-¡Me gusta Rin-chan!- los cuatro chicos sentados a su alrededor, miraron sorprendidos al chico rubio –Me gusta, desde hace mucho tiempo-
-Espera, espera, Nagisa-kun…- el chico de cabello azul, se arreglaba las gafas -… ¿Nos dijiste que viniéramos para decirnos esto?-
-Sí- el rubio bebía un jugo con tranquilidad –Quería que los cuatro lo supieran-
-¿Por qué nosotros cuatro?- preguntaba el chico de cabello gris –Entiendo que quiera contárselo a sus amigos cercanos, pero… ¿Por qué a mi también?-
El rubio junto sus manos y les sonrió –Porque a ustedes cuatro, también les gusta Rin-chan ¿Cierto?-
Los cuatro chicos se sonrojaron, dos con gran intensidad y, los otros dos, levemente -¿Co… por que dice eso Nagisa-san?-
-Bueno, a Ai-chan, se le nota demasiado- la cara del peligris, se puso completamente roja –A Rei-chan, lo vi ruborizarse mientras miraba la fotografía donde salimos los cinco…- el peliazul se puso nervioso -… y después de un largo rato, la acaricio y susurro el nombre de Rin-chan-
-Por favor mátenme- el peliazul se cubría la cara con ambas manos.
-A Haru-chan…-
-Sí, me gusta Rin- las cuatro miradas, fueron directo al chico de cabello negro, que tenía su rostro inexpresivo, pero su mirada, era intensa –Lo quiero desde que éramos niños-
El rubio volvió a sonreír y observo al castaño –Y a Mako-chan…- el castaño lo miró -… también le gusta Rin-chan ¿Verdad?-
El castaño desvió la mirada y se encontró directamente con los ojos azules de su mejor amigo. Cerró los ojos y suspiró –Lo siento Haru…- los volvió a abrir y miró al rubio –Sí, me gusta Rin- los tres se sorprendieron al escucharlo.
-En resumen, a los cinco que estamos aquí, nos gusta la misma persona- hablaba el rubio –Pero, no somos los únicos que tenemos sentimientos por él-
-Es verdad…- hablaba el peligris -… a Rin-senpai, se le acercan chicas de otras escuelas a darle cartas de amor y, los chicos de nuestra academia, lo invitan a salir con frecuencia, aunque siempre los rechaza-
-Es por eso que los reuní hoy- los cuatro se mostraban atentos –Tengo una propuesta que hacerles-
-¿De qué se trata?- pregunto el pelinegro.
-Intentemos conquistarlo- saco de su bolsillo, cinco bolitas de papel y las puso en medio de la mesa –La idea es que, los cinco lo invitemos a salir. Cada uno tendrá una cita con Rin-chan, en la cual, ninguno de los otros podrá interferir-
-Buena idea, pero…- el peliazul bebía un zumo -… cada cita seria semanal, además, no hay ninguna seguridad de que aceptara las cinco-
-Rin aceptara las cinco- todos miraron al pelinegro –Él no se negara a salir con nosotros-
-Eso es verdad y, también…- volvía a tomar la palabra el rubio -… las vacaciones de verano comienzan en dos días, por eso, se quise hacerlo ahora-
-Ya veo- hablaba el peligris –En Samezuka, la primera semana, el club no tiene actividades y, además, los estudiantes con buenas calificaciones, pueden ir a su casa lo que duran las vacaciones-
-Ven, es el momento perfecto- les mostraba su dulce sonrisa –Cada uno escoja una de estas bolitas de papel y así, decidiremos el orden de las citas- los cinco jugaron al piedra-papel-tijera, para decidir el orden en que las escogerían.
El castaño escogió y abrió la primera bolita –Dice, viernes- mostró el papel para que los demás pudieran verlo.
El peligris escogió y abrió la segunda bolita –Dice, martes- también les mostró el papel.
El pelinegro escogió y abrió la tercera bolita –Dice, martes- también les mostró el papel.
El peliazul escogió y abrió la cuarta bolita –Dice, jueves- también les mostró el papel.
Y la ultima bolita que quedó, la abrió el rubio –La mía dice, sábado- les mostró el papel y sonrió –En las citas, todo está permitido, besos o abrazos, etc. Pero hay una regla… está prohibido forzarlo y además, si se enamora de alguno de nosotros, los demás los apoyaremos ¿Están de acuerdo?- los cuatro asintieron –Ahora, debemos invitarlo. Saquen su celular y lo llamaremos en el orden de los días que nos tocó. Pongan el altavoz para que todos podamos escuchar la conversación-
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-Entonces, nos veremos el lunes de la segunda semana de vacaciones, en este mismo café, para saber cómo nos fue- dijo el rubio antes de despedirse e irse. El peliazul y el peligris, también se despidieron y se fueron por caminos distintos.
El silencio era incomodo para los dos chicos que se iban juntos. Siguieron así asta que subieron por la escalinata –Lo siento- se detuvieron –Yo…-
-Ya sabía que te gustaba Rin- el castaño se sorprendió –Makoto, eres mi mejor amigo, pero…- sus miradas se encontraron -… la próxima semana, serás mi rival-
El castaño sonrió –Haru, daré lo mejor de mí y, si pierdo, como dijo Nagisa, apoyare al que logre conquistarlo- le estiró la mano derecha.
-Yo también apoyare al que gane, pero luchare por ser yo el ganador- apretaron las manos.
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Continuara...