CAPÍTULO XL: Futuro
Base de la familia Millefiore, 10 años en el futuro.
Genkishi regreso después de tan solo 10 minutos en el pasado, aún seguían buscando la forma de enviar a personas al pasado por más tiempo. Byakuran, el líder de Millefiore seguía entusiasmado con la idea. Hasta que la voz de Irie Souchi, amigo y colaborador lo interrumpió.
— Byakuran-sama —llamó un chico de complexion delgada, de cabello anaranjado rojizo y de ojos de color verde que estaban detrás de unos lentes—. A Pesar de que podemos hacer un proceso inverso al de la bazooka de los 10 años perteneciente a la familia Bovino aun no somos capaces de enviar a alguien del futuro por más de 10 minutos. También está el detalle de que la persona del pasado no viaja al futuro.
— Vamos, Shou-chan. Te preocupas demasiado, esos 10 minutos serán suficientes para lograr nuestros objetivos, solo hace falta que seamos capaces de que las personas que enviemos lleguen al punto en donde están los Vongola. Aun así, sería más fácil encargarnos primero de Sawada Tsunayoshi —admitió el de cabellos blancos—. Nunca pensé que ese sujeto destruyera los anillos al enterarse de mis planes.
— Byakuran-sama —hablo una mujer que pertenecía a la facción de Cervello—. ¿No seria mas facil traer al futuro a los Vongola?
— Sería una buena idea, pero necesitamos a sus versiones de esta época, y es un problema que yo no sea capaz de viajar al pasado. A no ser que… He recordado algo muy interesante. Sawada Tsunayoshi está en la cuidad de Kokuyo, dentro de unos días hará un viaje a Italia. Genkishi —llamo Byakuran a su guardián de la niebla.
— ¿Que desea Byakuran-sama? —preguntó el espadachín.
Una sonrisa se formó en el rostro de Byakuran Gesso.
***
Base Vongola, cuidad de Kokuyo.
Hibari Kyoya miraba totalmente serio al herbívoro, aunque ciertamente ya no era un herbívoro se le había quedado la costumbre.
— Sawada Tsunayoshi, ¿sabes lo que implica tu estúpido plan? —gruño la nube de Vongola.
Tsunayoshi sonrió.
— Lo se perfectamente, Hibari-san.
— Me imagino que no le dijiste nada a la piña.
— Nop.
— Sawada Tsunayoshi, esto no es un juego —gruño molesto Hibari—. ¿Que no confías en la piña?
— No es eso, a diferencia de los demás guardianes, solo tú me ayudarías en esta locura.
Hibari sacó sus tonfas.
— Estupido herbívoro —dijo Kyoya mientras le apuntaba con las tonfas en el cuello.
— Lo sé, si algo sale mal… Mukuro, deja de fingir que eres Hibari.
— Uhm, estas nervioso, por eso creíste que era Ave-kun —aseguró Mukuro mientras deshacía la ilusión—. Retrasa el viaje —le ordenó Mukuro—. Y comienza a explicar de una vez que plan te traes con Ave-kun.
— Chicos, dejen de escuchar detrás de la puerta —pidió Tsunayoshi—, y entren de una buena vez.
La puerta se abrió, y comenzaron entrar, primero entró la tormenta de Vongola, seguido del guardián de la lluvia, llegó Lambo y Ryohei.
— Juudaime, expliquese de una buena vez. Por favor —exigió la tormenta.
— Tsuna debes confiar en tus guardianes —dijo Yamamoto mientras —sonreía.
— No trates de resolver todo por tu cuenta Sawada —hablo Ryohei mientras lo observaba seriamente.
— Tsuna, en este momento no debes desconfiar de tu familia —añadió Lambo.
— Supongo que Hibari-san no les dijo nada —dedujo el castaño.
— Cremé que intentamos hacer que ese terco hablara —dijo Mukuro.
— Nunca pense que usaria alguna vez el manual de interrogación —Yamamoto sonrio—, aunque Hibari no dijo nada.
De pronto se sintió un aura siniestra, Hibari Kyoya llegó completamente encabronado.
— Hibari-san, deberías intentar calmarte —pidió Tsuna al ver a la nube furiosa.
— No te preocupes Sawada Tsunayoshi, me asegurare de no matarlos, solo los voy a morder hasta la muerte.
Observó a los guardianes mientras discutían, a veces recordaba cuando no se toleraban entre ellos, pero era divertido ver como habían conspirado en contra de Hibari, aunque también a veces conspiraban en contra de Mukuro.
— Verán… El plan no se ha arruinado —dijo Tsuna mientras juntaba sus manos.
— Así que ese herbívoro.
— Boss, ya se fue —aseguró el castaño.
— ¡NAGI! —grito la niebla de Vongola—, ¿Donde está Tsunayoshi?
***
Había tenido que pedirle ayuda a Nagi, para que el plan no se fuera al carajo. Por poco y todo lo que había planeado. Suspiro, seguiría con su plan…
Tsunayoshi continuó conduciendo por un par de kilómetros, no iba demasiado rápido. De pronto observo como un par de autos negros se acercaban e intentaban arrinconarlo dentro del auto. Sin dudarlo presiono aumento la velocidad, tenía que seguir avanzando, alejándose cada vez más de sus guardianes. Mukuro posiblemente ya había descubierto a la guardiana de la niebla de Varia.
***
Mukuro y los demás guardianes estaban furiosos.
— Comienza a hablar Nagi —amenazó el heterocromático.
— Yo solo recibo ordenes de pocas personas, Mukuro-san.
Nagi, rondaba alrededor de los veinte años, sus ojos eran de un color violeta, y tenía su largo de color azul que le caía hasta los hombros.
— No te hagas la tonta, Nagi.
— Boss, me pidió que no dijera nada —aseguró la mujer—, Mukuro-san, Boss me dijo que todas sus acciones eran para proteger a la familia.
— Habla de una vez —gruño Gokudera.
— No le van a sacar nada —hablo Hibari por primera vez.
De pronto el telefono comenzo a sonar. Lambo contesto llamada y de pronto se puso pálido.
— De..es..tas… ¿Estas seguro? —contestó.
Lambo dejó caer el teléfono de sus manos.
— Vaca idiota, ¿que ocurre? —pregunto Gokudera.
Yamamoto se acerco y tomo el teléfono.
— Habla, Yamamoto ¿que es lo que ocurre?
Yamamoto escucho lo que decía la otra persona que llamaba. Esto era malo. Horrible…Trato de mantener la calma.
— Yo le avisaré —aseguró el guardián de la lluvia mientras colgaba el teléfono.
Los demás guardianes miraban con expectativa a Yamamoto.
— ¿Que ocurre idiota? —pregunto Gokudera.
— Quiero que se sienten todos —ordenó Yamamoto mientras su mirada se tornaba seria.
— Habla de una vez —gruño Hibari.
— No hasta que todos estén sentados. Lambo siéntate —pidió Yamamoto.
Los guardianes se sentaron en la sala que estaba en la oficina de Tsunayoshi.
— El auto donde iba Tsuna, fue encontrado destrozado. Al parecer hubo un enfrentamiento con la familia Millefiore.
— ¿Tsunayoshi-kun/Juudaime esta bien? —preguntaron al mismo tiempo Mukuro y Gokudera.
— Encontraron el auto de Tsuna y también… encontraron la sangre de Tsuna en el lugar, en este momento están buscándolo.
***
Se sentía aturdido. Su vista aun estaba borrosa, de pronto escuchó una voz.
— Tsunayoshi-kun, ¿que bueno que despiertas?
— Byakuran…
— Oh, es bueno que me hayas reconocido. Te encontró uno de mis subordinados herido, nuestros médicos curaron todas tus heridas.
Tsunayoshi, solo escuchaba hablar al albino.
— Es bueno que él bebe este bien.
Los ojos del castaño se ampliaron, ese maldito lo sabía.
— Hagamos un trato —hablo Byakuran totalmente confiado—, no es mucho lo que quiero. Sería decepcionante que el bebé muriera.
— ¿Qué es lo que quieres? —gruño Tsuna.
— Oh, no es nada… Solo quiero un pequeño e insignificante favor.
— Habla claro, odio que me hablen con rodeos.
— Quiero los anillos Vongola.
— Lamento decirte que los anillos en esta época no existen.
— Lo sé —la mirada de Byakuran se volvió maliciosa—, pero tu me puedes hacer un favor.
— No haré ni un solo trato contigo. No confío en ninguna de tus palabras, tan solo eres un cobarde. Utilizaste algo que volvió la atmósfera tóxica para los arcobalenos.
— Tsunayoshi-kun, qué carácter —Byakuran sonrió—, bueno lo intente por las buenas… Supongo que puedo hacer lo mismo que con Yuni.
***
Los guardianes esperaban noticias de Tsuna.
— No soy capaz de localizar a Tsunayoshi-kun —dijo molesto Mukuro.
— Debemos espera, Tsuna debe estar bien —dijo Yamamoto tratando de sonar calmado.
***
Byakuran sonrió complacido, tenía el control completo sobre la mente de Sawada Tsunayoshi. Solo tenía que mandarlo al pasado y hacer que usará la bazooka de los diez años para enviar a los anillos Vongola al futuro.
Byakuran comenzó a caminar seguido de Tsunayoshi.
— Sou-chan, manada a Sawada Tsunayoshi al pasado.
— ¿Pero Byakuran-sama, él es nuestro enemigo?
— No te preocupes por eso, el nos enviara a los guardianes del pasado.
***
Cuidad de Kokuyo, tiempo presente.
Reborn caminaba a un lado de Tsuna quien iba acompañado por sus guardianes de la tormenta y el trueno, él hitman se sentía preocupado por lo que había acontecido hace algunos días. Reborn había intentado contactar a Aria, pero nunca le contestaba las llamadas, de pronto una nube rosa apareció ante ellos.
De pronto apareció…
— Dame-Tsuna —dijo Reborn al ver a su estudiante del futuro.
— Hola —saludo Tsunayoshi.
Tsuna estan sin palabras definitivamente era él… Pero algo se sentía diferente… Reborn de inmediato sacó a León y lo transformó en una pistola.
— ¿qué es lo que quieres?
Tsunayoshi solo sonrió. Reborn detuvo la patada que le intentó propinar su dame-alumno.
— ¿Que carajo te pasa dame-Tsuna? —gruño Reborn desconcertado.
Tsunayoshi no respondió nada, y de pronto se encontró al lado de Lambo.
— Tsuna-adulto ¿que ocurre?
Tsunayoshi le arrebató a Lambo la bazooka de los diez años, y se la disparó a su guardian del Trueno.
— Juudai.. —el grito de Gokudera fue silenciado en cuanto Tsunayoshi le disparó a la tormenta.
— Esto está llegando demasiado lejos —dijo Tsuna antes de que su versión adulta usará la bazooka en su contra.
Reborn observó al Tsunayoshi adulto desaparecer en una nube rosa, y de pronto un pequeño papel cayó en el piso.
***
Base Vongola, cuidad de Kokuyo.
Dos nubes rosas se formaron en la oficina de Sawada Tsunayoshi. De pronto estaban en la base las versiones jóvenes de Gokudera Hayato desconcertado y de un inconsciente Bovino Lambo.
— ¿Cómo llegaron aquí? —fue la pregunta Yamamoto.
***
Mientras tanto en la base de Millefiore, Tsuna se encontraba en presencia de dos hombres desconocidos.
— Sawada Tsunayoshi.
Tsuna de inmediato sintió un escalofrío al ver a aquel hombre.