Ellos dos
“Mañana se decidirá el futuro de mis planes, el de mi alianza con esta tripulación y el mío propio” con estos pensamientos en su mente Trafalgar Law se encontró con la noche en aquel barco pirata, perteneciente al que una vez fue su enemigo, el pirata que conoció hace dos años, el alegre joven que salvo de ser asesinado en Marine Ford, el pirata con la D en su nombre y en el cual había depositado una fe casi ciega que ignoraba si lo llevaría a la desesperación o a la realización de sus ambiciones.
Estaba observando las estrellas mientras se encargaba de vigilar a su rehén. Podía escuchar las ruidosas conversaciones que mantenían el reno y el tipo de nariz larga, los cuales no dejaban de pasearse de un lugar a otro de la cubierta completamente nerviosos por un posible ataque enemigo. Law a pesar de estar fastidiado por el constante ruido, no podía culparles pues el mismo se encontraba expectante ante la remota posibilidad de que Doflamingo pudiera encontrarles, a pesar de que la ruta que llevaban él la había comprobado como la más segura.
Faltaba poco para el amanecer.
-Solo un poco mas y lo sabré… - se repetía en vos baja
-Tal vez pueda dormir un poco – se dijo después de observar a su rehén profundamente dormido y a sus escandalosos acompañantes un poco más tranquilos. No había dormido en días y los parpados le pesaban como dos sacos de arena los cuales fueron cediendo de a poco.
-¡Hey Chopper mira! , parece que Luffy va dormido a la cocona otra vez, no puede ser, ¿Como puede estar tan tranquilo con todo lo que esta pasando? -
-Heee Luffy es increíble – respondió el renito con los ojos iluminados.
-¡Eso no es para admirarlo idiota…-
De nuevo la conversación se hiso ruidosa en toda la cubierta, pero Law no se molesto, en cuanto escucho aquel nombre supo que esa noche tampoco dormiría.
-Room – exclamo en vos baja, para después desaparecer en un instante del lugar donde estaba sentado.
La cocina del Sunny estaba a obscuras, solo la escasa luz de la luna llena que se colaba por las pequeñas ventanas redondas daba una mínima iluminación al lugar, cubriéndolo de un aspecto fantasmagórico. Sin embargo, a pesar de la penumbra el lugar no estaba tranquilo, el trasteo de platos y el sonido de la comida siendo masticada rompían con la tranquilidad. En esos momentos uno de los banquillos de la barra estaba ocupado por el pelinegro capitán de ese barco que no paraba de disfrutar su bocadillo nocturno; un gran plato con carne a la parrilla y un recipiente igualmente grande con frutas frescas eran el regalo que su nakama dejaba a su alcance cada noche, con la condición claro de tenerlo alejado del resto de los suministros. Después de consumir más de la mitad de todo, Luffy alargo su brazo para tomar una botella de vino de una de las estanterías y la coloco alado de su plato.
-¿Pasa algo Torao? – soltó de pronto.
Una risilla se dejo escuchar en el lugar.
-Así que no estás dormido como piensa tu nakama, me pregunto en cuantas cosas más eres bueno engañándolos –
Luffy apenas volteo la mirada para ver salir a Law de una esquina sombria, mas no tardo en volver a lo suyo.
-No entiendo de que hablas – le contesto con la boca llena.
Law volvió a sonreír apenas mientras se acercaba a la mesa y tomaba asiento en la silla más cercana, dejando su larga espada acomodada a su lado. Observo la espalda de Luffy atraves de los halos de luz que se introducían por las ventana y en los cuales quedaban expuestas las pequeñas partículas de polvo que flotaban en el aire – el rojo es en efecto tu color – pensó fugazmente pues fue interrumpido por la voz del moreno.
-Te pregunte si pasa algo –
Volvió a preguntar ya sintiéndose aparentemente satisfecho, pues esta vez se giro por completo y le miro expectante mientras habría sin dificultan la botella de vino y le daba un trago directo.
-Si es algo sobre el plan no quiero oír esas cosas aburridas otra vez – le dijo con una enorme sonrisa.
Trafalgar dio un suspiro cansado, algunas veces en verdad no sabía que pensar sobre el capitán con sombrero de paja. Obscureció un poco su mirada bajo su gorra y se quedo en silencio unos segundos.
-No es nada de eso Mugiwara-ya –
-Mmm, ¿entonces qué es? – pregunto cuándo se despego la botella de los labios.
-So quiero saber cómo te encuentras –
Luffy pareció no volver a entender por lo que Law alzo la vista para mirarlo directamente a los ojos.
-Me refiero a tu cuerpo, ¿tienes alguna secuela por lo de hace dos años?-
La mirada sorprendida que le dedico el moreno le hiso saber que esta vez si había entendido. El barco comenzó a moverse con fuerza en ese momento y Law se pregunto si era coincidencia o había despertado a la bestia dormida, sea como fuera las cartas ya estaban echadas.
-¿Por qué quieres saber eso? – la voz de Luffy parecía relajada y más bien confundida.
-Bueno… soy tu doctor después de todo- le respondió mientras se cruzaba de brazos.
Presto atención a las facciones de moreno, en las que poco a poco se formo una mueca desde la comisura de su labio hasta la ceja.
-Ya conociste a mi nakama, es un gran doctor así que no te preocupes por eso –
Law volvió a suspirar, apoyo las palmas de sus manos en la mesa y se puso de pie, comenzó a caminar muy despacio en dirección del moreno capitán que lo observaba impasible.
-Eso no responde a mi pregunta, y si, ya se lo excelente doctos que es Chopper-ya –
Luffy alzo un poco la mirada para no perder contacto visual con Law quien ya se encontraba parado frente a él.
-Puedes ver que estoy bien, además, si sintiera algo en mi cuerpo Chopper se encargaría – volvió a responder con voz mas firme.
La mano de Law se recargo sobre la barra mientras observaba el rostro del moreno apenas bañado por los rallos de luna, apretó un poco los nudillos y se dispuso a continuar.
-Creo que no entiendes bien pero hace dos años fui yo quien atendió todas esas heridas terribles…-
Los dedos de Law se movieron lentamente hacia el pecho de Luffy que como siempre estaba descubierto, en un toque apenas perceptible acariciaron la cicatriz que le surcaba los pectorales y alcanzaba su abdomen.
-Recuerdo bien todo, estabas como un pajarillo que cae del nido mientras sus hermanos extienden sus alas y vuelan lejos de él – una sádica sonrisa le surco el rostro, como un niño que sabe su travesura y se jacta de ella a pesar de saber que será castigado.
El sonido sordo de la botella de vino al ser colocada con rudeza en la barra no le afecto en lo mas mínimo. Su mano fue apartada con violencia de la cicatriz y de pronto se vio atravesado por la agobiante mirada obscura esta vez casi a su altura, apenas unos centímetros les separaban ya estando los dos de pie.
-No quiero escuchar mas de eso – la voz antes inocente y suave se había agravado hasta parecer la de otra persona. Sin embargo como ya lo había dicho no se echaría para atrás, seguiría con el juego hasta el final.
-He visto como la tocas de vez en cuando, como si intentaras comprobar que esta allí… que realmente eso sucedió-
-¡Basta! – los ojos de Luffy centellaron como los de un toro furioso, aquel tono simplón con el que Law se expresaba estaba enojándolo mas que las propias palabras. Alzo las manos y tomo la camisa negra de Law con fuerza mientras se acercaba unos centímetros mas a su rostro. Pero el más alto siguió sonriendo como si nada.
-Apuesto a que Zoro-ya es único que lo ha notado, después de todo no te quita la vista de encima un segundo, y siempre pone esa cara tan rara cuando lo haces, supongo que están muy unidos – comento con un tono entre sarcástico y molesto.
El moreno aflojo su agarre y soltó a su acompañante mientras suspiraba con fastidio. Se dio la vuelta dándole nuevamente la espalda a Law y trato de tranquilizarse. En esos momentos no seria bueno un escándalo.
-En verdad no te entiendo Torao –
-También he notado tus manos –
El Sunny volvió a moverse con una rudeza esta vez mas fuerte y por un momento Trafalgar sintió un frio terrorífico recorrerle la espalda
-¿Qué hay con ellas? –
Aquel tono carente de emoción le helo la sangre, pero no retrocedió, se acerco al moreno que le daba la espalda y poso sus tatuadas manos sobre los antebrazos de Luffy, acto seguido las deslizo con lentitud hacia abajo disfrutando del erizamiento en la piel del mas bajo ante el contacto helado de la suya propia, al llegar a sus manos entrelazo sus dedos con los de Luffy y volteo sus palmas hacia arriba. No hubo resistencia y Law no supo decir bien porque, tal vez tenia curiosidad por saber si realmente sabía todos sus secretos.
Allí en las palmas de Luffy había unas pequeñas manchas rojas, casi completamente invisibles ante los ojos de cualquier persona, aceptó claro para él.
-¿Cuantas veces las lavas a diario diez, veinte o mas quizá?-
Llevo una de las palmas hacia sus labios y la beso suavemente, al instante sintió un pequeño respingo que lo dejo más que satisfecho.
-Pero no importa cuántas veces las laves siguen manchadas no es así? –
El moreno no contesto, su vista había quedado fija en algún punto de la habitación. Los recuerdos en su mente le provocaron un sabor amargo en la boca que hacia bastante no tenia. Se hiso un largo silencio, a lo lejos se escuchaban los gritos de Usoop y Chopper asustados por el rudo movimiento del barco sobre las olas.
-Yo también quisiera preguntarte algo – le dijo en forma neutral
-¿Qué es?-
-¿Por qué todo esto?- pregunto ambiguamente
-¿Te refieres a la alianza?- intento aclarar Law
-No, me refiero a Marine Ford ¿Por qué apareciste allí? ¿Por qué me salvaste?-
Law estrujo con mas fuerza las manos del moreno entre las suyas y acerco su rostro hacia el negro cabello de Luffy, aspiro con fuerza su aroma disfrutando a plenitud.
-Yo mismo me hago esa pregunta… pero el hecho de que estés aquí ahora es más que suficiente –
Por las ventanas del Sunny comenzaron a colarse unos tenues rayos de sol. Estaba amaneciendo.
Luffy se zafó del agarre de Law con facilidad, se acomodo el sombrero en la cabeza y se dio la vuelta. El contacto visual con el otro pelinegro duro apenas unos segundos pues enseguida paso de él, camino hacia la puerta y se detuvo frente a ella.
-Law – lo llamo por primera vez en forma correcta, el otro lo miro expectante.
-Es verdad que antes no podía quitar la sangre de mis manos, por más que las lavaba seguían rojas y llenas de culpa… pero ahora es diferente, la cicatriz ya no me duele cuando la toco y mis manos ahora están llenas con los sueños de mis nakamas, los míos y los de ellos dos también – Luffy lanzo un puño al aire mientras sonreirá – por eso ahora son más fuertes que nunca, así que no te preocupes mas por mi-
La puerta se cerró dejando a Law solo y sosteniendo el aliento.
-Ya veo... –
-¡AH! Y otra cosa – la puerta volvió a abrirse mientras Luffy asomaba su alegre semblante.
-Tal vez algún día pueda quitártela también-
-¿Huh?- emitió Law confundido
-Esa mirada tan triste que tienes, tal vez pueda quitártela shishishi –
La puerta se cerró nuevamente y esta vez Trafalgar Law callo sentado pesadamente sobre la mesa, se llevo la mano a la frente con exprecion derrotada, sentía como el corazón le latía mas rápido que nunca.
-Después de todo tal vez si me equivoque de tripulación, la D siempre trae la tormenta no es así Luffy-ya –
Pero la mañana ya había llegado y el destino estaba escrito.
Nada había por hacer, la tormenta ya estaba sobre ellos.
FIN