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KOKUYO SCHOOL por LEGNAEL

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Disclaimer: KHR!, no es mío. Sería bello y hermoso que sus personajes fueran míos, pero toda la propiedad y creación de personajes es trabajo y autoría de la grandiosa Akira Amano-sensei. Yo solo tomo prestados a los mencionados personajes para poder escribir este humilde fic, del cual no obtengo ningún lucro.
Notas de la autora: lo recuerdo como si fuera ayer, el primer día que empecé a planear este fic. Una simple idea que nació de un par de preguntas « ¿Qué pasaría si Mukuro no estuviera encerrado en la cárcel?, ¿Tsuna asistiendo a la secundaria de Kokuyo?, ¿Lambo de quince años? Y no podía falta mi amado hitman en su versión adulta».

Al principio dudaba en publicar este fic, pero sobretodo como me costó elegir el nombre, algunos días me pregunto ¿Cómo se hubiera titulado este fic en lugar de Kokuyo School?; pero de alguna forma me fui haciendo a la idea de que el nombre del fic es perfecto.

Muchas interrogantes a pocas preguntas, espero ser capaz de resolverlas en el gran final de temporada.

Claro sin olvidar el apoyo que me han brindado (con todo y que a veces me desaparezco, no de forma muy prolongada).

Anuncio, este cap. no es el final del fic, se viene un nuevo arco del cual no daré spoilers. Me preguntaron por el arco de los Arcobalenos y si la memoria no me falla, este fic iría más o menos así:

1. Arco de la vida diaria: del capítulo 1 al 18 (18 capítulos)
2. Arco de los Varia: del capítulo 19 al 37 (19 capítulos)
3. Arco del futuro: del capítulo 38 al 62 (24 capítulos)

Nos leemos en el próximo arco.

De alguna manera he estado mega ocupada y cuando vi ya eran casi finales de mayo o mejor bien dicho ya era 31 de mayo, a eso sumándole que Byakuran-san se negaba a cooperar. Siendo que tuve que reescribir dos veces el capítulo, corretear a inspiración-san para que me auxiliara en este capítulo.

Tiempo de actualización: INDEFINIDO.

Advertencias: Perdonen mis errores de dedo como siempre y no podía faltar como siempre mi título (spoiler) del capítulo, sin más que decir a disfrutar el capítulo.

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Capítulo LXII: El inicio del fin (parte IV).

– No estamos aquí para jugar, primer guardián. –Advirtió Rokudo Mukuro adulto mientras lo examinaba.

Un tanto inquieto, Mukuro adolescente se vio a sí mismo. Tan bizarro e irreal.

– Pareces ser fuerte. –Comento Daemon mientras lo miraba–. Qué tan fuerte es la familia Vongola actual –dedujo sin titubear Spade.
– Bastante –agregó sin retroceder frenando la guadaña con su tridente–, este asunto será manejado por la décima generación.
– Vaya, la décima. Suena tan lejano, decimo guardián de la niebla. Sin embargo, este asunto no parece ser nada sencillo –alego–. Permitir que se reuniera el trinisette –añadió en tono agrio.
– Kufufu, parece bastante informado, Spade.
– Nufufu… es lógico, si tu contraparte joven está aquí –advirtió mientras le lanzaba una mirada al menor.

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La situación se tornaba de forma similar con cada uno de los guardianes. Pero hubo algo en particular que cada joven guardián intuyo. Por extraño que fuera, estaban presentes los antiguos portadores de los anillos, no obstante no veían a futuros integrantes de la familia Vongola más allá de la décima generación.

Gokudera Hayato estaba a punto de entrar en frenesí, busco desesperado con la mirada a su jefe.

– Cálmate –interrumpió la voz de un hombre, cabello color plateado y ojos de color verde.

Por irracional que fuera se reconoció a sí mismo. Hayato mostraba un porte más calmado y maduro.

– ¡¿Pero?!
– No sirve de nada si solo te lanzas a atacar sin un plan –dijo–. Debemos esperar.
– Pero.

Antes de que el menor siguiera debatiendo, hablo un hombre pelirrojo.

– Mocoso… Si vas a desatar tu ira hazlo de la forma correcta. Así que, ¿quiero detalles de lo que está sucediendo?

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El espadachín miro consternado a las personas reunidas, hace tan solo unos minutos estaba viendo a Tsuna caminar hacia Byakuran. Se percató de que la mayoría de los presentes no tenía ni la más remota idea de que sucedía en el lugar. Pero una persona permanecía serena, sin dudarlo se acercó al desconocido, quien se mantenía sereno mientras miraba todo con total calma.

– Hola –saludo.

El hombre alzo la mirada. Su mirada le transmitió de inmediato tranquilidad.

– Intuyo que perteneces a Vongola.
– Sí –afirmo el joven.
– Buenas noches, primer guardia –saludo Takeshi adulto dejando a su yo joven ligeramente impresionado.

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El joven guardián del trueno miró a su alrededor. Todo era confuso. Se percató de inmediato que cada uno de los presentes compartía la misma llama: “El trueno”.

Inverosímil. Raro. Extraño. Entonces se vio a sí mismo. Tsuna e incluso el cabeza de pulpo le contaron lo referente a la pelea por el anillo Vongola en la que apareció el mismo, solo que diez años mayor. Pero era muy diferente, escucharlo por sus amigos… que verse con sus propios ojos. El Lambo del futuro se notaba más sereno y calmado de lo que usualmente era.

– Yare, yare –habló el Bovino adulto–. Supongo que en este punto me toca escuchar tus quejas.

Una tercera voz se unió a la ligera plática.

– ¡Exijo respuestas, plebeyos!

Si alguien no supiera que era la primera vez que aquellos tres hombres se reunían, definitivamente los calificarían como hermanos.

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– Entonces... ¿alguien ha visto a Sawada? –pregunto Ryohei.
– Sawada. Ahora que lo mencionas… –Su yo adulto interrumpió, parecía que el mayor meditaba las palabras, el guardián del sol procedió a hablar–. No lo he visto, pero ese no es el problema, debemos enfocarnos ahora en reunirnos con ellos.

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Hibari Kyoya miró a la manada de herbívoros que estaban situados a su alrededor. De antemano sabía que el herbívoro conocido como Sawada Tsunayoshi no estaba en el lugar, tampoco estaban los demás herbívoros. Estaba a punto de sacar sus tonfas cuando un sujeto de cabello rubio, le regreso una mirada severa. Reconoció de inmediato que ese sujeto era fuerte.

– ¿Que es este lugar?, si alguno de ustedes tiene información hablé –comenzó a interrogar el rubio.
– No tenemos tiempo para sus peleas –la mirada del actual decimo guardián de la nube los mantuvo a raya–. Todo lo que diré es que estamos Vongola se encuentra en crisis –sentencio.

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–El mar está limitado a ti mismo–. Al escuchar las palabras de aquella mujer comenzó a reír de forma frenética. Como osaba decir eso aquella dama, ella no sabía nada, él contenía la información de todos los mundos paralelos, y ahora con ayuda del Trinisette su poder no estaba limitado a solo un par de horas en ciertos días en específico.

– Es muy gracioso, aun así están en desventaja –aseguro Gesso–. En este lugar no hay restricciones para mi poder.
– Te equivocas –dijo Yuni–. Este lugar no es lo que tú crees.
– Claro que lo es, Game Over. Ahora solo tengo que deshacerme de ustedes –la mirada de líder de Millefiore se volvió fría.

Tsuna miro el lugar, algo se sentía fuera de lugar, «– el cielo era armonía –se dijo mentalmente». Observo su anillo, incluso el pacificador de Yuni se veía de forma serena; fue entonces cuando se enfocó en el anillo Mare del cielo, lucia distinto, el anillo Mare rompía la armonía.

– Usando el trinisette, creaste esta distorsión de tiempo-espacio –intervino Giotto– ¿Por qué?

La pregunta del primer jefe de la familia Vongola fue concisa y clara.

– Fácil –respondió el albino–, para demostrar quién es mejor. Ven este lugar, –señalo– acaso ven a más generaciones de los Vongola o de los Arcobalenos. Todo termina para ustedes cuando yo gano. No importa las generaciones de Vongola, el poder de los arcobalenos quienes se suponen que son las siete personas más fuertes del mundo, en este punto conquista el poder de Mare –concedió.

El joven decimo Vongola se sintió inquieto ante lo dicho por Gesso. El no conocía la historia de Vongola, pero aun así si lo pensaba detenidamente él era la cabeza de la décima generación. Es más casi podría recitarlo de memoria, su tutor siempre le recalcaba la importancia de la Familia Vongola, generación tras generación.

«– Piensa–, se reclamó mentalmente intentando concentrarse». Miro nuevamente a las diversas personificaciones del albino. Cada una de ellas, eso era lo que quería Gesso después de todo Byakuran no confiaba en las personas, ese era su propósito un ejército donde solo estuviera él.

«– El anillo Mare del cielo estuvo bajo el cuidado de la familia de Yuni–recordó».

– Yuni, tu familia cuidaba los anillos Mare.
– Yo responderé esa pregunta, joven Vongola –interrumpió la mujer de sombrero blanco. Miro a aquella mujer, sin lugar a duda alguna compartía gran parecido con Yuni.
– A diferencia de las otras partes del trinisette. El anillo Mare nunca había escogido a un portador –revelo–. Pero en caso de que lo hiciera, el poder del jefe de Giglio Nero sellaba el anillo. Es más, en teoría nadie aparte del jefe de nuestra familia debía conocer su existencia.
– Byakuran, Irie-san dijo que los anillos te fueron entregados por las mujeres de Cervello.
– No es de sorprender que Shou-chan se los contará –dijo con tono acido.

Las llamas de cielo comenzaron a invadir el lugar, generalmente la flama del cielo era cálida y despedía una sensación tranquilizadora. El estallido de llamas no se hizo esperar. El poder desbordante ocasiono que los menores cerraran los ojos. Cuando fueron capaces de abrirlos vieron a sus antecesores desvanecerse.

– Esa es la prueba de que ni los arcobalenos, no la décima generación de Vongola existe. Sus predecesores solo estuvieron aquí en forma astral, acaso ven a algun onceavo Vongola o a un nuevo arcobaleno del cielo.

Los menores se quedaron sumidos en silencio, hace tan solo unos segundos habían apreciado a cada arcobaleno y jefe de Vongola, aun así…

– Su voluntad siempre estará conmigo –sentencio Tsuna.
– Al igual que sus creencias –completo Yuni.

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Irie miro el lugar en donde se habían quedado encerrados todos los integrantes con alguna parte del Trinisette, desde el principio no hubo nadie más sospechoso que aquellas mujeres, ahora que lo pensaba no había nadie de Cervello rondando el área. El Byakuran-san que él conoció, era tan distinto de aquel que tomo el control de Gesso. Aquellos días en que ambos estuvieron en la misma universidad eran su más preciado recuerdo. Si tan solo él no hubiera viajado al futuro, si él no se hubiera empeñado en cambiar su futuro, por lo menos Byakuran-san no se convertiría en lo que era ahora.

– Byakuran-san –musito con voz baja el pelirrojo.

Este futuro no era más que una horrible pesadilla, y él era el único culpable da hacer que una persona sumamente amable cambiara de forma drástica. Shouichi escucho unas pisadas cercanas, se volvió sobre si para ver quienes estaban presentes, Genkishi, Gamma y Colonello ambos hombres y el pequeño bebe rubio miraban la semiesfera brillante a pesar de que él no estaba solo, no le tomo importancia a las palabras de los presentes.

– Nuestra jefa se encuentra ahí –sentencio el espadachín.
– Irie, debes conocer algun método para entrar –cuestiono de inmediato el rubio.

No obstante Irie estaba perdido en sus cavilaciones, solo escucho al rubio cuando este le sujeto por el hombre y escucho la pregunta nuevamente, durante unos segundos fue incapaz de contestar, entonces la sabía la respuesta. No era capaz de hacer absolutamente nada. El de ojos verdes negó con la cabeza: –Solo quienes integran el trinisette son capaces de acceder.

Irie se sentía impotente, por tales motivos le pidió la ayuda de Aria-san y Tsunayoshi.

– Todo es mi culpa… si no fuera por mí, Byakuran-san tendría una vida normal. Nada de mafia.
– Irie –intervino Colonello–. No es el momento para quejarnos de los que no podemos hacer, debemos tener la esperanza de que ellos serán capaces de hacer algo.

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Desesperación, solo eso les esperaba a los otros dos jefes del cielo. Esa era la prueba de que Vongola y los arcobalenos eran débiles. No necesitaba el apoyo de los demás no necesitaba confiar en nadie. Las personas eran así, destruían todo por pequeñas metas vanas, por el insignificante y sucio dinero eran capaces de convertirse en demonios. El odiaba a la humanidad, por ello el no aspiraba a ser un simple humano, él se convertiría en dios. Los humanos mentían, traicionaban y asesinaban sin el menor remordimiento en sus corazones negros. Solo por eso esta vez su convicción era fuerte, porque no destruir aquello que le causaba pesar, que se interponía en su ser racial, aquello que lo hacía caer al nivel más bajo. Convirtiéndolo en un simple humano despreciable.

« –No me traicionaré a mí mismo– aseguro».

Sawada Tsunayoshi sintió el aura hostil del ejército de Byakuran. Era de cierta forma increíble y aterradora ver un ejército de un mismo ser. Pero en cuanto regreso su mirada a Byakuran, todos los individuos no estaban, ¿porque sentía aquella increíble cantidad de poder en un solo ser?

Byakuran tenía todo el poder de los mundos paralelos, y el conocimiento infinito de sus otros yo. Después de todo ese era su plan inicial, consolidar a todos sus “yo” de mundos paralelos en una sola entidad. Ciertamente podía disponer del “conocimiento” de ellos al meditar, pero eso era una simple limitante, se volvería omnipotente. Cumpliría su objetivo.

– ¿Por qué? –cuestiono el castaño.

La carcajada del albino inundo el lugar.

– ¿Por qué, qué? Esto –hizo un ademan mientras se señalaba a sí mismo–. Simplemente era para eliminar las limitantes. Ahora tengo todo el conocimiento y todo el poder.
– Pero…
– Joven decimo Vongola, sin duda eres una persona interesante… aunque destruya la mafia entera… eso no importa. No serán capaces de vencerme. No a mi yo actual. Tanto Aria como tú contraparte adulta Tsunayoshi confiaron en lo que les dijo Shou-chan. Pero él no está hecho para esta clase de tensión, lo conozco tan bien es como si viera la palma de mi manos, la situación sumonte estresante que vivió al fingir ser mi aliado, el plan tan arriesgado que desarrollo solo para asesinarme. Detalle a detalle, lo conozco perfectamente. Pero lo de los anillos, es el único punto que le concedo a Rokudo Tsunayoshi. Destruirlos, por un momento me moleste bastante, pero después lo tome como un reto personal y decidí ir por sus versiones jóvenes, las más débiles, las que aún no están conscientes de lo que verdaderamente representa la mafia. Ustedes en esa época solo son simples estudiantes.


Gesso observo el rostro consternado de Tsuna.

– Oh, por la expresión que pusiste que tus guardianes no te dijeron nada de tu futuro –canturreo divertido–. Me pregunto qué otras cosas olvidaron comentarte Rokudo Tsunayoshi-kun.

Sawada no supo cómo responder ante la declaración mordaz del albino, es más sabía que Gesso no está mintiendo.

– Byakuran, tus palabras suenan solitarias –expuso Yuni.
– Deberías saberlo, Yuni-chan ya que tú eres capaz de ver el futuro.
– Todo esto es por Irie-san –concreto la arcobaleno.
– Byakuran, detén esto –exigió–. Por qué tenemos que pelear.
– Por Shou-chan –respondió dejando a los presentes atónitos.
– Fue porque el despertó tu poder.
– No es tan simple. No cuando en cada mundo es asesinado por la mafia –confesó–. En cada mundo paralelo, termina así. Alguno de sus inventos llama la atención de las personas equivocadas, ustedes lo conocieron, el ama la ciencia, es como si fuera parte de él. Aun así pase lo que pase, termina secuestrado, envuelto en alguna locura de la mafia, él se niega a cooperar y entonces muere, no antes de ser torturado de la forma más cruel y brutal, pero Shou-chan nunca permitiría que algunos de sus inventos cayeran en manos equivocadas.
– ¿Amas a Irie-san? –pregunto Tsuna, aunque aquello no era más que una afirmación a lo dicho por Byakuran.
– Por eso elegiste convertirte en mafioso… –indago Yuni.
– Haga lo que haga siempre muere… incluso yo lo he matado. Pero bueno, que saben ustedes, solo son un par de mocosos insolentes. Sean buenos niños, e iniciemos con el ritual.

Los más jóvenes lo intuían lo que sea que Byakuran quería, no podía lograrlo sin ellos presentes.

– Lo que sea que busques, nos necesitas vivos.
– Oh joven Vongola. Está amenazándome, no se da cuenta de la situación. Que pueden hacer ustedes en mi contra.
– Yuni, retrocede –pidió Tsuna.

Lo tenía claro, no podía arreglar las cosas con Gesso simplemente hablando. Sus guantes se iluminaron con su llama, esta vez era un color más cálido y cristalino. El no comprendía a Byakuran, él no podía entenderlo, no eran capaces de hablar, pero al igual que Yuni podía jurar que el albino amaba a Irie. Recordó la conversación que tuvo con el pelirrojo, a pesar de que Irie parecía decidido a detener a Byakuran en el fondo parecía que en cualquier momento Shouichi se rompería y comenzaría a llorar. El no entendía esa clase de amor, después de todo aún no se había enamorado. Libros, peliculas, cualquier cosa en la que se representara ese sentimiento no era fácil comprenderlo. Morir por amor, vivir por amor. …l amaba a sus padres y a sus amigos, aun así cuando veía a Byakuran no lograba entenderlo. Que lo motivaba a continuar con aquella locura, acaso fingía no saber qué lastimaba a Irie con sus acciones.

“Aceptarlo todo de una persona, errores y virtudes”, el pensamiento de Sawada fue vago.

Antes de que Yuni lo notaran los puños de ambos jefes se enfrentaban uno contra otro.

– Vongola debe desaparecer.

El décimo apenas era podía seguir los movimientos de Byakuran.

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Cuando se dio cuenta solo quedaban en el lugar su versión adulta y el Rokudo Mukuro adulto sonrió.

–… –el más joven se mantuvo en silencio.
– Se lo piensas, por que alguna vez fui tú. Pero eso no significa que tú obligatoriamente tengas que ser YO. El por qué sigo en la mafia, NO es algo que yo deba decirte. Veamos, si estoy en lo correcto es momento de salir de este lugar.
– Y que sugieres.
– Abre tu caja arma.

No muy convencido libero al animal que residía en el interior de la caja. Vio como el búho llevaba en una de sus patas una cadena con el anillo Vongola.

– Se supone que los destruyeron.
– Tú lo has dicho. Solo fingimos que los destruimos –confeso mientras tomaba la cadena–. De vez en cuando son útiles los objetos creados por Mammon, aun así las cadenas solo ocultan su poder y presencia. Pero eventualmente Byakuran se hubiera percatado de que los anillos seguían intactos. Por eso estaba resguardados por nuestros animales, ahora debemos ver a nuestro jefe –enuncio mientras se colocaba el anillo.

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– ¿A dónde se fueron todos? –pregunto Ryohei.

Vio cómo su yo adulto calmadamente sacaba unas hojas de su saco, leyó lo escrito y asintió levemente con la cabeza.

– Ryohei, libera a Kanguryuu –pidió.

El menor de inmediato ilumino su anillo con las llamas del sol, emergiendo en el acto la canguro quien extendía su guante derecho con una cadena.

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Después de una conversación amena con los guardianes de la lluvia, solo quedaron su yo adulto y él.

– Adonde se fueron todos.
– No te preocupes, ellos están aquí no es necesario que los veamos en forma física –agrego–. Libera a Jiro y a Kojiro.

No paso mucho tiempo cuando la golondrina voló y se posó enfrente de Takeshi y le entrego su anillo, el perro akita movía su cola mientras ladraba.

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Lambo suspiro, era mejor porque si tenía que seguir soportando el discurso de Lampo un segundo más no hubiera dudado en lanzarle una granada para callarlo.

– Bueno supongo que será la última vez que nos veamos –aseguro el Bovino mayor–, aún me cuesta creer que tú seas yo. No me malentiendas, es solo que muchas cosas pueden cambiar en diez años. Pero, recordé a mamá. Definitivamente asegurate de disfrutar tus días escolares –pidió–. Ahora dejemos de parlotear, llama a Gyuudon.

Cuando apareció el majestuoso toro, vio cómo su dueño le quitaba el anillo Vongola del cuerno derecho.

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Hibari veía a Hibari adulto. Ninguno de los dos necesitaba palabras para saber lo que iba a suceder a continuación. El menor llamo a Roll, y vio como el pequeño puercoespín le daba al mayor un anillo.

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Ambos guardianes de la tormenta miraron al felino.

– ¿Uri? –musito confuso Yamamoto Hayato.
– Porque te sorprendes –gruño el menor–. Ya deberías conocer a tu gato.
– Por eso lo dijo. Uri es un leopardo –revelo.

Ambos permanecieron en silencio, entonces el mayor se acercó a quitarle a Uri la cadena que colgaba de su cuello, al menor le sorprendió la aptitud tan dócil que tomaba Uri con su contraparte adulta.

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Desde el exterior Irie, Colonello, Gamma y Genkishi notaron como la cúpula de color anaranjado comenzó a emitir distintos colores desde su interior, Irie sospecho de inmediato que los guardianes estaban intentando llegar al epicentro del lugar.

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Le dolía todo el cuerpo, sabía que no debía tomarse a la ligera a Byakuran. Aun así tampoco podía dejar que Gesso hiciera lo que se le viniera en gana. Durante un segundo comenzó a dudar, que podía hacer algo en contra de Byakuran. El solo quería ser normal. Entonces noto el creciente poder de los seis tipos de llama.

Vio a Byakuran chasquear la lengua, posiblemente era una señal de desagrado.

– Kufufu, al parecer llegamos a tiempo para la fiesta.
– Oh, no pensé que interrumpieran tan pronto.

De inmediato Gokudera se acercó a Juudaime, estaba a punto de levantarse cuando vio que todos los guardianes adultos ya estaban delante de Gesso.

– Que falta de modales, se supone que deberían seguir esperando en la recepción –les recalco Gesso.
– Veras –hablo Takeshi–, no somos muy pacientes.
– Además, estabas esperando robar nuestras llamas –sentencio Lambo–, no podemos dejar que sigas causando más caos.
– Veamos qué tan fuerte eres –gruño Hayato.
– Al parecer se reunió la mayoría –repuso Byakuran–. Solo falta Tsunayoshi-kun… bueno no se preocupen, pronto alcanzaran a su jefe.

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A ciencia cierta no estaba seguro de lo que pasaba en el centro de aquella reunión, solo podía intuirlo de alguna forma el jefe de Millefiore tomo el poder de todos sus contrapartes de los mundos paralelos, durante unos segundos no fue difícil sentir el aura de Luce y Aria, solo por unos breves instantes sintió aquellas llamas cálidas. El trinisette tenía poderes que posiblemente él no llegaba a comprender, es mas no comprendía en si la maldición de los arcobalenos.

El balance del trinisette estaba en favor de Byakuran al tener los siete anillos mare y cinco de los pacificadores. Mientras que Vongola solo tenía los siete anillos y dos pacificadores, aun así cuando noto que el número de anillos Vongola por alguna extraña razón sintió la existencia doble de algunos atributos. Los pacificares que prácticamente habían quedado relejados del cuidado minucioso de Byakuran, vio como cada artículo resonaba en compañía de los otros en aquella piedra. Puedo sentir las llamas vitales apresadas en su interior. Entonces tomo a León y lo convirtió nuevamente en un arma, apunto justo en el centro de aquella piedra.

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– Aun así es nuestro deber terminar con esto –sentencio la mano derecha.
– Pensaron que estaría distraído, Yuni-chan, Tsunayoshi-kun –comento mientras a su lado aparecía la piedra de los pacificadores y un Reborn joven–. Reborn, no debiste intentar eliminarlos pacificadores.

El hitman rio por lo bajo.

– De verdad crees que intentaría destruirlos. Te equivocas… –en la comisura de los labios del tutor surcaba una sonrisa.

Los pacificadores resonaron con más fuerza.

– En verdad, crees que fallaría un tiro –comento Reborn. Su propósito no era destruir los pacificadores.

Brillando comenzaron a emitir el brillo, la luminosas llamas se tornaron en siluetas. Los arcobalenos de inmediato vieron como sus compañeros comenzaron a tomar cuerpos físicos. Los presentes vieron como los arcobalenos uno a uno se incorporaban, aun así ellos aparecieron con una forma infantil al igual que Reborn.

– Parece que tenemos asuntos que solucionar –expuso la bebé, Tsuna miro el mismo tatuaje que tenía Lal Mirch.

A su lado apareció un bebe con vestimentas chinas, y después apareció un infante encapuchado, el pequeño de cabellos verdes, y el niño del casco.

– Sabemos la situación, Yuni –comento el pequeño niño de vestimentas chinas.
– Solo por esta vez no cobrare nada –sentencio el encapuchado.
– Tal y como está la situación debemos cooperar –admitió el niño de cabellos verdes.

Los siete arcobalenos estaban reunidos.
– Deberías suponerlo Byakuran, yo no intente destruir los pacificadores. Al liberarlos de su contenedor en este lugar ellos volverían a tener su cuerpo físico.
– Siguen llegando más invitados inesperados.
– Solo obedecemos al arcobaleno del cielo –le recalco Reborn–. Lo mismo es para el trinisette, no puedes usar el poder de los pacificadores sin la voluntad de Yuni.
– Cuáles son sus órdenes, arcobaleno del cielo –hablaron al unísono los bebes.

Los guardianes miraron su mirada en la menor, el rostro serio y lleno de convicción de Yuni dejaron en claro porque ella era la líder de los arcobalenos.

– Detener a Byakuran –respondió con voz firme.
– En verdad aún creen que me vencerán.
– Deberías saberlo mocoso –intervino Lal–. No por nada nosotros somos los guardianes del trinisette.

Antes de que los arcobalenos y guardianes procedieran a atacar al jefe de la familia Millefiore, Sawada Tsunayoshi se puso de pie, no le gustaba ser presuntuoso, incrédulo, mucho menos presumido, pero esta contienda solo terminaría en una batalla por el control del anillo del jefe. Lo intuía.

– Yo puedo continuar –afirmo Sawada.
– De acuerdo, hazlo Tsuna –dijo Reborn. Después de todo era la responsabilidad del tutor creer en sus alumnos.
– Debes ser lo suficiente ingenuo, para intentar detenerme. Tu poder no es nada comparado con molesto “yo” de esta época.

Tsuna no dijo nada. No podía dejar que la confianza depositada en el por sus amigos, Yuni y todos los demás fuera desacreditada por las palabras de Byakuran. La pelea entre ambas cabezas de la familia se reanudo. Tsuna no sabía mucho de los ataques de Byakuran, no podía dejar de observar al contrario. Tomo su caja arma para frenar el ataque que el contrario estaba a punto de lanzar. Los demás solo vieron como un ataque impactaba en contra del castaño, entonces cuando el ataque ceso vieron a Tsuna de pie, con un pequeño león a su lado.

– Si todo lo que haces es matar… no solucionas nada –le espeto el castaño–. Es como huir.
– Wow, una clase de ética del Decimo Vongola en persona –añadió con sarcasmo–. Solo debe controlar el mundo para que todo ocurra como yo lo desee –manifestó.
– Aun así, crees que sería un mundo que Irie-san desearía ver. No eres capaz de comprender lo que Irie-san desea.

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El poder del trinisette no solo se limitaba a cumplir los sueños, cualquier cosa que desafiara las leyes, incluso concedería realizar cosas y eventos imposibles, pero no se debía creer que simplemente alguien sería capaz de controlar tal poder. Miro lo cúpula desde el cielo, su anillo brillaba. Con una rápida mirada encontró a Irie en compañía de varias personas, se dirigió hacia donde ellos estaban esperando.

– Irie-san –nombro.
– Sawada –respondió el pelirrojo, mientras suspiraba ligeramente aliviado.
– Parece que hubieras visto un muerto –le espeto Tsunayoshi.
– No es el momento para esta clase de bromas le reitero.
– Error mío, disculpa.
– Vongola.
– Bueno, es bueno ver que están bien –dijo el castaño–. Irie-san, es el momento de terminar con Byakuran.

Antes de que los demás se dieran cuenta, Rokudo Tsunayoshi miro la cúpula mientras apuntaba con sus manos.

– Espere, no sería un poco destructivo usar esa técnica –repuso de inmediato el pelirrojo.
– De acuerdo –Tsunayoshi solo apunto con su mano derecha– X-BURNER –musito mientras lanzaba un ataque directo. Una brecha se abrió en aquel domo–, entremos antes de que se cierre.

Todos los que estaban encerrados en el interior de la cúpula sintieron como el lugar tembló ligeramente, quedando una grieta en uno de los costados. Los mayores parecieron reconocer a quien correspondía dicho ataque. El Décimo Jefe de la Famiglia Vongola, Rokudo Tsunayoshi caminaba acompañado de Irie, Gamma, Genkishi y Colonello.

– Tardaste, Sawada Tsunayoshi –mascullo Kyoya.
– Tsunayoshi-kun –esta vez hablo Mukuro–, tenemos muchos pendientes después de terminar con este desastre –le recalco.
– Oh, decimo Vongola.
– Byakuran Gesso –respondió Tsunayoshi.
– Me sorprende que fingieras destruir los anillos –se quejó.
– Es raro que no lo notaras –articulo Tsunayoshi–, los anillos Vongola, en comparación de los anillos Mare o los pacificadores de los arcobalenos están restringidos.
– Debes estar bromeando –añadió Gesso.
– Yuni, Tsuna ustedes dos son capaces de ver la llama que emiten las piezas del trinisette.
– Sawada-san tiene razón, la llama emitida por los anillos Vongola es menor en comparación de los otros juegos del trinisette.
– Por eso, llegados a este punto –dijo Tsunayoshi mientras sonreía–. Ríndete… el trinisette no es un juguete que cumple tus caprichos si quieres obtener algo, hazlo con tu propia fuerza. Deberías ser capaz de entenderlo, no deberías abusar de tu poder.
– Deja de bromear Vongola –gruño el albino.
– No estoy jugando, en los demás mundos el trinisette nunca cumplió tus pretensiones. Por ello creíste que con sellar ambas llamas dentro de los anillos y pacificadores el trinisette segura tu voluntad, pero a pesar de que son tres juegos de siete piezas, ellos solo responden a un único objetivo. Yuni, podrías explicarlos…

La menor asintió y empezó a hablar: – el poder del trinisette se manifiesta en tres eventos. Vongola, eje vertical del continuo espacio-tiempo, es decir un poder heredado de generación en generación. Mare, eje horizontal es decir el poder radica en el conocimiento de los mundos paralelos. Arcobaleno, no existe una línea, sino continuos puntos en el tiempo-espacio.
– Por eso dije que abusaste de tu poder, Byakuran. Ustedes lo hacen sonar como si el poder proviniera del anillo Mare –soltó una carcajada.
– Piénsalo –intervino Yuni–, tu poder está limitado por una razón.

Tsuna observo a Byakuran, se percató de las llamas de anillo Mare, estaban desbordándose. Acaso era a lo que se referían Yuni y su yo adulto.

– Tsuna, creo que te lo mencionaron Reborn y Iemitsu, tus llamas están selladas parcialmente, Reborn libero solo una parte sabiendo que si libraba todo su potencial serías una amenaza para ti mismo. En el caso de los anillos Vongola, estos sufrieron un cambio al ser divididos en los “medio anillos Vongola”. Los familiares de Yuni, quienes resguardaron los anillos Mare sabían de este detalle. Ciertamente Byakuran, tu poder es propio; no obstante eso es porque el anillo te escogió como su portador.
– Demasiada palabrería –bufo fastidiado Gesso.
– Te daré mi anillo –afirmo Tsunayoshi dejando a los presentes completamente atónitos. Byakuran lo miro con cierto escepticismo mientras que Tsuna trago con dificultad saliva. Los integrantes de Vongola y Giglio Nero estaban atónitos ante estas palabras.

Incluso el mismísimo Reborn estaba desconcertado ante las locuras de su dame-alumno.

– Mientes –le recalco Gesso– si hubiera sida tan simple, hubieras entregado los anillos Vongola al inicio.
– No es una broma –admitió.

Tsunayoshi se quitó el anillo del dedo, Byakuran lo miro con desdén. Esperando algun indicio claro de que su yo adulto estaba bien de la cabeza. El ambiente se sintió más pesado de lo que ya estaba, lentamente Gesso camino hacia el décimo, quien tenía el anillo en la palma. Byakuran tomo el anillo y de inmediato noto que el objeto se tornaba opaco y sin vida.

– Solo tengo que encerrar a cada uno de ustedes dentro de los anillos, acaso creíste que no sabía ese pequeño detalle Tsunayoshi-kun.

Sin previo aviso Tsunayoshi jalo la mano de Gesso.

– Pensaste que bajaría la guardia.
– De hecho lo hiciste –admitió mientras en su mano se encontraba el anillo Mare–. Es un trato justo –sentencio el décimo.
– Te destruiré Tsunayoshi –amenazo el albino.

Las llamas de Byakuran se estaban saliendo de control.

– Esto es malo –musito Tsuna. Después de todo no creía ser capaz de absorber aquellas llamas.
– Cuento con ustedes –repuso Tsunayoshi mientras colocaba sus manos en posición–. Zero point Breaktrhouht: First Edition.

Tsuna no podía dejar a su yo adulto absorber tal cantidad de llamas. El mismo conocía aquella técnica, era un arma de doble filo, entonces pensó que si los dos eran capaces de absorber aquellas llamas aun tendría oportunidad: – Zero point Breaktrhouht: First Edition.

Incluso sin ser capaz de controlar el acceso de llamas, aun podía manipular una pequeña parte, se desharía de aquella molesta familia. Los guardianes, de inmediato se percataron de las intenciones de Byakuran y empezaron a frenar los ataques en contra de ambos castaños.

– No intervengan –ordeno la arcobaleno del cielo–. Cuando el poder de Byakuran este agotado… por favor préstenme su poder, para sellar su poder.
– Pero, Yuni –iba a quejarse Lal.
– Jefa de los arcobalenos –hablo Fon, quien intentaba mantenerse sereno ante la orden de su líder, ciertamente si los arcobalenos hubieran actuado, podían haber frenado a Byakuran–. ¿Por qué?
– También me intriga –expuso Verde–. Nosotros pudimos detener a Byakuran, a pesar de esta apariencia.
– Es una pelea entre mafias, lo que suceso en la mafia no es jurisdicción de los arcobalenos –sentencio Yuni–. Nuestro deber es vigilar el trinisette.

Byakuran cayó al suelo. Tsuna y todos los demás tenían muchas preguntas para Tsunayoshi. Esto solo les devolvió una sonrisa. Yuni se acercó a donde estaban ambos Tsuna, Reborn quien no rebatió en nada la orden de su líder se acercó a ellos. Tsunayoshi suspiro.

– Exijo respuestas –intervino Rokudo.
– Verán, soy pésimo con estos detalles –comento Tsunayoshi.
– Habla de una maldita vez dame-Tsunayoshi –demando el hitman mientras le apuntaba con León.
– Verán –intervino de inmediato Yuni.
– Fue por pedido mío –interrumpió Irie–. Yo pedí que no mataran a Byakuran-san.
– Eso no es motivo suficiente –hablo Gokudera.
– Verán… el poder de Byakuran es pobre matico, si hubiéramos eliminado a un solo Byakuran, todos los mundos paralelos hubieran colapsado al faltar aunque fuera una sola existencia de Byakuran.
– Aun así –intervino Lambo.
– Es la verdad –confeso Irie–. El poder de Byakuran lo conecta con todos sus “yo”, pero si uno solo faltara todos colapsarían, por el mero hecho de que Byakuran-san es capaz de usar su poder.
– Por eso ya que en este momento, Byakuran aún sigue conectado con los demás mundos, minimizaremos el uso de sus poderes.
– Nada de lo que dicen tiene sentido –advirtió Tsuna.
– Reborn… visita a Aria –pidió Tsunayoshi–. Es tiempo de que regresen a su época.

–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–

Tiempo presente… Secundaria de Kokuyo…

Despertó en su cama, rodo un par de veces, aun así se sentía sumamente inquieto. Se levantó, tenía la garganta seca. Sentía que hacía falta algo… ¿pero qué?

Reborn estaba sentado en una silla, era la primera vez que observaba al hitman fumar.

– Reborn.
– Que ocurre, dame-Tsuna.
– Este… solo tengo la sensación de que olvide algo.
– Seguro olvidaste la tarea…

El rostro se Tsuna mostro el temor, era cierto no había hecho la tarea, por alguna extraña razón se sintió extremadamente cansado y se quedó dormido.

– Por cierto, Tsuna… mañana iré a Italia, tengo que visitar al noveno –dijo mientras apagaba el cigarro.
– Eh…
– Solo serán unos días.
– Que tengas buen viaje… –musito el castaño antes de llevarse consigo el vaso con agua.

Era lógico que su alumno sintiera que algo le faltaba, al regresar al Kokuyo, Nagi les borro a la décima generación cualquier recuerdo del futuro, aquella mujer incluso le comento que había dejado los recuerdos que se suponía que debían tener hasta esa fecha. Se quedó inquieto, no comprendía por qué razón, se sentía tan inquieto.

–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–.–

Mansión de la familia Vongola, 10 años en el futuro…

– Esa es la verdad –confesó Tsunayoshi dejando a sus guardianes atónitos.
– Escucha lo que estás diciendo, Tsunayoshi… Si es verdad lo que dices, ese sujeto manipulo a Byakuran –comento indignado el guardián de la niebla.
– Mukuro tiene razón, Juudaime… debió haberles dicho a nuestras versiones jóvenes sus motivos, y sobre todo advertirles del peligro –hablo Hayato.
– Reborn… sabrá como actuar –confió Tsunayoshi en sus decisiones–. Por ello le pedí que fuera a ver a Aria. El enemigo no es alguien común, intente atraparlo en lo que la décima joven generación no ayudaba, pero no lo encontré… estoy consciente de que si él se hubiera comido las llamas de Byakuran, no estaríamos aquí…
– Ahora que lo pienso –intervino Takeshi–. Tsuna, se suponía que no podíamos encontramos con nuestra contraparte joven.
– En el trinisette se rompe cualquier regla, pero cuando yo fui al pasado, digamos que había un polizón, por lo que no se rompió dicha regla.
– Así que incluso involúcrate al bebé en tus locuras –hablo serio Mukuro–. Que hubiera pasado si no funcionaba.

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Tiempo presente. Mansión principal de la familia Giglio Nero, Italia…

Reborn miro el lugar, a diferencia de Tsuna y sus guardianes el mantenía los recuerdos de los eventos que sucedieron en el futuro. Miro el lugar con cierta melancolía, después de todo ese lugar estaba impregnado de recuerdos de Luce. Se adentró en el edificio durante un segundo se detuvo a apreciar el jardín, recordó a Aria cuando era pequeña. Era demasiado triste el destino del arcobaleno del cielo una vida demasiado efímera.

– Reborn lo nombro la novena jefa de Giglio Nero.
– Chaos, Aria.

Durante un par de segundos ambos se quedaron en silencio. La mujer sabía el motivo de la visita del hombre.

– Me asignaste una misión falsa –expuso el arcobaleno del sol–. ¿Por qué?

Aria medito la respuesta que le daría a Reborn, a pesar de que muchas veces había repasado de forma mental este suceso.

– Porque será –dijo con voz juguetona–. Reborn, todo tiene razón de ser.
– Exijo una explicación, en el futuro dijeron que quien tomo los anillos fue Genkishi, pero en este tiempo él aun trabaja para tu familia.
– Debes saberlo los anillos Mare nunca fueron robados –sentenció.
– Lo imagine, el misterio es…
– ¿Por qué mentí?... era necesario. Después de todo terminaste vigilando los anillos Vongola, así mismo te convertiste en el tutor de Tsunayoshi-kun. Era necesario. Aunque también fue para darte una pista del próximo enemigo.
– ¿Quién es?
– No puedo dar muchos detalles. Pero lo que ocurrió en el futuro no es tan terrible como lo que está por venir. Una parte fue prevenida, gracias a Rokudo Tsunayoshi… haz escuchado del devorador de llamas.
– Solo unos rumores…
– Reborn, te daré una pista de quien manipulo los hilos del futuro para que Byakuran enloqueciera… fueron las personas que le dieron en el futuro los anillos Mare a Byakuran.

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Extra final: Nombre.

– Oe, ¿Cómo se va a llamar? –inquirió Xanxus.
– Se va a llamar igual que mi abuelo, Tiburtio –informo el espadachín.
– Espera, no me gusta ese nombre –se quejó el de cabellos negros.
– El que va a dar a luz soy yo –le recalco–, así que te jodes.
– Había pensado en Timoteo, o Xanxus Junior –sugirió.
– Aja, que nombres tan originales –respondió con voz sardónica.
– Espera, no le puedes poner así.
– Claro que lo haré –dijo Squalo con voz decidida.
– y, ¿si es niña?
– Fácil, Tiburtia.

Squalo se estaba poniendo realmente difícil.

– ¿Podemos negociar?
– Oh, ¿Qué me ofreces?

Squalo miro a su jefe con mirada acusadora, después de todo no todos los día tenías a Xanxus Vongola ofreciéndote negociar.

– Que te quedes como jefe permanente de Varia.

Aquella oferta descoloco a Squalo, quien se mantuvo incrédulo ante lo dicho por Xanxus.

– De acuerdo, puede ser el segundo nombre…

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Extra final 2: La llegada del bebé.

Nunca nadie concebido en su mente la idea de ver a Xanxus tan preocupado, hacia un par de horas que Squalo había entrado en labor de parto, todo el piso del hospital estaba lleno de personas relacionadas con la familia Vongola. Fue cuando Xanxus sintió un suave roce en su hombro derecho: – Hijo deberías calmarte –hablo con voz suave Timoteo.

– Pero…
– Xanxus-san –intervino Nana–. Caminar en círculos no adelantara que nazca el bebé, deberías sentarte.

Mecánicamente el hombre se sentó. Miro que todos los Varia y la décima generación estaban esperando en nacimiento de su primogénita, no paso mucho cuando una de las enfermeras llamo a Xanxus, esta mujer le informo que el tanto en bebe como el padre estaban estables, y que podría pasar a verlos en un par de horas, en lo que realizaban los estudios y análisis pertinentes al recién nacido.

Un par de horas después todos, entraron como comitiva a la habitación de Squalo, este se encontraba viendo al bebé, mientras intentaba procesar que era su hija.

Xanxus contemplo el pequeño cuerpecito, que tenía unos pocos cabellos de color blanco.

En la memoria de los presentes quedo grabado el día en que nació Titi, que era el diminutivo de Tiburtia Timotea (en honor al nombre del abuelo de Squalo y el padre de Xanxus).

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Aclaraciones:
1. Tiburtia Timotea Vongola Superbia (alias Titi): la linda y legitima hija de Xanxus y Squalo, por un momento pensaron que no revelaría el nombre, pues me acorde y dije el final de arco se viene con todo.
Notas finales: perdón por el atraso pero tuve que reescribir el capítulo y mientras lo hacía comencé a divagar y de alguna manera lo logré, aunque si me preguntan a mi surgieron más dudas que respuestas.

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