Recuerdos perdidos
Gtop
A veces el problema es la solución a este.
Esa mañana al despertar me sentí asustado, sabía que algo había cambiado, algo en mí, cómo si aquella ruidosa canción que odias se repitiera una y otra vez en tu cabeza.
Me senté desorientado sobre la cama, todo a mí alrededor parecía ajeno, a excepción de Seung Hyun que yacía desnudo a mi lado, aun durmiendo y extraño a todo el mar de emociones que se me desbordaba.
Rápidamente me puse de pie, cómo si tuviera algún compromiso importante, al menos así se sentía. Había una idea en mi cabeza, lo sabía, pero no lograba descifrar que hacer, pero tampoco podía quedarme quieto.
Di un par de vueltas por la habitación, vistiéndome lo más rápido que pude sin hacer demasiado ruido, tenía que alistarme, se hacía tarde.
«Pero, ¿Tarde para qué?»
Al mirar por la pequeña ventana de la habitación se podía notar lo temprano que era, las calles permanecían oscuras y la mañana fría, el alba vendría pronto.
«Rápido»
Comencé a sudar, ansioso y angustiado, con el fuerte presentimiento de que había algo que hacer.
-Esto está mal. -Murmuré, sentándome sobre la cama colocándome los zapatos.
Debía considerarlo de nuevo, estaba actuando como un loco, buscando algo que no conozco. Sólo debía importarme que Seung Hyun estaba ahí, y que despertaría y al no encontrarme se angustiaría, y no sólo él, todos estarían asustados si me escucharan.
-Joder…
De nuevo me levanté, yendo en busca de las llaves de mi automóvil recién reconstruido. Desde el accidente no me había animado a conducir, sin embargo lo necesitaba, justo ahora, al igual que un cigarrillo.
Antes de salir de la habitación me giré unos instantes para contemplar el semblante tranquilo y relajado de Seung, yacía recostado boca abajo, con su espalda descubierta y sus brazos flexionados abrazando la almohada.
-Lo siento…-Susurré, y salí de ahí.
Había tenido un extraño sueño, uno dónde me despedía de Seung Hyun y me marchaba. El escenario parecía ser igual a esa mañana, Seung Hyun a mi lado y yo huyendo.
-Debo estar loco. -Un completo demente si consideraba tan sólo un poco que eso significaba algo. -El más loco de todos. -Suspiré. -Abriendo el garaje y observando mi automóvil.
Al subir a él y encenderlo fue entonces que me pregunté a donde debería ir, sin embargo no pude pensar mucho, al ver a Seung Hyun aparecer semidesnudo y con una expresión molesta.
- ¡Ji Yong! ¿Qué carajo estás haciendo?
Me sentí ansioso al verle acercarse al auto, por lo que sólo lo encendí. El rugido del motor me erizó la piel, sin embargo no me detuve.
-Todo está bien. -Le aseguré, al bajar la ventanilla. Seung Hyun mantuvo una mueca incredula.
- ¿De qué coño hablas?
-Perdón. -Dije, y arranqué.
El vehículo se movió tan rápido y de manera tan irregular que no pude evitar sentirme asustado, pero logré mantenerlo en marcha y lo más recto posible, no podía tener otro accidente, no de nuevo.
Palmeé varias veces el volante, preguntándome si Seung Hyun vendría detrás de mí o si estaba marcando a mi celular cómo loco, sin saber que lo dejé en la habitación.
- ¿A dónde se supone que voy? -Me cuestioné, sin embargo al terminar la pregunta me di cuenta de que iba directo a mi casa.
Definitivamente había algo.
…
El entrar a la casa se sintió distinto a la última vez. Ese lugar era más mío, cada detalle parecía representarme completamente. Pude recordar dónde obtuve cada pieza de arte y la discusión que tuve con mi madre debido al decorado de la sala, ella creía que era demasiado ostentoso, poco cómodo, sin embargo a Seung Hyun le encantó.
Estaba recordando.
Caminé por los pasillos, hasta llegar a la recámara principal. Seguía estando en desorden cómo la dejé la última vez, con el montón de papeles en el suelo y el armario abierto.
Me senté en la esquina de la cama, intentando calmar la ansiedad creciente en mí.
-Así es cómo pasó.
Seung Hyun había mencionado que después de estar juntos aquella noche, cuando despertó, yo ya no estaba. Ahora sabía que me había marchado por voluntad propia.
Recordé despertar esa mañana, deshecho, sintiéndome miserable, la peor escoria. Decidí no despertar a Seung y simplemente emprender camino en mi automóvil.
«Pero, ¿A dónde?»
Dejé de morder mis uñas y salí de ahí. Estaba cerca de saber que había pasado aquella mañana. De saber cómo fue que terminé en un hospital con la mitad de mis recuerdos.
-Tengo que saberlo. -Me animé.
Sinceramente, estaba asustado. Me aterraba saber al final de todo este asunto. ¿Qué pasaría si confirmaba que alguien intentó acabar con mi vida? Aunque por otro lado podría no ser nada más que mi paranoia, y simplemente habré asustado a Seung Hyun.
«Seung Hyun»
Probablemente le había dejado vuelto loco, al desaparecer, una vez más, después de dejar nuestros sentimientos en claro. Ahora que lo meditaba, había sido estúpido dejarle de aquella manera tan brusca.
Podría estar deshecho justo ahora.
Aquel simple pensamiento bastó para que corriera rápidamente a buscar el teléfono de la casa, al legar a él tecleé de memoria el número de Seung Hyun, siendo atendido de inmediato.
- ¿S-si? -Su voz temerosa sólo me comprobó mis sospechas.
El probablemente ni siquiera había visto el número.
-Seung, soy yo.
- ¡Oh gracias al cielo! -Exclamó, soltando un gran suspiro. - ¿Estás bien? ¿Dónde estás? Iré por ti.
-No, no, Seung Hyun…-Le frené. -Estoy bien ¿sí? Tú no te preocupes, yo-
- ¿Qué no me preocupe? ¿De qué demonios hablas, Ji Yong? -Su voz se quebró, al igual que mi voluntad de ocultarle mi paradero. -Desperté y ya no estabas… ¿Entiendes lo que sentí? Fue horrible, Ji, como si de nuevo todo se repitiera…por un momento creí que escucharía la voz de tu madre llorando, diciendo que estabas en coma nuevamente…deja de ser tan egoísta, por favor. -Y comenzó a llorar fuertemente.
Sostuve el teléfono con fuerza, sin saber que decir, había un nudo gigante en mi garganta y las piernas me temblaban.
-Seung…estoy bien, esta vez lo estoy.
-Vuelve, por favor. -Suplicó. Sentí mi pecho arder.
Mordí mi labio inferior con fuerza y me tragué las inmensas ganas de llorar y ceder.
-Lo siento.
-No, no, Ji, no me cuelgues, yo-
-Te amo. -Dije justo antes de colgar.
Mi respiración agitada hacía eco en toda la estancia, mi cuerpo temblaba y de repente sentía mucho frío. Miré a mí alrededor, todo se volvía cada vez más y más familiar. Estaba tan cerca.
-Debo darme prisa.
Limpié mi rostro y me marché de la casa lo antes posible, seguramente Seung ya debió percatarse de que el número era de mi casa, era muy probable que viniera.
Al subir al auto de nuevo, me tomé un momento para fumar un cigarrillo, realmente lo necesitaba. Se podían ver los primeros atisbos de luz, amanecería pronto, por lo que hacía mucho frío.
- ¿Qué estoy haciendo?
«Repitiendo» Había presionado “Repeat” sin desearlo, y ahora debía volver a escuchar aquella canción una vez más.
Cerré los ojos, escuchando tan sólo mi respiración y el latido de mi corazón. ¿A dónde debía ir?
Y cuándo los abrí de nuevo, la respuesta apreció frente a mí. Encendí el automóvil de nueva cuenta y lo puse en marcha, directo al amanecer.
…
Conduje tan rápido cómo me lo permití, sabía que no debía hacerlo, probablemente terminaría igual de mal que la última vez, sin embargo tenía la necesidad de hacerlo, como si de seguir podría alcanzar el sol.
Pronto me acercaba a los límites de la ciudad, adentrándome en la autopista extrañamente poco transitada.
Los arbustos a la orilla de la autopista eran apenas unas manchas verdes, señal de lo rápido que iba, parecían moverse velozmente, mis manos comenzaron a vibrar y pronto comencé a sudar, mientras todo a mí alrededor parecía girar.
Me aferré al volante, sintiéndome mareado y con el estomago revuelto. Debía detenerme. Parpadeé un par de veces, para después tallar mis ojos, no podía ver claramente, y cuando menos lo esperé una brillante luz apareció frente a mí, seguido del fuerte sonido de un claxon y el chillido de los neumáticos. Presioné mi pie con mucha fuerza sobre el freno y cerré los ojos esperando lo peor.
«Uno…dos…tres…»
Abrí los ojos, temeroso, preguntándome si estaba muerto ahora. Sin embargo al abrirlos me encontraba solo en medio de la carretera.
Rápidamente me aseguré de orillarme en una zona poco peligrosa, bajé rápidamente del auto, tan sólo para devolver la cena de la noche anterior. Mi cabello se pegaba a mi frente sudorosa y mi cuerpo temblaba, mientras el estómago parecía querer salir de mi cuerpo.
Las piernas me temblaban, hasta ya no ser capaz de mantenerme en pie, y me derrumbé, con un terrible dolor de cabeza.
«Ayuda…»
…
Era una escoria, la peor basura de todas. No sólo había engañado a mi prometida, sino que tuve el descaro de utilizar a Seung Hyun mientras éste estaba ebrio.
¿Qué pensaría de mí al despertar?
Seguramente se sentiría decepcionado y se marcharía, nuestra relación jamás volvería a ser lo mismo…
Lo había arruinado.
-Lo arruiné.
Lloré con fuerza, abrazando el frío volante, Seung Hyun permanecía dentro de mi casa, durmiendo desnudo sobre mi cama, ajeno a todo.
¿Por qué tuve que tomar puras malas decisiones? No sólo en ese instante, sino durante toda mi vida.
Alejando a Seung Hyun constantemente, intentando ahogar ese amor asfixiante por él, comprometiéndome sin amar a la chica, apartando a Seung, a todos…hundiéndome sólo.
- ¡Joder! -Golpeé con fuerza el volante, estaba furioso, perdido de mí mismo.
Seung Hyun iba a odiarme, y si Sun Hi se enteraba sería igual, podría armar un escándalo y toda Corea me odiaría también, llevaría a la ruina a BIGBANG, echaría por la borda el esfuerzo de todos estos años sólo por mi estupidez. Ellos no se merecían eso.
Y mi madre, oh mi querida madre, quedaría devastada al saber la clase de calaña que tenía como hijo. Ella sufriría menos si yo muriera, incluso eso sería mejor…
Entonces dejé de llorar y abrí los ojos, ¿Qué pasaría si…?
Miré fijamente por el cristal del auto, el sol mostraba sus primeros rayos, pronto amanecería. La vista era tremendamente hermosa…quería ir ahí. Quería arreglarlo todo.
Encendí el automóvil y avancé derecho, buscando la solución.
…
En ningún momento perdí el amanecer de vista, tan sólo siguiéndole, presionando cada vez más el acelerador.
Sabía que no estaba bien, pero que importaba ya, toda mi vida, o al menos gran parte de esta, estaba echa mierda, por todas mis malas decisiones, una tras otra, y estaba arrastrando a mis seres queridos, y ya no estaba dispuesto a dañarles así.
«Un poco más»
El motor hizo un terrible sonido, pero no me importó, el gélido aire que entraba por las ventanillas se sentía tan bien, parecía sentirme libre.
Lo único que lamentaría era no volver a ver el rostro de Seung Hyun…pero algún precio debía pagar.
-Lo siento tanto. -Y cerré mis ojos.
«No soy el problema, soy la solución a este…»
Y tan sólo fui capaz de sentir un fuerte impacto y me desvanecí, cómo debía suceder.
…
Había un sonido lejano en algún punto de la oscuridad, intenté abrir los ojos, sin embargo no lo conseguí hasta después de varios intentos.
Cuando pude hacerlo, lo primero que vi fueron un par de ojos llorosos y oscuros.
«Seung Hyun» Sonreí.
Después de todo si conseguí verle de nuevo.
Me alarmé de inmediato e intenté sentarme.
-Tranquilo, Ji, estoy aquí. -Seung me abrazó con fuerza.
No entendía que pasaba, la cabeza me daba vueltas y mi cuerpo temblaba. Finalmente caí en la cuenta de que estaba dentro del auto de Seung Hyun, envuelto en el abrigo de este y aún estábamos en esa carretera.
-Fui yo…-Murmuré bajito, temiendo que fuera real, aunque estaba seguro de que lo era.
-Todo va a estar bien ¿sí? Te llevaré con el médico Park, él sabrá cómo tranquilizarte.
-Seung…no…
-Afortunadamente llegué a tiempo, estabas tan frío, quien sabe cuánto tiempo estuviste inconsciente afuera.
-Seung Hyun…-Comencé a sollozar, captando finalmente su atención. -Fui yo, yo provoqué el accidente.
Su gesto se descompuso en una mueca que no pude interpretar.
-Quise morir, Seung, quise morir. -Y le abracé fuertemente, aun si sus brazos cayeron sin fuerzas a un costado.
A veces el problema es la solución a este, con la peor decisión de todas.