Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Run away from reality por Neko_Yami

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola a todos los que leen esto n.n Yo soy más conocida por escribir en la sección de originales, pero esta pareja siempre la he amado, fue por eso que me animé a hacer este pequeño one shot sobre estos dos. Es la primera vez que escribo slash, así que espero sea de su agrado.

Notas del capitulo:

La idea de este one shot me surgió cuando leí esta entrevista:

http://hopeatuuli.tumblr.com/post/36991092070/yoshiki-last-year-toshi-suddenly-made-a-phone

Así que si gustan, pueden darle un vistazo para que les sea más fácil entenderlo.

Esto se supone ocurrió después del funeral de hide y antes del reencuentro de X Japan en el 2007.

Aunque ya había colgado el teléfono minutos atrás, me era imposible despegar mi vista de él, repasando en mi cabeza una y otra vez la conversación que acababa de tener.

¿Por qué me llamaste? ¿Por qué me buscaste? Repentinamente apareciste de nuevo en mi vida después de ocho años, yo creí que nuestros lazos se habían roto después de ése concierto que aún me costaba recordar sin sentirme molesto y profundamente dolido.

Sin embargo, era la realidad, “ése” Toshi era el que me acababa de llamar, dejando mi cabeza echa un caos, y con un sentimiento de calidez pero al mismo tiempo de desolación agolpándose en mi corazón.

Siempre había sido así, tu simple voz era más que suficiente para poner mi mundo de cabeza, me era increíble pensar que aún después de todos estos años, siguieras teniendo éste efecto en mí.

Lo que te dije minutos atrás ahora me parecía un sueño lejano, pues fue tanta mi sorpresa al escuchar tu voz de nuevo que te contesté a todo mecánicamente, debatiéndome entre la realidad y la ficción.

Pero la realidad finalmente le ganó a la ficción, y fue ésta la que me obligó a despertar, y ser Yoshiki Hayashi de nuevo. El Yoshiki que ahora vivía en LA y era un compositor que se estaba ganando un lugar en Hollywood, no el baterista/pianista de X Japan que tú habías conocido, y había crecido junto contigo. Yo era una persona diferente, y podía estar más que seguro que tú también lo eras.

Recordando que quedamos de vernos de nuevo en mi próxima visita a Japón, no podía tener ni la más mínima idea de cómo éstas “nuevas personas” reaccionarían al verse cara a cara de nuevo.

 

***

El día en que nos veríamos de nuevo finalmente llegó, no tenía por qué confesarte que la noche anterior no había podido dormir a causa de la ansiedad. Siempre mencionabas preocupado lo de mi insomnio, no necesitaba que supieras que en ésta ocasión, tú habías sido el culpable.

—“Pero si sigues siendo el mismo Toshi que conozco desde el jardín de niños, de seguro después de asegurarte de que estoy bien, comenzarás a molestarme y a burlarte de mí para animarme, diciéndome algo como: ‘a las princesas no se les ven bien las ojeras´.”

Sonreí para mis adentros al recordar como siempre hacías hasta lo imposible por verme feliz, por que estuviera tranquilo y estable, aún cuando trataras de ocultarlo, de no ser tan obvio con bromas, o comentarios indirectos.

Mirando al pasado es cuando no recuerdo cómo fue que nuestra relación de amigos y compañeros de banda cambió, simplemente no puedo recordar cuando cruzamos esa línea para tener esa relación prohibida y pasional que ni yo mismo se cómo puede definirse.

Perdido en mis recuerdos, esperé a que la camioneta se estacionara. Una vez mis guardaespaldas se aseguraron de que no había peligro a los alrededores, bajé ajustándome mis lentes de sol y atravesé rápidamente el estacionamiento para entrar al discreto restaurante donde nos habíamos citado.

Siempre me reclamabas mi impuntualidad, por eso, a pesar de mis propios deseos, hice un esfuerzo por llegar diez minutos antes al restaurante para no molestarte.

—“En serio, si supieras todo lo que estoy haciendo por ti, no dejarías de burlarte de mí de aquí hasta que acabara el mundo”.

Pensé riendo en voz baja mientras me ofrecían el menú, el cual pedí de favor me lo trajeran de nuevo en unos minutos más. También les dije a todos que esperaran afuera, deseaba que nos dejaran a solas. No sabía porque, pero algo en mi interior me decía que era mejor que estuviéramos solos al momento de reencontrarnos después de tantos años.

Reflexionando de nuevo en el pasado, el vago recuerdo de cuando todo cambió entre nosotros llegó tan borroso como si estuviera rodeado de niebla.

No recordaba después de que concierto había sido, sólo podía recordar que de nuevo estaba haciendo drama en la habitación del hotel. El dolor en la espalda después del concierto me estaba matando, y aunque todos me insistían que tenía que ir a ver a un doctor, yo me negaba a hacerlo pues eso sólo retrasaría más nuestro itinerario, y no deseaba que los fans se vieran afectados por esto. Ellos nos seguían tan fielmente, siempre apoyándonos en las buenas y en las malas, de ninguna manera podía fallarles.

De alguna manera tú lograste entrar a mi habitación, mientras, los demás optaron por llamar a un médico para que fuera directamente al hotel a revisarme. Eso sólo me molestó más, haciendo que mi “berrinche de princesa” (como tú les decías) empeorara.

—Yoshiki ¿por qué siempre eres tan necio? —Me gritaste mientras me dedicabas una mirada de desaprobación—. No estamos hablando de cualquier cosa, tu salud está en juego.

— Eso no tiene mayor importancia. No pienso retrasar el itinerario de la gira sólo por este insignificante dolor de espalda.

Traté de sostenerte la mirada, pero me fue imposible. En ese entonces, no podía entender por qué siempre me lastimaba tanto hacerte infeliz, aunque fuera indirectamente. Tú siempre eras tan paciente y amable, muchas veces dejabas que me saliera con la mía, pero en esa ocasión pude entender que en serio estabas muy preocupado y molesto conmigo cuando me tomaste de los hombros y alzaste más tu voz.

— ¿¡Insignificante!? ¡Casi te desmayas por el dolor! No sé como hiciste para resistir todo el concierto, ni siquiera los calmantes que te dieron hace un momento te funcionaron. Si dejas que las cosas continúen así, tal vez no puedas volver a tocar nunca más.

Al escuchar tus últimas palabras, me quedé en shock por unos segundos. Yo lo sabía, podía entender que arriesgaba mucho por mi manera de tocar la batería. Todos habían intentado hacerme desistir de tocar tanto, o al menos de convencerme de que los conciertos duraran menos, pero eso no era para mí. Sólo cuando tocaba y escuchaba las voces de los fans coreando nuestras canciones podía sentirme vivo, sólo en el escenario podía dejar todo el dolor y la tristeza atrás, lo podía olvidar todo.

— ¡Eso ya lo sé, pero no me importa! —Te respondí entre gritos— ¿Qué tan difícil para ti es entender que yo vivo por la música? No me importa si a causa del dolor yo muero en el escenario tocando, moriré al menos sabiendo que entregué todo de mí, di todo lo que tenía a los fans, y a la música que tanto amo ¡Si tanto les molesta esto a todos, entonces córtenme las manos de una vez, tomen mi sangre y desparrámenla por el piso! Si a fin de cuentas, el alejarme de los escenarios sería como la muerte para mí ¿¡qué más me da quedarme sin manos y sin sangre!?

Miré como cerraste los ojos con furia y te mordiste el labio inferior con fuerza. Tu apretón en mis hombros también se volvió más fuerte, comenzaste a respirar con agitación. Todo esto me hizo verte anonadado, nunca antes vi que te comportaras así.

—… Y además de todo, eres un egoísta, siempre lo has sido. —Dijiste en voz baja, abriendo los ojos y mirando directamente a los míos. Una mirada que no he podido olvidar aún, una mirada que me hizo temblar de pies a cabeza— ¿Y si mueres, que va a pasar con todas las personas que te apreciamos? Si tú te vas Yoshiki, ¿qué va a ser de mí?

No habías hecho esas preguntas para que las respondiera, más bien, esas preguntas pienso que te las estabas haciendo a ti mismo en ese momento. Pero después de lo que hiciste era imposible contestarte, pues callaste mi ataque de histeria con un beso.

No tienes idea de cómo ese simple tacto volteó mi mundo de cabeza, y lo cambió para siempre. Tú fuiste el que empezó con esta maldición, un hechizo en tus labios que me hizo darme cuenta de lo débil que era en realidad, y de cómo siempre he dependido y necesitado de ti, y probablemente, eso sea lo que más odio de esa relación extraña y enfermiza que llevábamos.

Cuando apenas tu lengua se estaba animando a explorar la mía, volviste a ser ese mismo Toshi tímido de siempre, y como si hubieras profanado algún tesoro oculto, te alejaste rápidamente de mí, murmuraste un casi inaudible lo siento, y saliste de mi habitación, dejándome mucho más confundido que nunca antes en toda mi vida.

Sin embargo, tú con ese corto beso lograste algo que ninguna persona antes había podido hacer por mí, calmarme y hacer que el dolor se fuera, fueron sólo unos segundos, pero así fue.

Por esa razón, esa noche entré a tu habitación, y me encargué de terminar lo que ya habías empezado. Cuando comencé a acariciarte, dudaste en continuar, pero podía ver en tu mirada un destello de lujuria y éxtasis que me incitaban a querer continuar. Recuerdo que en la cama siempre me decías estas palabras:

— “No sólo en el escenario eres así, Yoshiki, en la vida real también eres un demonio disfrazado de ángel ¿Cómo es que aunque ni yo mismo soy consciente de lo que quiero, y aunque trato de resistir, siempre haces que termine deseando hasta la más pequeña parte de ti, así sean sólo insignificantes migajas?”

Así comenzamos nuestra extraña relación. No podía decir que éramos pareja, ni tampoco que éramos amantes. Tanto tú como yo seguimos con nuestras vidas de rock star, los dos salíamos con diferentes mujeres, y llegamos a tener novias, pero no podíamos dejar nuestros encuentros secretos donde me saciaba hasta el cansancio con tus besos y el calor de tu cuerpo. Sólo sabía que lo necesitaba, sólo podía entender que una parte de mí te necesitaba con locura para no perder la estabilidad. Era como si yo siempre estuviera jugando a la orilla de un peñasco y tú fueras una poderosa roca a la cual sabía que me podía aferrar siempre que temiera caer.

Ninguno de los dos pidió explicaciones sobre por qué empezamos esa relación, cuando querías hacerlo conmigo yo estaba ahí, funcionaba exactamente igual conmigo. En ese tiempo, yo atesoraba esos momentos y tu hermosa voz como nunca antes había hecho con nadie, pero ese siempre ha sido mi secreto mejor guardado.

Siendo que eso era lo que pensaba en ese entonces, cuando tú te armaste de valor, y me preguntaste “que era lo que estábamos haciendo” no pude confesártelo. En tus ojos pude ver que me amabas, te conocía a la perfección, yo siempre pude sentir lo mucho que me amabas en cada encuentro que teníamos.

Entonces ¿por qué te pedí que dejáramos de vernos, que volviéramos a ser sólo compañeros de banda? Fue tonto de mi parte huir, pero en ese entonces tuve tanto miedo que al formalizar las cosas la magia se fuera, y que todo el éxito que teníamos terminara si mezclábamos nuestros sentimientos con nuestra carrera.

Mi respuesta te devastó. Nos dimos cuenta demasiado tarde que jugamos con fuego, y los dos habíamos resultado quemados, teníamos unas grandes heridas que nos fue imposible curar, y eso lo demuestra como todo a nuestro alrededor se comenzó a desmoronar.

Desde tu repentino aviso de que te casabas, hasta tu salida de la banda. Nunca me lo confirmaste, pero yo siempre pensé que nuestra “ruptura” fue lo que te llevó a hacerlo. Y aún cuando se bien que todo fue culpa de mi cobardía, aún así me atreví a maldecirte y odiarte por llevarte con tu partida todo lo que era valioso para mí.

 Si hasta creo que llegué a culparte por lo que le pasó a hide. Para ti, estoy más que seguro que el alejarte de mí fue lo mejor que te pudo pasar.

—No importa que tanto tiempo pase, nunca vas a dejar el color rubio ¿verdad?

Escuché una voz de repente que me sacó de mis reflexiones, tu maravillosa voz, para ser preciso. Alcé la vista, y me sentí deslumbrado al ver tu sonriente rostro como hace tantos años atrás, como si nada malo hubiera pasado entre nosotros.

Lo demás es historia, y sabes bien todo lo que pasó ¿verdad? Charlamos como los viejos amigos que éramos, al parecer, el tiempo nos ayudó a sanar nuestras heridas después de todo o más bien… ¿era más fuerte nuestra necesidad por vernos de nuevo?

Quedamos de vernos de nuevo, y los dos interpretamos juntos “Without you”. Toshi, esto tampoco nunca te lo he dicho, pero si no cantas mis canciones, siempre he sentido que hay un vacío en mi interpretación que no se llena con nada.

Siempre que cantas, me es imposible para mi poder interpretar lo que piensas o sientes, pero eso es precisamente por lo que me gusta verte cantar, por todas estas sensaciones que me transmites al hacerlo. Aunque ahora que lo pienso detenidamente al escribirte esta carta, nunca he podido entenderte en lo más mínimo.

Como siempre, me extendí más de la cuenta. Debo prepararme pues en unas horas deberé ir al estudio de grabación a comenzar a preparar la canción que marcará nuestro regreso definitivamente: “I.V.” y a menos de que quiera que los demás se molesten como siempre por mi retraso, más vale que me apresure.

Esta es la tercera carta en la semana que te escribo. Mucho me temo que esta pobre carta correrá la misma suerte que sus antecesoras. La doblaré, haré trizas y la arrojaré al fuego pues soy demasiado cobarde y orgulloso como para que en realidad sepas lo que pienso y siento por ti.

Sólo quería responderte a lo que me preguntaste aquélla vez, pues ahora puedo entenderlo y puedo darte una sincera respuesta:

—“ Yoshiki ¿qué es lo que estamos haciendo?”

Toshi, lo que hemos, hacemos y seguiremos haciendo se resume en unas cuantas y sencillas letras, pero es mucho más difícil de entender y confesar que el tocar en un escenario ante todo el mundo. Amor, de eso se ha tratado siempre, ahora puedo entender que siempre te he amado.

 

FIN

Notas finales:

Muchas gracias por darle una oportunidad a este one shot. Espero que les haya gustado n.n


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).