Capítulo XXXI: Hibari Kyoya vs Gola Mosca
— Wow —dijo Kyoya en su usual tono sarcástico.
— Hibari Kyoya, odias romper las reglas —habló el bebé de los Vindice.
Hibari miró a aquellos sujetos de inmediato se dio cuenta que eran fuertes y sonrió.
— Si lo muerdo a él primero hasta la muerte, porque no despues sigo con ustedes.
— Nosotros solo estamos prestando servicios de jueces —habló el Vindice adulto.
— Por qué no juegas un poco con él, Jager —sugirió el bebé.
— Sí es algo que tú autorizas, de acuerdo.
— Tengo una condición para que puedas pelear con Jager, Hibari Kyoya.
— Habla de una vez bebé.
«— Debes liberar al cielo de Vongola» le dijo el bebé hablándole a la mente.
— ¿De qué hablas? —cuestiono el de cabellos negros.
«— No te puedo dar más detalles».
Hibari Kyoya miro al herbívoro, al parecer toda su manada permanecía en silencio.
— De acuerdo.
Los presentes miraban todo en silencio, no sabían exactamente de que había hablado el Vindice con Hibari.
— Ahora que lo pienso —hablo Yamamoto—. No pudimos hacer el círculo para Mukuro.
— En qué carajos piensas en estos momento idiota —le reclamó Gokudera.
— Es verdad, esta vez estamos reunidos los siete —dijo Ryohei.
— En serio, estan bien de la cabeza —Lambo suspiro—, una cosa son ustedes, pero no me imagino a la cabeza de piña y a Hibari haciendo un circulo, incluso me intriga saber quien es el que irá a pedirselos.
— Es fácil —aseguro Yamamoto—, Tsuna después de todo el es el jefe.
Todos miraron al castaño.
— Estas loco —protestó Gokudera—, ve tú…
Tsuna tenía la impresión de que si se lo pedía a Mukuro tal vez accedería. Pero no estaba tan seguro con Hibari-san.
— Es una buena idea —apoyo el hitman—, Tsuna apurate.
Tsuna camino a paso lento hacia donde estaban sentados los miembros del consejo estudiantil.
— Oya, Tsunayoshi-kun, ¿que ocurre?
— Bueno, es que antes de cada pelea siempre realizamos un círculo.
— Lo sé —aseguró la niebla—. ¿Y quieres que anime a Ave-kun?
— También queremos hacer tu círculo, durante tu pelea no tuvimos oportunidad de hablar contigo, también pueden venir Ken y Chikusa —dijo mientras miraba a sus acompañantes.
— ¿Quien te crees Vongola? —se quejó Ken.
— Es para darle nuestro apoya a Mukuro.
— Lo haré, si lo hace Kyoya-kun. Eso si no eres mordido por él.
El castaño trago en seco, y se dirigió hacia donde estaba Hibari-san.
— ¿Que quieres herbívoro?
— Yo, bueno… Este…
— No tartamudees.
— Hibari-san, queremos hacer un círculo.
— No me gustan sus cosas de herbívoros.
— Oe, maldito ¿como te atreves a hablarle así a Juudaime? —grito Gokudera.
— Bueno no importa, supongo que podemos hacer el círculo sin ti —dijo Tsuna.
Tsk, Hibari chasqueo la lengua, ese herbívoro de vez en cuando sacaba su lado carnívoro era tan raro, y no sabia pero presentía que Sawada Tsunayoshi ciertamente era un manipulador aunque no lo demostrara.
— Lo haré —dijo no muy convencido de sus palabras.
Era un momento caótico, Mukuro y Hibari se miraban con ganas de matarse.
— Bueno más vale tarde que nunca —dijo Yamamoto tratando de romper el ambiente tenso—, un circulo con más personas es mejor.
— Quiero estar al lado de Tsunayoshi-kun —comento Mukuro.
— Maldito, ese es mi lugar —se quejo Gokudera al ver que Mukuro ya estaba a la derecha de Juudaime.
— Mano derecha, no les dijo Tsunayoshi que somos amigos —comentó alegremente Mukuro—, además a ustedes no los conozco.
— Entonces quédate al lado de ellos —Gokudera señaló a Ken y a Chikusa.
— Oh, bueno idea Chico bomba, Ken, Chikusa coloquense a a mi lado —pidió Mukuro.
Gokudera iba a matar a ese cabrón, y aprovechado. Juudaime era demasiado noble para ver las intenciones de la niebla.
— Es una buena idea —apoyo Yamamoto—. Me quedo a tu lado Gokudera.
— Tu quieres morir idiota.
— Oya, Tsunayoshi-kun, pensé que tu Tormenta y tu LLuvia estaban saliendo.
— Tsk —Gokudera chasqueó la lengua, iba a llenar la cabeza de piña y al beisbolista de bombas.
— Entonces yo me quedo al lado de Takeshi y de Ryohei —se apresuró a decir Lambo, mientras pensaba, es mejor que estar del lado de Hibari.
— Herbívoros apúrense —dijo un fastidio Hibari.
Hayato estaba resignando a la idea de estar del lado izquierdo de su estimado Juudaime cuando Hibari se colocó al lado izquierdo del cielo de Vongola.
(El círculo quedo asi: Hibari, Tsuna, Mukuro, Chikusa, Ken, Hayato, Yamamoto, Lambo y Ryohei).
Primero gritaron: — PELEA MUKURO/CABEZA DE PIÑA/ MUKURO-SAMA—, claro que Hibari y Mukuro no dijeron nada, después gritaron: — PELEA HIBARI-SAN/FRIKI DE LA DISCIPLINA.
Rompieron el círculo, y entonces comenzó a hablar Jager:— La batalla por el anillo de la niebla, Hibari Kyoya vs Gola Mosca.
De repente el lugar estaba cubierto de nubes de color violeta, no tenían un orden específico, la ironía de la ironía, la batalla de la nube tendría nubes.
— Una característica de esta arena es que además de presentar claramente el elemento de la nube, también presentará los demás atributos —explico— es decir, deben tener cuidado donde pisan, pueden hacer que llueva o que caiga un rayo. La nube es un atributo un tanto complicado, además de que puede estar relacionada con cualquier otro atributo prefiere estar sola y distante, pero siempre en el cielo.
A Hibari no le interesaba ni una solo palabra de Jager, solo tenía que derrotar a ese sujeto. De inmediato se dirigió a golpear a Gola, comenzó a llover, esta lluvia caía la inversa, llovía desde el suelo.
Era molesto intentar pelear con esa lluvia —Tsk—chasqueo la lengua Hibari, esas gotas de lluvia eran molestas, se llevó la mano izquierda tratando de evitar que las gotas se le metieran en la nariz.
Algo impactó contra el torso de Hibari, era Gola. Hibari tosio un poco, e intento buscar a su oponente con la mirada. Pudo escuchar los pesados pasos de su adversario detrás de él, cuando lo iba a atacar todo el lugar estaba lleno de niebla.
— Que truco tan barato —dijo.
De inmediato impactó sus tonfas en contra de Gola, y lo mandó a volar un par de metros.
«— Por lo menos ya no está esa fastidiosa lluvia», pensó la nube.
Gola se levantó de inmediato y volo para golpear a Hibari hasta que un trueno impacto en el miembro de Varia.
— Hibari, no bajes la guardia —gritó Reborn.
—Tu no me ordenas nada, carnívoro.
Tsuna y los demás guardianes observaban todo.
— Estén atentos por si ocurre algo —dijo Reborn.
— Reborn, ese sujeto.
— Te diste cuenta Tsuna.
— Es el proyecto mosca —informó Mukuro—, al parecer no estaba tan descontinuado como imagine.
— ¿Qué tanto sabes?
— Solo lo normal, intentaron crearlo en serie pero algo falló con su diseño
— Consumía todas las llamas de su usuario —informo Reborn—, intentaron buscar otra forma de energía alterna, pero no funciono.
— Algo va mal —dijo Tsuna—, es el usuario.
Gola desprende los misiles de sus dedos, Hibari fastidiado se deshizo de ellos.
De pronto escucho la voz de Sawada Tsunayoshi: — HIBARI-SAN, SACA AL USUARIO DE AHÍ —gritó el castaño.
— No recibo ordenes tuyas herbívoro.
De pronto Gola Mosca emitía una cálida llama, se parecía a la llama que observo en su pelea contra el herbívoro.
— Esto es malo, es la llama del Noveno —dijo Reborn—, tendré que intervenir.
— Alto ahí arcobaleno —dijo Jager—, no puedes interferir. El arcobaleno del cielo te lo prohibió.
— Hablaste con Aria —inquirió Reborn.
— Eso no es algo que tu debas saber.
Reborn miraba a Jager de forma amenazadora.
— Dime la forma en la que puedo intervenir —pidió Tsuna.
— Cede la victoria de esta pelea —hablo el bebé—, es la única forma en que esta pelea termine. Solo el cielo de Vongola es capaz de tomar esta decisión.
Hibari escuchó las palabras del bebé.
— No te atrevas herbívoro —gruno Hibari.
— Yo… Entonces saca de ahi al usuario —ordenó Tsuna—. Si de verdad te niegas a perder es la única forma.
— Tsuna, en el peor de los caso Hibari quedara gravemente herido. Las llamas del cielo del Noveno son fuertes ves eso —dijo señalando a Gola—. Es una llama pura y fuerte. "El actual cielo de Vongola", es uno de los lideres de Vongola más fuertes, no puedes juzgarlo a pesar de su edad.
«EL CIELO DE VONGOLA ESTA DENTRO DE ESO», Hibari se dio cuenta de lo que el tipo vendado le había querido decir.
— Porque le das tanto rodeos al asunto, Arcobaleno. Ave-kun puede morir.
— Yo confío en Hibari-san —dijo Tsuna.
— Vindice, porque no intervienen en esta pelea —pregunto Reborn—, es obvio que esta batalla es irregular. El Noveno Vongola, no pertenece a la facción de Varia.
— Sin importar lo que ocurra no intervendremos hasta que termine la pelea —dijo el bebé.
Gola extendió su brazo derecho y apuntó a Hibari, la llama del cielo salió disparada en forma descontrolada, la nube fue capaz de esquivar el ataque pero vio el impacto, prácticamente toda la área del impacto estaba destruida.
Dino observó a su alumno, esto era malo.
« Me tendré que poner serio», pensó Hibari.
Sus tonfas se iluminaron con la llama de la nube, un color púrpura rodeaba la tonfas. Hibari observó sus tonfas, no iban a soportar durante mucho tiempo sus llamas.
De nuevo el robot con forma humanoide se dispone a lanzar un ataque, Hibari atacó de frente con las tonfas, sus armas evitaban que el golpe de diera de lleno, cuando estuvo enfrente de Gola, lo golpeó como si no hubiera mañana. Comenzaron a caer un par de piezas, pero el pecho era distinto, la coraza era más dura.
De pronto el Gola se cristalizó. Todos estaban perplejos.
— Esto fue obra de Timoteo —informó Reborn—, de alguna forma fue capaz de tomar el control.
Hibari observó como el cristal se quebró y de él salió un hombre anciano.
— ABUELO —gritó Tsuna al reconocer a aquel hombre. El no era su verdadero abuelo, pero lo quería como se lo fuera, lo habia visto un par de veces cuando era pequeño, en ese entonces su papá no viajaba tanto como ahora.
Los Vindice aparecieron en el medio de la pelea.
— Se declara esta pelea a favor de Hibari Kyoya —anuncio Jager—. Vongola Xanxus serás encerrado en la cárcel de Vindice por el atentar contra el actual líder de Vongola.
— Intentalo si puedes basura —gruño Xanxus.
— Un momento —habló el Noveno, su voz se escuchaba agitada.
— Esta vez no puedes hacer nada Timoteo, cuando ocurrió el incidente de la cuna decidimos dejar a Xanxus en tu custodia, y te advertimos que si se desataba otro incidente similar esta vez nada lo salvaría de ir a la prisión de Vindice —hablo Jager—, además sabiendo sus acciones nuestra unica condicion para no encerrar a Xanxus fue que seriamos los jueces en la batalla de los anillos. Xanxus tarde o temprano iba a salir del hielo en el que lo dejaste dormir.
— Es mi última petición egoísta, dejen que se lleve a cabo la batalla por el anillo del cielo —pidió Timoteo.