una gota.-mejor nos vamos.- dijo por ultimo mientras volvía a encender el auto, el también deseaba que la linda rubia que le hacía compañía al hermano de Ed no cargara ninguna de sus llaves.

El resto del camino hacia la estación estuvo en silencio, pero no era uno incomodo, Edward después de saber el pequeño secreto de su pareja se sentía un poco más tranquilo, si solo un poco, ya que aun le preocupaba el insomnio del mayor, pero para dejar las cosas por la paz y no presionar más al pelinegro, dejo el asunto de lado,  ahora solo se dedicaba nuevamente  a mirar por la ventana, el cielo estaba nublado como lo había estado toda la mañana y parte de la tarde, solo esperaba que no lloviera, el también odiaba la lluvia, no era bonito sentir el intenso dolor  en la unión de su automail.

Un tiempo después divisaron la estación, ambos tanto Roy como Ed rezaban a cualquier Dios existente que la rubia mujer no llevara consigo su endemoniada llave, a Mustang ya le había tocado una de las sangrientas bienvenidas y no le agrado en absoluto, así que si exististe un dios esperaba que se apiadará de él, Ed bueno que le ayudara poquito de igual modo el mocoso estaba acostumbrado a los golpes a sí que le daba igual...Ok no, él lo amaba solo esperaba que no lo asesinaran, con eso se conformaba.
Una vez se detuvo el coche, ambos salieron de él, se apresuraron a llegar a la estación, bueno en realidad Ed, ya que Mustang lo seguía con toda calma.

No fue difícil de encontrarlos ya que eran los únicos que se encontraban en el lugar, 30 minutos de retraso, era obvio el porqué eran los únicos.

A lo lejos Edward lograba observar a Winry y Al, al parecer discutiendo, ya que su hermano tenia ambas manos arriba en muestra de paz, al contrario de la chica, ambos brazos los tenia alzados moviéndolos de un lado a otro de modo frenético, Ed sonrió ante la vista, sabía que  la rubia estaba furiosa y no la culpaba.
Sin poder evitarlo El rubio corrió hacia la pareja, Roy sonrió para sí mismo ante el impulso de su pareja, a veces lo seguía viendo como el mocoso malcriado de 12 años el cual había ingresado en el ejército hace años, que buenos tiempos en los cuales le llamaba “Coronel bastardo”….. Ok no eran tan buenos que digamos.

-¡Al!- un grito jovial se escapo de los labios de Ed, mientras se acercaba aun corriendo a su hermano.
El chico al escuchar su nombre se giro para mirar a Edward, una sonrisa se situó en su rostro al ver a su hermano, vaya que venir corriendo como niño de 10 años con los brazos abiertos, eso era para captarse en una fotografía, El jamás se imagino ver a su hermano mayor de esa forma.

-¡Hermano! – Soltó Alphonse, al momento que recibía a Ed  en un fuerte abrazo. -pensé que ya no vendrías.-

-lo siento.-se disculpo Ed.- ¿Cómo has estado?- le cuestiono mientras se separaba del chico para mirarlo mejor.

 -Bien no me quejo.-

-Espera…- Edward examino a su hermano de cerca, algo no estaba bien.-Oh no puede ser…- soltó con angustia.
-¿Qué?-

-¡¿Estas más alto que yo?!- grito indignado con ambas manos en la cabeza despeinando sus cabellos dorados.- ¡esto no puede ser, se supone que soy el mayor!-

-oh por favor.- dijo Al mientras sudaba una gota ante las ocurrencias de su hermano.

-Maldito camarón como te atreves a abandonarme.- dijo Mustang al momento que llegaba a la pequeña reunión.

-¡¿Qué dijiste?!-

-Hola aun existo.- le hizo saber una muy indignada Winry por ser ignorada.- así me reciben después de habernos hecho esperar media hora.-

- Hola Alphonse, Winry ¿Cómo han estado?- se apresuro a saludar el pelinegro ante la mirada de advertencia de la rubia.

-¡Ya he crecido maldito General bastardo, no soy un camarón!- el rubio se giro para hacerle frente a su pareja.

-eso no quita el hecho de que sea más alto que tu, incluso Al es más alto.- le hizo saber con una sonrisa arrogante en su rostro.

-El hecho de que ya no tenga mi alquimia no quiere decir que no sea capaz de patearte el trasero.-

-Quieres intentarlo.- lo reto el pelinegro quien un portaba esa sonrisa que decía: “yo soy el mejor del mundo y nade puede ganarme”.

-No me tientes hijo de puta.-

-Hermano…- Al trato de tranquilizar a su enfurecido hermano sin éxito alguno.

Una llave inglesa voló por los aires aterrizando en la cabeza rubia de Ed, el cual cayó al suelo en un pequeño charco de su propia sangre.

-¡Hermano!- Al sé apresuro y fue al rescate de Edward.

-¡Ed!  ¡¿Esa es la forma de recibir a una dama?!- rugió Winry quien se acercaba peligrosamente al par de hermanos.

-¡Winry!…- gimoteó Al dejando caer a Ed nuevamente al suelo.

-¡y tú!-  esta vez la rubia se dirigió a Mustang. -llévanos a donde nos hospedaremos, estoy harta de esto.-

-Si… sígueme por haya esta el auto…-  respondió rápidamente Roy y le mostro el lugar donde estaba aparcado el carro.

-Esa… maldita mujer está loca.- Murmuro un agonizante Edward que aun permanecía derrumbado.

-Esa maldita mujer de la que hablas es mi novia…- le hizo saber Al a su hermano.

-por desgracia, luego no me digas que no te lo advertí, esa mujer un día de estos nos matara a ambos.- Soltó Ed, una sonrisa se apodero de su rostro mientras se levantaba con la ayuda de su hermano.

Al solamente rodo los ojos por el comentario de Edward.- vamos hermano no es tan mala, acéptalo ya la extrañabas.-

La sonrisa del rubio se agrando.- los extrañaba a ambos Al.- confeso posando una mano sobre el hombro del más joven.-no sabes cuánto.-

-nosotros también…- le hizo saber Al.

-a veces se me hace difícil creer que estas aquí conmigo.- expresó Ed con nostalgia, al recordar el pasado de ambos.- Estoy seguro que me volvería loco si llego a perderte.- confeso algo avergonzado, pero era la realidad, no se imaginaba el futuro que le guardara si un día llegara a perder a uno de sus seres queridos, ya había perdido mucho durante su vida.

Al lo miro confundido, su hermano no era de las personas que se expresaban con ese tipo de palabras, a veces se sorprendía el cómo Roy lo había cambiado, Ed era una persona totalmente diferente a la que era antes aun que lo negara, siempre decía que él era el mismo de siempre, pero no era verdad, se alegraba de sobremanera al ver que su hermano había encontrado a la persona indicada, Roy era una de las pocas personas en las cual confiaba y estaba seguro que Ed estaría seguro al cuidado del hombre.

Alphonse le dio una pequeña palmada en la espalda a su hermano mayo.- vamos, vamos que nos están dejando.- mostrando una sonrisa comenzó su camino hacia el carro que los esperaba.

Ed se permitió observar la escena frente a él,  Al se alejaba poco a poco para alcanzar a la rubia, ya que al parecer Mustang  no la estaba pasando del todo bien con su novia.

-¡Hermano!- chillo Al, ya que estaba teniendo problemas para contener a la rubia, al parecer el pelinegro le había dicho algo desagradable.

Ed se tuvo que reír de esto, Mustang no tenía ningún cuidado con Winry. Se dirigió hacia el alboroto que estaban armando con una sonrisa muy amplia en su rostro, si definitivamente nunca se cansaría de esto, muy en el fondo esperaba que nada de ello cambiara.

-¡Roy ahora que le dijiste!-

-¡Yo nada!-

-¡Oh vamos!-

-¡¿Le creerá mas a tu cuñada loca que a tu propia pareja?!- gruño indignado el pelinegro.

-Vamos Roy no seas llorón.- se burlo el rubio.

-¡¿Loca?!-

-¡Hermano no estás ayudando!- Chillo de nueva cuanta Al.

-yo no dije que ayudaría.- Dijo Ed apreciando la mirada matadora de su hermano, desviando su atención hacia el pelinegro, el rubio se dio cuenta de que Roy estaba disfrutando del momento, ya tenía tiempo que no lo veía sonreír a sí,  se alegraba de verlo en ese estado, esperaba que en el tiempo que de su hermano se quedaría  las cosas se calmaran un poco para ambos, tal vez Roy se distraería un poco y las pesadillas lo dejarían descansar un tiempo, ahora que lo pensaba, tenía que pedirle a Riza  unas pequeñas vacaciones para su pareja, sabía que la mujer no se negaría, él quería pasar estas semanas con su familia, y después volverían a la rutina, él y Roy solos, aun que tenía que hacer unos cambios  para el bien de ambos.
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero y haya sido de su agrado por favor no se olviden de dejar su comentario :(


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