-¿Que es lo que anhelamos al final de nuestra vida? Necesitamos tanto para que al final solo escapar en el mismo destino, amor, temor y sueños, ¿nos vemos envuelto en un letargo? Somos realmente carente de ello y de sentimientos, no puedo imaginar un destino junto, porque no podemos crear ni siquiera un buen principio para nuestra historia, ¿Qué es lo que sentimos entonces? Miradas, roces es todo, solamente es una coincidencia, la vida no quiere que nos atemos y mantengamos en el ensueño de otro, sigue porque yo hare lo mismo, mirare muchas veces atrás pero no quiero volver a ver tu rostro que alguna vez con locura lo desee.
-Aleja ese perfume embriagador de mi, estoy comenzando a recordar lo que alguna vez viví, siento tus manos rozar un poco las mías, sé que es mi imaginación, en este lugar ya no estamos los dos solo soy yo y nadie más, quiero seguir ignorándote como lo he hecho por todo un año pero ese olor a madera y tierra, mezclado con melancolía hacen despertar nuevamente tu rostro que hacía que riera sin prejuicio, rio como no lo había hecho en tantos meses, pero me asusto y llevo mi mano a mi boca para taparla y ocultar mi asombro.
-Estas sombras que me siguen, esta coraza que aun me mira con sueños dentro de ella me desborda, trato de caminar pero cuando miro las sombras que me acompañan, veo en una de ellas tu reflejo y sonrió, una lagrima aúlla tras verte y sale a encontrarte en el piso, corro, lloro y caigo, tu no existe ya no me perteneces, las notas de la que desprendía tu piano ya no me llenan, las vuelvo a tocar pero tu las hacías fascinantes, tú me las dedicabas con amor y sin cuestionamiento,¿ es tanto pedir que por favor no vuelvas a aparecer?.
-Puedo sentir tus manos en el piano, mientras las hojas de otoño caen, como esa tarde deslumbrante en que por primera vez me escribías y dedicabas esa canción con melodía de miel y entristecida, como tu corazón; las siento peros no son, son tus recuerdos impregnados en esa habitación, siento tu corazón dentro de mí, ¿acaso nunca podrás salir de ahí? Siento tus estremecedoras manos tocar me mejilla mientras trato de igualar tu melodía, pero no es triste ni emocional, es aburrida y patética, sigo tocando hasta que veo en mi mente tu rostro, con ojos rasgados y una linda sonrisa donde se asoman levemente tus dientes que tanto me gustaban, como de hámster quizás, comienzo a sentir tu aroma que hace que me asombre y toque con mas delicadeza las notas del piano, siento tu mano otra vez pero ahora está tocando conmigo, siento como tu alma atraviesa las mías pero que aun así puedo sentir el calor de ellas como era habitual en ti, mis ojos se agitan al verte al lado mío, que es lo que tanto quería al fin, nuestra música vuelve a revivir lentamente; mientras se vuelve más apresurada miro tu rostro y esta tan placido como la vez que te tuve que dejar en un floreado lugar, donde mis lagrimas no podían parar de caer al verte ir y para que no volvieras entrelazadas nuestras manos, sigues ahí pero tu rostro se vuelca al mío, me sonríes pero sigues tocando, se que esta es nuestra despedida se que al terminar de tocar el otoño pasara y tu ya no volverás, cada vez que te recordaba era una lucha por mantener en mi corazón los buenos momentos, trataba de poner este recuerdo en uno de los más felices , te había extrañado y te había olvidado, y aun así ante dejarte en el olvido volviste para tocar la primera canción que me escribiste, la primera con la cual me enamoraste y me dijiste tus sentimientos y nos dejamos llevar hasta caer de rodillas y sentirnos más fuerte.
-Estabas por terminar de tocarla, lo sabía muy bien, era el momento en que cerrabas tus ojos y dejabas que tus manos tomaran posesión tuya, se volvió triste y muy lenta y dolorosa, fue cuando me decías que me seguirías hasta después de muerto aunque tu alma vagara hasta encontrarme, aunque mis sentimientos nos fueran correspondidos, pero, lo ultimo lo reemplazaste y creaste una nueva pieza donde ascendía tu melodía y se volvía vagamente feliz porque te correspondí pero aun así, ya no estabas y tu ausencia me mataba cada día que pasaba al ver como las hojas del otoño caían, ¿será que en un momento me dejare de lamentar?, eres mi complemento y te has ido dejándome defectuoso, he tratado de alcanzarte pero sé que no estarías a gusto con esta decisión, no quiero ver la tristeza en tus pequeños ojos , así que seguí e oculte mis más preciados sentimientos para que no volvieras hacerme llorar por las noches de melancolía, aunque muy lejos de mi arrogancia sonreía inocentemente al ver como el otoño avanzaba, porque recordaba tu cabello de color caramelo, tu sonrisa radiante, tus ojos tan fino como de las hojas y sobre todo tus sentimientos verdaderos; sinceros y acogedores, tú eres mi otoño, que aunque dure muy poco, tu seguirás oculto entre el sol, las hojas y el viento de invierno que se aproxima.
-Vuelves a mirarme abres un poco tus ojos, un poco más de lo normal porque eran una línea solamente, me sonríes al terminar tu obra, siento que no podría verte partir una vez más, un árbol se agita fuertemente y veo que en una de sus ramas queda una sola hoja en pie, estaba luchando para no caer y no volarse, siento que este es el último momento que nos veremos, mi corazón se detiene y solo escucho como se agita el árbol y como tu vuelves a tocar mis manos, las inspeccionas para ver si son como las recuerdas y te disgustas al ver algunas cicatrices, miras mi rostro y ves que sigue igual solo que apenado por dentro, siento que te fundamentes culpable y que no puedes ayudarme, yo me siento culpable por no ser fuerte, siento que el árbol se agita mucho mas brusco contra la ventana y que la hoja ya no puede seguir tomada del árbol, te acercas y me besas me abrazas más fuerte, siento que mis ojos ya no pueden aguantar las lagrimas y lloro como no lo había hecho en mucho tiempo, siento que te desvaneces que ya no siento tus labios ni tus manos, ya no siento tu aroma, pero lo que nunca se esfumo fue tu calor y tu amor, y con un último adiós se que realmente el otoño volverá a mí.