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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Notas del capitulo:

Disclaimer: KHR!, no es mío. Sería bello y hermoso que sus personajes fueran míos, pero toda la propiedad y creación de personajes es trabajo y autoría de Akira Amano-sensei. Yo solo tomo prestados a los mencionados personajes, para poder escribir el fic.


Notas de la autora: hola me extrañaron, ok, posiblemente extrañaron más a la continuación que a mí, en serio lamento la horrible tardanza, en estos momentos he estado demasiado absorta con demasiadas cosas y algunos o muchos asuntos de la uni, pero dejando eso de lado, aquí sin más preámbulos la continuación. m(_ _)m 

De antemano lamento cualquier desperfecto en la actualización, tuve que publicar desde el celular. También mañana responderé sus lindos reviews.

Agradecimientos: como siempre gracias por el apoyo a ItouMiyu (por cierto Solecito, de qué va tu nick, ciertamente me recuerda a la protagonista de W Juliet). TokyoFujioka (perdón por preocuparte, solo puedo decirte que sigo viva); hinata (ya que me recordaste a Mukuro, solo puedo decirte que tenía otros planes a futuro con el Mukuro del futuro, pero solo diré que se aplazaron), Yamii Nara (espero que el capítulo aclare todas tus dudas, y si, técnicamente Vongola y Millefiore ya están en guerra). Yola1996acuario (que te puedo decir Xanxus y Squalo están hechos para estar juntos y más con una hija de por medio).
Tiempo de actualización: el tiempo que me tardo en actualizar es de una a dos semanas, y a lo mucho me puedo ir de parranda 3 meses (en caso de que desaparezca).


Advertencias: Perdonen mis errores de dedo como siempre y no podía faltar como siempre mi título (spoiler) del capítulo, sin más que decir a disfrutar el capítulo.



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Capítulo LVIII: Preámbulo

Base de la familia Vongola, diez años en el futuro…

– Dame-Tsuna, concéntrate –ordenó el hitman.

Tsuna siguió la orden de forma mecánica, ni una sola queja salió de su boca. Todo había pasado a segundo plano, miro a su alrededor le costaba poner sus pensamientos en orden debido a la conmoción del ataque. La apariencia más joven de Reborn no era relevante, estaban bajo amenaza, podía sentirlo no era necesario que nadie se lo dijera. Recordó lo verdaderamente importante y con la mirada analizo a sus amigos.

– Hayato, Lambo –dijo el castaño mientras se acercaba a ellos–, ¿se encuentran bien?

La preocupación se escuchaba en la voz del castaño.

– Juudaime –musito Hayato mientras se ponía de pie–, no se preocupe –aseguro la tormenta–. Estoy bien solo tenemos un par de escombros y polvos –se apresuró.

Lambo no tardó mucho en recuperarse de impacto anterior. Aun así su cuerpo no dejaba de temblar levemente al notar la mansión destrozada.

– Fue bueno que nos avisaras, Tsuna –comentó Bovino mientras se sacudía la cabeza.
– Debemos preocuparnos por quien sea que haya atacado la mansión –rumio Reborn intentando contener su enojo. El hitman claramente sabía que existían siempre dentro de la mafia ese tipo de ataques imprevistos de hecho había sido muy tonto esperar que la familia Millefiore estuviera tan pasiva.

– Buenas tardes –se escuchó la voz de un hombre.

Su andar era sumamente lento, a pesar del aturdimiento inicial de inmediato Tsuna y los demás se pusieron alerta, el décimo ya tenía colocados sus guantes, Hayato sacó de su caja arma el “Flame Arrow”, Lambo se había colocado los cuernos y el hitman miraba como poco a poco el polvo comenzaba a asentarse en el suelo.

En frente de ellos se encontraba un hombre de cabellos rojos rizados. El sujeto en cuestión los veía con sus ojos marrones con cierto aire de pereza.

– Me sorprende que sobrevivieran –comentó el desconocido.

Reborn analizó al desconocido de forma fugaz.

– Verán, vengo a buscar los anillos Vongola y a la líder de los arcobalenos –explicaba mientras su anillo comenzaba a emitir llamas de la tormenta.
– ¡BASTARDO! –gruño la tormenta mientras le apuntaba con sus arma.

Tsuna observaba todo. Esto era la guerra. Y no solo eso su contraparte del futuro ya era el líder de Vongola. A pesar de que todo en su vida había comenzado a cambiar paulatinamente, no era capaz de verse a sí mismo como un líder mafioso. Ciertamente Reborn era sumamente testarudo a la hora de decirle: “no me importa lo que pienses o quieras, tú serás el siguiente líder de Vongola”.

Lo sabía. Pero aun así no era capaz de comprenderlo. Toda su vida solo había querido ser una persona normal, tener amigos y en algun punto de su vida enamorarse. Pero esta situación lo aterraba, lo atormentaba el hecho de que sus amigos estuvieran en aquella situación debido a él.

“Yo soy el culpable”, aquel pensamiento le llegó directo.

En el pasado, el simplemente hubiera permanecido quieto dejando que lo golpearan, sin hacer nada. Aguantando el dolor de los golpes sin quejarse. No obstante ahora era diferente, no se trataba solo de él.

“Cálmate”, se reprendió mentalmente.

Justo ahora se encontraba enfrente de ellos un enemigo.

– ¿Quién eres? –interrogó el cielo intentando ocultar el temblor de su voz.
– Vaya el joven jefe Vongola –respondió sardónicamente mientras apreciaba al castaño–. Pareces demasiado simple –añadió–. Me sorprende que Byakuran-sama no te haya eliminado todavía.

Gokudera estalló en cólera. –Maldito, deja de ofender a Juudaime.

– Soy el guardián de la tormenta de Byakuran-sama –agregó con sumo respeto el nombre el jefe de White Spell–. Mi nombre es Zakuro una de las seis coronas funerarias. Vengo a buscar a Yuni-sama –arrastró el nombre con desagrado en el timbre de su voz–. Aunque siendo sinceros. Me sorprende que Byakuran-sama quiera verla, después de su traición. Lo mismo va para Irie.
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– Hime. ¿Se encuentra bien? –se apresuró a preguntar Gamma.
– Estoy bien –musitó la menor.

Hacía solo unos segundos, Yuni le había advertido a Gamma acerca del inminente ataque de la corona funeraria de la tormenta.

– Debemos salir de este lugar.
– No –negó la menor con la cabeza, no podía seguir rehuyendo de sus obligaciones–. Sea lo que sea que ocurra de ahora en adelante debo presenciarlo con mis propios ojos.
– Pero.
– Debemos confiar en la voluntad de Tsuna-kun y sus guardianes.

El rubio, no comento nada. Mucho menos cuando él mismo era capaz de ver la mirada decidida de su jefa.

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Yamamoto abrió los ojos. Analizo el lugar en donde se encontraba. Ciertamente lucía igual no obstante se sentía algo diferente. Busco a su alrededor y localizó a los guardianes del sol, de la niebla y de la nube.

– Ese viaje fue extremo –admitió Ryohei mientras se levantaba.
– Algo va mal –comentó la niebla.
– ¿A qué te refieres? –cuestiono el guardián de la lluvia.

Hibari permanecía con el semblante sereno procedio a hablar – Se suponía que llegaríamos con los demás herbívoros –sentenció.

Mukuro soltó una de sus usuales sonrisas. –Al parecer estamos en la recepción –dijo el ilusionista mientras sacaba su tridente.

Yamamoto de inmediato sacó a Shigure Kintoki, mientras Ryohei se colocaba en posición de pelea.

Mukuro se dirigió a atacar a su izquierda, y de inmediato quedó revelada una misteriosa figura encapuchada.

– Eres bastante hábil –admitió el extraño.

Los jóvenes miraron al extraño, el enemigo portaba una máscara de color roja. Al ilusionista se le asemejo de aquella máscara que utilizaban los ogros en el festival.

Hibari sacó sus tonfas antes de que se dieran cuenta, el guardián de la nube ya había comenzado a morder hasta la muerte a hombre de la máscara.

– Oya, que impaciente. Ave-ku –antes de que el de ojos heterocromaticos terminara de hablar se dio cuenta de que estaban rodeados.

Un rápido conteo bajo la mirada afilada de Hibari. – Quince –musito el líder del comité disciplinario mientras una ligera sonrisa se formaba en sus labios, era hora de morder a los herbívoros.

Los guardianes ya estaban alerta.

– Torikabuto. Soy la a corona funeraria de la niebla –musitaron al unísono aquellos sujetos.
– Debe ser una ilusión –aseveró Yamamoto con la mirada.
– No importa, solo debo morderlos a todos hasta la muerte –aseguro Hibari.
– Kufufu –río–. No es tan simple. Parecen títeres –señaló Mukuro.

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El guardián de la tormenta no era muy paciente, pero sin lugar a dudas el protegería a Juudaime.

– Vaca –ordenó con tono autoritario –cuida a Juudaime.
– No es necesario que me lo pidas, Ahodera –respondió Lambo–. Pero, ese sujeto.
– Hayato, Lambo. Cuidado.

Antes de que se percataran Reborn intervino. – No tengo tiempo de jugar.

– Pensé que no intervendrá arcobaleno –comentó Zakuro.
– Esto no es solo por Vongola. También estas involucrando a la líder de los arcobalenos. Bajo ninguna situación dejaré que esa sabandija de Byakuran le ponga un solo dedo encima a Yuni.

El comentario del pelinegro pareció ofender sumamente al contrario.

El pelirrojo lo miro con recelo tenía entendido que los arcobalenos eran los guardianes del trinisette por esa misma razón no debía subestimar a su enemigo, mucho menos cuando los rumores decían que Reborn era el arcobaleno más fuerte. A Zakuro no le interesaba en lo absoluto nada que no estuviera relacionado con Byakuran-sama. Miro al supuesto jefe de Vongola, sin duda alguna ese ser no era más que un enclenque y debilucho aun así su contraparte del futuro le dificulto las cosas al cielo de Mare en su momento. Analizo levemente a sus oponentes.

– No hay escape, entreguen los anillos –ordeno.
– Quien carajo te crees maldito. A Juudaime no le ordenas nada –gruño Hayato.
– Como quieran –dijo mientras se disponía a atacar.

Reborn lo noto de inmediato.

– Manténganse al margen. Tsuna tu prioridad es proteger a Yuni y al mismo tiempo no debes dejar que los anillos caigan en manos del enemigo. Vongola siempre será Vongola y no nos vamos a dejar intimidar.

Tsuna quería interferir, solo se contuvo debido a la seriedad de las palabras de su tutor. Reborn, este no era su sádico tutor que siempre había conocido, a su vez era un poco diferente. El hitman lucia completamente cabreado.

– Reborn-san, déjeme ayudarlo –susurró la tormenta.
– Gokudera, Vaca solo observen y aprendan.

Los menores iban a protestar pero la mirada afilada de Reborn hizo que se mantuvieran al margen. Sawada contemplo al adolescente de fedora, la misma mirada fiera que alguna vez le mostraba el hitman. Antes de darse cuenta Zakuro se lanzó dispuesto a atacar sus adversarios.

– Parece que eres sordo –la voz era burlona y seria a la vez. El integrante de Millefiore nunca noto cuando el hitman se interpuso en su ataque.
– Arcobaleno.
– Dije que sería tu oponente –completo el hitman mientras León adquiría la forma de una pistola.
– Que diferencia habrá.
– Deberías saberlo. Observar también sirve para aprender. Quiero que esos tres observen el diverso uso de las llamas.

Los presentes estaban en silencio. Reborn parecía disfrutar de aquella pelea. Era la primera vez que ellos presenciaban a Reborn pelear, el aura del sicario se mostraba imponente.

El joven decimo miraba en silencio la pelea. Sin duda alguna lo veía claramente. Las llamas emitidas del sol y la tormenta. Había algo inusual en las llamas rojas lo noto estaban consumiendo su alrededor lo que tocaban.

Zakuro sentía el regio poder de Reborn. Se suponía que el arcobaleno debía estar débil debido al efecto del trinisette. Era su idea o el contrario comenzaba a encogerse. Debía asegurar su historia por el bien de Byakuran-sama. Estaba por activar su caja arma cuando una bala de dio en la mano.

– Una arma no sirve si no eres capaz de usarla –comento Reborn al ver la caja en el suelo.

Zakuro sonrió. Siempre estaban preparados para una segunda opción. Su mejor carta “la caja de la matanza”. Reborn lo noto y antes de que Zakuro hiciera algo le disparo sin error alguno en el corazón, los ojos del adversario se abrieron de la impresión.

– No sabía que en Millefiore fueran una bola de suicidas –musito tranquilamente–. Aun así llegar a ese extremo.
– De que hablas –gruño Zakuro mientras caía en sus rodillas.
– Eso. Lo que sea que tenía en el pecho estaba consumiendo tus llamas. Deberías haberlo notado.

Zakuro abrió atónito los ojos.

– No jodas –espeto molesto mientras jadeaba, era normal sentir que la vista se le nublaba.
– Esa caja. Estaba consumiendo tu llama vital, no tus llamas de la tormenta –asevero el hitman.

La corona funeraria callo. Tsuna miraba como Gokudera y Lambo festejaban la aparente victoria de Reborn. Recordó la prueba de sucesión.

– Dame-Tsuna. Debes comprenderlo mejor que nadie, esto no es un juego.

Las palabras del hitman lo calaron hasta los huesos.

– Yo.
– No importa lo que pase en el futuro. Tú debes eliminar a Byakuran –afirmo Reborn.
– Pero…
– No seas ingenuo Tsuna. Ellos te matarían mil veces sin tentarse el corazón.
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Torikabuto se encontraba en el suelo.

– Pensé que esto sería alguna dificultad –admitió Mukuro–. Demasiado fácil para mí gusto.
– Aun así, siento que algo no está bien –comento Yamamoto.

La pelea en contra del enemigo duro apenas unos cuantos minutos. Hibari bostezaba y Ryohei miraba al derrotado.

– Felicidades –se escuchó la voz resonando por el lugar–. Pensar que vencerían a Torikabuto.

Apareció caminando un hombre vestido de blanco.

– ¿Quién eres? –interrogo Yamamoto.
– Oh, lo siento que descortés de mi parte el no presentarme ante ustedes –sonrió mientras los miraba–. Mi nombre es Byakuran Gesso, el jefe de la familia Millefiore.

Aquella sonrisa les crispaba los nervios.

– Es bueno ver que trajeron con ustedes los anillos. Todo de acuerdo al plan.
– Kufufu, pareces muy confiado –alego Rokudo.
– Mukuro-kun –menciono Byakuran–. Me sorprende que estés ayudando a la familia Vongola, se de tu odio hacia la mafia.
– Veras. No tiene sentido si no soy yo el que elimina a la mafia.
– Tan divertido como siempre.
– Habla de una vez, ¿en dónde están nuestros amigos? –indago Yamamoto.
– Mande a Zakuro para que los guiara. No deben tardar en llegar.

La paciencia no era una virtud propia de Hibari Kyoya, en cuando vio la desagradable sonrisa de aquel sujeto no pudo evitar reprimir su deseo por morderlo hasta la muerte. Hibari era un hombre de acciones, no de palabras se apresuró a lanzarse al ataque posiblemente aquella presa lo divertiría más.

– Vamos Kyoya-kun. Ten un poco más de paciencia –alego el de cabellos blancos mientras detenía su ataque. Veamos. Todos estarán aquí pronto.
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– ¡¿Reborn?! –Exclamó el castaño al ver a su tutor convertido en un niño de unos ocho años–. Te…

Sin embargo el pelinegro lo pateo.

– Dame-Tsuna haces un escándalo por nada.
– Pero Tsuna tiene razón, te estas volviendo más joven –repuso Lambo.
– Era obvio que esto pasaría –admitió–. Aun así debemos apresurarnos, tengo un mal presentimiento.
– Habla claro, Reborn. Si algo te pasa.
– Deben seguir –afirmo el arcobaleno.
– Pero…
– No discutiremos Tsuna. Debes saberlo o te haces el ciego, esto no se va a solucionar de forma diplomática. Si eres listo sabrás que tienes que matar a Byakuran. Una vez que eso pase no hay vuelta atrás.
– Yo.
– Reborn oji-sama –menciono la recién llegada Yuni–. Byakuran se encuentra cerca –admitió la chica.
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– Es la primera vez que veo las cajas Vongola –señalo Byakuran–. Aun así no son tan fuertes y eso que tenían la ventaja de cuatro a uno. Veamos –hablo mientras una sonrisa surcaba su rostro– Yuni-chan y Tsunayoshi-kun no deben tardar en llegar.
– Ten por seguro que Tsuna te dará una paliza –aseguro Yamamoto.
– Les contaré algo interesante –comenzó a dialogar Gesso–. En todos los mundos siempre faltaba algo para que pudiera utilizar el poder del trinisette.
– Los dueños de cada una de las partes –especulo el guardián de la niebla.
– Bingo –aplaudió levemente el albino–, Mukuro-kun. Ciertamente se necesitan a los dueños, pero hay una parte fundamental. El líder de cada juego. Yuni-chan el cielo de los arcobalenos y Tsunayoshi-kun el cielo de Vongola. Cada juego sigue la voluntad de su líder, eso es un gran problema –balanceo su cabeza en forma negativa–. A pesar de que pude tener a Yuni-chan bajo mi voluntad no sería lo mismo con Tsunayoshi-kun. Pero eso no se aplica a su versión joven, una vez que lleguen los invitados especiales comenzará el show.
– Pareces muy seguro de tu idea –gruño Mukuro.
– Es cierto. También falta cada uno de los dueños. Pero he arreglado ese desperfecto admitió Byakuran mientras mostraba un holograma de las partes reunidas del trinisette.

Los pacificadores mantenían el color de su correspondiente elemento.

– Es cierto que los pacificadores, al igual que los anillos no funcionan sin su respectivo poseedor –aclaro–. No obstante… ¿Qué pasa cuando el poseedor esta sellado dentro de ese objeto?, bingo. Tenemos las piezas del trinisette funcionales.

Un destello de color amarillo atravesó el lugar. El brillo impacto cerca de Byakuran, quien al prever esa clase de acción por parte de Reborn esquivo el ataque.

– Reborn, es bueno volverte a ver, como siempre “tan joven” –aseguro Byakuran con cizaña en sus palabras.
– Chicos –se apresuró a decir Tsuna.
– Es bueno volverte a ver Tsunayoshi-kun.

Tsuna miro al líder de White Spell. Ciertamente sentía el peligro.

– Byakuran. ¿Qué es lo que buscas del trinisette? –pregunto sin apartar su mirada.

Una sonora carcajada fue emitida de los labios de Byakuran. – Vamos Tsunayoshi-kun, es todo lo que tienes que decirme. Tus guardianes te pusieron al corriente de lo que está ocurriendo en esta época.

– He escuchado las versiones de Yamamoto, Hibari, Mukuro y Ryohei. Por eso estoy preguntándotelo –sentencio.
– Siempre tan divertido Tsunayoshi-kun. Es una verdadera lástima que tu yo del futuro ya no exista.

Los ojos de Tsuna recordaron las palabras de Irie.

– No sería divertido si simplemente te rindieras –admitió Byakuran–. Aun así quería ver que harías en este mundo. Cada mundo paralelo, sin duda siempre ha sido un obstáculo que disfruto destrozar. Deberías saberlo, Tsunayoshi-kun. Nunca haz soñado con la posibilidad de cambiarlo todo.
– No. No cambiaria en nada mi vida actual.
– Tan divertido, imagina un mundo en donde no hubieras conocido a Reborn, todos deseamos algo o me equivoco. Que sería si Rokudo Mukuro no hubiera llegado a la familia Estraneo, si Gokudera Hayato no hubiera sido apartado de su madre biológica, tal vez Hibari Kyoya no sería un carnívoro o incluso Ryohei odiaría el boxeo. Muchas cosas no hubieran sucedido.
– Deja de hablar como si fueras alguien omnipotente –gruño Reborn–. Si fuera tan fácil sería como un videojuego, solo tienes que iniciar desde el principio.
– Por ello vivimos –hablo Yuni–. No todo puede ser felicidad.
– De que huyes –se escuchó la voz de Tsuna–. Lo has hecho incontable cantidad de veces en los mundos paralelos, sé que no soy un genio. Pero para desear iniciar desde el comienzo las cosas.
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Castillo Varia, 10 años en el futuro…

La pelea entre los integrantes de Varia y los miembros de Millefiore estaba en un punto muerto.
– Ligre –llamo Xanxus a su caja arma–. Ruge –ordeno.

El majestuoso león blanco de apariencia majestuosa rugió en dirección a su oponente, aquella mocosa se estaba burlando del él. No eran imaginaciones suyas, pero claramente desde que ella había activado esa caja que ocupaba lugar en su corazón, los ataques que en un inicio le parecieron fuertes estaban decayendo en fuerza y precisión.

La corona funeraria de la lluvia había caído al suelo al ser inhabilitadas sus llamas, con la ayuda de Ligre. Por alguna razón Xanxus pensó en el cuento de la sirenita, y no era que el fuera un fan y ávido lector de aquellas cursilerías, casi recordaba que Squalo lo descuartizaba al leerle el mugroso cuento a su hija. Una imperceptible sonrisa surco su rostro. Recordó que Superbi estuvo alrededor de una hora intentando consolar a la menor; y como olvidar los gritos que resonaron por todo el castillo, eso sin olvidar que los demás integrantes de Varia se unieron al regaño. Pero él no tenía la culpa, claramente recordó cuando Bel le conto a su princesa acerca de Jack el destripador.

Regresando a lo que Xanxus observaba, no podía decir que sentía pena por ella. La miro que de forma quejosa apenas se movía sin lugar a dudas era porque la de cabello azul ya no podía mantener aquel perímetro de llamas de lluvia a su alrededor.

Por su parte Squalo, estaba lidiando con la corona funeraria del sol. Daisy.

Squalo estaba más que fastidiado de hacer una y mil veces sushi de aquel sujeto de cabello verde. Aun así lo noto, su adversario lucia cansado sin olvidar que el tiempo para regenerar y sanar heridas del enemigo estaba comenzando a ser más lento.

Continuará…
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Especial: la sirenita.

Se podría decir que Xanxus Vongola ya se había acostumbrado al relacionado a ser padre. Pero eso no quería decir que estaba preparado para cuidar a su hija de tres años cuando todos los demás integrantes de Varia estaban fuera debido a las misiones.

Observo a su hija de tres años, ella parecía indispuesta a dormir temprano.

– Es hora de ir a la cama –ordeno Xanxus.
– Pero aun no tengo sueño.
– Porque ya es tarde para las niñas pequeñas –respondió evitando el uso de lenguaje soez.
– Quiero que me leas un cuento –pido mientras le entregaba a su padre un libro–. Este me lo dio la tía Nagi.
– Solo uno –advirtió.
– De acuerdo.

Sin lugar a dudas su hija era una excelente negociante, eso no tenía nada que ver en que él era un padre consentidor.

Leyó el cuento mientras su hija lo miraba sumamente emocionada con el comienzo de la historia, pero de pronto la historia se tornó algo lúgubre. “La bruja le pidió a la sirenita que le diera su lengua darle piernas”, y eso no era lo tétrico, pero su hija aparentemente no le do mucha importancia al hecho de que la bruja “corto la lengua de la sirenita con una daga”.

Xanxus continuo con su lectura, sin embargo cuando llego al final del cuento continuo con su lectura “la sirenita no pudo matar al príncipe, a pesar de la oportunidad que sus hermanas le brindaron, y entonces ella salto al agua para convertirse en espuma de mar.”

La menor comenzó a sollozar y junto en ese momento los demás Varia estaban de regreso, la pequeña les conto el cuento y los adultos miraron a Xanxus con una mirada reprobatoria.

Notas finales:

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Notas finales: hola. Que puedo alegar en mi defensa, estaba en algo así como un descanso de este fic, o mejor bien dicho he estado sin tiempo libre. 

No se por alguna razón me acorde del cuento de la sirenita, la culpa la tienen mis primas que por alguna razón terminamos viendo videos de Vocaloid, y de cierta manera vimos la Sirenita con Megurine Luka. Ciertamente la sirenita es un cuento que varía en muchos aspectos, hay un final en el que cuando ella no pudo asesinar al príncipe y está esperando para convertirse en espuma de mar llegan las hijas del viento quienes le dicen que durante 300 años debe hacer buenas acciones, para ganar un alma inmortal como la de los humanos, sinceramente prefiero en final en donde ella se vuelve espuma de mar.


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