Pensamiento de Levi
Ciertamente no sé cómo llegué a esta situación por demás es muy molesta... Murmuré mal humorado al ver como todos cantaban felizmente la canción de cumpleaños sintiendo como un gorro triangular de cumpleaños colorido era colocado en mi cabeza.
-Quita esa cara... Gritó en medio del canto una voz pero su tono era burlón, sabían muy bien como odiaba que festejaran mi cumpleaños pero no tenía más opción que seguirles la corriente así se irían más rápido después de todo era navidad aun a pesar de eso se habían dado el tiempo de celebrarlo aunque sospecho que es solo para molestarme. Terminan de cantar, comienzan a partir el pastel estos odiosos compañeros de trabajo, comiendo el postre conversan todos amenamente sin embargo no puedo evitar sentirme... triste ¿triste?... ¿Por qué debería estar triste? me enojé ante esa idea conmigo mismo.
-Levi... ya sabemos que lo extrañas pero no deberías hacerlo notar de esa manera, me dice Petra con una sonrisa todos igual que ella sonríen con complicidad pero a la vez atemorizados no saben con quien se están metiendo, saben muy bien que no tengo humor para bromas y más para ese tipo de bromas, les lanzo a todos una mirada amenazadora notó que todos desvían la mirada, fingiendo ignorarme.
-No lo molesten, no lo pongamos de más mal humor al amargado cumpleañero, por cierto Levi debo retirarme debo visitar a alguien... Dijo Erwin con una sonrisa traviesa, se notaba que estaba ansioso por irse y cumplir su compromiso lo que todos notaron.
-Erwin... ve rápido... rápido... rápido... exclamaba burlonamente Auruo ante la risa de todos. Erwin le dio un leve empujón haciendo que se mordiera la lengua.
-Dejen de fastidiar, Feliz navidad a todos y Levi sé que es tu cumpleaños pero no olvides que el lunes debes presentar el informe general de la empresa. Decía el que es mi supervisor pero a la vez amigo de muchos años, mientras se dirigía a la puerta para salir yo solo hice una mueca pues recordé que aun tenia incompleto ese informe.
-Por cierto... me dijo el muy seriamente mientras todos a la expectativa estaban atentos a escuchar lo que iba a decir pero a la vez giraba la perilla para salir.
-Por cierto no te preocupes Eren llegara pronto... chao... Exclamó con una sonrisa pero de inmediato salió corriendo mi ceja no dejaba de temblar eso era muy molesto, que me molestaran con mi nuevo compañero de trabajo apenas llevaba dos meses ahí y él era unos años menor que yo, pero los más cercanos a nosotros nos molestaban como si tuviéramos una relación o algo así, era muy incómoda esa situación. Sentí que todos trataban de controlar la risa... enseguida los miré.
-Bueno... es hora de irnos... Advirtió Petra con una pequeña sonrisa nerviosa, a lo que todos asintieron con la cabeza, despidiéndose amablemente sabía que controlaban su risa, una vez que salieron escuché sus carcajadas fuera del apartamento.
-Malditos... Murmuré al escuchar sus mofas de afuera, mi equipo de trabajo el cual yo dirigía era con quien más confianza tengo, creo que por esa razón me molestaban, generalmente no me llevaba bien con nadie de la empresa más que con ellos, claro había alguien más con quien congeniaba de forma extraña, comencé a recoger el tiradero que habían dejado mis “Amigos”, tomando mi escoba, trapeador y desinfectantes limpiaba todo, por lo menos así pasaría el tiempo. De pronto escuché la puerta sonar mi corazón aceleró su latir de forma extraña pensando en la persona que estaría del otro lado, ya que Eren el novato de la compañía estaba en otro equipo pero al parecer mi equipo también lo había invitado, pero él no había confirmado su asistencia según me dijeron. Ese joven tenía toda mi atención desde el momento mismo en que llegó, a pesar de ser un novato su determinación y ganas de superación eran admirables, solo lo veía a lo lejos hacer su trabajo en su escritorio, no sé el motivo por el cual él siempre se acercaba a mí a pedirme consejos o ayuda a pesar de no ser del mismo equipo, pero amablemente le prestaba mi ayuda, de allí que surgieron las odiosas insinuaciones de todos lo peor era que Eren lo confirmaba más pues sus sonrojos y nerviosismo al estar cerca de mi eran un tanto evidente, pero creo que me terminó gustando su rostro sonrojado y esa expresión extraña cuando me tiene cerca. Nuevamente tocan la puerta y me sacan de mis pensamientos, pensando en él había olvidado la puerta.
-Ya voy… Hablo malhumorado pero me siento ansioso por saber quién está detrás de la puerta trato de arreglarme mientras camino hacia la puerta abriéndola me encuentro con dos personas una tiene una enorme sonrisa la otra persona tiene la cabeza agachada mirando al piso parece avergonzado.
-Feliz cumpleaños Levi… Exclama entusiasmada una mujer de lentes mientras me da un pequeño obsequio. Pero mi vista no se aparta del joven que esta junto a ella.
-Gracias… Respondo con un murmullo.
-Eren… saluda y felicita a Levi… Decía ella codeando a Eren que nervioso jugaba entre sus manos con el pequeño obsequio que me traía.
-Buenas noches… Fe… liz cumpleaños… Dijo con dificultad no podría ser menos obvio en demostrar que le gusto.
-Hola Eren… gracias… Respondí tratando de contener la emoción que me provocaba tenerlo cerca, creo que eso lo notó la odiosa Hanji pues su sonrisa se ensanchó un poco más al vernos en la incómoda situación.
-Hey Levi… creo que deberíamos pasar ¿no lo crees? Me dijo ella mientras me empujaba para entrar, Eren y yo no dejábamos de vernos, la atracción era muy fuerte entre ambos y lo sabíamos solo que ninguno se disponía a dar un paso más allá.
-Esto es para usted espero le agrade, Dijo Eren mientras me entregaba su obsequio y caminábamos juntos dentro de mi apartamento.
-Si espero te guste, tardamos horas en comprarlo, Eren no se decidía que comprarte… exclamaba con una sonrisa traviesa la mujer a lo que Eren se sonrojo aún más.
-No diga eso… Habló avergonzado Eren yo fingía mi fascinación pues verlo avergonzado era un deleite para mis ojos, en mi vida no había conocido un ser tan hermoso como él, claro que nunca lo diría.
-no debías afanarte tanto, cualquier cosa que me hubieras dado hubiera estado bien… Dije casi sin pensar, Hanji se echó a reír fuertemente y Eren solo se sonrojó aún más si era posible.
-Eso fue muy romántico… Decía entre risas esa inoportuna mujer, Eren estaba muy incómodo se le notaba
-No comiences…Que no te molesten sus insinuaciones Eren, ¿Quieren pastel? Hable con molestia a la vez que con una mano roce el hombro de él para tranquilizarlo pero al parecer solo se intimidó aún más, ¿Quién me manda a enamorarme de un mocoso que no puede asimilar situaciones así? Me recriminaba a mí mismo en mi mente. Con disimulo serví el pastel, Hanji no dejaba de hablar sobre el trabajo y unos nuevos proyectos que tenía, Eren sentado frente a mi comía callado su pastel, y yo no podía dejar de verlo ese era mi mejor regalo del día. De repente un teléfono sonó.
-Es el mío… Alo, ¿ahhh? Enseguida voy… Exclamaba algo alterada Hanji lo que hizo que nos preocupara a Eren y a mí.
-Lo siento… debo irme… Dijo de inmediato ella guardando su teléfono en su cartera.
-Yo también… Exclamó Eren un poco ansioso.
-No Eren, es algo muy importante tu quédate prometo que volveré en una media hora… Hablaba Hanji mientras rápidamente se dirigía a la puerta y Eren cual perrito la seguía,
-Ya regreso… Te encargo a Eren… Dijo ella saliendo de prisa Eren parecía nervioso y no se daba vuelta se quedó viendo la puerta cerrada.
-No te preocupes no te hare nada malo… Dije algo desanimado no sabía si Eren ahora me amaba o temía.
-Si… Decía Eren que se acercaba a donde estuvo sentado antes, continuo comiendo su pastel, cuando la corriente eléctrica se fue dejando todo en completa oscuridad, rápidamente sacamos nuestros celulares para alumbrar un poco.
-Tendremos que esperar a que regrese ayer también quedé a oscuras por unos minuto. Hablaba cuando sentí que alguien se sentaba a mi lado.
-Señor, tengo algo que mostrarle… dijo con voz suave Eren eso me hizo emocionar y mi mente comenzó a imaginarse situaciones extrañas y a la vez sensuales.
-Dime… Conteste seriamente sintiendo su cercanía
-Miré este grafico ¿deberé incluirlo en el nuevo proyecto? Explicaba mientras me enseñaba un gráfico en su celular en medio de la oscuridad, un poco decepcionado solo asentí con la cabeza sin importarme ese proyecto. El silencio inundaba la sala fue cuando nuestras miradas chocaron alumbradas levemente por la luz del celular, sin saber por qué nuestros rostros se iban acercando de a poco cuando nuestros alientos podían mezclarse de la cercanía en que estábamos.
-Disculpe mi atrevimiento… mi señor… pero… usted me gusta mucho… sería muy presuntuoso hasta decir que me he enamorado de usted. Dijo Eren con timidez pero con sinceridad, mientras su mirada no se apartaba de la mía, y su aliento chocaba contra mis labios.
-Eren… yo… No termine de decir lo que quería por cuestión de orgullo pero le confirmé mis sentimientos a través de un dulce beso que regalé en sus labios y lo abrace con todas mis fuerzas sintiendo la calidez de nuestros cuerpos que reaccionaban al contacto tan cercano que nos dábamos, pasaron los minutos ese beso era más profundo y cada roce me hacía convencerme que aquellos labios eran los que besaría y esa piel que rozaban con la mía era la que quería palpar el resto de mi vida, en medio de ese cálido abrazo seguíamos con ese beso que tanto habíamos ansiado no había una navidad más perfecta que esa sin duda alguna sería un cumpleaños que no olvidaría jamás. ¿Quién creería que este 25 de diciembre día que detesté casi toda mi vida ahora Eren me haría amarlo?
- Maldito mocoso… susurré en su oído el solo sonrió y seguimos en nuestra dulce entrega.
Fin del pensamiento de Levi
En una oficina del centro de la ciudad dos escritorios estaban vacíos mientras los demás retomaban su trabajo, pero un grupo estaba por demás felices.
Todo funcionó según lo planeado… Gritaban Erwin, Petra, Auruo, Erd, Gunter y la más animada de todos Hanji quien había hecho la jugada final, en medio de sonrisas juntaban sus botellas de gaseosas a manera de brindis. Mientras en un apartamento a unas calles de ahí acurrucados abrazados en medio de las sabanas de una modesta cama estaban dormidos un pelinegro y un castaño con una pequeña sonrisa en sus durmientes rostros en esa fría mañana de diciembre donde el sol irradiaba tenuemente a través de la ventana.