Recuerdos perdidos
Gtop
“Las oportunidades no se presentan dos veces, y si llega a ocurrir, entonces es el destino quién habla”
— ¡Ji Yong, tienes que calmarte, por favor! —Sentí respirar de nuevo, jadeante, enfocando los ojos avellana de Sun Hi, sintiendo su suave cabello sobre mi rostro.
Era cómo despertar de una larga pesadilla, me dolían los dedos debido a la fuerza con la que me aferré a la cobija. El dulce olor de Hi me hizo saber que estaba ahí, que todo había pasado, sólo para desatar otro infierno.
¿Qué se supone que iba a hacer ahora? Era evidente que había mucho más detrás de sólo perder la memoria. Habían pasado cosas las cuales eran mucho más graves de lo que imaginaba.
Era probable que alguien intentara matarme y no se necesitaba ser un genio para saber que no se pretende asesinar a las buenas personas, era evidente que amaba a alguien y no a Sun Hi, y ahora estaba el encuentro con SeungRi, que aunque aún era borroso y quizá incierto era suficiente como para taladrarme la consciencia.
Sí, soy un asco de persona. Ese era el adjetivo más cercano a describirme, sólo una basura se atrevía a engañar a una dulce mujer como Sun Hi.
—Hi…lo lamento…
— ¿Qué ocurre, cariño? —Su sonrisa se extendió en su rostro, mientras llevaba un travieso mechón de su cabello detrás de su oreja, viéndose aún más inocente de lo que era.
Nunca me había parecido tan hermosa, tan inocente y pura. Intentaba lucir tranquila, pero sus ojos avellana gritaban desesperados, mientras esperaba mi respuesta.
Sentí mi pecho comprimirse, y un nudo ocupar mi garganta, la decisión a tomar era dura y le lastimaría profundamente, pero también le salvaría de un vida llena de mentiras, pues estoy seguro que si me quedaba con ella tarde o temprano nos casaríamos. Ella estaría a salvo de mí y de mi falso amor.
Ella me amaba. Sí, pero yo a ella no.
—Hi…Quiero terminar esta relación.
Y yo iba a romper ese amor.
…
El día se oscureció rápidamente, pintando el cielo de un gris apagado avecinando una tormenta. Hacía un par de horas que Hi se había marchado envuelta en lágrimas y desesperación.
“¿Por qué haces esto? Yo te amo”
“No me dejes…por favor”
—No está bien…—Murmuré, ahogando mi llanto nuevamente, temblando en impotencia.
No estaba bien rogar por amor, el amor no debía mendigarse. Uno debe sentirse amado en la medida que lo merece y Hi lo merece más que nadie. Más que yo.
El llamado a la puerta fue lo que detuvo mis pensamientos, tomándome por sorpresa. Todo era un desastre.
—Ji Yong hyung, soy yo… ¿Puedo pasar? —La voz de Daesung era aún más dulce de lo que normalmente era, significando una sola cosa.
Limpié mi rostro rápidamente, palmeando mis mejillas repetidas veces, intentando sentarme adecuadamente en la cama.
—Adelante.
El sonriente Kang entró finalmente, con una sutil sonrisa pintada en su rostro y en la curva de sus pequeños ojos. Tras cerrar la puerta, avanzó sigilosamente hasta llegar a mí y sentarse en el sofá individual que había a un lado de la cama.
—Hola hyung. —Su tono aún era bajo, tanteando el terreno seguramente. — ¿Cómo estás? Supe que tuviste otra crisis.
Era evidente que venía por algo más, a estas alturas los episodios de ansiedad eran parte de mi día a día y todos intentábamos dejarlos pasar, con la esperanza de que se detuvieran pronto, pues el lanzamiento del nuevo disco ya tenía fecha y no había manera de cambiarlo.
—Bueno, creo que estoy más loco de lo que creía. —Solté al aire, acompañando las palabras de un largo suspiro, estar con Daesung era relajante, pues él nunca intentaba presionarme para obtener información. —Pero debo decirte que he estado en mejores condiciones.
Su rostro se sumió en compasión pura. Kang entendía.
—Todo va a estar bien, siempre ha sido así. —Afirmó, posando su mano sobre mi hombro y estrujando con un poco de fuerza como signo de apoyo incondicional.
—Confieso que estoy asustado, Dae, estoy paranoico ahora. —Revelé, dejándome envolver en la cálida presencia del otro. —Cada día las cosas parecer tener menos sentido. Se suponía que debía mejorar pero yo…ahora…sólo soy un caos.
—Siempre has sido un caos, al menos Ji Yong lo es. —Sonrió. —Un manojo de emociones, luchando por salir en el mismo momento. Eso no es nada nuevo, hyung. Sólo estás cansado, seguramente todo se aclarara pronto.
Kang Daesung era verdaderamente optimista, no permitía que la mente se te nublara en malos pensamientos, él siempre sabía encontrar el camino correcto.
—Apuesto a que no sabías que también soy un maldito infiel.
Y sí, yo al parecer era experto en buscar lo oscuro de la situación, la negatividad salía de mis poros de manera natural.
Los pequeños ojos de Daesung se abrieron un poco más de lo normal, denotando toda la sorpresa del momento, mientras las palabras parecían atorarse en su garganta.
Yo había ganado después de todo.
—Hi… ¿Lo sabe? —Quiso saber, obligándose a reponerse del impacto. Yo sólo negué. —Ella salió de la casa en un estado tan…trágico
Cerré los ojos, sintiendo ese hueco en el estómago de nuevo al saber que me había llevado un corazón inocente entre mis actos egoístas.
—Yo…Terminé con ella. No podía seguir en esta relación sabiendo que la engañé ¿Puedes imaginarlo? —Solté con ironía. —Quizás fui una escoria antes, pero creo poder cambiarlo ahora, algo bueno debe salir de todo este caos.
Esperé pacientemente ver algún atisbo de rencor y repudió en su mirada sin embargo eso nunca pasó. Daesung sólo se mantuvo en silencio, observándome con tranquilidad. Estaba regalándome la compresión que yo no merecía.
—Ji Yong. —Aún cuidaba el sonido de su voz, pero esta vez parecía ir en serio. —Te conozco de hace muchos años, te he visto caer y levantarte, ahogarte en llanto en la impotencia, desear destruirlo todo pero llenarte de optimismo de nuevo. Te conozco lo suficientemente bien como para saber que no eres una mala persona.
—Pero yo…
—Todos cometemos errores, e ignoro por qué lo hiciste y desde luego que no estuvo bien, pero lo has remediado. Piensa que todo este asunto del accidente ha sido una nueva oportunidad de remediar el pasado. —Sólo le escuché con atención. —Sun Hi no se merecía ese engaño, pero tampoco se merecía que las cosas siguieran como si nada.
Aquellas duras palabras sirvieron para reafirmar mis convicciones. Definitivamente iba a aclarar todo ese asunto del engaño con Seung Ri. Necesitaba saberlo, y pronto.
…
— ¡De acuerdo, pueden detenerse!
Después de escuchar aquello, dejé de seguir el ritmo de la canción, cayendo sobre el frio suelo de la sala de ensayo. Aunque podía seguir el ritmo de las coreografías y memorizarlas a prisa, el esfuerzo se sentía excesivo. El cuerpo entero me dolía.
—Estás tan oxidado, hyung. —Cuando SeungRi se acercó a mí con la clara intención de abrazarme por la espalda no pude evitar hacerme a un lado en el último momento. — ¡Ah, hyung tan malo, si siempre dejas que te abrace!
No pude decir nada. Después de todo sí soy cercano a él. Miré su joven rostro, manteniendo ese puchero tonto, y por más que intenté encontrar alguna relación –además de la vestimenta obvia de la ocasión pasada- no pude hacerlo. Era como si su rostro no encajara con aquel hombre del recuerdo.
—Nosotros… ¿Hacemos esa clase de cosas?
— ¡Desde luego que sí! —Soltó con exageración. —Todo el tiempo.
—Siempre están revoloteando uno al lado del otro en los conciertos, siendo tan raros siempre. —Agregó Young Bae con una mueca.
Los demás comenzaron a reír alegremente, de alguna manera me quedé fuera de la broma que no podía entender.
—El nyongtory es lo de hoy. —Soltó con desdén el menor de todos, provocando una nueva risotada.
— ¿El qué?
—Nyongtory, es el nombre de nuestra pareja, amorcito.
Nuevamente hizo ademán de querer acercarse a mí, sin embargo yo sólo me alejé. ¿Qué era esa aura tan romántica? SeungRi parecía estar demasiado cómodo con eso.
Lo suficientemente cercanos cómo para acostarme con él. Era una posibilidad.
—Ri… ¿Nosotros salimos juntos?
Pronto supe que la pregunta había sido extraña, o al menos que había sido pronunciada en el momento inadecuado, pues las sonrisas juguetonas de todos se congelaron, y se sustituyeron por una mueca extraña.
— ¿De qué hablas, hyung? ¿Tú y yo? ¿Cómo pareja?
Mi garganta se secó, y las manos comenzaron a sudarme más.
—Yo…
—Por supuesto, GD hyung, tú y yo somos cercanos. —Rio con más entusiasmo, jugueteando a mí alrededor.
—Ya, deja de molestar a Ji Yong, Ri. —Seung Hyun finalmente intervino, colocándose a mi lado de manera imponente. —No juegues con él. —Dijo de manera plana, sin poder comprender hacia quien era ese comentario.
Asentí a manera de agradecimiento hacía a él, siempre era amable y conocía los límites, además parecía saber leer mi expresión de pánico, pues siempre intervenía a tiempo.
Seung Hyun era especial.
Pero aún debía averiguar qué tan cierto era la aparente infidelidad con Ri, pues de eso dependía las decisiones que tomaría respecto a TOP en un futuro.
—Maknae… ¿Quieres ir a algún lado después de terminar el ensayo?
Después de mis palabras todos pararon en seco.
— ¿Yo? —Preguntó con sorpresa.
—Sí, tú ¿Qué hay de malo? —Nuevamente comencé a sentirme ansioso.
—Nada, hyung…es sólo que…siempre intentas estar lejos de mi cuando vas de compras.
—Eso es porque copias todo lo que el compra. —Agregó Daesung, aligerando el ambiente.
No había pensado en ir de compras, sin embargo de alguna manera Ri lo había dado por hecho.
— ¿Entonces, qué dices, Ri? —Intenté de nuevo, sintiendo la fuerte mirada de Seung Hyun taladrarme la nuca.
— ¡Por supuesto, hyung!
Sonreí. Aquella era mi oportunidad de acercarme a él y arriesgarme a preguntarle de alguna manera. Lo conseguiría.
“Las oportunidades no se presentan dos veces, y si llega a ocurrir, entonces es el destino quién habla”