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Te Odio, Mi Amor por Saam

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Notas del capitulo:

Bueno espero lean esto XD 

Gracias a todos los que dejaron comentarios, me hicieron muy felices n_n

Bueno quiero advertir antes que nada. Hay cambios de personalidad muy fuertes en este capitulo... en el fic en si. 

Se que paso uf! pero despues voy a ir reñenando el vacio XD 

Eso es todo (: espero les agrade... 

 

A leer..

//Tres años después…//


El lindo chico de cabellos rubios caminaba tranquilamente por los jardines de escuela con la mirada perdida, viendo a todas esas parejas abrazadas y diciéndose cosas lindas. Los odiaba, a todos y cada uno de ellos.

 

— ¡Naruto–Kun! —grito alguien a su espalda.

 

Volteo lentamente mientras ponía la mejor sonrisa que tenía, y veía como ese pelinegro pálido corría hacia él, llevando de la mano a un chico de cabello rojizo, con el kanji de "amor" en la frente. Los odiaba a los dos, más al joven Uchiha pues, le recordaba a su querido y extraviado Sasuke…

 

—Hola Naru —saludo el chico mostrándole una radiante sonrisa. 

 

Le sorprendía lo mucho que había cambiado desde que había comenzado a salir con Gaara. Para empezar, sus sonrisas ya eran más verdaderas y eso le relajaba un poco. 

— ¿Qué pasa? —les pregunto con una gran y muy bien fingida felicidad.

 

—Hoy iremos a la tumba de Sasu–chan, ¿Vienes? —pregunto Sai.

 

El rubio negó lentamente con la cabeza sin quitar aquella sonrisa falsa de su rostro 

—Estoy cansado, iré a dormir un rato —respondió fingiendo un repentino pero, creíble, cansancio.

 

—Como quieras Naruto, nos vemos. Vamos Sai—dijo Gaara con tranquilidad.

 

Tras eso los dos se fueron al auto nuevo de Sai.

El chico se quedó viendo fijamente a los dos antes de caminar hacia su motocicleta, tratando de ignorar todas las miradas de las personas que pasaban a su lado quienes trataban de llamar su atención.

Se puso el casco, tapando así sus ojos y su boca, una vez hecho esto, hizo una mueca de dolor y dejo que algunas lágrimas cayeran en silencio, mas no dijo nada, solo se montó en su moto y prendió el motor pero, antes de que arrancara…

 

—Hola Naruto–Kun.

 

Volteo a un lado encontrándose con la radiante sonrisa de Sakura Haruno una de las chicas más cotizadas de la escuela.

— ¿Que pasa Sakura–chan? —le pregunto con voz neutra.

 

La chica hizo una mueca y se acercó aún más a la moto y a su conductor, para poder hablarle en un susurro. 

—Naruto, si quieres hablar con alguien de eso, sabes que siempre estaré disponible.

 

Él se limitó a asentir y a retener las lágrimas.

—Arigatou, Sakura.

 

La chica le sonrió antes de alejarse para dejarlo partir. 

—Llámame en la noche y saldremos a cenar. Hoy pagare yo, puede que acepte invitarte a cenar Ramen.

 

Naruto soltó una carcajada mientras se acomodaba mejor.

—¡¡Claro que te llamare, dettebayo!!

 

Y tras gritar eso, se puso en marcha hacia el penthouses que sus abuelos le habían regalado cuando había cumplido los 16.

 

Se sentía mal cuando Sai iba y le invitaba al cementerio a ver una tumba vacía pues, según todos los Uchiha y en especial Sai su amado Sasuke había muerto, nadie sabía que había pasado con él ni a donde rayos había huido y después de dos meses buscándolo por todo Japón se dio a conocer que habían encontrado el cadáver del chico. Naruto no se lo creyó y sabía que Itachi había arreglado todo para que pensaran eso pero, si alguno hablaba Sai no iba a dejar de buscar a su extraviado (o fugitivo) hermano, además, Naruto lo único que quería en ese tiempo, era que todos dejaran de hablar del chico de ojos negros como una noche sin luna ni estrellas. 

 

Después del correr de los meses, entendió que Sasuke no volvería por lo que se esforzó por mejorar sus calificaciones y poder llevar la casa al mismo tiempo. No era nada fácil. 

El dolor y la angustia aun le seguían & la soledad había logrado convertirse en su mejor amiga; seguro se sentía orgullosa de hacer solitario al que, en su momento, fue un chico a quien le daba miedo ella… maldita soledad.

 

Las cosas te pueden hacer cambiar...

Aun llamaba a su amigo de la infancia y único amor, entre sueños… y se despertaba dándose cuenta de que había llorado soñando con él y… aunque le frustraba, le gustaba verle aunque sea en sueños o recuerdos. Pero, sabía que habían cambiado, ¡Vaya que si lo había hecho! Ya no quedaba rastros del que fue un alegre niño de trece años, su hiperactividad había desaparecido casi por completo, y ya no había rastro alguno del brillo que siempre estaba en su mirar, además había crecido demasiado, su cabello rubio se había hecho incontrolable por lo que rara vez lo peinaba y se había esforzado en  desaparecer a ese niño idiota, que había hecho que el azabache huyera. Además, el fútbol americano le había hecho adquirir un cuerpo envidiable, ser el Quarterback era su gran orgullo, además, era capitán del equipo de baseball por lo que se encargaba de que nunca se le juntaran los partidos.

Todos le admiraban y, aun así, sus ojos no tenían brillo alguno y nunca sonreía en realidad, a menos de que estuviera con su amiga pelirosa.

Se detuvo en frente del edificio donde tenía su pent-house y tras apagar el motor y acomodar la moto; se adentró al edificio con la mochila arrastrando por el suelo.

Se sentía más vacío que otros días.

 

—Señor Uzumaki —le llamo el portero— Tiene correspondencia.

 

El chico se acercó hacia el hombre con un paso aún más lento y tras tomar las cartas (que seguro solo eran facturas) camino hacia el elevador con una mueca de dolor. Hacía mucho que no sentía eso, era ansiedad… tal vez emoción, como si su cuerpo o su "sexto sentido" supieran que algo iba a pasar.

 

Presiono el botón del último piso y tras recargarse en el espejo del elevador comenzó a ver las facturas sin hacer caso a lo que pasaba a su alrededor. Soltó un suspiro mientras las pasaba pero, en ese momento, una carta llamo su atención… venia de Alemania y estaba escrita en inglés. Su ceño se frunció mientras la abría con delicadeza, al momento, su corazón comenzó a latir aún más rápido mientras su respiración se aceleraba… comenzó a temblar.

 

La saco del sobre con miedo y, cuando iba a abrirla para leerla, la puerta del elevador se abrió, dejándole ver un corto pasillo que le llevaba a la única puerta del último piso, la de su casa, la de su pent-house. Se guardó la carta en el bolsillo, junto su mochila y salió del elevador para entrar a su casa.

 

Apenas había abierto la puerta escucho un grito.

— ¿Quien está ahí? —pregunto con temor.

 

Frente a él apareció una chica de cabello negro, ojos color perla y un hermoso cuerpo que le veía con una tímida sonrisa, llevaba una sartén en la mano.

—Hola Naruto–Kun.

 

El chico dejo caer la mochila junto con todas las cartas y corrió a abrazarla con fuerza, la chica correspondo al abrazo mientras aspiraba el dulce aroma del chico.

— ¡Volviste! —grito el rubio.

 

—Lo sé, rubio idiota… te extrañe.

 

—Hinata~~

 

Hinata era una amiga de hacía dos años del rubio pero, la chica se había ido a estudiar a París por unos años, ella le había sacado de la depresión y la desesperación y, por supuesto, le había ayudado más que nadie, a superar a Sasuke aunque, la chica había tenido que irse hacia seis meses, y a pesar de que Hinata había estado enamorada de él en un comienzo... Parecía que le había tomado aún más cariño, cuando se enteró que le gustaba un chico y solo uno. Aun cuando había momentos en los que Naruto notaba que por más que ella decía que lo había superado y ahora le gustaba uno de sus mejores amigos, no perdía la esperanza en estar con él.

 

La soltó lentamente para admirar un poco esos ojos que le hacían estremecer.

— ¿Qué haces aquí? —le pregunto con más alegría de la que no había tenido hacía mucho tiempo.

 

—Vine a verte y a estrenar la llave que me mandaste —sonrió ampliamente—. Además te extrañaba, solo serán cuatro días pero…me tendrás aquí, molestándote.

 

—Tú no molestas, baka~

 

La chica soltó una risa antes de volver a abrazarle.

—Me mataras —le dijo al oído.

 

Naruto la separo de él de golpe y le observo fijamente sin entender sus palabras pero, antes de que pudiera abrir la boca se escuchó una voz masculina desde la cocina.

—Hinata, etto… creo que se está quemando.

 

Ambos voltearon a la pequeña puerta que llevaba a la cocina y de ella salió un chico de cabello negro recogido por una coleta hacia arriba que le daba un aspecto a piña, su tez pálida, ojos cafés y una expresión aburrida y cansada, aunque, cuando sus miradas conectaron, Naruto pudo darse cuenta la inteligencia, de algo cálido y la curiosidad que había en la mirada del recién llegado, mientras el chico con peinado de piña no vio nada, los ojos de Naruto estaban totalmente vacíos por lo que frunció el ceño de inmediato.

 

—Lo lamento —dijo Hinata, llamando la atención de los dos hombres—. Naruto, él es Shikamaru Nara, Shika él es Naruto Uzumaki… el dueño de la casa.

 

El nombrado Shikamaru le dedico una sonrisa cansada al rubio y se acercó a él rápidamente para estrechar su mano.

—Es un placer Naruto, Hina me ha hablado mucho de ti.

 

—Es un placer Shikamaru… ¿Qué eres de Hina–chan?

 

El azabache comenzó a reír a carcajada limpia al igual que la pequeña Hinata quien, veía a su amigo con concierta burla, pena y dolor.

—Shika y yo salimos... Me refiero a que somos novios desde hace dos meses.

 

Los ojos azules se abrieron como platos, parecía que se querían salir de sus órbitas y mientras la pareja se sonreía el trataba de entender los que había dicho su amiga.

— ¿Novios? —pregunto en un susurro.

 

— ¡Sí! —Respondió Hinata con una radiante sonrisa mientras veía de nueva cuenta a su amigo—. ¿No te encanta?

 

Naruto negó lentamente con la cabeza para después tomar la mano de su amiga, y alejarla un poco de Shikamaru mientras le dedicaba una sonrisa de pena al azabache.

— ¿Qué rayos te pasa Naruto?

 

— ¿¡¿Qué te pasa a ti Hinata?!? —grito en susurros.

 

La chica frunció el ceño mientras veía fijamente esos vacíos ojos aunque, ahora, tenían la curiosidad eh indignación reflejada en ellos.

— ¿De qué hablas?

 

— ¿Como que de que hablo? ¿Qué paso con Kiba?

La mirada de la chica se endureció y de inmediato volteo a ver a otro lado con una mueca de dolor en los labios.

 

—No sé porque me hablas de ese perro... No lo menciones y menos frente a Shika.

 

El ceño del rubio se frunció pero, permitió que su amiga regresara con su novio.

—Te haré un poco de Ramen, agradéceme.

Tras decir eso, fue a la cocina llevándose al azabache arrastrando pues, él quería hablar con el Uzumaki y conocerle un poco más.

 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

Por otro lado del mundo.

Un lindo azabache de ojos negros, tan oscuros como una noche sin luna ni estrellas y sin brillo alguno en ellos, caminaba lentamente por los jardines de su casa viendo las rosas que acababan de florecer, con una mirada melancólica... Extrañaba ver como brotaban y crecían las flores de cerezo, recostarse a la sombra de uno de ellos y que, cuando una corriente fuerte de aire pasare hiciera volar los pétalos de las flores y estas le cayeran encima.

 

Un recuerdo abordo su mente.

 


•–•–FlashBack–•–•


—Nee Sasu, tienes un pétalo en tu cabello.

Sasuke continuaba con los ojos cerrados pero al sentir la cálida mano en su cabello, revolviéndolo ligeramente los abrió encontrándose con unos ojos azules, brillantes y llenos de sentimientos & una enorme sonrisa.

 

— ¡Aquí esta!

El ojiazul le mostró el pequeño pétalo en forma de corazón mientras le sonreía aún más.

— ¿No es hermoso, Sasuke?

«Si, lo eres » pensó el azabache.

 

—Si Naru, lo es... Déjame dormir, Dobe.

 

— ¡Teme! De acuerdo, te cuidare mientras descansas, no quiero que te pase algo, oh alguien te lastime...

Un tono carmín cubrió sus mejillas pero, se limitó a cerrar los ojos de nueva cuenta.


•–•–Fin del FlashBack–•–•

 


Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras observaba esas rosas, comenzaba a cuestionarse desde hacía unos días el haber abandonado su país y todo los que había en el pero, tampoco lo hacía mucho, sabía que había sido lo mejor aun así... quería volver.

 

A su mente abordo el recuerdo del como termino encarcelado en Alemania.

 


•–•–FlashBack–•–•


—Ya no puedo —susurro mientras intentaba limpiar las lágrimas que salían de sus ojos—, ya no más...

Saco el celular del bolsillo de su pantalón, alegrándose de sobremanera al verlo en perfecto estado aunque, él, estaba totalmente empapado.

 

Marco ese número que tantas veces había querido marcar pero, le daba miedo y terminaba colgando. No más miedo.

Tras dos timbres contestaron.

— ¡Sasuke–kun!

 

El chico se estremeció de inmediato al escuchar esa voz:

—Es extraño que llames, ¿Necesitas algo?

 

Soltó un suspiro, intentando tomar fuerza de algún lado, fue entonces que esas palabras volvieron a resonar en su mente.

"Cierra la boca Kiba, ¿Cuando dije que era mi mejor amigo?"

— ¿Aun me quieres llevar contigo a Europa?

 

Escucho la estridente risa del otro lado de la línea, lo que le causo un estremecimiento.

— ¡Claro! ¡A ti siempre...!

 

Suspiro.

—Me iré contigo… a donde quieras pero, solo si llegas en quince minutos.

 

—Estaré ahí en quince minutos Sasuke-Kun —Colgó.

Soltó un suspiro y con las últimas fuerzas que le quedaban arrojo el celular contra la pared... Destruyéndolo por completo...

 

•–•–Fin del FlashBack–•–•

 


Cayó de rodillas al suelo mientras las lágrimas comenzaban a salir.

Atrás de él, había un hombre con aspecto de serpiente viéndole fijamente con dolor.

 

—Sasuke–Kun… tenemos que hablar...

 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

El rubio veía fijamente a su mejor amiga y a su novio mientras él disfrutaba del Ramen.

 

No lo entendía, desde que había llegado a su escuela Kiba se había fijado en ella, cuando Hinata se enteró de lo enamorado que estaba su rubio amigo de otro chico, se fijó en Kiba, después, cuando estaban a punto de dar un gran paso...

Hinata se fue…

Kiba seguía hablando con ella y le contaba muy seguido al rubio que su relación iba de maravilla, la azabache le contaba lo mismo pero, ahora estaba ahí con un chico bastante raro, sonriéndole y diciéndole "cariño" cada que le hablaba para algo.

 

No era tan idiota como algunos pensaban... O como él mismo Naruto pensaba.

— ¿Porque están saliendo? —preguntó en voz alta, sin darse cuenta.

La pareja volteo a verlo de inmediato con curiosidad y mientras el chico sonreía ella le veía con el ceño fruncido.

 

— ¿De qué hablas, Baka? —le pregunto Hinata.

Naruto se sobresaltó ligeramente y tras voltear a los lados comenzó a negar con la cabeza y las manos rápidamente.

— ¡Eso tenía que quedarse en mi cabeza, dettebayo!

 

Hinata soltó un suspiro mientras volvía a comer, ignorando a su amigo, Shikamaru le imito pero, conservaba la sonrisa en los labios.

—Vaya~

 

Volteo a ver el Ramen y comenzó a moverlo de un lado a otro con los palillos mientras un recuerdo llegaba a su mente.

 


•–•–FlashBack–•–•


Esa risa resonaba por todo el departamento, era estridente y llena de felicidad y burla &, aunque él estaba sentado en el suelo con un increíble dolor tanto en el trasero como en la cabeza y el pecho sonreía al escuchar esa risa, no era común escucharla y le encantaba poder ser el ÚNICO en lograrla y aun mas, en escucharla.

 

— ¡Teme! —grito, fingiendo enojo— ¡Deja de burlarte de mí y ayúdame!

 

El chico frente a él se abrazó la panza y se dejó caer al suelo a un lado de su mejor amigo, sin importarle que todo el suelo estuviera mojado y caliente.

 

— ¡Eres un Dobe! —le contesto el otro entre risas.

 

Naruto frunció el ceño y se quedó viendo como el azabache caía al suelo y comenzaba a rodar ligeramente, tratando de controlar las carcajadas.

 

— ¡Teme~~!

 

El chico levanto una mano mientras jadeaba y su risa comenzaba a parar lentamente. Tuvo que esperar un poco más hasta que el Teme de su mejor amigo dejara de quejarse del dolor de su estómago.

 

—Lo siento —le dijo, aun viéndole acostado—, pero, no es muy común ver como alguien se tira el Ramen encima.

 

—Cierra la boca, dettebayo —hizo un puchero—. Fue un accidente.

 

Sasuke desde el suelo le dedico una sonrisa para después sentarse y quitarle el plato de la cabeza, al igual que los fideos que aun tenia ahí.

—Lo sé, pero fue divertido.

 

Naruto correspondió la sonrisa.

—Sasuke… ¿Prometes que nunca me dejaras en la soledad?

 

El azabache le dedico una radiante sonrisa, de esas de las que él solo veía & de las que eran limitadas y extrañas.

—Siempre estaré a tu lado, Naru… no importa la distancia.

 

—No quiero que haya distancia entre nosotros, quiero que siempre vivas conmigo y estés conmigo…

 

El azabache le puso un dedo en los labios para acallarlo.

—Estaré a tu lado. Lo prometo.

 

Ambos se abrazaron.

 

•–•–Fin del FlashBack–•–•

 


Dejo caer los palillos con una mueca de dolor, sentía como sus ojos se iban llenando rápidamente de las lágrimas pero ya no quería llorar más.

Sasuke era un mentiroso, le había dicho que siempre estaría a su lado y, solo unas semanas después había roto su pobreza y había permitido que la soledad le absorbiera.

 

— ¿Nee, Naru?

 

Levanto la mirada hacia su amiga con curiosidad, al ver a ambos besarse frente a él sintió un horrible nudo en la garganta.

Se puso de pie sin hacer ruido y dejando casi todo el Ramen y se fue a la sala.

 

En cuanto entro, vio todas las cartas que estaban en el suelo. Soltando un suspiro comenzó a levantarlas lentamente, juntando todas, una en una.

 

Se tiró en el sofá y comenzó a revisarlas, de nuevo.

—Naruto, saldremos un rato. ¿Vienes?

 

El rubio volteo a ver con curiosidad al novio de su amiga pero, tras unos segundos negó con la cabeza.

—No, hoy no... Arigatou.

 

Shikamaru le dedico una sonrisa antes de tomar la mano de Hinata y salir del lugar, dejándole de nuevo con su mejor amiga... Soledad.

Saco la carta de su bolsillo y observo la letra sin leer nada todavía, encontrándose con que estaba escrita en japonés y tenía una perfecta caligrafía.

 

Era raro. Una carta de Alemania, el sobre escrito en inglés& el contenido en japonés... Raro.

La dejo a un lado pues la ansiedad no le dejaba leer y continúo clasificando facturas en tres montoncitos. Su abuela, él, ambos.

 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

◆-◆-En Alemania-◆-◆

 

— ¡No! —fue lo primero que grito el azabache.

 

—Sasu–chan~~ —le dijo con voz aniñada y un puchero. 

 

El chico negó con la cabeza.

— ¡No puedo!

 

El hombre soltó un suspiro mientras veía fijamente los ojos de su niño, impregnados de miedo y esperanza a la vez... Desde que se lo había llevado, no había visto algún otro sentimiento en esos ojos que no fuera el dolor ante aquellos recuerdos.

 

—Sasuke–Kun... Seguro ya lo superaste... Vamos~

 

El chico negó con la cabeza para después ponerse de pie y caminar hacia un ventanal que se encontraba en el lugar, le daba una excelente vista de todo el jardín.

— ¿Podemos plantar un cerezo? —le pregunto con la mirada perdida.

 

El hombre sonrió con nostalgia, sabía que cuando a su lindo niño se le perdía la mirada era porque recordaba algo con un rubio que le había roto el corazón y al cual, él, le agradecía la vida por darle a ese niño tan bonito eh inteligente. En verdad que lo quería a su lado.

 

—Orochimaru —le llamo Sasuke—, ¿Podemos?

 

Él le sonrió un poco antes de negar con la cabeza.

— ¿Cuáles idiomas sabes, Sasuke–Kun?

 

Sasuke hizo una mueca. Sabía lo que eso significaba.

—Japonés, inglés, Francés, Alemán e Italiano.

 

El hombre le sonrió.

—Aprende a hablar latín y plantaremos un cerezo.

 

El chico endureció su mirada pero volteo a ver el jardín de nuevo.

—Lo haré, pero no por el cerezo.

 

— ¿Qué quieres Sasu?

 

—Ir a otro lugar, Alemania no me agrada.

 

Orochimaru frunció el ceño.

—Te di un lugar.

 

—Seúl —dijo el más chico—, quiero conocer Corea.

 

Orochimaru negó lentamente con la cabeza mientras le veía.

—Entonces, te llevare a conocer Corea, cuando hables coreano.

 

Sasuke soltó un largo suspiro.

—Dame seis meses.

 

—Dos semanas, sino los hablas casi a la perfección nos vamos a donde YO, quiera. Tengo que dejar de mimarte tanto Sasuke.

 

Tras decir eso se puso de pie y se fue, dejando a un azabache con un intenso miedo, un miedo que hacía años que no sentía.

Dos semanas era muy poco…

Nunca podría...

 


*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

 

◆-◆-En Japón-◆-◆

 

El rubio subió las escaleras entre pisotones mientras, la azabache continuaba gritándole cosas.

— ¡Es mi casa! —le contesto cuando estaba hasta arriba.

 

— ¡No me importa, es mi vida y no te puedes meter!

 

Naruto frunció el ceño.

— ¡Tú te metiste, en MI VIDA!

 

— ¡Agradéceme! Si no lo hubiera hecho, ¿Dónde estarías? ¿DONDE?

 

El chico la vio con ira.

— ¡Hubiera estado bien! ¡Se vivir con el dolor!

 

— ¡Antes no!

 

El chico trago grueso pero no dejo de ver esos ojos perla desde arriba.

— ¡Siempre tuviste al idiota de Sasuke para sostenerte! ¡Cuando te quito tu pilar estuviste a punto de caer en ruinas!

 

La ira lleno por completo al rubio, llenando cada parte de todo su ser.

— ¡No le llames idiota! ¡Además, el volverá y cuando lo haga me reiré en tu cara! ¡Seré más feliz que tú!, ¡Te dolerá Hinata, porque sin importar cuanto lo intentes sigues tan enamorada de mí, como yo lo estoy de él!

 

Vio el miedo en la mirada de su amiga pero, casi de inmediato la ira volvió.

— ¡No te confíes! ¡Se fue! ¡Se fue, hace TRES AÑOS! ¿QUE TE HACE PENSAR QUE VOLVERÁ? ¡Si vuelve, no lo hará por ti! ¡Lo hará por su familia! ¡Si intenta recuperar a alguien será a Sai! ¡TIENES QUE ENTENDER ESO NARUTO!

 

— ¡No es verdad, el me ama tanto como yo a él!

 

Hinata se cubrió los oídos con las manos.

— ¡ES MENTIRA! ¡Nadie te ama Naruto, nadie más que yo! ¡Ni siquiera la zorra pelirosa que te coquetea!

 

— ¡No llames así a Sakura–chan!

 

Hinata soltó un grito:

— ¡ÉL NO VOLVERÁ! ¡ESPERARE NARUTO! ¡CUANDO VUELVA ME REIRÉ EN TU CARA PORQUE EL NO HA VUELTO! ¡Y NO LO HARÁ NUNCA...! ¡CADA QUE VENGA LO HARÉ!

 

— ¡Haz lo que quieras!

 

Camino a su habitación y cerró la puerta de un portado mientras se abrazaba las piernas fuertemente en intentaba que las lágrimas dejaran de salir.

Sabía que lo que le había dicho Hinata era verdad, Sasuke no iba a volver y él (al irse), le había quitado su pilar más fuerte.

Continuo llorando en silencio, mientras escuchaba el llanto de Hinata desde el piso de abajo, y escuchaba como la puerta de entrada se abría dejando pasar a Shikamaru, el cual, seguro preguntaba una y otra vez a Hinata que pasaba pero, ella nunca le diría lo que había hecho, nunca le diría que intento besarlo... Nunca le diría lo que le dijo, hizo e intento hacer. Nunca le hablaría de la pelea que tuvieron por su culpa, nunca le hablaría de Kiba…

 

Se puso de pie lentamente mientras se quitaba las lágrimas, dejo la carta en la mesa de noche, la cual aún no había leído y tras quitarse la ropa se acostó en la cama.

Tal vez dejar ir a Sasuke, era lo mejor... tal vez intentar olvidarlo, haría que la herida de su corazón, duela menos, haría que dejara de ilusionarse a lo estúpido.

 

Soltó un largo suspiro, mientras se abrazaba a sí mismo y se hacía un ovillo.

—Te olvidare Sasuke, te olvidare…

 

Con ese pensamiento se quedó dormido, dejando en el olvido esa carta que cambiaría por completo su vida.

 

 

 

 

 

 


Continuará…

Notas finales:

Les gusto? :D 

Me dajan un Review? ;) yo se que quieren XD

 

Nos leemos en el siguiente 

Kisses :*

 

Saam..


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