Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Thank You For Being Born por daehyunisperfect

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Mi primer angst. Hecho con mi OTP en VIXX, el Neo.

 

Disfrútenlo mucho, así como yo.

 

Paz~.

 

{ http://www.youtube.com/watch?v=HX9THns0tgI }

Notas del capitulo:

Para su disfrute. Cuando terminen de leer, dejen sus reviews, se les agradece.

 

Lo vuelvo a subir, ocurrió un error con el anterior.

"Probablemente me odiabas todo el día Todavía no me conoces, tonto." {N POV}

Octubre 4, 2011. Temprano en la madrugada, alrededor de las cinco y media, me levanté de cama influenciado por el molesto sonido de la alarma de mi celular. Como todos los días, las acciones tan simples como encorvar mi anatomía para cambiar de posición y sentarme en mi cama, me toma más esfuerzo del debido.

 

Llevo mi diestra a mis ojos y los froto con suavidad usando el dorso de mi mano. Con la misma mano, acomodo mis oscuros cabellos rebeldes, que por ser la mañana están ondulados, quizás más de lo normal.  

 

«Otro día, otros diez mil won». La frase se repite constantemente en mi cabeza para molestarme y a la vez, motivarme a salir de casa e ignorar todo lo que me impide moverme con certeza.   Me preparo con lo elemental: unos vaqueros oscuros, unos zapatos deportivos y una camisa a cuadros, me veo realmente como un hombre de campo.  

 

Bajo por las escaleras, mi madre y mi padre aún están dormidos. Aunque debería desayunar para posponer la fecha de mi muerte, no lo hago. Quizás es porque quiero morir rápido e irme de este mundo sin marcar o preocupar la vida de alguien.  

 

‘Fui al trabajo. Saldré a las ocho de la noche. —Hakyeon.’  

 

Dejo la nota adherida al refrigerador y salgo de casa.  

 

Salgo de casa y monto en mi bici. La vista del camino que veo todos los días es fantástica. A pesar del frío, hay algunas flores que aún sobrevivieron. Suertudas.  

 

«Debería anotar ésto en alguna libreta, para preservar mis últimos recuerdos». Pienso.   Llego a mi rutinario trabajo: el restaurante SIKWOW, quien comenzó como una pequeña cafetería de un barrio pequeño, liderada por Kim Wonsik, mi actual jefe. Abro las puertas y me dirijo en seguida a la sala de empleados.  

 

Los empleados de tiempo completo están todos reunidos ahí: Jaehwan, Hongbin, Sanghyuk, Wonsik, y... ¿un rostro nuevo?  

 

Parecía así. De cabello lacio y negro, llevaba flequillo, sus ojos eran muy rasgados. Fue mi primera impresión de él.   Parece que llegué tarde a la presentación del nuevo.  

 

—Lamento llegar tarde—. Pronuncio apenado mientras realizo una reverencia muy formal, si alguien hubiera pasado un transportador por mi espalda en ese momento, la medida aproximada hubieran sido noventa grados.  

 

 —Hakyeon, llegas a tiempo—. Explica el jefe, sonriendo con tenuidad en dirección a mí. —Justo estaba por presentarles a mi nuevo empleado—. Noto cómo hace una seña con su extremidad superior derecha al rostro desconocido, para que se presente por sí mismo.  

 

—Hola—. Realiza una venia parecida a la que yo hice segundos atrás. —Mi nombre es Jung Taekwoon, de Seúl, tengo dieciocho años—. Su tono de voz es demasiado bajo, apenas y puedo entender lo que dice. Puedo ver que Jaehwan le comenta algo por lo bajo a Hongbin y éste ríe, haciendo notar su hoyuelo. ¿Acababa de decir que tenía dieciocho? Alguien menor, otra vez.  

 

—Soy Jaehwan, el chef a cargo, si gustas puedes decirme Ken—. El chico que hace unos momentos se burlaba, tenía su turno de hablar. De cabello castaño y flequillo corto, la especialidad del chico era el humor y la cocina.  

 

—Hongbin. Mi trabajo es lavar platos—. El chico del hoyuelo vuelve a reír, apenado. Su cabello castaño terminaba en un flequillo que le llegaba hasta las cejas, según todos, él es el más guapo de los cinco.  

 

—Soy el más joven, Sanghyuk. Dime Hyuk. Soy el ayudante de cocina—. Parlamentaba el joven de tan sólo dieciséis, quien era un as en la cocina al igual que Ken. Cuando llegó a trabajar por primera vez, su cabello era rubio y alborotado. Sin embargo, hace unos meses, lo dejó de color negro y con flequillo corto.  

 

Mi turno para hablar había llegado. El N-MC, quien gozaba de unos asombrosos dotes humorísticos y para expresarse. Ésa era la imagen que yo daba. Tenía que decir algo genial, ¿no?  

 

—Mi nombre es Hakyeon, aún así, todos me dicen N. He sido mesero aquí desde los dieciséis años de edad. Espero llevarnos bien. Como sea, ¿no tienes un apodo o algo así?—. Las palabras salían de mis labios fluidamente, como un río o una cascada.  

 

El chico sólo nos miraba a todos serio, sin decir nada. Wonsik suspiró pesado.  

 

—Ya nos habíamos presentado, pero lo haré por cortesía—. Masculló el dueño del restaurante. —Kim Wonsik, veintinueve años de edad, dueño de SIKWOW, puedes sólo decirme Ravi—. Terminó diciendo el más viejo de los seis, quien gozaba de cabellos oscuros, e igual que todos, llevaba flequillo. —¡Lo olvidaba!—. Exclamó volteándome a ver. —Hakyeon, él te ayudará como mesero adjunto—. Asentí, realizando una venia, más ligera que la anterior.  

 

Taekwoon asintió, sin sonreír, mirándome fijamente. ¿Mi rostro era gracioso o algo así? Porque él continuó observándome todo el rato. Hasta que llegaron las ocho de la noche.

 

Tu fecha de cumpleaños solo es una vez al año ¿Cómo podría olvidarlo? {N POV}  


10 de noviembre, 2011. Extrañamente, en éste último mes, desde la llegada de Taekwoon, no me cuesta tanto trabajo levantarme como antes. O quizás sólo ignoro más todo el dolor.   Nos hemos vuelto cercanos. O eso pienso yo. Al menos, conversa más conmigo que con los demás empleados.  

 

Incluso sabemos la fecha de cumpleaños del otro. Un momento. La de Taekwoon es en noviembre, ¿qué día era? Creo que era hoy.  

 

Llego al trabajo, y Ken me recibe con una sonrisa, y posteriormente un abrazo.   Me suelta y en seguida corro hacia Taekwoon, o como ya le apodamos, Leo, y le abrazo por la espalda mientras él limpia la mesa siete. Me ignora, porque sabe que sólo lo hago por molestar.  

 

Pasamos desde la mañana hasta la noche dentro del restaurante, con apenas unos minutos para tomarnos un respiro. Quién diría que es tan complicado trabajar en uno de los restaurantes más famoso de Corea.  

 

Regreso a casa de la misma forma en que llegué al trabajo, caminando, pero cierto suceso me impide llegar. Durante el recorrido a casa, noto que Leo siempre está cerca de mi, o más bien, yo lo estoy siguiendo.  

 

«Nuestras casas están cerca, vaya suerte».  

 

 Doy un par de toques en su espalda y el voltea, sorprendido.  

 

—Oye. ¿No tienes hambre?—. Le digo, sonriendo. —Hoy hyung patrocinará lo que quieras comer.   Me observa con duda y se queda pensativo durante unos segundos. —Carne...— Responde, susurrante.  

 

Sonrío, y pasamos por un puesto de carne coreana antes de ir a casa.  

 

—Feliz cumpleaños, Taekwoon—. Suelto, por fin. Él me observa, y creo que sonríe, es difícil verlo. Su sonrisa es apenas notoria, igual que su presencia.  

 

—Gracias por la comida—. Se limita a responder.  

 

Después de eso, regresamos a la casa del otro, y ya está todo.  

 

Siento no haber podido expresar mi corazón por todo este tiempo Supongo que era demasiado tímido para decir Te quiero ¿Cerraras tus ojos? {Leo POV}

 

  Febrero 25, 2014. Observo aquel rostro, que si bien antes era moreno, ahora se ha quedado pálido por los cables que lo tienen atado. Con los ojos cerrados del chico, me pregunto si el tiempo ya habrá acabado para ambos.  

 

Su cuerpo acostado en la camilla de hospital, luchando por su vida, mientras yo estoy aquí, sentado a su lado, sosteniendo con vehemencia su mano derecha. Es mi manera de animarlo, de darle fuerzas para continuar, pero creo que eso ya es imposible.  

 

Porque a este paso, todo va a acabar pronto.  

 

Medito todo lo que nos ha sucedido y cierro con fuerza los ojos, y una gota inevitablemente recorre desde mi lagrimal hasta llegar hasta mi barbilla.  

 

Nunca me lo dijo. Nadie lo sabía. Era su secreto de muerte, supongo.  

 

Aún no lo sé. Me gustaría negar que todo está pasando, pero veo que es imposible.  

 

Entonces, lo trago todo, como una pastilla con hierro, me sabe mal, mi garganta se siente pesada y anudada. Lo capto, por fin.  

 

Me doy cuenta de que Cha Hakyeon se está muriendo.   

 

Pero, ¿qué pasó en todo éste tiempo? ¿Por qué acepté enamorarme de un idiota que esconde que está enfermo, que no toma en cuenta los medicamentos, un terco y negligente cualquiera?  

 

"Felicidades, feliz cumpleaños a mi amor No voy a cambiar, haré que tu corazón corra todos los días Te lo prometo" {Leo POV}

 

  Junio 30, 2012. El tiempo ha pasado volando ya.  

 

Incluso mi calendario ahora está marcando ésta fecha. Con plumón de tinta roja, he escrito ‘Hakyeon, felices 20’ en el cuadro de hoy.  

 

Antes de salir de casa, me aseo y desayuno. Llevo puestos unos jeans cómodos y una simple camisa negra de mangas cortas estampada con una estrella plateada justo en el centro de mi pecho.  

 

Llego al trabajo a pie, no estamos hablando de una gran distancia.   N como siempre acostumbra, me abraza fuertemente. Continúo ignorándolo.  

 

—Feliz cumpleaños—. Murmuro, y noto cómo él sonríe.  

 

—¡Feliz cumpleaños, N!—. Jaehwan sale de la cocina como un ninja, exclamando fuertemente.  

 

—N-hyung, ¿es tu cumpleaños?—. Seguido de Ken, Hyuk sale de su lugar de trabajo.  

 

—¿De verdad? ¡Hagamos una fiesta de cumpleaños para N-hyung!—. Otro chico salido de la cocina, Hongbin, se acerca gustoso.  

 

—Bien. Hoy cerraremos temprano y organizaremos una fiesta para Hakyeon—. Ravi-nim aparece, caminando desde su oficina.  

 

Luego de una dura jornada, terminamos por cerrar a las cinco en punto. Ken y Sanghyuk cargan un pastel hecho por ellos mismos y lo dejan en la mesa donde sólo Hakyeon, Wonsik y yo estábamos sentados. Posteriormente, Hongbin nos reparte platos y cucharas desechables.  

 

Pasamos un buen rato juntos, comiendo pastel, haciendo bromas. Aproximadamente tres horas.  

 

Después del trabajo, Hakyeon y yo caminamos juntos a casa. Antes de llegar a nuestro destino, opto por comentar ciertas cosas.  

 

—¿Tienes hambre?—. Pregunto. Era algo tonto preguntarlo, puesto que acabábamos de comer.  

 

—En lugar de eso, vamos a otro lugar.  

 

Las cadenas rechinan y rechinan. En primer lugar, ¿por qué estamos en un columpio? En segunda, ¿por qué él quiso venir aquí?  

 

—Leo, tengo que decirte dos cosas—. Rompe el silecio incómodo que alguna vez hubo en el ambiente. —La primera es, me gustas.  

 

Sus palabras retumban en mi cabeza. "Me gustas", "Me gustas", "Me gustas". ¿Lo que oía era verdad? No estaba seguro de nada. No soy gay, creo. No soy guapo, tampoco. No puedo pensar con claridad.  

 

—Me agradas, Hakyeon...— Intento empezar a hablar, sin saber qué decir. —Pero no sé si sea de la misma manera, necesito pensarlo—. Idiota. Soy un idiota. Ya no sé qué mas hacer. No queda nada por decir.  

 

—Entiendo. Tengo que irme por hoy. Luego te diré lo otro—. Comenta, casi logrando ocultar que su voz se le comienza a quebrar.  

 

 —Hasta mañana—. Él se levanta del columpio y se retira, yo me quedo ahí por un buen rato antes de regresar a casa.

Notas finales:

¿Qué les pareció? Déjenme sus reviews ^^ Nos veremos el próximo capítulo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).