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Desire por carina_mew12

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Cap VIII. Jealousy ·:Celos:·

- ah, le voy a dar una ayudadita más. Joven Motou, ya que usted obtuvo un 10 perfecto en el examen ¿le molestaría ayudar a su amigo?- el peque no supo qué decir, y es que él no había hecho tal prueba y no sabía cómo podría tomar su yami la noticia. Pero supuso que no importaba, ya que Joey era sólo un amigo. Pero no se percató de lo equivocado que estaba. 

- está bien profesor- contestó con una gran sonrisa. Tal vez si le ayudaba al ojimiel él también pudiese aprender algo.

*********************

Ya en la tarde, Yugi le dijo al rubio que era mejor que fueran a estudiar a su casa, ya que era más tranquila. El peque abrió la puerta y los dos subieron directamente a la habitación del chibi. Se sentaron en frente de su escritorio y el tricolor acercó un pilar de libros.

- bueno… [[¿y ahora qué hago??]]… creo que… la mejor forma de aprender historia es leer ^-^- le dijo sonriente el peque mientras lo miraba

- O.o? ¿¡¡¡¿ehhhh?!!! ¡¡¿¿Y voy a leer todo eso??!!- inquirió atemorizado al ver semejante cantidad de libros

- pues… creo. Así que mejor comienza, yo regreso en un momento- Yugi salió del cuarto y fue por algo de beber para los dos. Luego se acomodó al lado del rubio y tomó otro libro, también quería aprender.

Así pasaron las horas en silencio, mientras ambos trataban de que por lo menos se les pegara una fecha, un nombre, algo de lo que estaban leyendo. Joey comenzó a caer presa de la desesperación, era demasiada información como para aprenderla en tan poco tiempo.

- ¡¡¡¡¡¡KKYYYYYAAAAAAAAAAAA!!!!!! ¡¡¡NO PUEDO HACER ESTO!!!- gritó el ojimiel revolviéndose sus cabellos.

- vamos Joey, no te rindas- trató de animarlo el tricolor

- es que no puedo… son demasiados datos; ¡¿y a mí qué diablos me importa que en la primera guerra mundial haya caído una bomba en Hokkaido y Okinawa?! ¡¡Eso ya pasó!! ¡¡Nunca en la vida voy a necesitar historia!! (N/A u.u eso sí)

- eh, Joey… la bomba cayó en Hiroshima y Nagasaki y fue durante la segunda guerra mundial…

- ¿qué? No es cierto ¬¬

- que sí, mira. Aquí lo dice- el ojimiel acercó su silla y miró el libro para comprobar que era verdad, y al ver su error miró al chibi, y fue entonces que se percató de la cercanía que había entre sus rostros.

No pudo evitar sonrojarse, y es que desde hace tiempo que veía a Yugi como “más que un amigo”. Al ver al rubio, el peque se sonrojó de igual manera; el rubio se fue acercando más al peque, haciendo casi nula la distancia entre ambos. Comenzó a cerrar sus ojos lentamente, y como si se tratase de un reflejo en el espejo, Yugi hizo lo mismo. Podían sentir la respiración del otro antes de que sus labios comenzaran a rozarse sutilmente. Y de un momento a otro, el contacto se hizo más profundo, Joey estaba extasiado al probar por primera vez los labios del tricolor, éste, por su lado, se olvidó de su yami por un instante y se entregó a la deliciosa caricia que le ofrecía el ojimiel.

Atemu, quien lo estaba observando todo, tenía unas enormes ganas de asesinar al rubio en ese mismo instante, pero se contuvo. Estaba demasiado furioso y si no podía controlar su poder terminaría por lastimar a su amado hikari, así que no tuvo otra opción que observar. Joey había decidido explorar dentro de la boca del menor, rozando sus lenguas de vez en cuando. Se quedaron encerrados en aquel beso un buen rato hasta que el ojimiel se separó poco a poco del chibi.

- ehh… se está haciendo tarde, mejor me voy- profirió Joey alejándose más de él y cogiendo sus cosas- nos vemos- se levantó rápidamente

- e… está bien. Te acompaño a la puerta- así los dos fueron a la salida, aún sonrojados por lo sucedido- ten cuidado- Se despidieron con un gesto de manos, y luego el chibi cerró la puerta y entró a la casa. Se quedó pensando en aquel beso y en ese instante lo recordó-… ay no, Atemu…- un frío intenso lo recorrió al pensar que su yami había visto toda la escena- *¿faraón?*- trató de llamar a su yami por su vínculo mental, mas éste no le respondió. Pero podía sentir su descomunal ira, lo que hizo que se pusiera aún más nervioso.  

****************

- hola hijo, ¿ya cenaste?- le preguntó su abuelo al ver a Yugi sentado en la sala

- sí abuelito, ya voy a dormir. Buenas noches- comenzó a subir las escaleras lentamente y se preparó para dormir. Una vez en la cama y antes de quedarse dormido, se puso a pensar en qué decirle al faraón para disculparse. 

%%%%%%%%%    

Cuando abrió los ojos se dio cuenta de que no estaba en la habitación que compartía con su yami, es más, estaba tendido en el frío y duro suelo de los pasillos de ese lugar. No sabía cómo llegar a aquella habitación donde seguramente estaría el faraón, ya que cuando éste lo llevó tenía los ojos cerrados y desde ese día siempre aparecía ahí.

Se levantó y avanzó lentamente por el sitio, sin saber exactamente a dónde dirigirse. Los pasillos del rompecabezas le parecían más oscuros y largos, haciéndolos aún más tétricos de lo que eran, y si le sumamos que el peque podía sentir el enojo de Atemu, se podía decir que estaba más asustado que perro a medio periférico (N/A u.u qué pésima comparación) Pero para su fortuna o infortunio, llegó muy rápido a la habitación. Abrió la puerta y se introdujo en ella, muy temeroso de lo que podría pasar ahora. Al caminar por el sitio, divisó la figura del faraón parada al lado de la cama y de espaldas. Quiso decir algo en ese momento, pero las palabras no salían, tenía mucho miedo.

- ¿a caso Joey besa mejor que yo, o me vas a decir que lo que vi fue una ilusión?- exclamó de la nada un muy furioso Atemu, cruzando los brazos y sin virarse para ver a su Yugi.

- no… no voy a negar lo que pasó, pero…- el chibi ya no supo qué decir, ¿cómo explicarle lo sucedido al mayor sin que éste se enfureciera más?

- no me has respondido- le recalcó- ¿te gusta Joey?- hincó sus uñas en sus brazos, esperando impacientemente la respuesta.

- Yami, yo… no sabía lo que hacía, no estaba pensando- se acercó a él y lo abrazó por la espalda- ¿estás enojado conmigo? (N/A nooo… ¿cómo crees? ¬¬)    

- me mentiste… me prometiste que no te fijarías en nadie más…

- no, no te mentí, de verdad te amo. No quise besarlo, en serio. Perdóname… no volverá a pasar….

- claro que no se repetirá. Ahora mismo voy con ese perro, lo corto en pedacitos y le doy de comer sus entrañas a los gatos- esas palabras hicieron que el menor se ateriera, sobre todo porque lo más seguro es que lo dijera literalmente

- no, por favor. Es sólo un amigo (N/A en ese caso, yo quiero un amigo así de “cariñoso”), te aseguro que no vuelve a pasar, pero prométeme que no vas a lastimarlo

-….- hubo un rato en silencio antes de que continuara- tú no sabes respetar una promesa- dijo con voz profunda y fría- ese perro no merece perdón…

- no Atemu, por favor. Hazlo por mí, no lo mates. Te juro que no vuelve a pasar. Tú sabes mejor que nadie que a quien amo es a ti

- ….- Yugi tenía razón, podía sentirlo, podía escucharlo. Al chibi sólo le gustaba su persona y estaba muy arrepentido por lo sucedido; así que decidió darle una oportunidad más; dio un largo suspiro para calmarse- si vuelve a ponerte un dedo encima… no vivirá para disfrutarlo

- está bien faraón, te juro que no pasa otra vez- dijo resignado sabiendo que no iba a poder negociar más. Lo único que le quedaba era aclarar las cosas con el ojimiel.

%%%%%%%%%

Al otro día…

Durante todo el tiempo que estuvo en la escuela, Yugi trató de alejarse del rubio lo más posible; no quería que terminara como los demás. Se la pasó pensando en qué decirle para darle a entender que no lo quería sin lastimar sus sentimientos y sin que él pudiera intentar convencerlo con algo “físico”.  Y al no hallar una solución, supo que la única forma de alejar a Joey de él para mantenerlo a salvo sería rompiéndole su corazoncito. (N/A TToTT)

Al salir de la escuela, el ojimiel le pidió que esta vez estudiaran en su casa, ya que por llegar tarde la noche anterior fue regañado, y además, castigado, a pesar de haber sido un asunto escolar. El peque aceptó, ya encontraría la forma de llevar a cabo su plan. Entraron a la residencia Wheeler, el dueño de ésta quiso llevar al chibi a la cocina, pero sobre la mesa había pilas de platos, basura, botellas de alcohol y no sé qué más. Yugi estaba muy nervioso, no sabía muy bien qué hacer. 

- n///n disculpa el desorden, jeje- se llevó la mano tras la nuca- creo que mejor nos vamos a la sala

- ok, no importa- el ojimiel lo condujo hasta la sala y le invitó a tomar asiento. Fue a la cocina por algo de beber y regresó con dos grandes vasos llenos de limonada

- toma- le dio una de los vasos al chibi

- ^.^ gracias- pero el tricolor estaba tan nervioso que se le resbaló el vaso- disculpa, ahora lo limpio- se agachó para recoger los pedazos rotos del vaso

- no, yo lo hago- puso el otro vaso sobre una mesita cercana y se inclinó para ayudar al peque, y en el proceso, su mano rozó la del otro, provocando que se mirasen a los ojos y se arrebolaran (N/A esa escena está más que clicheada, pero no se me ocurrió otra cosa u.u) 

Joey se acercó peligrosamente a los labios de Yugi, pero éste reaccionó a tiempo y se puso de pie antes de que lo besara. El rubio ya no pudo contener sus ganas y abrazó al peque, quien por todos los medios quiso soltarse, pero fue en vano. El ojimiel empujó sutilmente al chibi hasta el sillón. Ahí se posicionó rápidamente sobre él y comenzó a repartir besos por todo el rostro y cuello de Yugi.

- no Joey, basta- trató de detenerlo esta vez con palabra y empujándolo con sus manos, pero no podía negar que esas caricias se sentían bastante bien. Atemu vio que el control se estaba perdiendo y decidió intervenir

%%%%%%%%%

- [[¿donde estoy?]]- se levantó de la cama y vio que estaba en la habitación que compartía con Atemu- ¡¡faraón!!- gritó mientras se dirigía a la salida, mas no pudo abrir la puerta por más que lo intentó- ¡¡no lo lastimes!!- exclamó Yugi  mientras que las lágrimas comenzaban a brotar de sus orbes- ¡¡¡faraón… por favor… no!!!- se dejó caer en el piso, su llanto no cesó

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··· ahhh… Joey- dijo en un falso gemido y ciñó uno de sus brazos al cuello del rubio para distraerlo. Atemu bajó lentamente su otra mano al piso y cogió el pedazo más grande y filoso de vidrio que encontró….

********************

- ¿dónde…?- el peque despertó confundido, y se llevó una de los manos a la cabeza. Notó enseguida que ya estaba en su casa, recostado sobre su cama- Joey… recordó asustado lo sucedido y se levantó rápidamente, preocupado por su amigo.

*RIIIINNNNNNNGGGGGGGGGG* se oyó el teléfono en la planta baja, y se apresuró para ir a contestar

- ho… hola- profirió dudosamente al descolgar el teléfono

- Yugi, soy yo, Tea- sonaba asustada- ha ocurrido algo terribleJoey… Joey está en el hospital…- sentenció la chica, haciendo que la poca tranquilidad del peque se desvaneciera…

Continued…


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