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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Notas del autor: no tomar si son menores de edad. Alguno que otro error de dedo, si los ven avisenmé.


Disclaimer: KHR! es propiedad de Akira Amano.

Capítulo XX: Los anillos Vongola.

 

Dino sonreía alegremente mientras le mostraba los anillos a Tsuna, en verdad no quería ni deseaba tener que ver con eso anillos.

 

— !No me acerques esas cosas de nuevo¡

— Pero son tuyos —insistió el rubio.

— Como sea, me voy a casa a estudiar tengo cosas muy difíciles que repasar —se excuso el menor. Nos vemos despues Dino-san —dijo Tsuna antes de salir corriendo del lugar.

 

Tsuna caminaba rumbo a su casa, toda su vida era un caos y ahora para  empeorarla aparecían “unos anillos malditos”, su día no podía empeorar o eso pensaba. Miró a su casa, en verdad era más grande que la pequeña casa de Namimori. Observó un montón de ropa tendida en los tendederos, eran muchos uniformes de minero, Tsuna temió lo peor, “él inútil de su padre bueno para nada estaba en casa”. Desde que Tsunayoshi tenía uso de la razón, siempre habían sido mamá y él, aunque recientemente se habían anexado Reborn con su fachada de tutor, Lambo y más recientemente “Los adorables senpais de Kokuyo” como los catalogaba su madre.

 

Suspiro. Rápidamente entro a casa, en el recibidor estaban un par de botas lodosas. Por lo general su mamá lo recibía al llegar. Pero en lugar de encontrar a Nana, se encontró con Mukuro, lucía un tanto distinto.

 

—Bienvenido Tsunayoshi-kun —saludó el mayor mientras sonreía.

 

Todo era raro, para empezar “¿Por qué estaba Mukuro en su casa?”.

 

—Tadaima —respondió el menor.

—Oya, Tsunayoshi-kun ¿te ves muy preocupado?

 

Era su imaginación, o Mukuro estaba sonrojado.

 

— Mukuro, ¿Dónde está mamá? —preguntó intentando cambiar el tema.

—Kufufu, salió a comprar  ingredientes para la cena. Envié a Chikusa para que la ayudará.

—Supongo, que debería agradecértelo.

—Kufufu, entonces págame con tu cuerpo.

 

Tsuna se tensó de inmediato, Mukuro estaba actuando raro. Le recordaba a un...

 

—Hip.

 

Lo había escuchado bien, Mukuro acababa de tener un ataque de hipo. Sus mejillas estaban sonrojadas y su mirada en definitiva estaba demasiado relajada, todo lo opuesto al Mukuro serio que conocía.

 

— Mukuro... ¿estas ebrio?

— No, solo tome algo de sake —sonrió ante su respuesta—. Es imposible que yo esté ebrio.

— ¿De donde sacaste el sake?

— Kufufu... Lo trajo tu padre.

 

Ese hombre desobligado, lo iba a matar. Camino con paso decidido hacia el comedor, y lo encontró de inmediato tumbado en el piso, dormido  a pierna suelta y ebrio. Era tal y como lo recordaba "un hombre estúpido". Mientras dormía susurraba cosas, pero siempre mencionaba el nombre de su mamá.

 

Sawada Iemitsu. En realidad no lo conocía aunque fuera su padre.

 

« El perdedor de papá está de vuelta».

 

Tsuna se llevó ambas manos a la cabeza. Maldijo su vida internamente.

 

***

Hace dos horas.

 

Mukuro y su grupo estaban caminando, Ken llevaba una bolsa con papas fritas, y Chikusa iba como siempre caminando en silencio.

 

— Mukuro-sama —hablo Chikusa—, iré a revisar algunas cosas —. Informó el de lentes antes de irse caminando al contrario de ellos.

— Kakipi, ¿no vas a ir con nosotros?

— No te preocupes, Ken va a ir a recolectar información, nosotros vamos a la casa de Tsunayoshi-kun.

— Mukuro-sama, ¿por que vamos a la casa de Vongola? —preguntó Ken.

— Kufufu, digamos que alguien nos invitó.

— La mamá del Vongola —preguntó rápidamente Chikusa.

— No seas tan ansioso Ken. Solo discutiremos algo.

 

Cuando llegaron a la casa de los Sawada.

 

— Oya, buenas tardes. Parece estar de muy buen humor —dijo Mukuro mientras observaba a la castaña sonreir.

— Ara, buenas tardes Mu-kun, Ken-kun —sonrió la mujer—, papá está de regreso.

— ¿papá? —murmuró confundido el rubio.

— por qué no comen con nosotros —sugirió la mujer.

 

Se adentraron al comedor de la familia Sawada.

 

Mukuro de inmediato identificó a ese hombre, "Iemitsu Sawada" el actual líder de CEDEF, las cosas se estaban poniendo interesantes.

 

Nana había ido a traer los platillos a la cocina, Ken la había acompañado.

 

— Parece que tienes un asunto que discutir conmigo Sawada Iemitsu.

— En verdad son adorables los senpais de Tsuna, de los que tanto me habló Nana.

 

Mukuro materializó su tridente.

 

— Hablemos seriamente, no me hagas perder el tiempo —amenazó Rokudo.

— De acuerdo —la mirada de Iemitsu se volvió afilada—, imagino que debes saber por que te cite.

— Tengo mis teorías.

— Quiero que seas el guardián de Tsuna.

— Kufufu, pero si yo odio la mafia.

— Aun así, necesitas que Tsuna adquiere el control de Vongola para llevar a cabo tus ideales, o me equivoco. En este momento Tsuna solo es un posible candidato.

— Oya, problema es el otro candidato.

— Sí.

— En verdad crees que Tsunayoshi-kun sea capaz de derrotar a Xanxus, ese sujeto es un mafioso hasta la médula.

— Lo hará —dijo convencido Iemitsu.

— Suenas demasiado confiado.

— Lo se porque es mi hijo.

 

En verdad todo este asunto era divertido para Mukuro, sonrío ante la actitud tan confiada de Iemitsu. No debía confiarse de todo en aquel hombre.

 

— Lo haré con una condición.

— No interferirás en mis planes.

— De acuerdo.

— En verdad eres un padre modelo, aun sabiendo de mis planes quieres que sea el guardián de tu hijo.

— Tengo confianza en que Tsuna te hará cambiar de parecer.

 

Se miraron ambos de forma seria. Iemitsu confiaba en su buen instinto.

 

— Por qué no tomamos una copa para sellar nuestro pacto —dijo Iemitsu mientras sacaba una botella con sake.

— Tratando de hacer beber a un menor de edad.

— Es verdad, se me olvidaba que eres un niño —sonrió Iemitsu de forma burlona.

 

Mukuro chasqueó la lengua, en verdad odiaba a ese hombre.

 

— Kufufu, insinuas que no soy capaz de beber.

— Tu lo dijiste eres un niño —sonrió Iemitsu.

— Trae esa botella.

 

***

 

Tiempo actual.

 

Tsuna caminaba hacia su habitación, lo único bueno que dejaban las visitas de su padre era que podía ver a su mamá estar completamente feliz, "ese padre idiota, por lo menos debería buscar otro trabajo". Cuando era pequeño siempre esperaba las visitas de su padre a casa, pero al ir creciendo comenzó a creer que era mejor que no estuviera Iemitsu en casa.



«  Mukuro... RAYOS...»

 

Se maldijo internamente se había olvidado de que Mukuro estaba algo ebrio en su casa, salió a buscarlo esperaba que no ocasionará ningún desastre. Corrió a la sala, no estaba. Volvió a buscarlo en su comedor solo estaba su padre. Histérico lo busco en toda la casa.

 

« No está»

 

Él no podía dejar a una persona ebria salir a la calle, "y si le pasaba algo".

 

— Kufufu, pareces tan preocupado.

 

Mukuro apareció sin previo aviso y lo abrazo por la espalda. Tsuna se quedó en silencio, por un momento su preocupación por un Mukuro fugitivo en plena vía pública y en estado de ebriedad desapareció. Suspiro.

 

— ¿por qué estabas tan preocupado?, fue divertido verte correr por toda la casa.

 

Sawada frunció el ceño.

 

— ¿estás enojado?

— Idiota —le reprocho Tsuna—, pensé que estabas en la calle. Me preocupe por tí y tu estabas divirtiendo mientras te buscaba.

— Oya, estabas preocupado por mí —la mirada de Rokudo se suavizó.

— Sí —admitió.

— Eres demasiado amable —susurro en la oreja derecha.

 

***

 

Mientras tanto en el comedor de la familia Sawada.

 

Reborn observó al hombre que tirado en el piso.

 

« Con que fingiendo ser un tonto, nada mal Iemitsu»

 

— Con que este es Sawada Iemitsu —murmuró Reborn—, para que hayas decidido entregarle a Tsuna los medio anillos Vongola es porque algo grave está a punto de comenzar. Mejor bien dicho ya comenzó.

 

***

 

Tsuna jadeaba cansado había sido todo una proeza para el poder recostar a Mukuro en una de las habitaciones para las visitas. Le había costado deshacer el abrazo estilo koala de Mukuro.

 

***

 

Todo esa paz, o lo menos eso soñaba Tsuna hasta que de imprevisto se abrió de golpe la puerta de su habitación, por un breve momento pensó en Reborn.

 

— !TSUNA! —grito emocionado Iemitsu.

— Que ocurre —el menor se despertó de golpe.

 

Lo primero que vio fue a un enérgico Iemitsu con una caña de pescar y una red.

 

— !vamos a atrapar nuestro desayuno¡ —sonrió el mayor.

— Pero... Tengo escuela... Paso —respondió el castaño.

— Esta bien —contesto Iemitsu antes de salir de la habitación de su hijo.

 

Un par de horas después fue despertado por las carcajadas que se escuchaban en el pasillo. Miro furioso la escena, su padre está dandole de tomar sake a Lambo.

 

— No le des eso a Lambo —recrimino Tsuna.

— Hey, Tsuna me has estado evadiendo desde ayer. Cuando desperté ya estabas durmiendo. Eso le rompe el corazón a papi.

 

Tsuna lo miro furioso.

 

Iemitsu solo vestía una camiseta blanca y unos calzoncillos, comenzó a rascarse la panza mientras sonreía como tonto.

 

— ¿como es tu escuela? —trato el mayor de iniciar una conversación.

— Bien.

— ¿Que materias?

— Las normales.

— Cuando vivía en altamar bisque todo tipo de experiencias. Es por eso que hice un diario sobre estas cosas.

— EHHHHH.

—Ya me voy.

— Oohh —exclamó Iemitsu mientras abría sus ojos—, ¿que es eso Tsuna?, eres muy sexi. No hay necesidad de usar un pendiente —aseguró el mayor mientras le daba una palmada en la espalda.

 

Los ojos de Tsuna se abrieron de la impresión, tenía en el cuello una cadena con el anillo maldito.

 

— ¿COMO LLEGO ESTE HORRIBLE ANILLO AQUÍ?

 

Tsuna salió corriendo en dirección a la recamara de Reborn.

 

— ¿Tú me colocaste el anillo en el cuello?

—Yo no fui —fue lo que dijo Reborn antes de continuar bebiendo de su café.

— No mientas.

— El que lo hizo fue "él".

— De todas formas... Esto no tiene nada que ver conmigo.

— ¿De que estas hablando?... Esto tiene que ver contigo.

— ¿que?

— El anillo Vongola es una prueba para el próximo jefe de Vongola.

— HIIIIII, PASO —afirmó Tsuna mientras se llevaba ambas manos a la cabeza— NO ES BUENO DEBE SER UNA BROMA.

— El anillo fue probablemente colocado muy temprano por "él". Pero debe ser algo muy urgente para no esperar mucho tiempo.

— ¿Algo urgente?

— El anillo es una prueba de quien es el sucesor legítimo, el que lo tiene adquiere un inmenso poder. Algunas personas malvadas comenzarán la búsqueda de este objeto.

— Como el sujeto de ayer.

— Ese sujeto de cabello largo con el que lucharon ayer. Su nombre es Superbi Squalo y es uno de los miembros de los llamados "Último Equipo de Independencia de Asesinos Vongola", para resumir pertenece a "VARIA".

— Los últimos Vongola.

— Los varia son un grupo de alto nivel y muy leales. Además pueden cumplir con cualquier misión, ellos son un grupo que solo trabaja en la oscuridad y además cuando ingresas a Varia no puedes dimitir. O al menos así eran antes, pero un día comenzaron a perder el control.

 

***

 

Italia, cede de VARIA.

 

— Es un jaque mate.

— Causamos todos esos disturbios por los medio anillos Vongols.

— Lo único que podemos hacer es esperar a Squalo.

— Él legítimo sucesor es usted, jefe.

 

En su silla permanecía inamovible el actual líder de Varia, sin emitir ni un solo sonido.

 

***

 

— Espera un minuto, Reborn. ¿Estás diciéndome que los anillos que se robaron son falsos?

— Si, por ello volverán a intentar robar los originales.

— Definitivamente morire la próxima vez.

 

Reborn, golpeó a su alumno con una patada.

 

— Deja tu histeria para otro día dame-Tsuna. Como mínimo tendremos diez días antes de que se den cuenta de que son falsos. Vamos a comenzar a entrenar.

— Pero.

— Es una tarea que no puedes evitar, además tarde o temprano serás el jefe. Te lo dije el día que nos conocimos, no me interesa tu opinión, tu serás el décimo jefe de Vongola.

— De todos modos, le voy a devolver estos anillos a Dino-san.

 

Tsuna se apresuró a ponerse el uniforme. Salió corriendo sin voltear atrás.

 

Reborn bebía tranquilamente su café.

 

— Puedo ver que mi hijo tiene unos amigos. El ha crecido bastante.

— Ya lo sé —respondió Reborn—. Hace medio año que lo tome a mi cuidado.

— Gracias —dijo Iemitsu—. Lo aprecio.

— Nunca le vas a decir a Tsuna la verdad.

— Ya estoy preparado... Esto apenas comienza, ya he distribuido cada uno de los anillos.

 

***

 

Tsuna corría hacia el hospital de Vongola, Cuando entró se encontró con Gokudera y con Yamamoto. Ambos estaban sonriendo.

 

— Yo, Tsuna.

— Juudaime, buenos días.

— Qué hacen aquí.

— Reborn-san nos citó en este lugar.

— Algunas cosas extrañas están pasando.

— Nada fuera de lo normal —contestó Yamamoto—, pero me encontré esto en mi buzón.

 

Yamamoto mostraba el anillo.

 

— Gokudera me contó lo del sujeto que los atacó ayer.

— Yo no te lo conte.

— Pero alguien tenía que ayudarte a llegar al hospital.

— Muchas gracias Yamamoto, por ayudar a Hayato-kun.

— No fue nada. Debe ser alguien fuerte.

— Tsk. No fastidies friki.

— Parece que todos tenemos uno —dijo emocionado Gokudera al ver el anillo en el cuello de él castaño.

— Pero... ¿porque tienen un anillo?

 

Una voz los interrumpió: —Es porque fueron elegidos —dijo Dino.

 

Durante un par de segundos contemplaron los anillos.

 

— Estos anillos fueron entregados a sus nuevos dueños. La misión seis anillos restantes sin contar el de Tsuna... Es proteger al próximo jefe de la familia Vongola, Sawada Tsunayoshi —informó Dino.

— ¿QUEEEEE? —grito Tsuna—, los anillos ya fueron distribuidos.

— Sí —sonrió Dino.

— Es una tradición entre los Vongola —añadió Reborn—. Los anillos Vongola pertenecen a siete miembros de la familia y es la prueba irrefutable de que ustedes son miembros de la familia Vongola. En muchas generaciones la base siempre han sido los siete miembros la familia y ellos deben tener los anillos es una regla.

— JUUDAIME, tengo una extrema sensación de honor.

 

Gokudera brillaba de felicidad.

 

— Gokudera, tu anillo es el de la tormenta y el de Yamamoto es el de la lluvia.

— Es verdad son diferentes —dijo Gokudera mientras comparaba su anillo.

— No me siento muy bien —era la voz de Lambo.

 

Lambo se encontraba sentado en el suelo.

 

— Eso te pasa por beber vaca estúpida —dijo Reborn—, el anillo de Lambo es el anillo del trueno.

— ¿No son estaciones de clima? —murmuró Tsuna.

— Los primeros miembros de la familia Vongola eran personas con rasgos únicos. Y todas sus características fueron talladas en los anillo —explicaba Reborn—, Se dice que el primer jefe era como el color cielo envolvía todo. El anillo del cielo. Sus seguidores se convirtieron en sus protectores, entonces fueron retratados con el tipo de climas que hay en el cielo.  El agua que lo borra todo, la tormenta el viento que fuertes remolinos a su alrededor, las nubes que flotan y no pueden ser atrapadas por cualquiera que quiera poseerlas, el sol que ilumina los cielos, la niebla ilusiones que no pueden ser capturadas, el trueno la luz que golpea poderosamente.

— Pero yo no necesito esto —dijo Tsuna mientras mostraba el anillo.

— Yo juego beisbol, tampoco necesito un anillo

— Además, no necesitamos más problemas con el tipo de cabello largo.

 

Gokudera y Lambo se pusieron furiosos.

 

— Ese sujeto —gruño Gokudera.

— Parece que me uno a su juego —dijo Yamamoto.

— No sera tan facil como la última vez —aseguró Lambo.

— Tienen diez días —dijo Reborn—, para volverse más fuertes. Me tomé la libertad de asignarles tutores a cada uno.

— Estaré bien por mi cuenta —dijo Yamamoto.

— Lo mismo digo Reborn-san.

— Me imagine que iban a decirme algo así. Pero qué les parece si tienen dos tutores.

— De acuerdo —asintieron Gokudera y Yamamoto.

— Ellos los buscaran —le informo Reborn.

 

Gokudera, Yamamoto y Lambo estaban entusiasmados con la idea.

 

— Tsuna, nos vemos no quiero ser mordido hasta la muerte —dijo Yamamoto mientras sonreía.

— Me adelanto Juudaime.

— Nos vemos en la casa Tsuna —dijo Lambo.

 

Los tres chicos se alejaron.

 

— Dame-Tsuna sostén esto —ordenó reborn mientras le daba su saco.

 

Reborn se estaba comenzando a desnudar.

 

— Reborn que carajo haces, no estoy desnudándote en pleno pasillo.

— Agarra mi fedora. No tarda en llegar el portador del anillo del sol.

 

Reborn no le contesto nada, solo quedo en ropa de boxeo, se estaba quitando la ropa hasta quedar vestido con ropa de boxeador.

 

Entro de golpe Ryohei.

 

— Es verdad que me va a entrenar... Maestro Pao.

 

Ryohei venía enérgicamente corriendo y portando el anillo en su mano derecha.

Tsuna se llevó las manos a las mejillas.

 

— Pero, Ryohei... No comprendes la situación.

— Los enemigos nos van a atacar cierto.  Ya se lo de los diez dias y tambien lo de los anillos.

— En serio.

— Si, solo tienen que conseguir todos —Ryohei alzó las manos al cielo—, !DÉJENMELO A MÍ"

 

« Definitivamente es el sol, siempre está brillando ».

 

— Maestro Pao, oí que invitó a un viejo conocido.

— El se acerca —dijo Reborn.

— Hola —saludo alguien.

— Esa voz.

— Veo que han estado bien —dijo Colonello mientras le daba una patada a Tsuna.

 

Colonello se acercó a Reborn, y le dio un cabezazo.

 

— ¿dónde está el chico boxeador del que me hablaste? —pregunto Colonello.

— Ese soy yo —afirmo Ryohei.

 

Colonello lo examinó con la mirada.

 

— Es realmente débil —dictaminó el rubio.

— Ha sido elegido como uno de los siete miembros de la familia, el actualmente es el más débil.

 

Una sonrisa se instaló en el rostro del militar.

 

— Hey, he estado buscando a alguien interesante. Estás listo para comenzar el entrenamiento más infernal. Colócate esto —dijo Colonello mientras le entregaba una banda similar a la suya, pero con el número "02".

— Muy bien no voy a perder —Ryohei se ató la banda en la cabeza y salió corriendo detrás de Colonello.

 

Dino se acercó.

 

— Bueno me despido, tengo que ir a entrenar a uno de ellos ahora.

— Tu tambien Dino-san.

— Si, nos vemos.

Notas finales:

Gracias por leer!!!!!!!!


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