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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Disclaimer: KHR! le pertenece a Akira Amano-sensei,


si fuera mio , seria feliz.


 


Perdón, por tardar horrores en actualizar


sin más que agregar espero que disfruten del capítulo.

Capítulo XVI: ¡Bienvenidos a Mafia Land!

 


Cuando Tsuna subió a la cubierta del crucero se quedó sin palabras pudo observar que habían llegado a una isla, en la que se encontraba un parque de diversiones.


—      Este lugar se construyó con el apoyo de las diversas familias mafiosas, un lugar de descanso donde los mafiosos son capaces de relajarse y divertirse. En total este lugar cuenta con 8,452 atracciones diferentes, además de que su ubicación solo es conocida por mafiosos. Debo advertirles que en este lugar está prohibido pelear Hibari, Mukuro —nombro a los más problemáticos mientras les dirigía una mirada filosa.


—      Yo no obedezco a herbívoros —reclamo Hibari.


—      Yo soy un carnívoro —le espetó Reborn mientras sonreía de forma altanera.


—      Kufufu, entonces sé que se supone que haremos en un lugar lleno de mafiosos, si no me dejas ir y golpear a un par de mafiosos —dijo Mukuro—, es como si me pidieras que me divierta.


—      Es correcto, los traje aquí para que se diviertan. Aunque parece que tú idea de diversión es distinta a la mía —aseguro el hombre de fedora—. Gokudera, Lambo ustedes tienen prohibido el uso de explosivos, si los veo haciendo estallar algo solo puedo asegurarles que desearan no haber nacido, deben comportarse en este lugar. Por cierto Tsuna, debemos ir a registrarnos —hablo el mayor.


—      ¿Cómo? —inquirió el castaño.


—      Es el protocolo de este lugar, mientras tanto los dejo al cuidado de Yamamoto —ordeno Reborn.


—      Pero, Reborn-san… No  puede hablar en serio al dejar al idiota del beisbol a cargo —reclamo Gokudera.


—      Ya Gokudera, no te estreses después de todo soy la mano derecha de Tsuna —dijo Yamamoto mientras sonreía.


—      Tú no eres la mano derecha de Juudaime, imbécil —grito Gokudera.


—      Chicos, cálmense… No es bueno que se peleen entre ustedes —intervino Tsuna—, lo mejor será que los cuide.


—      Ya no somos niños, Vongola —le recalco Mukuro—. Aunque solo hablo por mí, porque los demás si son unos niños.


—      Yo no necesito ser cuidado por un herbívoro, Sawada Tsunayoshi.


—      Este… —dijo Tsuna.


De pronto se escuchó la voz de una mujer, Tsuna trato de captar de nuevo aquella voz, la conocía.


—      Ara, Tsu-kun —dijo Nana al ver a su hijo.


—      ¿Mamá? —pronunció Tsuna al ver a su madre en aquel lugar —. ¿Qué haces aquí? —pregunto el menor.


—      Ara, pues llegaron unos boletos que gane por parte de una revista —dijo Nana—, nunca espere ganar  boletos gratis para un fin de semana en un lujoso crucero en una isla del sur.


—      Mukuro-sama —llamo Ken al ver a su jefe, mientras Chikusa caminaba atrás de él.


—      Oya, ¿Qué hacen ustedes aquí? —cuestiono Rokudo.


—      Mukuro-sama, nos invitó a venir Nana-san —respondió Chikusa mientras se ajustaba los lentes—. Lo buscamos antes de venir aquí, nunca respondió a su celular, y por eso le dejamos una nota; en la que le explicábamos que estábamos de viaje con Nana-san.


—      Si, Reborn-kun nos informó que ustedes se habían adelantado —expresó la castaña mientras sonreía.


—      Bueno, al parecer los dejamos al cuidado de Nana —hablo Reborn mientras sonreía—, espero que la cuiden mientras están aquí —dijo mientras los miraba de forma amenazadora.


—      Ara, no los conozco a ustedes, ¿son amigos de Tsu-kun? —pregunto la castaña mientras miraba a Hibari y a Ryohei.


—      ¡Al extremo!, usted es la mamá de Sawada… Mi nombre es Sasagawa Ryohei —se presentó el chico de cabellos blancos de forma enérgica.


—      Un placer, Sasagawa-kun mi nombre es Nana —le respondió la mujer mientras sonreía—. ¿Y tú eres? —pregunto la mujer mientras miraba al presidente de escuadrón disciplinario de la secundaria de Namimori.


Tsuna sintió un escalofrió, conocía al terror de Namimori, y ahí estaba su madre preguntándole su nombre al chico más antisocial del planeta, Tsuna tenía miedo, Yamamoto afilo su mirada ante cualquier posible acción de Hibari, Gokudera y Lambo estaban dispuestos a hacer volar al azabache si se atrevía a faltarle el respeto a la progenitora de Juudaime. Y aunque Mukuro y sus subordinados no lo admitieran estaban atentos a cualquier altercado de Kyoya.


—      Kufufu te comió la lengua el ratón —le espetó con sorna  Mukuro.


—      Mu-kun, no debes pelear con tus amigos —lo riño sutilmente la castaña.


Una breve sonrisa se dibujó en el rostro de Hibari Kyoya, en definitiva esa herbívora era alguien inusual.


—      Hibari Kyoya —se presentó de forma escueta el peli negro.


—      Mamma —nombro Reborn a la castaña—, Tsuna y yo tenemos que ir a realizar unos trámites de la escuela, ¿podrías cuidarlos por un momento? —pidió Reborn.


—      Sera un placer —aseguró la mujer mientras sonreía.


Reborn y Tsuna se apartaron del grupo, y caminaron hacia un edificio que tenía un cartel que decía “Información”.


—      ¿A dónde vamos? —inquirió el castaño.


—      A registrarnos, después de todo es la primera vez que vienes a este lugar,  bebemos ir a la recepción para regístranos —ordeno el hitman—. Después de todo eres nuestro representante.


Reborn entro caminando como si se tratara de una celebridad, y Tsuna venia caminando atrás de él con los hombros encogidos mientras suspiraba. En  la recepción se encontraba la secretaria de cabello corto y negro, tecleando un par de cosa en la computadora, de pronto hablo: —El siguiente en pasar, por favor —pidió de forma amable.


—      Sawada Tsunayoshi —dudo un momento en lo que iba a decir a continuación —, de la familia Vongola.


—      ¿Tiene una invitación? —pregunto la secretaria.


—      No.


La secretaria comenzó a capturar los datos obtenidos del castaño en su ordenador.


—      En ese caso tendremos que aplicarle un examen de mafia —informo la mujer, mientras se levantaba de su asiento para guiar a Tsuna a una habitación —. Por aquí, por favor —le indico la mujer que abriera la puerta.


El castaño obedeció y abrió la puerta y se encontró con un hombre sentado en un sillón, mientras fumaba un puro, el hombre no se movía permanecía en silencio: — ¿Quién es él? —murmuro Tsuna.


—      Él es alguien que posee conexiones con el gobierno —explico la mujer—, aquí hay 1, 000,000 de Euros —hablo la mujer mientras le depositaba dicha cantidad en las manos del castaño—. Por favor, sobórnelo apropiadamente.


—      ¡Qué demonios! —grito Tsuna.


—      A través de este examen, nos demostrara que es Sawada-Sama,  el verdadero décimo Vongola.


—      Pero… Yo no sé sobornar —aclaró temeroso Tsuna.


—      Si abandona el examen, tanto usted como sus acompañantes serán arrojados al mar —informó la mujer mientras sonreía.


Tsuna se llevó ambas manos a la cabeza, su rostro de torno de un color azul, y nervioso comenzó a cavilar entre sus pensamientos « — ¿Cómo demonios se soborna a alguien?.... Nunca en mi vida…. Por qué demonios tengo que hacer seo… Solo tengo que darle el dinero, y listo —concluyó el castaño par sí mismo. »


Se acercó al individuo y comenzó a darle el dinero, de forma disimulada, después de todo era un soborno. La secretaria, alzo la mano derecha al instante y dijo: — ¡Deténgase ahí!... Al menos que le informe que es un “Soborno”, él no sabrá para qué es el dinero.


—      ¿Pero no es algo indiscreto? —se quejó Tsuna.


—      Desafortunadamente, falló —le dijo la mujer mientras sacaba un pequeño control remoto de color negro, al que le presiono un botón. Aparecieron de inmediato los guardias de seguridad—. Se determinó que usted ingreso a este lugar sin autorización.


Ambos guardias comenzaron a arrastrar a Tsuna hacia afuera, mientras el castaño pedía ayuda.


Tsuna fue arrojado dentro de un metro de color gris, dentro del metro se encontraba Reborn cómodamente esperando.


—      ¡Reborn! —lo nombró el mencionado sorprendido— ¿Dónde estamos? —pregunto.


—      Debajo de Mafia Land.


—      ¿Sabías que algo así sucedería? —le reclamo el menor—, de todos modos… ¿Qué ha debajo de Mafia Land?


—      Lo sabrás cuando llegue el momento —respondió Reborn mientras sonreía tranquilamente.


El metro se detuvo, y Reborn dijo: —Parece que llegamos.


—      Parece que estamos en la parte trasera de la isla —inquirió Tsuna.


De pronto una voz interrumpió las cavilaciones del menor.


—      Identifícate ¿Cuál es tu nombre? —le ordeno el rubio al castaño.


Tsuna y Reborn se voltearon, y se encontraron con un hombre rubio de ojos azules de mirada afilada, vestía una especie de uniforme de color verde militar, y traía consigo un rifle el que apuntaba a Tsuna.


—      ¿Quién es este sujeto? —murmuro Tsuna nervioso.


—      Tú… — nombro al contrario y se apuró  a disparar el rifle.


Reborn salto esquivando el impacto y de inmediato tomo a León y lo transformó en una pistola, el hitman disparo en la frente haciendo caer al rubio de espaldas.


—      ¿Por qué dispara de repente? —pregunto Tsuna entrando en pánico.


—      Él es Colonello, el encargado de la seguridad de Mafia Land —explico brevemente el mayor.


—      Pero… Lo mataste.


—      No estamos hechos de la misma forma —se quejó el rubio mientras se incorporaba.


—      Imposible —grito Tsuna.


—      Esta insignificante bala —dijo el rubio mientras la sostenía con sus dedos—, es tuya no es así Reborn.


Llego volando una gaviota, esta se acomodó en el hombro izquierdo de Colonello


—      ¡Chaos Colonello! —saludo el hitman mientras levantaba la mano derecha en señal de saludo—. Ese inmenso rifle, tienes un pésimo gusto como de costumbre Colonello. Por lo menos ya no dices “Kora”, cuando terminas cada frase —Reborn sonrió de forma altanera.


Colonello sonrió de manera altiva mientras miraba a Reborn.


—      Es menos tonto que decir “Ciaossu” —le dijo el Rubio.


Tsuna miraba a los dos hombres: — aparece otro tipo raro —pensó en castaño.


—      ¿Son amigos? —se aventuró a preguntar el menor.


Reborn y Colonello miraron al castaño con cara de incredulidad.


—      No somos tan amistosos —le recalco el rubio.


—      Los dos nacimos y crecimos en el mismo lugar —comento el hitman.


—      Son amigos de la infancia —dedujo Tsuna—, ahora comprendo porque él es tan extraño.


—      Reborn, ¿Por qué viniste a este lugar?


—      Vine a observar. Tsuna, es mi estudiante, será entrenado aquí —comento Reborn.


—      ¿A qué te refieres con lo de entrenar? —preguntó el castaño.


—      Quienes son hallados culpables de entrar sin autorización a esta isla, solo se les da una oportunidad. Y aquí, bajo Mafia Land, es adonde se viene a entrenar —explico el azabache—. El instructor es un antiguo miembro del equipo especial de asalto subacuático italiano “COMSUBIN”, Colonello —Reborn señalo al rubio.


—      Así, que tú eres el Décimo Vongola. Si eres estudiante de Reborn, no hay duda del porqué no pasaste el examen. Pero no te preocupes —afirmó el mayor—. Te entrenaré apropiadamente para que puedas pasar la reexaminación.


—      Yo solo observare, Colonello —le informo el hitman al rubio.


—      Solo mira, y aprende —dijo triunfal el del rifle.


—      ¡Espera! —pidió Tsuna, pero solo fue ignorado por los mayores.


Colonello camino en dirección aun risco, y comenzó a hablarle a Tsuna.


—      ¿Ves el remolino de ahí abajo?


Tsuna miro el remolino que se formaba en al agua.


—      Salta ahí —ordeno el rubio.


—      ¡Dije que esperaras! —gruño Tsuna—. Eres igual que Reborn, no escuchas a nadie.


—      ¡Yo soy mejor que Reborn! —busco a Reborn con la mirada—, ¿Qué haces cuando tu estudiante no te escucha, Reborn?


—      Hago esto —dijo Reborn mientras pellizcaba a Tsuna.


—      Es por eso que eres tan blando —comentó Colonello—, yo hubiera hecho esto —Colonello le dio a Tsuna una patada en la cara.


« — ¿Qué le pasa a este sujeto?, incluso es más espartano que Reborn —pensó el castaño».


—      Sigues siendo tan blando, Colonello… Mentí, así es como usualmente golpeo a Tsuna —aclaro Reborn mientras convertía a León en un martillo.


—      Entonces observa esto —dijo Colonello mientras mandaba a volar a Tsuna con una patada.


De esa manera, Reborn y Colonello comenzaron a golpear a Tsuna a diestra y siniestra.


—      ¡DETENGANSÉ!, dejen de competir para golpearme —grito Tsuna furioso.


—      Reborn, solo cállate y observa —dijo Colonello—, además este es mi lugar de trabajo.


—      Yo también ayudare —se ofreció el tutor—, además Tsuna es mi juguet… —se corrigió antes de terminar la oración—. Es mi estudiante


—      Por fin me llamo juguete —murmuro Tsuna.


—      Solo metete ahí —hablaron al unísono Colonello y Reborn mientras patearon a Tsuna arrojándolo al remolino.


Tsuna grito al caer dentro del agua, comenzó a dar vueltas dentro del remolino.


—      ¡Ayúdenme, no sé nadar!


—      Apúrate a salir de ahí —ordeno el hitman.


—      Deja de jugar —le grito Colonello.


Tsuna logro salir de alguna forma de aquel remolino, se encontraba arrastrándose en el suelo, mientras trataba de normalizar su respiración.


—      Si te lo propones puedes lograrlo —dijo Reborn mientras sonreía.


—      No hay tiempo de descansar —comunico Colonello.


De repente comenzaron a llover piedras enormes del cielo, Tsuna comenzó a esquivarlas.


—      Aún hay más —gritó el rubio mientras se apresuraba a lanzar más piedras.


Tsuna comenzó a correr cuando casi cae en una trampa que se encontraba oculta en el suelo, en el interior del agujero había serpientes. Después de salir de la trampa, Reborn y Colonello comenzaron a golpear a Tsuna hasta dejarlo en el suelo.


—      Con esto debería ser suficiente para considerarse “apropiadamente” entrenado —dijo Reborn.


—      Claro —dijo Colonello, mientras el rubio y el hitman chocaban los puños.


—      Déjate de bromas, Reborn —bufo Tsuna—, ustedes solo estaban divirtiéndose mientras me golpeaban.


—      De que hablas Tsuna —dijo el tutor haciéndose el desentendido—, ahora tienes agradables recuerdos vacacionales.


De pronto se acercó otro metro y de él bajaron, Gokudera, Yamamoto y Lambo.


—      Juudaime —se apresuró a gritar Hayato.


—      Tsuna —lo nombraron Yamamoto y Lambo.


—      Hayato-kun, Yamamoto, Lambo… ¿Por qué están aquí?


—      No volviste, así que fuimos a buscarte a la recepción —explico Yamamoto— Y entonces…


—      Nos dijeron que podríamos llegar con usted, si tomábamos  ese metro —señalo el metro.


—      Si, fue bueno que te encontráramos Tsuna. Era demasiado atemorizante estar cerca de esos tipos —dijo Lambo.


—      Es verdad, ¿dónde están los demás? —pregunto el castaño.


—      Estaban comiendo hamburguesas cuando los dejamos —dijo Yamamoto.


—      Colonello, también puedes entrenar a esos tres —sugirió Reborn.


—      Parece que será divertido —respondió el rubio.


—      Chicos, será mejor que se vayan de este lugar —pidió Tsuna.


De pronto empezó a sonar una alarma: — Ataque enemigo… Por favor evacuen a los refugios —de escucho la voz de un hombre.


—      Ataque enemigo —murmuro Tsuna.


—      Suena divertido, debe ser una clase de evento —dijo Yamamoto mientras sonreía.


—      Reborn-san, si están atacando este lugar… —murmuro Gokudera,


—      Debe ser la familia Calcassa.


—      Pero Reborn, ¿Por qué una familia que pertenece a la mafia, atacaría este lugar. Se supone que todas las familias mafiosas invirtieron dinero para crear este lugar.


—      De hecho, solo aportaron dinero las familias aliadas con los Vongola —explico el hitman—. Los Calcassa son nuestros enemigos.


—      Esto es malo, la familia que se encarga de proteger este lugar, está en casa porque hoy es el aniversario de la muerte de su jefe —informo el rubio.


—      Supongo que te encargaras de los Calcassa —inquirió Reborn.


—      Si, aparecer todavía no han llegado a la orilla. Supongo que será suficiente con mi “Rifle máximo”.


—      Parece que alguien se te ha adelantado, Colonello —comento Reborn.


Algunas de las naves enemigas mostraban señales de pelea.


—      Supongo que solo observare, Reborn.


—      Tsuna, ve a ver como se encuentra mamma —ordenó el mayor.


Los cuatro jóvenes se encontraban caminando dentro del túnel, siguiendo las vías del metro.


—      Tenemos que caminar, porque la isla sufrió un apagón —dijo Gokudera.


—      Ve el lado bueno, cuando vas a tener la oportunidad de caminar por las vías de metro, debe ser parte de alguna atracción.


—      ¡Eres un idiota! —bufo Gokudera fastidiado—, friki del beisbol.


—      Solo Yamamoto puede pensar que esto es clase de alguna atracción —comento Lambo.


—      Es la salida —señalo Tsuna el final del túnel.


Cuando salieron del túnel lo primero que pudieron ver fue el un castillo.


—      Con que la salida nos lleva al castillo mafioso —se apresuró a informar Gokudera.


—      El castillo es muy grande —hablo asombrado Yamamoto.


Frente al castillo había varias personas reunidas, se encontraron con Nana en compañía de Chikusa.


—      Mamá —dijo Tsuna.


—      Oh, Tsu-kun… Parece que va a comenzar un tipo de evento. Va a haber un evento aún más divertido, escuchaste Tsu-kun, vamos a derrotar a la mafia enemiga en este castillo —informo Nana mientras sonreía.


« — A mamá también le gustan las cosas de mafia, piensa igual que Yamamoto —pensó el castaño ».


—      Al parecer Ken-kun, Mu-kun y Kyo-kun se emocionaron al escuchar sobre este evento —comento Nana—. Dijeron algo como que iban a concursar…


—      He, ¿pero mamá?... Mukuro y Hibari-san —comenzó a imaginar una guerra mental.


—      Mukuro-sama, dijo que si se trataba de una familia enemiga no se molestaría el arcobaleno y se llevó a Chikusa.


—      Y Kyo-kun, dijo algo como “morderé algo, por perturbar la paz” —mencionó Nana mientras se llevaba el pulgar a la mejilla.


—      Entonces… ¿Dónde está Ryohei? 


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