Recuerdos Perdidos
Gtop
El vacío y la soledad no son el mismo sentimiento, sin embargo, parecen venir juntos.
Blanco…
Todo era de color blanco al intentar abrir los ojos, mi lucha llevaba demasiado tiempo ya, mis parpados no se habrían de una vez. Volví a intentarlo, el blanco luminoso apareció de nuevo, era incómodo y molesto, sin embargo era mucho mejor que regresar a la oscuridad del sueño.
Poco a poco sentí como mi cabeza se movía ligeramente, pude sentir mis parpados pesados comenzar a ceder, al fin estaba funcionando. Esta vez me esforcé por mantener los ojos abiertos un par de segundos más, segundos en los que el blanco comenzaba a disminuir su intensidad, materializándose en cosas y rostros borrosos.
“Una vez más” Me dije, abriendo los ojos nuevamente, las imágenes eran más claras, esta vez mis ojos se mantuvieron abiertos enfocando las cosas.
Parpadeé levemente, aclarando mi vista, permitiéndome ver el gran ventanal de mi costado izquierdo, cubierto con ligeras y transparentes cortinas, pude ver claramente el largo sofá que yacía frente a la ventana también. Moví mi cabeza observando mí alrededor, hasta que en algún punto el cuello me punzó y me hizo parar. Un molesto dolor apareció impidiéndome moverme más. Me sentía agotado y adolorido, quería dormir un poco más.
Escuché voces ajenas, que al pasar los segundos se intensificaron notablemente, percatándome de que no estaba solo. Con cuidado giré con delicadeza mi cabeza hacía mi derecha, paseando mi vista por mi cuerpo, procesando que yacía acostado en una cama, cubierto hasta el pecho.
Con un femenino y delicado rostro fui a dar. Una joven yacía a mi lado, mirándome sorprendida, movía su boca una y otra vez, tan sólo musitando ruidos incomprensibles. Cesaron sus movimientos, apretando sus labios entre sí, sus ojos caramelo se cristalizaron y comenzó a llorar sin más.
Sentí mi ceño contraerse, todo era muy extraño. Me quedé en silencio, cerrando los ojos unos momentos, la luz que entraba por el ventanal me decía que era de día, los constantes pitidos de la nada aun no los podía comprender. Nuevamente quise dormir, sin embargo mi mano fue tomada por otra más cálida y pequeña.
Miré como la joven tomaba mi mano, llevándola hasta su mejilla húmeda, su nariz ya estaba rojiza debido al llanto.
—GD…amor…has despertado. — ¿Despertado? Su vocecita delgada y añorante llegó a mí como un leve susurro. Su piel era muy suave, podía sentir la calidez de su mejilla, fue ahí donde me percaté de que tenía mucho frío, mis pies estaban helados, al igual que mis manos, que penas y podía sentirlos.
Nuevamente intenté inspeccionar la habitación… ¿A quién le hablaba esa mujer? ¿Por qué se acercaba tanto a mí?
El chillido común de una puerta metálica se escuchó, alguien entraba por la puerta de ese lugar.
Un hombre alto y de cabellera negra, perfectamente peinada, entraba en ese momento.
— ¡TOP! GD ha despertado. —La chica me soltó de inmediato y corrió a los brazos de aquel hombre. No comprendía gran cosa, a pesar de que mi mente intentaba conectar las palabras que escuchaba me sentía mareado y extrañamente cansado a pesar de haber dormido, no podía pensar claramente, así que me recosté nuevamente de manera recta, quería dormir.
—Ji Yong. —Una grave voz me hizo abrir nuevamente los ojos, no tuve que moverme para mirar el rostro de aquel hombre, estaba a mi lado, tan cerca que sólo tenía que abrir los ojos para verle. Ahora podía ver sus marcadas facciones masculinas. —Me alegro de que estés nuevamente aquí. — ¿Nuevamente? ¿Dónde es “aquí”?
Su mano acarició mi cabeza, revolviendo mi cabello con delicadeza, casi lento.
—Iré a avisarle a los demás. —Nuevamente hablaba la chica. Sus tacones hicieron eco en mi cabeza, taladrándola con dolor.
— ¡Espera! —Me ardió la garganta de la nada, estaba seca, me di cuenta que esa voz había sido mía, era extraño, no la recordaba…
Yo…no lo recordaba…
La joven se detuvo, acercándose nuevamente a mí con una sonrisa mientras su larga cabellera castaña se ondulaba al compás de sus pasos, eso provocó que aquel hombre retrocediera, quedando más atrás.
— ¿Qué ocurre, cariño? ¿Quieres algo, llamo al doctor? — ¿Doctor? Estaba en un hospital… ¿Por qué me decía cariño?
El frío que sentía creció más, haciéndome temblar ligeramente ahora, mi cabeza comenzaba a doler, soltado leves punzadas cada determinado tiempo, me dolía el cuello y ahora la espalda y pecho también.
¿Cómo había llegado a un hospital? …No me acuerdo…
Ella me miraba ansiosa, sin borrar su sonrisa, parecía feliz de verme… ¿Por qué?
Un sentimiento de angustia creció en mí.
— ¿Quiénes…—Sentí un desgarre agresivo en mi garganta, cortándome la respiración rápidamente, tosí un par de veces, sintiendo el ardor que después disminuyó. La chica había cambiado su expresión a uno preocupado y el joven había avanzado varios pasos hacía mí. — ¿Quiénes… son ustedes? —Logré articular, intentando normalizar mi respiración, mi garganta seguía seca y ahora herida, pues ese sabor metálico de la sangre atravesó mi esófago.
La sonrisa se desvaneció de su rostro rápidamente, dejando sólo una mueca desconcertada. Ella parpadeó un par de veces más antes de hablar.
—Que…que gracioso eres amor, pero no es momento de chistes…—Sus palabras, aunque amables, sonaban irritadas. ¿Por qué se molestaba?
Le miré a los ojos, comenzaba a darme desconfianza esa chica, se veía molesta y ansiosa, se veía peligrosa.
—Yo…no bromeo. —Cada palabra empeoraba el dolor.
— ¡Pero que estupideces dices, Ji Yong! — ¿Ji Yong? Su voz alterada provocó que los oídos me dolieran. Se acercó a mí, con el rostro enrojecido y al borde del llanto una vez más.
— ¡Noona, espera! —Aquel hombre la detuvo, alejándola de mí, tomándola de la cintura con firmeza, mientras ella luchaba por soltarse.
Sin saber en qué momento, mi respiración se agitó y comencé a temblar más, mis nervios estaban alterados, quería levantarme y correr, sin embargo no me sentía en condiciones de moverme, claramente no podía hacerlo.
—Yo…no…no les conozco, aléjense. — Mi voz salió temblorosa, el frío subía nuevamente y el aire se atoraba en mis pulmones.
—Ji Yong…—Él se acercó a mí, dejando a la chica molesta atrás. —Ji…soy yo…Seung Hyun. —Su mirada estaba desconcertada, sin embargo era amable, me inspeccionaba con sus ojos mirándome anhelante, como si buscara algo en mi mirada.
—Yo…lo siento, no sé quién eres. —Repetí sintiendo náuseas y mi cabeza dar vueltas, me estaba comenzando a asustar ¿Por qué me llamaban Ji Yong? Yo no me llamo así…
— ¡¿Qué estás diciendo?! —La enfurecida mujer se abalanzó sobre mí, tomándome de ambos brazos, sus lágrimas comenzaban a salir. El dolor de mi espalda se agrando, y poco después sentí más dolor en varias partes de mi cuerpo.
—Noona, suéltalo. —Él tomó el brazo de la chica, mirándola con dureza, casi intimidante.
—No…no me toques. —Apenas y susurré, fue tan leve que ni yo fui capaz de escucharme.
¿Qué estaba ocurriendo? …¿Quiénes eran ellos? Yo…no los conocía…yo no soy Ji Yong… ¿O sí? Yo…
El agarre fuerte de ella estaba mareándome, todo comenzaba a dar vueltas otra vez.
Quería que se alejaran….ya… ¡ya!
— ¡No me toques! —Grité con fuerza, deteniéndola en el transcurso, el sabor metálico apareció en mi garganta con más intensidad. — ¡Aléjate! …¡aléjense! —Grité una y otra vez. —No los conozco…. —Murmuré asustado, ahora quien soltaba lagrimas era yo. Tenía miedo.
¿Dónde estoy?
La puerta se abrió agresivamente, dejando entrar a un hombre en bata blanca junto a unas enfermeras.
— ¿Qué está ocurriendo aquí? —Preguntó el señor alarmado, mientras los alejaba de mí.
—Él…no reacciona. —Dijo en apenas un hilo de voz el hombre más joven. El hombre en bata me miró, acercándose a mí.
— ¿Quién es usted? …¿Quiénes son ellos? —Me apresuré a preguntar nervioso, intentando bajar de la camilla pero las dos enfermeras me detuvieron. —Yo…yo…—La cabeza me dolió horrores, obligándome a tomarla entre mis manos. —Yo…no sé mi nombre. —Murmuré dándome cuenta.
¿Cómo me llamaba? …¿En dónde estaba y por qué? Las preguntas me asaltaron y comencé a llorar, no sabía nada, nada…absolutamente nada.
—J-Ji…—Otra vez ese nombre…
— ¡Aléjense! Déjenme solo…yo…yo quiero estar sólo. —Intenté levántame una vez más, pero el hombre en bata me detuvo con fuerza, sentí un pinchazo en mi brazo, me estaba inyectando algo.
Ejercí más fuerza ¿Qué me estaba haciendo?
Poco después mis músculos se relajaron lentamente…sin saber nada más de mí. De nuevo regresaba a la oscuridad del sueño…
…
—No puedo creer que…él dijera que no sabe quiénes son. — Al fin uno de ellos se animaba a hablar, el valiente Kang Daesung logró articular aquellas palabras. Él era conocido por su sonrisa inigualable que estaba presente en todo momento, sin embargo había situaciones en las que, incluso él, no podía sonreír.
El silencio reclamó el lugar una vez más, nada se escuchaba más allá de los sollozos de la chica y los pasos de las personas que caminaban por el pasillo de la sala de espera.
—Pero… ¿Ji Yong hyung ni siquiera reconoció a Sun Hi noona? —La curiosidad del joven maknae salía nuevamente, siempre le gusta reafirmar los hechos, simplemente no podía creerlo. No de hyung. Quizá era comprensible que olvidará a TOP, pero no a Kim Sun Hi…simplemente a ella no.
El hyung de todos, que había sido testigo de lo que decían sólo negó, mirando con discreción a la chica, quien yacía sentada en una banca en silencio, aun llorando.
—Pero… ¿Qué es lo que le pasó? ¿Por qué reaccionó así? —A Bae no le cabía en la cabeza lo que le había contado TOP. G-Dragon, no, su amigo Ji Yong era muy coherente, no entendía su reacción tan asustada.
Todos estaban preocupados por Kwon, era su amigo y ahora estaba en el hospital por un accidente que ocurrió de la nada. Ninguno sabía que pasó, y mantenían la esperanza de que al despertar Ji Yong les dijera los hechos… Pero ahora seriamente lo comenzaban a dudar, aunque nadie lo dijera, temían lo peor.
—Calma chicos…conocemos al tonto de Ji…él es fuerte. —Nuevamente TOP hablaba, era su trabajo como hyung y amigo reconfortarlos, darles su apoyo, y ahora lo necesitaban más que antes, pues por el momento el líder no estaba para ayudarles.
Una vez más se quedaron en silencio, cada uno asimilando la situación a su manera. Nunca habían atravesado una situación parecida, los problemas anteriores parecían pequeños al actual.
—Bueno…—Una voz ajena a ellos cuatro lo hizo regresar a la realidad.
— ¡Doctor! —El llamado de Seung Ri salió tan anhelante que provocó una sensación extraña a los demás. Llevaban cuatro días esperando a que G-Dragon despertara y ya que lo hacía decía no recordar nada, no era para menos.
El doctor se acercó más a ellos, al igual que la chica que también había reaccionado.
— ¿Cómo esta Ji Yong? —Nuevamente el valiente era Daesung, pues todos esperaban que alguien más hablara, simplemente ellos no podían.
—Verán…—La pausa y esfuerzo en sus palabras no daba a entender nada bueno. —Por el momento el joven Kwon ha sido sedado una vez más, estaba muy alterado y tuvimos que hacerlo, —miró a los dos involucrados. — ¿Qué es exactamente lo que pasó ahí adentro jóvenes? —Les preguntó.
—GD despertó…se veía muy confundido y cansado, por lo que supuse que era normal que no respondiera a mis preguntas pero… —Sun Hi se había apresurado a hablar primero que TOP, quería respuestas rápidas. — Pero luego…él dijo que no sabíamos quienes éramos y yo…yo no supe cómo reaccionar…—Nuevamente lloraba, no podía creer que Ji la olvidará, debía estar bromeando ¡no podía olvidarla a ella!
Taeyang abrazó levemente a la chica, intentando que se calmara un poco.
—Sí, como noona dice, Ji de verdad parecía no reconocernos, estaba muy confundido y asustado. —Agregó TOP, evitando decir como la chica se había puesto respecto al asunto, era mejor dejarlo en el olvido.
El doctor miró los papeles que tenía entre las manos, el gran expediente médico de Ji Yong era lo que leía, revisaba una y otra vez, cualquier indicio que asegurara su teoría respecto a la salud del hospitalizado, sin embargo no había antecedentes de nada seguro.
—Aún no he podido revisar al joven Kwon completamente, tiene lesiones secundarias, golpes en todo el cuerpo por el accidente y varias heridas, pero nada grave. —Todos suspiraron aliviados. —Sin embargo…basándome en lo que me están diciéndome…sospechó que pudo sufrir algún golpe en la cabeza y…pues...—No sabía en qué momento decidió ser médico, era la profesión más difícil de todas, de verdad no era necesario pasar ver los rostros preocupados de los demás. —Es muy probable que el joven Kwon haya perdido la memoria. —El aliento de todos se fue.
¿Qué estaba diciendo?
—No, no… ¿doctor está seguro? —Preguntó incrédulo Bae, tomando con más fuerza a la joven, quien se había alterado más.
—Desde luego que no, es sólo una teoría que tengo hasta el momento, pues como les expliqué no han terminado los estudios…pero tiene síntomas muy frecuentes en esos casos. — Todos estaba sin habla.
El asunto había resultado más grave de lo que cada uno de ellos quiso pensar, Ji Yong sin memoria…era la cosa más horrible ¿Qué pasaría?
—Pero… ¿Se va a recuperar? —Bae seguía insistente.
—…Eso es algo que ningún médico puede responder, si es el caso del joven Kwon, es imposible determinar cuánto tiempo puede pasar hasta que recuerde algo o lo que ha olvidado. Puede ser unas horas debido al shock, quizá un día en lo que se recupera…así como puede ser un mes o unos años…quizá siempre. —No quería ser agresivo en sus palabras, pero lo mejor era explicar las cosas claramente, que todos se atuvieran a lo que pasaría. —Mañana es necesario que vengan a verle, intentaremos averiguar si de verdad no recuerda nada, y para eso los necesitamos. —Terminó su explicación, intentando no mirarles el rostro perturbado.
A penas y algunos fueron capaces de asentir…simplemente eso no podía estar pasando, debía ser un sueño simplemente.
Un oscuro sueño.
Se dice que las cosas pasan por algo, todo tiene un propósito, aunque casi siempre todo resulta ser una simple coincidencia, mero capricho del destino.