Chanyeol recuerda un plato roto y luego los llantos. Lo siguiente parecía transcurrir en cámara lenta, como una película de la cual el alto temía su final.
El menor despertó con sudor por todo su cuerpo, algunos mechones de su cabello permanecían pegados en su frente y estaba seguro que en la comisura de sus labios podía sentir algo salado. Había algo extraño con esa imagen, la única diferencia ahora es que ya no eran comienzos de otoño y esta vez no había nadie a su lado para limpiar esas lágrimas.
No podía dejar de llorar, eran las 3:45 y el dolor en su pecho no se detenía. Era un estúpido por haber llegado esa noche borracho con un aroma a perfume barato, sus pies apenas podían mantenerlo en equilibrio y estaba seguro que tenía rastros de lápiz labial en su cuello. Era un imbécil al no haber sido capaz de decir una palabra, en vez de eso fueron gritos y un empujón contra la pared más cercana. Esa mirada llena de temor y tristeza era algo que no podía sacar fácilmente de su cabeza. Su novio jamás tuvo la culpa, sin embargo en ese instante era lo más sencillo por hacer. Al momento siguiente Baekhyun agacho su mirada, ocultando las lágrimas que no dejaban de caer, su cuerpo temblaba y una vez que estaba por cruzar esa puerta Chanyeol se dio cuenta lo que había hecho. Era un maldito idiota por no haber detenido a su novio.
La habitación estaba oscura, solo una suave y tenue luz era reflejada a través de las cortinas, su teléfono descansaba junto a la mesita de noche y sus dedos ansiaban marcar el número de Kyungsoo. Habían tantas cosas que el alto quería decirle a Baekhyun, todas ellas eran un 'lo siento, por favor déjame reparar lo que hice'. Pero que hay de reparar cuando un plato es arrojado al piso?, aun si intentas colocar las piezas de vuelta en su lugar este jamás será el mismo.
Chanyeol se preguntaba que estará haciendo Baekhyun, si es que vuelven a encontrarse este le dejara unir las piezas nuevamente.
Es invierno ahora, todo parece tan frio sin Baekhyun a su lado.
* * * * * *
“Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes…mi madre solía decir eso”
“Baek, era solo una servilleta. Una servilleta por dios santo!”Chanyeol con exasperación llevo sus manos al aire. No entendía porque su novio de pronto había corrido hasta el alto sollozando y acusándolo de haber botado su…servilleta. “Enserio no entiendo porque tanto alboroto por una servilleta, podemos comprar cientos de ellas!”
“Tú no entiendes…” Baekhyun jugaba con el final de su camiseta, mordía su labio levemente y Chanyeol sabía que eso solo ocurría cuando algo molestaba al contrario. Sin pensarlo dos veces envolvió al mayor con sus brazos, el aroma a frambuesas aún era fresco en el cabello de su novio. “Era especial, sé que sonara tonto pero fue algo que me diste la primera vez que nos conocimos…bueno no exactamente yo tan solo…lo tome porque de cierta forma me recordaba a ti, pensé que no volvería a verte” El alto embozo una suave sonrisa, el agarre de sus brazos se hizo más fuerte y sus labios ya depositaban un beso en la frente del bajito.
Por supuesto que recordaba ese momento, lo que más le sorprendía es que el mayor hubiera conservado esa servilleta durante todo ese tiempo. Apenas tenían ocho años cuando se encontraron en la cafetería, era la primera vez que Chanyeol habia visto un lugar tan…lleno de golosinas y pasteles, que no fue sorpresa que el pequeño saliera corriendo por el lugar gritando y tocando todo lo que encontraba a su paso.
Fue entonces que tropezó con un niño, Chanyeol de inmediato se disculpó pero una vez que vio el rostro del contrario no pudo resistirse a reclamarlo su nuevo mejor amigo. El contrario era tan tierno que cuando Chanyeol había conseguido su pastel, este ya estaba sentado a su lado mirándole con grandes ojos expectantes. El pequeño finalmente dijo que su nombre era Baekhyun y su padre era realmente el dueño del lugar. Ambos niños hablaron de los diferentes tipos de pasteles, hubo un momento en la conversación en que el pequeño Baekhyun no dejaba de reír y Chanyeol tuvo que apartar su postre para preguntarle si ocurría algo, el contrario solo apuntaría su rostro riendo y claro que Chanyeol entendió que tenía algo en su cara. Con mucha vergüenza trato de limpiarse con su mano, sin embargo Baekhyun era más rápido y ya había limpiado todo el lugar de sus labios con una servilleta.
Chanyeol recordaba haberle insistido a su madre que le llevara el próximo día hasta la cafetería.
“Baekhyun…no sabes cuánto te amo” El alto no quería dejar de besar a su novio, sus labios eran suaves, dulces y no podía pensar en algún postre que se le comparara. “Lo recuerdo perfectamente, para ese entonces eras mucho más alto que yo…me pregunto qué te habrá pasado”
“Yah! Pensé que habías dicho que te gustaba mi estatura!”
“Por supuesto que sí, me gusta todo de ti!”
Supongo que después de todo otoño no puede llevarse todos los recuerdos.
* * * * *
“Chanyeol? Que harías si llegaras a perderme?”
Ambos se encontraban recostados sobre la cama, el cuerpo de Baekhyun era liviano y cálido sobre el suyo. Chanyeol se preguntaba si estaba bien permanecer así por siempre.
“De que hablas Baek? Ya quieres abandonarme?” El mayor rio, enviando una seria de vibraciones a través de su cuerpo. Los mejores momentos eran los cuales el contrario no dejaba de reír. Todo se sentía tan bien. “Eso no pasara porque no te dejare ir jamás”
“Ni siquiera cuando tenga que ir al baño?”
“Estamos hablando en serio Baek”
“Entonces, jamás?”
“Jamás.”
Era una promesa.
* * * * *
Solo faltaban unos días para navidad.
Chanyeol estaba haciendo las compras ya que quería conseguir un buen regalo para Kyungsoo, después de todo el asistente se preocupaba de él aun si últimamente solo fueran discusiones, quien sabe quizás logre conseguirle ese libro de cocina que tanto quería y de paso uno a su madre que no dejaba de llamarle y preguntar cómo se encontraba.
El pavimento estaba cubierto en nieve y a la distancia Chanyeol podía escuchar los villancicos, sin percatarse sus labios se movían al ritmo de las canciones y lentamente se acostumbraba el exceso de decoraciones.
Resultaba ser que el libro que Chanyeol tanto quería comprar para Kyungsoo era una especie de edición limitada, por lo cual el alto no sabía cuántas tiendas había visitado en su búsqueda.
Ya iba por la cuarta o quinta cuando lo que menos esperaba sucedió. El golpe de un libro contra el suelo le hizo despertar de aquel trance, Baekhyun estaba en la misma tienda que él…Baekhyun estaba allí, finalmente estaba allí. Pero había otra persona a su lado, un chico probablemente más alto que Chanyeol, de cabello rubio y una mirada intimidante. Ambos sonreían y Chanyeol corrió fuera de la tienda antes de que su vista se nublara. No quería creer a esas manos entrelazadas.
* * * * *
Chanyeol no vio la manera en que Baekhyun dejaba ir lentamente esa mano para observar su marcha fuera de la tienda.
“Chanyeol…”
* * * * *
“Lo vi…Kyungsoo…Baekhyun estaba allí con otro hombre, tenías razón que pasa si…durante todo este tiempo Baekhyun no quería ser encontrado? Le hice daño Kyungsoo…porque habría de pensar que querría verme?”
“Chanyeol…hay algo que debo decirte”
“Lo vi…Baekhyun…Soy un idiota, soy un idiota…” Chanyeol sintió la mano de Kyungsoo sobre su hombro, indicándole que tomara asiento en una de las sillas cerca del escritorio.
“Chanyeol realmente crees que no hemos tenido contacto con Baekhyun?” El alto le observo confundido, sin creer el significado detrás de esas palabras. Acaso Kyungsoo le había mentido?
Tenía tantas ganas de cubrirse sus orejas y simplemente no escuchar lo siguiente, apenas podía procesar la idea de ver a Baekhyun con otra persona que no fuera el, sonriendo y observándole con esos ojos que una vez solo le miraban a él. “Él no quería que supieras, nosotros prometimos que no te diríamos pero…él ya tiene novio, pensaban en comprometerse pero…Demonios Chanyeol el todavía no puede olvidarte, sabes lo difícil que es para él? Seguir pensando en la persona que una vez le hizo daño. No trato de recordártelo pero Baekhyun se merece la felicidad que tiene ahora después de todo lo que le hiciste. Esas noches llenas de discusiones, tú regresando a casa a las tres de la madrugada, apuesto que ni siquiera te diste cuenta de las veces en que venía a nosotros llorando porque su novio regresaba ebrio y con marcas de lápiz labial.”
“Lamento decírtelo Chanyeol pero es hora de que dejes a Baekhyun en paz.”