- Podrías…
Su voz estaba nerviosa. Habría sido fantástico no demostrar lo nervioso que estaba. Pero la cercanía solo lo hacía sentir más inseguro de lo que normalmente era. Sus ojos lo miraban queriéndolo intimidar. Como si intentara buscar algo en ellos. Eran tan oscuros que kibum podía verse reflejados en ellos, se veía tan pequeño e insignificante que le daba miedo que de verdad esa fuera la verdad después de todo
- ¿Podrías dejarme en paz?
Dijo finalmente lo más seguro que pudo, pero eso no le importo a Jonghyun que incluso se había acercado más a su rostro. Rosando la nariz la mejilla propia, sin perder el contacto visual.
-Hhumm… - Jonghyun estaba más que divertido con la situación. Por fin el arrogante modelito, podía verse un poco menos arrogante de lo que había sido hasta ahora. – no, realmente no creo que eso pase
Su sonrisa se volvió mucho más amplia cuando vio el ceño de kibum arrugarse por completo. Durante el tiempo que habían tenido que compartir en el hospital Jonghyun había visto ese ceño arrugado más veces de las que había podido contar en toda su vida, pero se sentía bien el provocarlo. Casi irresistible
-Ahh... – kibum dejo salir un grito de frustración. Desde que llevaba dos días en el hospital y Jonghyun había resultado ser su médico las cosas parecían ir de mal en peor. Si no hubiese sido por que se obsesiono tanto con su trabajo de modelo que el tiempo apenas le daba para beber un poco de agua, no se habría desmayado en plena sesión de fotos y su odioso jefe no lo habría derivado al hospital para una revisión, donde termino internado hasta que se recuperara.
Odiaba estar en ese hospital con enfermeras pidiéndole autógrafos, queriéndose sacar fotos con él, o simplemente diciéndole lo guapo que era… kibum solo quería ir a su casa y dormir hasta que se hartara de hacerlo. Pero al contrario de la tranquilidad de su casa donde nadie lo interrumpía… excepto quizás cierto vecino…. Ahora tenía que soportar a su médico diariamente
- ¡Está bien! – kibum agarro de mala gana la cuchara y llevo bocados de comida a su boca tan rápidamente que cualquiera se hubiese ahogado – ashí edsta biem?
Jonghyun asintió con una sonrisa de satisfacción al ver a kibum hablar con la boca lleva de comida. Comida que el sabia no era precisamente la mejor que hubiese probado… pero estaba comiendo… De mala gana, furioso, con ganas de matarlo… pero comiendo de todos modos
Unos toques en la puerta, kibum se limpió la boca como pudo con ña servilleta. Jonghyun dio un “adelante” y la persona entro en la habitación.
- Buenos días – su ropa perfectamente arreglada e impecablemente planchada. Sobre su muñeca había un reloj caro y su cabello estaba peinado con todo el estilo posible. Kibum bufo en cuanto lo vio llegar.
- ¿Qué haces aquí? – kibum no se guardó el tono de molestia y mucho menos la cara de desagrado al ver a su jefe llegar.
- Creo que ya estás de buen humor – respondió sarcástico y sonriente – eso es bueno
Jonghyun aclaro su garganta mientras el hombre por fin le dirigía una mirada.
- Oh... Jonghyun que agrado verte
- Lo mismo digo
Kibum arqueo una ceja al ver como se trataban. Jonghyun se acercó y abrazo a su jefe de manera tan...horrible.
- Deberías venir a verme más seguido – Jonghyun le miro casi ofendido, si no fuese por la sonrisa traviesa que se le escapó
- Tengo demasiado trabajo… bien que podrías ir a verme tú
- Eres un ingrato, hermanito, mio
Kibum ya estaba desesperado. Repentinamente se sentía incómodo de estar en ese lugar, como si sobrara. Y no le interesaba saber qué tipo de relación de hermanos había entre esos dos… claro que no… por un momento pensó que eran casi incestuosos.
Buscó con la mirada sus zapatillas de descanso y sus ojos se iluminaron cuando las encontró. Levanto las sabanas y se dispuso a salir de esa habitación que de un momento a otro se transformó en un ambiente lleno de corazones repartidos por los otros dos. Kibum tenía ganas de vomitar con aquella escena.
Lentamente camino hasta el baño pero cuando intento cerrar la puerta fue detenido por una mano fuerte. Suspiro terriblemente frustrado y con ganas de lloriquear y hacer una rabieta. Jonghyun lo miraba serio y recargado sobre la puerta. Desde que llego el medico no se separaba de él y no le dejaba hacer nada solo. Parecía un perro guardián.
- ¡Solo quiero orinar! – grito furioso al ver que Jonghyun parecía cómodo en su posición. ¿Estaba esperando que orinara con el ahí? ¿Viéndolo? – ¿puedes al menos dejarme solo para eso?
- De hecho, no puedo hacerlo… - dijo encogiéndose de hombros – eres un paciente complicado
Kibum resoplo y se devolvió pasando por un lado de Jonghyun empujándolo en el trayecto. Se detuvo frente a la horrible cama y observo la mirada divertida de su jefe que aún se encontraba presente
- Kibum siempre ha sido complicado – su estúpida sonrisa le hacía sentir enfermo
- Lo he notado – dijo Jonghyun. Su voz era tranquila y a kibum le molestaba que siempre fuese así con él. Como si en realidad le agradara, como su fuese un amigo comprensivo porque a veces esos ojos eran tan cálidos... que los odiaba
- Ya estoy bien, por qué rayos no me puedo largar de una maldita vez? – se sentó frustrado en la camilla, mirando con un odio profundo a ambos hombres delante de él.
- Deja de quejarte… no eres tú el que ha tenido que lidiar con la cancelación del contrato de todos modos – el hombre parecía serio cuando lo dijo. Kibum maldijo lo suficientemente alto para que todos escucharan. No había sido su culpa que su cuerpo se malgastara tanto, el ni siquiera había notado que había dejado de comer hasta que se desmayó. Amaba su trabajo como a nada en el mundo y por eso mismo a veces se concentraba tanto en dar lo mejor de él que no media las consecuencias.
- Hey tu – dijo el rubio dirigiéndose a Jonghyun, se había negado a llamarlo por su nombre – ¿podrías darme el alta médica?
- Lo hare cuando estés completamente recuperado
- Estoy bien – aseguró, con esa mirada de total convencimiento capaz de hacer reaccionar el corazón del médico sin que se diera cuenta.
Jonghyun suspiro cansado. El rubio lo único que hacía era quejarse por cada mínimo detalle. Que si la comida no tenía sal… que si las enfermeras lo acosaban, que si hacía mucho frio… pero ahora el medico podía ver en su rostro u semblante serio. Determinado. Porque nada era más serio para Kim kibum que su trabajo.
- Yunho… será mejor que te vayas… la hora de visita ya termino
- Ah… eres tan serio Jonghyun – Yunho se quejó pero en realidad no tenía intenciones de quedarse mucho tiempo más, él solo quería fastidiar a kibum, casi dos días desde que habían peleado y ya sentía que lo necesitaba de algún modo – espero que vayas a trabajar pronto kibum… por que no te pagare por estos días de vago aquí en el hospital – el rubio ni siquiera respondió
Yunho cerró la puerta dejando a kibum y Jonghyun en la habitación. Kibum miro de mala gana al moreno mientras este se devolvía hasta donde estaba él.
- Bien ahora… donde estábamos? – Jonghyun sonrió mostrando sus perfectos dientes blancos. – Oh... claro, tu comida, debes terminarla.
Kibum estaba totalmente frustrado, aún tenía ganas de orinar pero ni muerto iría al baño si el otro estaba presente.
Donde está el paciente? – Jonghyun hizo su ronda diaria en el hospital. Había llegado más temprano para poder llegar a tiempo a revisar que el rubio hubiese desayunado correctamente, solo que al entrar en su habitación este no estaba. La enfermera que lo acompañaba se acomodó los lentes que llevaba puestos
- Oh... el señor kibum? – dijo ella con una sonrisa que a Jonghyun le parecía más amplia de lo normal. – él se fue esta mañana
- ¿Cómo? – Jonghyun abrió los ojos enormes mientras la enfermera le miraba como si nada hubiese pasado – yo no recuerdo haber autorizado su salida del hospital
La mujer sin embargo se encogió de hombros mientras su voz era algo más feliz de lo normal
- Lo sé doctor… pero el joven inssitió mucho y pues bueno… se marchó esta mañana temprano con órdenes de guardar reposo, no pudimos retenerlo, es bastante persuasivo, sabe?
Jonghyun la miro enojado, ella se sorprendió pues semejante cara en él no era normal. Estaba seguro que nunca antes se había pesto tan molesto por algo. Así que opto por entregarle la ficha de su paciente y salir de la habitación antes de que el moreno le dijese algo que de seguro no sería nada agradable
Kibum estaba relajado en su casa. Había preparado su baño e burbujas especialmente para olvidarse de la incómoda ducha que había tenido que darse en el hospital. Había notado que su cuerpo estaba un poco mejor que antes. Al menos sus huesos no se marcaban tanto como antes, y todo porque el idiota del médico lo había obligado a comer.
- Idiota… - kibum negó con su cabeza repetidas veces al darse cuanta que desde que había salido del hospital no había hecho más que maldecir en su nombre por todo lo que lo había hecho pasar aquellos días. – piensa positivo… flores… ropa… desfile…
Su sonrisa volvió en su rostro al pensar que pronto volvería a su trabajo y que haría lo mejor posible para dejar con la boca abierta a su estúpido jefe… a ver si de una vez por todas lo dejaba en paz.
El timbre de su casa sonó repetidas veces y kibum camino a paso lento, con total calma hacia la puerta, incluso iba cantando una canción. Nada lo iba a estresar, y si la persona que tocaba el timbre se quería ir… pues que se fuese… él no iba a correr para abrirle a nadie.
Su cara furiosa estaba del otro lado de la puerta. Kibum se quedó sin entender que estaba pasando. Inclino su cabeza hacia un costado… entrecerró los ojos y arrugo lo más posible sus cejas. Sonrió al pensar que de pronto se había vuelto loco y cerró la puerta dándole un portazo en la cara al moreno. Kibum sonrió y negó con la cabeza para intentar volver a su habitación y dormir… eso era… aún no estaba completamente despierto.
Pero el timbre sonó insistentemente… llegando a ser desesperado. Kibum ahora si puso mala cara y volvió a abrir. Para encontrarse nuevamente con el moreno que ahora se acariciaba la nariz por el portazo que había recibido minutos atrás.
- ¿Cuál es tu problema? – Jonghyun se quejó mientras su cara expresaba dolor. – vas a quedarte parado sin decir nada?
-que… - kibum no se tomó la molesta a de preguntarle si estaba bien… no, a él no le importaba eso en lo más mínimo... el solo quería saber una cosa – ¿Qué carajos haces tú aquí?
El moreno rodo los ojos y sin pedir permiso entro en la casa del rubio ganándose un insulto de su parte
- Pensé que Yunho solo exageraba cuando se quejaba de ti… pero parece que él incluso fue amable en describirte
Kibum ahora si estaba más que enojado. Odiaba a su jefe... Odiaba que hablara a sus espaldas y sobre todo que ahora además lo hiciera con él… con Jonghyun.
- ¿Por qué diablos estas aquí? – kibum exigió aún sin cerrar la puerta, quería que Jonghyun se fuera de su casa, él no lo había invitado, no se lo esperaba, el solo quería dormir el resto de su día libre y poder y a trabajar mañana ya repuesto, no quería que ver a cierto médico que no lo dejaba en paz ni por un minuto
Pero el moreno ni siquiera intentó responderle, el solo caminó hasta el interior de la casa observándola con atención, viendo la decoración... las fotos del rubio por todo el lugar, algunas de sus desfiles más famosos… y otros simples donde aparecía el con algún amigo o amiga. Kibum tuvo que cerrar la puerta y seguirlo porque él no pensó que el medico hiciese eso. Pero se encontró con un Jonghyun revisando todos los estantes de su cocina… y el refrigerados. Saco algunos yogurt vencidos y se los puso frente a la cara
- ¿No has comido ésto cierto? – kibum abrió la boca para reclamarle lo que hacía pero Jonghyun estaba lo suficientemente molesto como para que pudiese pensar en una respuesta. – ¿No lo puedo creer!
Kibum iba a reclamarle aún más cuando Jonghyun lo jalo del brazo dirigiéndose hasta la puerta de entrada.
- ¿Qué haces? – Kibum intentaba soltarse de su agarre pero solo era en vano. Jonghyun estaba decidido a hacer algo y lo haría. Sin importarle la rabieta que hacia el rubio, negándose a caminar, intentando soltarse de la mano, o simplemente gritándole insultos.
Kibum m miraba a Jonghyun sentado frente a él mientras hablaba con una de las camareras. Ahora su sonrisa si era linda no es cierto? Kibum soplo molesto por la actitud del otro. Aunque también estaba molesto con el mismo… que hacían ambos en un restaurant para empezar?
- ¿Tu no sonríes nunca?
Kibum lo miro como si le fuese a clavar un tenedor en el pecho en cualquier minuto. Pero Jonghyun solo reía… se reía de él?
Iba a levantarse y salir del lugar cuando Jonghyun lo miro serio y le detuvo del brazo
-no saldrás de aquí hasta que hayas comido
La mesera dispuso los platos que Jonghyun tuvo que pedir por ambos. Se quedó de brazos cruzados viéndolo fijamente, sus ojos pasaban desde su cara a su plato mientras su semblante serio no quería desaparecer
- Come – si sudas esa fue una orden y kibum se iba a negar a hacerlo. Quien se creía que era? El ya no estaba en el hospital para que lo tratara de esa forma – no lo voy a repetir Kim kibum… come
- ¿Estas amenazándome? - levanto una ceja. El ambiente podía cortarse con un cuchillo. Ambos intentaban no dejarse vencer por el otro y era bastante difícil hacerlo
- Es una advertencia – respondió Jonghyun muy seguro de sí mismo – ¿Quieres que te obligue a hacerlo?
- ¿Por qué lo harías? Ni siquiera entiendo por qué actúas así… no estás haciéndome ningún favor sabes?
Arrogante. Kibum no dejaba de ser así por mucho que le costara. Si le gustaba bien y si no… pues que se joda.
- ¿ah, no? Te recuerdo quien fue el que llego al hospital con signos de anorexia?
Kibum abrió los ojos y sus mejillas se enrojecieron
- ¡Eso no es así! – grito sin importarle lo que todo el mundo de él pensara. Ya había escuchado los rumores que se esparcían entorno a su hospitalización y había decidido no tomarlos en cuenta. Pero le afectaba más de lo que pensaba porque él no era capaz de hacer eso contra su cuerpo.
- Puede que no sea de la forma en que todos crean… pero si incluso fue por un descuido el resultado es el mismo
Kibum entendía que Jonghyun tenía razón… y lo odiaba un poco más por eso.
- Come – ahora su voz ya no era autoritaria sino más bien de súplica. Jonghyun acerco su plato un poco más con la clara intención de darle de comer como un niño a lo que kibum se sonrojo y le quito la cuchara para empezar a comer por sí mismo.
Iban caminando por el parque ya de camino a la casa del rubio. Jonghyun no había dicho nada de camino y kibum tampoco quiso romper el silencio. Había terminado por comer hasta que su estómago se sentía a reventar en cualquier momento. Jonghyun tenía la sonrisa pegada en la cara y parecía que le irritaba de solo verlo así. Como si comer hubiese sido la gran cosa. Él tenía planeado comer algo de todos modos
Miraba de reojo al moreno que caminaba a su lado. Porque era así? Por qué tenía que irrumpir en su vida y preocuparse si comía o no? Esas no eran atribuciones normales de un médico… su trabajo como doctor había terminado cuando el salió del hospital. No?
- Cómo… – kibum se atrevió a hablar porque ya no soportaba la incomodidad. Sin mencionar que tenía curiosidad – ¿Cómo supiste donde vivo?
Jonghyun adelanto unos pasos y se puso frente a él, caminando en reversa. Mirándole serio – Vi tu ficha clínica, ahí aparece tu dirección
Respondió con simpleza. Kibum caminaba y a cada paso que daba Jonghyun iba delante de él mirándolo. Se sentía extraño verlo, sentirlo cerca de alguna manera le inquietaba mucho. Se fijó en su ropa y en que el parecía de todo menos un médico. Su ropa era lo más informal que hubiese visto antes. Nadie podía vestirse así, pero aun y con esa ropa simple él se veía bien. Quizás demasiado bien. Podía notar como estaba marcado… no era un simple chico. Debía hacer ejercicio y cuidarse bastante. Su cara tampoco estaba mal. No tenía barba ni nada. Era una piel fresca y bonita. Kibum maldijo por estar fijándose a estas alturas de lo bien que se veía. Quizás por el tiempo en que el solo pensaba en salir del hospital no podía notarlo pero ahora sí que lo hacia
- De cualquier forma… no lo vuelvas a hacer – kibum aparto la mirada para poder decirlo
- ¿Comerás bien? – Jonghyun se detuvo y kibum al haber mirado para otro lado no lo notó. Choco de frente con él, quedando cerca… a centímetros… levanto la mirada encontrándose con los ojos profundos y oscuros del moreno.
Jonghyun pudo notar el leve sonrojo en sus mejillas. Hacían un contraste bonito con su blanca piel.
- Puedo cuidar de mí mismo – kibum dijo y se arrepintió de inmediato cuando Jonghyun entrecerró los ojos acercándose más a él. Como si fuese un detective que intentaba descubrir su gran mentira y es que de todas las cosas del mundo kibum sabía que no podía cuidar de sí mismo.
-Entonces está muy bien – sintió el aliento de Jonghyun chocar con su boca. Tan cerca… un escalofrió recorrió su cuerpo de pies a cabeza, mandando su mente a otro mundo muy lejos para poder asimilar lo que estaba pasando – Si puedes hacerlo no tendré de que preocuparme
Kibum abrió sus ojos. No esperaba que se lo creyera tan fácil… es decir… el había luchado días para que comiera y ahora… estaba conforme con eso? . Decepcionado era quizás la palabra que él hubiese usado para definir como se sentía… pero… que más podía kibum esperar de él? Quizás solo hacia su trabajo… quizás era porque kibum había dejado el hospital antes de tiempo y solo quería asegurarse de que su paciente no tuviera complicaciones…
Trago saliva cuando Jonghyun dejo un beso en su mejilla sin previo aviso y se alejó. Observo como el moreno no sonreía pero al contrario su mirada era de relajación, como si se hubiese quitado un peso de encima. Jonghyun movió su mano en señal de despedida y kibum estuvo a punto de decir algo… pero lo olvido en un segundo cuando el moreno se dio la vuelta y se alejó de él.
Su cuerpo caminaba lejos… Cada vez más lejos hasta que finalmente ya no pudo distinguirlo de entre el resto de las personas…
Llevo su mano hasta su cara, su mejilla estaba ardiendo y podía sentir claramente la humedad de aquellos labios que le habían besado aquella parte de piel.
Kibum soltó aire que sus pulmones se habían negado a soltar antes de que se diera cuenta que Jonghyun lo había dejado en estado de trance y que se encontraba en medio del parque, parado como un tonto sin mover nada más que su mano alrededor de su mejilla suavemente sin querer borrar la sensación