Recuerdos perdidos
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La vida es extraña, llena de decisiones erróneas.
Decir que estaba nervioso cuando escuché las voces de los demás al regresar al apartamento, era poco, la adrenalina pura corría por mi cuerpo sin dejarme conciliar el sueño.
¿Cómo podría enfrentar a Seung Hyun? ¿Qué diría él? ¿Mentiría? ¿Debía creerle?
Todo podía ser considerado, de cualquier manera mis recuerdos aún eran pedazos fantasiosos de nada, era demasiado probable que sólo fuera una invención más. Y ahí estaría el problema.
Diciendo cosas horribles y preocupando más a Seung Hyun.
Me mantuve en silencio, sentado en la cama a mitad de la oscuridad. Cada paso resonante por las escaleras me alteraba un poco más, uno tras otro, hasta el suave toque contra la madera de la puerta, que me sobresaltó aun si sabía que pasaría.
Abrí la boca, deseando poder hablar, sin embargo nada salió. Entonces Seung volvió a tocar y esta vez abrió la puerta.
Pude ver la silueta de su cuerpo en el marco de la puerta, de pie sin moverse ni un poco.
- ¿Ji Yong? -Él intentó buscarme con la mirada, prestando atención, intentando adaptar sus ojos a la oscuridad.
Cuando se percató de mi presencia dio algunos pasos hacia mí, torpe y vacilante. Sentí claramente mi corazón oprimirse más, Seung Hyun era cómo un pequeño niño perdido, buscando a su madre, solo.
-Ji Yong… -Su voz se quebró, y sólo quise abrazarle y decirle que todo estaría bien.
Cualquiera que fuera el problema, cualquier cosa que hubiese ocurrido. En ese justo momento, yo lo perdonaría.
Finalmente Seung Hyun logró sentarse frente a mí, en completo silencio. Ninguno dijo nada, sólo permanecimos en silencio un par de minutos, seguramente él también se debatía en cómo comenzar.
A ese punto mi enojo se había ido, de cualquier manera también fue mi decisión acostarme con Seung Hyun, no podía simplemente sentirme víctima. No era correcto.
Decidí encender una de las pequeñas lámparas al costado de la cama, volviendo nuestros rostros visibles. Quería ser capaz de ver la verdad o la mentira en sus ojos, y así poder decidir qué hacer.
Cuando regresé hacia Seung Hyun, lo primero que vi fue la expresión rota en sus ojos, la angustia expresada en cada línea de su rostro. Aun así lucía hermoso.
«Él me gusta» Y no puedo cambiar eso.
-Entonces…Recibiste mi mensaje. -Sentí estúpida mi manera de comenzar, pero era consciente de que no había ninguna manera “adecuada” en ese momento.
-Sí, yo…-Se detuvo y aclaró su garganta. -Vine tan pronto pude.
Asentí lentamente, con el nerviosismo en todo mi cuerpo.
-Seung Hyun…
-Sólo…sólo dime que recuerdas, necesito saberlo y entonces tal vez sepa cómo arreglar esto. -Sus palabras desesperadas, el temblor en su cuerpo y sus ojos cristalinos me dejaron perplejo.
Sus ojos se movían insistentemente sobre los míos, buscando un respuesta desesperadamente.
-Esa noche, estabas tan ebrio…-Comencé. -Aún puedo recordar incluso el olor del licor, el frío que hacía y lo molesto que estaba contigo.
-Tú… ¿Estabas molesto?
-Eso creo. -Parpadeé un par de veces, haciendo un vano intento por averiguar algo más en el desastre que era mi mente. -Tú estabas con ese hombre, Lee, por alguna razón me sentía furioso.
Los delgados labios de Seung Hyun se curvearon en una suave sonrisa.
-De verdad te cae mal, ¿Cuántas veces debo decirte que sólo es mi amigo?
-Yo también soy tu amigo, y sin embargo nosotros…-La amargura en mis palabras eran sólo un pequeño reflejo de la revolución de sentimientos que había en mí.
Por un lado estaba tan feliz de saber que Seung Hyun estaba libre, una parte de mi despreciaba a aquel sujeto al cual no podía darle un rostro claramente más allá de sus anteojos, estaba molesto por la sonrisa tonta de Seung, y aun así me sentía capaz de lanzarme sobre él en cualquier momento, y era que desde que pude recordar, mi cuerpo entero ardía, recordando las caricias de esa noche.
-Ji, no por favor. -Sujetó mi mano con fuerza. -Desde siempre te he dejado en claro que tú no eres alguien que pueda compararse con mis demás conocidos. No tienes ninguna clase de competencia.
Bajo la tenue luz de la lámpara sus ojos brillaban dulcemente.
- ¿Por qué? -El nudo en mi garganta disminuyó el sonido de mi voz, mientras las lágrimas se acumulaban en mis ojos. r13; ¿Por qué hicimos eso, Seung Hyun? Yo…estaba comprometido, y tú lo sabías.
El tranquilo gesto de Seung Hyun se rompió de inmediato al verme llorar, luciendo igual de afligido que yo.
-Tú… ¿Te arrepientes?
Solté un fuerte bufido burlesco, sin poder creer que preguntara algo como eso.
- ¿Acaso no lo entiendes? ¡Yo estaba comprometido, iba a casarme! Seung Hyun ¿Entiendes eso? ¿Entiendes lo grave del asunto? Fui infiel, con un borracho que me siguió hasta mi habitación murmurando palabras de amor, sabiendo que no podía ser.
Su rostro se congeló, y al bajar la mirada sólo soltó las lágrimas que había estado reprimiendo. Me sentí miserable, por todo. Por el engaño y el daño que le causaba a Seung en ese momento, pero alguien debía decir la verdad.
-Seung…discúlpame si estoy siendo demasiado duro, pero creo que esa noche fui muy blando respecto a esto.
-Está bien. -Murmuró, limpiando su rostro. -Está bien si piensas así, entiendo que para ti fue sólo un maldito error que te persigue por las noches, pero esa noche, Ji Yong…-Sus ojos inyectados en enojo me miraron fijamente. -Esa maldita noche conseguí sentir que mi vida tenía sentido, porque estabas en ella. Porque me amabas, cómo yo te amo. ¿Entiendes tú eso?
Sus manos se cerraron con fuerza sobre mis hombros, dejándome paralizado. Era verdad que yo le había dicho que lo amaba en ese momento, y fui yo quien le empujó a seguir aquella noche, fui yo quien bajó la fotografía de Sun Hi y quien decidió ignorar que estaba comprometido.
- ¿Por qué preferiste ser mi amante? -Sollocé. -Queda claro que no te merezco, y seguramente en ese momento tampoco lo era. ¿Por qué aferrarte a escoria cómo yo?
Las lágrimas fluían a paso libre por mi rostro, bloqueándome la vista, por lo que sólo fui consciente de que Seung Hyun me abrazaba cuando sentí sus brazos rodearme.
-Siempre valdrá la pena amarte, Ji Yong. -Murmuró, sin separarse de mí. -Lo valió esa noche, lo vale ahora y lo seguirá valiendo.
Lloré con más fuerza que antes, sólo siendo capaz de aferrarme a su espalda con fuerza, sin querer que se arrepintiera de sus palabras y se alejara.
Palmeó mi espalda y acarició mi cabello, reconfortándome cómo siempre lo hacía. Y cuando quiso alejarse sólo me aferré más. Nuestras mejillas se tocaron, seguramente humedecí su piel, pero no quise alejarme, él era tan cálido.
-Ji Yong…- Arrastró mi nombre con su voz grave y calmada, lo que sólo me hizo buscar su mirada, pero lo único que fui capaz de ver fueron sus labios.
Me quedé quieto, respirando entrecortadamente y sintiendo mi cabeza palpitar. No estuve seguro del porqué, pero el perfume que llevaba encima Seung Hyun me era demasiado familiar, al igual que la calidez que emanaba, y el suave escozor sobre mis labios.
Elevé la mirada, hasta llegar a sus ojos, él permanecía quieto, mirando fijamente mis labios. Ambos con el mismo pensamiento en la cabeza.
-Seung Hyun, no…
Y a cambió sólo recibí sus labios sobre los míos.
No pude evitar sobresaltarme cuando sentí los suaves algodoncillos sobre mí, sus cálidos labios cerrarse sobre los míos, y sus brazos circularme con fuerza mientras aspiraba con pesadamente.
Debía detenerse, debía detenerlo, pero sólo fui capaz de separarme una milésima de segundo, cuando volví a ser arrastrado por él.
El dulce sabor de sus labios me embriagó, y cuando me di cuenta era yo quien movía los suyos, deslizando suavemente mi lengua por sus labios, hasta que los abrió y se profundizó el beso. La suave y cálida sensación resultaba electrificante, recordaba su sabor y la textura.
Nos perdimos por un momento, abriendo y cerrando nuestras bocas, respirando cuando se nos era posible y enredando nuestras manos en el cabello ajeno.
Cuando nos separamos pude ver el desastre que era Seung Hyun, su cabello perfecto ya no era tan perfecto y sus labios lucían levemente hinchados ahora.
Me alejé un poco, sintiéndome apenado, pero Seung Hyun sujetó mi mano suavemente, acariciándola.
-Seung Hyun…no quiero cometer los mismos errores. -Murmuré, con el miedo impregnado en mi voz.
-No será así. -Acunó mi rostro entre sus manos. -A veces pienso en lo estúpido que fui esa noche, llegando ebrio a tu casa…de no ser por el alcohol, jamás me hubiese atrevido a hacerlo, no sabiendo que seguías con Hi.
Me sentí confundido entonces.
-Estás diciendo que…nosotros… ¿No lo habíamos hecho ya?
- ¿Qué? No, para nada. -Sus mejillas se colorearon de un suave rojo. -Sí, estaba enamorado de ti aún si estabas comprometido, y coqueteábamos todo el tiempo, jugando uno al rededor del otro, pero jamás hicimos ningún movimiento, ambos sabíamos lo mal que estaba.
Entonces todos aquellos horribles pensamientos que tuve sobre tener un amorío secreto con Seung Hyun parecieron tontos en ese momento, por supuesto que no, Seung Hyun no era alguien tan vil cómo para herir a una chica de esa manera, aún si de Hi se trataba.
-Oh, Dios. -Suspiré, abrazándole con fuerza. -Estoy tan aliviado, no soy tan horrible cómo pensé. -Seung Hyun rio.
-A veces fantaseo sobre que hubiera pasado si a la mañana siguiente no te hubieras accidentado. -Me separé de él y le miré. -Ya sabes, cosas sobre si me hubieses corrido de tu casa y fingirías que nada pasó, o si me despertarías con un beso.
-Yo… ¿Qué hice esa mañana? -Nuevamente había una laguna en mi memoria, el recordar que había pasado un día antes era una gran ventaja, sin embargo esa mañana seguía en blanco.
-No lo sé. -Dijo secamente. -Cuando desperté ya no estabas. -Hizo una mueca en un intento de sonrisa, era evidente que le había dolido. -Quise pensar que tuviste trabajo, o que regresarías pronto, así que esperé…durante horas, hasta que Young Bae me llamó diciendo que estabas en el hospital inconsciente. -Le miré perplejo, sin saber que decir. -Te odié ese mañana cuando desapareciste y cuando supe de ti y el accidente, lloré tanto… -La nostalgia estaba impregnada en sus palabras. -Pero está bien, estás bien y estás aquí. Eso es lo que importa, no me interesa si esa mañana huiste arrepentido de lo que pasó, sólo sé que estás aquí, vivo, y que te amo.
Mis labios temblaron sin poder abrirse y cuando lo logré sólo pude decir de lo que estaba seguro en ese momento.
-También te amo.
Nuestras miradas permanecieron fijas, conteniendo la respiración, intentando averiguar que debíamos hacer. Y entonces, en una fracción de segundo, Seung Hyun se abalanzó sobre mí, siendo bien recibido por mí, al igual que aquella noche
La vida es extraña, llena de decisiones erróneas…El amor es extraño, lleno de personas erróneas.