"-Tal vez debería... solo tal vez.- Se dijo a si mismo, en voz alta, el gran maknae de B.A.P.
Aún se encontraba sentado en la cama, era su día libre y quería reflexionar, aprovechando que estaba solo, acerca de su vida... acerca de sus decisiones, pero sobre todo acerca de su corazón.- Que cursi que eres Choi, que cursi que eres.
Sonrió, era una sonrisa muy pequeña, pero una sonrisa en fin.
Ultimamente se sentía demasiado extraño, aunque no quisiera admitirlo, sabía que se sentía atraido hacia el ex-ulzzang del grupo... Pero no, no podía, no era correcto, si su familia se enterara...- No se tiene que enterar, tampoco es que me voy a casar con el.- Si, si se tiene, y sabes que si fuera legal lo harías.- ¡No lo haría!- ¡SI LO HARÍAS! Ahora dejame terminar de narrar Choi, no acotes.- Pero...- ¡Sh! Dios, ¿en que estaba?- Estabas narrando sobre mis sentimientos, mente olvidadiza...
Oh, si. Si su familia se enterara, seguramente le obligarían a abandonar el grupo y volverse a su ciudad natal, ¿Quería eso? Claro que no, ¿Se lo merecía? Claro que si, ¿por qué? Por todas las veces que había soñado con el mayor, todas las veces que se había quedado hasta tarde leyendo fanfics HimLo para sentir que aquel hermoso hombre... lo amaba, por todo eso y mucho más, se merecía el infierno.- Aunque en esos momentos me sentía en el paraiso.
Pero, ¿por qué las cosas tenían que ser así? Ah, los dos eran hombres... Y ahí esta la razon por la cual no quería aceptarlo, porque dolía.
Pero si se ponía a pensar, no había una cosa en el mundo que no doliera... ¡Hasta comer demasiados Cherry Tomatoes hacia mal! - Y esas cosas fueron echas por dios...- Exacto Zelín, exacto.
Entonces el maknae si, no tal vez, si debería aceptar esos sentimientos... Doler iba a doler, quiera o no, ¿o acaso no dolía verlo hacer fanservise con otros? ¿acaso no dolía verlo tan cerca de otra persona que no fuera el? Si dolía, dolía mucho... Pero dolería menos si ese peso, de callar sus sentimientos, no existiera más.
-Lo amo... amo a Kim Himchan....-Susurró, con una gran y brillante sonrisa, mientras giraba entre las sabanas.- Amo a ese hombre, ¡por dios que cursi soy!- Grito la ultima frase mientras reía, era un GRAN idiota, pero... ¿Que tenía eso de malo?
Siguió girando por un rato, sin dejar de reír o susurrar "lo amo", hasta que se canso.
Con los ojos cerrados, recostó su cabeza en la almohada, acomodó un poco las sabanas para cubrirse bien y soltó un gran suspiro. Se sentía tan bien, pensó que nunca se sentiría mejor... Pero al sentir esos labios, esos labios que había admirado millones de veces pero que nunca se había atrevido a tocar, sobre su frente... Se sintió en el paraiso.
-¿Maknae?- Esa voz, ¡dios mío que voz! Ese chico no tenía una voz más perfecta porque no tenía tiempo. Abrió los ojos de a poco, encontrandose a la razón por la cual se había ganado el infierno sobre el..
-¿Himchan hyung?- Preguntó, resfregandose los ojos, fingiendo que había estado durmiendo... ¡Que mentiroso que eres Zelín! Picaro picaro.
-Te traje algo que te va a encantar.
-Hyung...- Esta vez no era una pregunta, era un llamado de atención. El mayor le sonrió, haciendole entender que lo escuchaba.- Te amo, Himchan Hyung.
-Oh, yo tambien te amo Zelín.- No eran los mismos "Te amo".
-Pero no es lo mismo...
Himchan sacó una bolsa llena de pequeñas cosas rojas, cosas que eran practicamente un vicio para el menor... No pudo evitar sonreír.
-¿Como lo sabes? ¿Como sabes que no es lo mismo Junhong?- El menor apretó los puños... Debía hacerlo, debía besarlo, debía dejarlo todo claro...debía quitarse las ganas y así ya no sufriría.
Pero al levantar la cara, decidido, se encontro con la cara de su hyung a centimetros del suyo, se encontro rodeado por las piernas del mayor... Practicamente sentado sobre el. Sintió que el aire se iba, y solo pudo sonreír.- Tal vez sean los mismos te amo... ¿Nunca pensaste en ello Maknae?"