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Burn It Up por channiebunny

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Notas del fanfic:

¡Hola~! Aquí vengo de nuevo con un one-shot, pero ésta vez de BAP.

Oh si~  Ya tenía ganas de publicar uno de ellos y de mi pareja favorita, Himlo~♥

Una idea loca que se me ocurrió de la nada~ Espero vuestros comentarios y que os guste, por supuesto~ 

 

Nos vemos abajo :3

Notas del capitulo:

Tenía pensado que fuese un one-shot, pero empecé a escribir y plim plan salió algo más extenso, por lo que lo dividiré más o menos en éste y otro capítulo~

Corría. Corría lo más deprisa que podía por ese estrecho pasillo que no acababa en ninguna parte. Daba igual lo que hiciera, estaba totalmente perdido porque no sabía dónde esconderse para poder librarse de su hyung. Había metido la pata, lo sabía y sabía que de ser encontrado tendría una muerte terriblemente fea, pero en esos momentos agradecía ser el más alto del grupo y el tener las piernas largas puesto que para lo que una persona puede ser un paso, para él era una zancada.

No sabía, bueno, si, lo sabía, pero fingía no saberlo, cómo había llegado a esa situación. Había sido sin querer, como todo lo que el pequeño maknae de B.A.P hacía. Nunca tenía maldad en sus acciones pero podía llegar a ser demasiado torpe.

Esa mañana había salido con su monopatín, pidiéndole prestado el mp4 a su hyung, con tan mala suerte de que caerse éste había rodado debajo de un coche y había sido aplastado por él. Maldijo mil veces porque sabía la que le esperaría al llegar a casa así que fingiendo inocencia lo colocó en un lugar en el que estaba seguro que su hyung no miraría, al menos no a corto plazo. 

Se equivocó. 

Y tanto que se equivocó… Por culpa de eso ahora se encontraba en esa situación.

El día del juicio final estaba cerca y él ni si quiera había conocido el amor verdadero. Rió internamente por ese estúpido pensamiento mientras miraba hacia atrás, por encima de su hombro para asegurarse que no le seguía. 

─ ¡Zelo! ¡Maldita sea! ¡Vuelve aquí! – escuchaba gritos en la lejanía ─ ¡Cuando te encuentre te juro que te mato! ─ Y como por acto reflejo solo se le ocurrió llegar a la puerta del apartamento, agarrar sus zapatos y abrir y cerrar ésta para fingir que había huido, pero en cambio se metió en la puerta más próxima que encontró. El baño.

Suspiró murmurando cosas inentendibles mientras trataba de recuperar el aliento. Se agachó, apoyando las manos en las rodillas e inclinando el cuerpo, bajando la cabeza como si en esa posición pudiese coger aire más rápidamente. Estaba asustado, lo reconocía. Era imposible no sentirse asustado cuando tu líder te amenazaba de esa manera y por si fuera poco con esa voz que levantaba a un muerto. Estaba jodido, tremendamente jodido si éste daba con su paradero.

Pegó un respingo al escuchar pasos cerca de la puerta del baño, caminando hacia atrás con claro gesto de miedo, topando con el filo de la bañera y tambaleándose, abriendo los brazos para tratar de recuperar el equilibrio. Miró la manivela fijamente y ésta comenzó a doblarse pero antes de poder si quiera proferir un grito de desesperación fue atacado por la espalda. Una mano presionó su boca para que ésta no pudiera abrirse y gritar. Cerró los ojos con fuerza y para cuando quiso abrirlos parpadeó confundido, tratando de enfocar quién era su raptor.

─ Shh… ─ chistó éste con un dedo en sus labios, sonriéndole, indicándole que guardara silencio. Fue entonces cuando la puerta se abrió de golpe, haciéndole pegar un respingo al menor, pegándose al cuerpo ajeno como por acto reflejo.

Los pasos se oían tras la ducha ─ Maldición, ¿dónde narices está? ─ oían como murmuraba Guk al otro lado de las cortinas.

─ ¡Joder, Guk! ─ habló el muchacho al escuchar a su líder maldecir ─ ¿Es que no ves que me estoy duchando? Haz el favor de una vez y déjame ducharme tranquilo. ¿No escuchaste el ruido del agua o qué?

Para Zelo ese sonido pasó desapercibido. Parpadeó nuevamente al sentir la presión de la mano ajena cada vez más fuerte en su boca. No podía hablar, pero tampoco tenía nada que decir. El agua estaba empapándole de pies a cabeza, ropa incluida, pero eso no era lo importante ahí, lo que no podía hacer era quitar los ojos de encima del cuerpo que había frente a él. Tenía los músculos bien marcados y pese a que su compañero nunca quería mostrar el cuerpo en público él sabía que era así y más ahora, lo estaba comprobando. Su mirada viajó más abajo de sus abdominales y fue cuando se topó con su hombría, sonrojándose bruscamente y tratando de desviar la mirada, avergonzado. Fue en ese momento cuando cayó en la cuenta de que se encontraba en la ducha, junto a un hombre desnudo, junto a su compañero para más señas y el solo ver y pensar en ello estaba haciendo estragos en su cuerpo sin saber por qué.

─ ¡Channie! Dios, me has asustado. ¿Qué narices haces ahí? ─ alzó la ceja al ver una cabeza asomarse por entre las cortinas.

─ Pues si ves que tal me estoy tomando un refresco. ─ replicó con ironía ─ ¿Tú eres tonto? ¿Qué más podría hacer en una ducha si no ducharme? La cuestión es qué narices haces tú aquí.

─ Oh, sí, cierto ─ el mayor rascó su nuca avergonzado, cayendo en la cuenta de lo que decía ─ Busco a Zelo, pero me parece que ha huido

─ ¿Y crees que le tengo yo aquí en el baño? ─arqueó una ceja ante su propia pregunta ─ ¿También quieres mirar dentro de la bañera? Háztelo mirar, Guk, porque me parece que no estás bien de la cabeza ─ rió negando ─ Será mejor que te apures y busques no vaya a ser que huya de nuevo. ─ Éste solo asintió y con un portazo salió del baño, dejando a los dos muchachos solos, en la bañera, con la única diferencia de que uno de ellos se encontraba desnudo frente al otro.

Himchan miró al pequeño maknae aún con la ceja alzada y con la boca ajena tapada para que no metiese la pata. Le había oído entrar y sabía que el menor podía llegar a ser demasiado miedica cuando se trataba del líder. A ver, era obvio que Zelo le profesaba a Guk una devoción infinita, tanto que incluso a la omma del grupo a veces lograba darle celos. La cuestión y el punto en todo esto era ¿Eran celos hacia Guk o hacia el menor? No lo sabía a ciencia cierta y desde entonces tampoco quiso preguntárselo mucho, pero tenerle ahí, sabiendo que si hacía algo por él el menor le debería algo, era sumamente fascinante y excitante.

Sonrió de lado ─ No vas a gritar si te quito la mano ¿Verdad? No querrás que Guk vuelva otra vez ─ murmuró despegando poco a poco la mano de la boca ajena al ver como el otro negaba varias veces con la cabeza.

─ Y-yo… l-lo siento, hyung, no quería… yo no quería…

─ Ya ─ negó sonriendo ─ Si hablas por lo del líder, sinceramente te digo que después de unos cuantos gritos se le pasará y si hablas por esto, bueno, no es como si no hubieses visto un hombre desnudo en tu vida ¿No? No tengo nada que tú no tengas.

Ante ésta mención el menor nuevamente volvió a sonrojarse, tratando de desviar la mirada pero pese a sus esfuerzos ésta se empeñaba en seguir clavada en el pecho de su hyung.

Tal vez fue ese el momento en el que Himchan se dio cuenta de que el menor, pese a su vergüenza, le deseaba. Era eso o se estaba volviendo loco, en cualquier caso quiso hacer caso a su instinto, dejarse llevar por él. ¿Qué más daba si se equivocaba? No quería quedarse con la duda eternamente.

─ JunHong-ah… ─ susurró acercándose al oído del menor, colocando una mano en su pecho y empujándole hasta que éste diese con la espalda en la pared, acorralándole, estirando el cuello para posar los labios en éste, dejando en esa zona pequeños y castos besos mientras que su mano viajaba a su cadera, rozando su piel bajo la camiseta mojada.

Zelo no sabía qué era lo que estaba pasando. Parpadeó nuevamente confuso, claro gesto que hacía muy a menudo cuando no sabía qué hacer. Mentiría si dijese que no se sentía atraído por su hyung, más al verle ahí, en la bañera, mojado y sobre todo... desnudo, pero tenía miedo. Cerró los ojos al sentir la boca ajena, dejando escapar un jadeo casi inconscientemente.

La culpa la tenía Himchan, estaba claro. Él y su maldita manía de sorprender y hacer esas cosas. Si. Muchas veces había pillado al comandante haciendo cosas extrañas pero nunca le había echado cuentas. Siempre con los toqueteos y eso a Zelo le molestaba. Oh sí. No sabía por qué razón, estaba claro, pero le molestaba que siempre quisiera hacer skinship, incluso cuando no venía a cuento. Pero ahora se había dado cuenta de una cosa, tenerle ahí le estaba acarreando un problema y no uno cualquiera. Éste problema era muy pero que muy gordo.

Y le gustaba.

Y tanto que le gustaba, porque su problema principalmente es que se había dado cuenta de que su comandante estaba bueno.

Muy pero que muy bueno.

Se maldijo internamente por esa sarta de pensamientos insólitos e inoportunos y ladeó la cabeza, tratando así de alejarlos y de apartar la vista de ese cuerpo que tenía frente a él.

Himchan rió levemente ante esto ─ Puedo acostumbrarme a oírte gritar y creo que me encantará escuchar cómo gimes mi nombre. ─ con la ceja alzada se atrevió una vez más a quitarle la camiseta y dejarla caer, que debido al peso de estar empapada hizo un ruido sordo contra el suelo de la bañera.

No. Eso sí que no.

Algo en la mente del maknae hizo clic pero nunca pudo articular palabra, al contrario, se encogió un poco en el sitio, totalmente cohibido y avergonzado.

La puerta del baño se abrió nuevamente con un estruendo. Himchan dejó escapar todas las maldiciones que acudieron a su cabeza y el menor, al contrario que él, pegó otro respingo, asustado ─ ¡Joder! ¿Me vas a dejar ducharme de una maldita vez, Guk? ─ casi gritó mientras no dejaba de besar el cuello ajeno, sonriendo satisfecho al ver como Zelo trataba de contener los jadeos, mordiéndose el labio ─ ¿Tienes algún extraño fetiche con ver cómo me ducho? ¿O es que te pone verme desnudo?

─ Ah, si… ¡Digo no! ─ contestó rápidamente al darse cuenta de su error, tapándose los ojos, como si la cortina que cubría la bañera fuese trasparente o algo por el estilo ─ Eh… Solo escucha ¿Vale? Si ves a Zelo dile que vaya a mi habitación, no le voy a hacer nada, solo quiero hablar con él.

─ Si, genio, ¿Y crees que estando en la ducha le voy a ver? ─ dio un resoplido porque le parecía divertido ya que tenía al menor levemente excitado al rozar su cadera con la ajena, indicándole con el dedo en sus labios que se callase. 

Las caras de su compañero eran un paraíso para el mayor. Ver como sus facciones se contraían queriendo dejar escapar un jadeo necesitado le estaba volviendo más loco si era posible ─ Ni se te ocurra ─ bajó el tono de voz para que sólo el menor escuchase sus palabras ─ No querrás que Guk te oiga ¿No? ─ Sabía que le estaba chantajeando y eso le encantaba. Ya tendría tiempo para sentirse culpable otro día.

Ambos compartieron una mirada, pero solo el comandante sonrió ante eso.

Bajó la mano por el pecho ajeno, haciendo pequeños círculos en su piel y visionándolos pero el agua que caía también era juguetona y seguía el mismo recorrido que su dedo. Zelo cada vez se ponía más nervioso ante el contacto ─ Vamos, ¿En serio te vas a quedar ahí todo el día? ─ volvió a alzar la voz y asomó la cabeza por entre las cortinas ─ Contigo mirando y escuchando no me puedo hacer una maldita paja en condiciones, lo sabes ¿No?

─ ¡Eres un guarro! ¡No necesito saber esas cosas, Channie!

─ Si ya ─ bufó de nuevo ─ Como si tú no te hubieses hecho una cuando crees que nadie te escucha. No estoy sordo ¿Sabes? ─ Directo, como siempre.

Zelo metido en la ducha estaba cada vez más rojo si era posible. Él sí que no necesitaba saber esas cosas de sus hyung y sin embargo, como el que no quiere la cosa se estaba enterando de todo. Siguió de nuevo con la mirada el cuerpo que había frente a él y se atrevió a poner una mano en el pecho ajeno. No sabía por qué lo hacía ¿Necesidad tal vez? Sus hormonas estaban revolucionadas y aunque sabía que no siempre le podía echar la culpa a éstas… No podía evitarlo.

─ ¡Oh, cállate! ─ Y sin agregar nada más Guk salió dando otro portazo, dejándoles a solas una vez más.

Himchan volvió la mirada a su “presa”, arqueando la ceja mientras le repasaba con la mirada una y otra vez. Ahora, sin camiseta, parecía otra cosa y a pesar de que Zelo no tenía un cuerpo tan formado como el resto de sus compañeros, le deseaba. Deseaba poseer cada centímetro de esa piel, reclamarla como suya y todo ello se lo transmitía al pequeño a través de la mirada. Era un niño y quizá debería sentirse mal por tener esa clase de pensamientos por él, pero su cuerpo gritaba que actuase, más incluso que su propia razón y como ya había pensado anteriormente… Tendría tiempo de sobra para sentirse culpable.

El muchacho no pudo más que tragar saliva ante la mirada lasciva de su hyung. Ni si quiera sabía que se proponía, bueno, si, podía imaginarlo, pero ahí, atrapado contra la pared se sentía indefenso y esa sensación no le gustaba en absoluto. Una parte de él sentía curiosidad pero otra sentía temor, temor por ser un inexperto en el tema ya que sabía con seguridad que su compañero jamás le haría daño.

Notas finales:

¿Qué les pareció éste primer capitulo? Ojala les haya gustado~ Cualquier cosa comentadlo^^

Gracias por leer♥


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