Recién había tocado la libreta de nuevo. Todos mis recuerdos volvieron, y para mi mala suerte solté un grito tan rápido como la toqué. Ojalá Ryuuzaki no piense que pasó algo serio relacionado con Kira a partir del grito. Desde antes de recuperar la libreta, incluso apostaría que cuando nos conocimos, sentí algo raro por Ryuuzaki, o L, o Ryuga, como quieran llamarle. Creo que es amor, pero no estoy seguro. La verdad este sentimiento es muy inquietante, pero a decir verdad, aunque sea Kira, no quiero que Ryuuzaki muera. Me parece un, bueno, adulto, demasiado genial.
-¿Estás bien, Light?-Me pregunta. Lo miro, algo nervioso, y asiento.-No seas tan miedoso por el Shinigami, que yo solo me sorprendí.
-N-no fue por eso el grito...-Le dije y me sonrojé un poco. ¡Maldición, ojalá no te haya visto el sonrojo, que o si no se entera...!-.
-Entonces, ¿por qué fue, ah?-Me dice, casi soltando una carcajada. Eso no es normal de él, siempre es muy serio...-.
-Nada, nada.-Digo, sonriendo amablemente. Qué bien que, sin contar ese sonrojo, soy buen actor.-.
Pasa un rato. Volvemos al cuartel. Revisan atentamente el cuaderno, aunque yo no presto mucha atención por las dos reglas falsas que puse y además porque las demás reglas ya las conozco a la perfección.
-Si se quema o destruye la libreta, todos lo que la han tocado...morirán.-Lee uno de los agentes. Sonrío para mis adentros, sabiendo que mi plan funcionará. No lo quemarán, temen demasiado por sus vidas.-.
-Si el usuario de una libreta no escribe nombres cada 13 días...morirá.-Dice otro. Casi suelto una risa loca de satisfacción, porque L pensará que soy inocente y Misa también. Qué suerte tengo.-.
-¡Ryuuzaki, eso significa que Light y Misa-Misa son inocentes! ¿No?-Dice Matsuda con su increíblemente alegre voz. Parece que temía que arrestaran a Misa.-.
-Mm...Probablemente.-Dice el nombrado por Matsuda. ¿Incluso aún así no confía en mi inocencia? Bueno, aunque técnicamente eso demuestra su ingenio...-.
En la noche, mientras duermo junto a Ryuuzaki por lo de las esposas (aunque L no duerme, pero ¿qué más da?) él me despierta meciéndome sin ningún cuidado. Suelto un suspiro cansado y me da una bofetada, demostrándome que es urgente.
-¿Q-qué pasa?-Digo, en un susurro.-.
-Nadie está viendo...Y siento como si tuvieras algo que decirme desde hace mucho tiempo, igual que yo...-¿Qué dice? Podría sentir lo que yo siento hacia él, un sentimiento correspondido...perfecto.-Verdad, ¿no?
-Sí, tengo algo que decirte, Ryuuzaki...-Me sonrojo, y lo abrazo con todas mis fuerzas...-¿Lo explica ese abrazo, cierto?-.
-Más o menos, pero mis sentimientos son más fuertes que los tuyos, creo.-¿Qué demonios...?-.
Ryuuzaki, con muchas ganas, me toma del cuello y me da un beso apasionadamente. Siento sus labios, sus sentimientos, todo su ser...pero no quiero dejarlo así. Pasan quince segundos eternos y luego nos separamos.
-Siento que mi vida está pronta a acabarse, Light...Así que respóndeme, por favor...¿Eres Kira?-.
Ahogo mi sudor, como si esa pregunta pudiera ser una especie de ultimátum, la última pregunta que me haría sobre el tema, para luego, quizá...ser asesinado por Rem. Las cámaras seguramente siguen grabando, así que después podrían revisar y verían mi confesión. No me gusta mentirle a mi amado, pero...tengo que hacerlo.
-No, no lo soy. Pero soy algo mucho mejor para tí...-Le digo, para luego darle un beso no tan apasionado como el suyo.-.
-G-Gracias...-Me dice luego de que nos separamos. Y dejamos de hacernos caricias y cosas para dormir. L duerme un rato, en su típica posición normalmente, pero ahora durmió como si fuera un joven normal y tranquilo, arropado y calentito. Yo intento dormirme, sin mucho éxito. Sonrío, aunque en el interior estoy triste porque mañana será el último día de Ryuga, Ryuuzaki o L.
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Me despierto junto a Ryuuzaki, sin dar aliento de preocupación. Por las dos primeras horas en las que estamos despiertos, hablamos tranquilamente, como típicos amigos de secundaria, solo que con la diferencia de ser grandes némesis en batalla. Lamento que esto pasara. Pero, L, para tu mala suerte, yo soy Kira y tú eres un obstáculo en el camino de ese alter ego mío, así que...te debo eliminar. Te diría adiós ahora, pero eso me delataría. Ningún movimiento imprudente...están grabando.Le beso y él me regala un abrazo, con todo el cariño que ha sentido hacia mí, su único amigo en sus veinti-algo años de vida.
Después nos levantamos y vestimos -bueno, solo yo ya que Ryuga nunca se cambiaría de ropa.-Vamos al cuartel, donde ya están todos.
-¿Por qué os tardabáis tanto?-Pregunta Soichiro, mi padre. ¿En verdad no han visto todo?-.
-Por nada, eso no es lo importante...¡Watari, mis dulces!-Dice L, gritando al final. El viejo viene con un gourmet de dulces y sonrío. Me pregunto como Ryuuzaki no es diabético con todo el azúcar que come.
Pasan unas horas bastante tranquilas, donde nos hacemos caricias y cariños bastante prudentes para que los demás investigadores no nos noten.
Luego, voy a otro lado un rato. Ya me han desposado de Ryuga, y es un alivio porque así no lo debo seguir todo el rato. Cuando vuelvo, me doy cuenta de que no está en su asiento, sentado como de costumbre. Paso cerca de mi padre, que intenta comunicarse con Rem sin mucho resultado. Finalmente, veo a L en un gran balcón del edificio. Está lloviendo torrencialmente, y él ni se inmuta por lo empapado que está. Le grito:
-¡¿QUÉ HACES ALLÍ PARADO?!-.
Ryuga me muestra con señas que no me escucha. Lo repito varias veces y pasa lo mismo, entonces me acerco a él aunque me empapo totalmente. Le sonrío y le pregunto de nuevo, aunque en un tono más bajo. Él responde:
-Nada, solo escuchando las campanas.., las campanas de mi final. Sé que moriré en un rato.-.
-¿Escuchas campanas?-.
-Sí...¿Problemas?-.
-No, es otra parte que me encanta de ti por enigmática que sea.-.
Otro beso. Luego, L se aleja. Le traigo toallas y le seco la cabeza un poco. Mientras, él me seca los pies. Una caricia muy tierna de su parte.
Un rato después, Watari muere y borró todos los archivos antes de caer tendido por el infarto. Ryuuzaki piensa un momento y dice, con algo de desesperación:
-¿Y la Shinigami? ¡Todos, busquen a la Shiniga-!-No...¡Ahora no! R-Ryuuzaki...es-está muriendo.-.
Antes de que terminara la frase, L cae rendido en el suelo, aún con sus ojos que nunca parpadeaban aún abiertos. Yo me tiro encima de él, muy asustado y tragándome las lágrimas. Perdí a un compañero, perdí a un amigo, perdi al mejor detective del mundo.., solo porque...Yo soy Kira.
Mientras el muere, va cerrando lentamente los ojos. Y para regalarle algo en su lecho de muerte, fúnebremente sonrío. De manera macabra, le muestro una sonrisa que soy el asesino de criminales que mata con la Death Note, Kira. El amante de L, y su profundo némesis.
Esto te lo dedico, L. Ojalá pocos lo lean. Y termino con esto: Querido némesis, yo nunca te olvidaré.