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Uvas por vickytoya

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Notas del fanfic:

Fue un regalo de navidad para alguien, por eso la temática es de año nuevo.

(Si le encuentran sentido entonces tienen que contármelo xP).

 

Uvas

 “No estoy tomando una oportunidad. Siento como si no pudiera respirar sin ti. Solamente estoy haciendo lo que necesito para sobrevivir. Es tan simple como eso.

Entonces déjame ser tu aire.”

M. Leighton, Todo para nosotros.

Sungjong dio un suspiro antes de entrar por las enormes puertas de roble donde festejarían el fin de año, uno de sus mejores amigos le había estado pidiendo con insistencia que fuera con él, y él, de la misma manera en que el otro preguntaba, se había negado particularmente a la petición.

Pasaba que la mayor parte de las veces en las cuales se encontraban, el mayor le había estado informando por medio de indirectas (las cuales se iban haciendo cada vez menos sutiles) de que se encontraba perdidamente enamorado de él, lo cual le suponía un problema y no era precisamente porque él no se sintiera atraído por el otro, pues era todo lo contrario.

Vuelve a suspirar cuando está dentro y está por ponerse a temblar cuando le dirige una mirada acusadora al espejo a su lado.

Es cierto—recuerda—, esa noche no es el mismo.

Se lo grita el vestido azul que le llega hasta las rodillas, los ojos maquillados y la peluca larga que lleva puesta. Se lo agradece con todas sus fuerzas al maquillista, porque es seguro que él solo jamás habría logrado ese efecto. Toma aire y camina hacia la algarabía de cuerpos que se conjuga con la música y el ambiente festivo.

De repente siente que no pertenece, pero se da valor para ir hacia la barra para tan siquiera pedir una bebida y hacer valer la invitación, el vestido y todo lo que se gastó en el maquillaje y la peluca.

El chico que atiende la barra no es mucho más grande que Myungsoo y al entregarle la bebida que ha pedido le guiña un ojo, Sungjong sonríe aún más amplio y le susurra un suave gracias que el otro muchacho intuye por el movimiento de labios, sabe también que el muchacho está coqueteándole, lo que no sabe es que éste ha dejado que su indomable espíritu salga a relucir.

Tal cómo ha llegado, el muchacho disfrazado se ha ido. La copa en mano, los tintineantes aretes brillando al compás de la música, las suaves caderas moviéndose con su caminar, el vestido moviéndose como olas alrededor de sus rodillas, el resonar de los tacones ahogado por la música; tiene la mirada perdida, pero está buscando el lugar correcto.

De repente lo encuentra.

La mirada se le desvía al instante al verlo con una voluptuosa chica, de esas que él habría querido para sí mismo algunos meses antes, le dan ganas de reírse por la situación. Si la pobre chica supiera que su flamante conquista es gay, seguro le aterrorizaría.

Lo ve abrazarla por la cintura y algo hierve en su interior, porque eso no debería estar pasando de esa manera; espía por el rabillo del ojo, moviéndose con las demás personas al compás de la música. Lo hace solo, pues no le importa en absoluto, así que cuando alguien le quita la copa de las manos y le toma por la cintura le deja que logre su cometido.

Es el camarero.

Le sonríe con ganas y sus dientes brillan en la oscuridad.

—Que pillo—murmura cuando lo tiene pegado al cuerpo—mira que llegar y enamorar a las personas con esa apariencia es demasiado fácil—le dice en el oído y el otro sonríe complacido—. Soy Sungyeol, ¿acaso tienes pareja? —El menor asiente y el otro vuelve a sonreír—debí suponerlo, ¿él está por aquí o tengo alguna oportunidad?

Entonces el chico se aleja del otro y señala con su cabeza hacia donde está Myungsoo bailando con la chica.

—Que mal—su voz ahora se ha convertido en un grito—aunque no para mí.

Jong rueda los ojos y se aleja del muchacho que le ha alcanzado, no quiere escuchar que siente lástima por él, así que da media vuelta dispuesto a ir hacia Myungsoo cuando de repente ya no está ahí.

Sus sentidos se alarman cuando alguien lo toma por la cadera y lo pega a su torso, piensa en pegarle una patada en los bajos al pensar que es “SungYeol” como su flamante memoria recuerda a la perfección a pesar de que no le haya importado. Pronto la presencia no es extraña, la pose le resulta demasiado familiar, las manos en sus caderas aprietan suavemente como si conocieran el lugar exacto donde están y de un momento a otro lo tiene aspirando el aroma de su cuello con suavidad, hace que se estremezca y entonces sabe que es él—travieso—expone en su oído y el otro sonríe.

—Soy tu cita, después de todo.

— ¿También traes ropa interior de chica? —Pregunta con curiosidad y el muchacho toma la mano del mayor, paseándola por debajo del vestido y guiñándole el ojo con coquetería.

Claro.

Su atuendo debía estar completo ese día, porque era solamente para él.

—No debiste molestarte, un traje habría estado perfecto.

— ¿No te gusta? —Pregunta mordiéndose el labio y Myungsoo parpadea un par de veces, intentando retener lo que le ha dicho el menor, su mano sigue en las panties de encajes que el otro utiliza, pero al no contestar el puchero se hace presente en el rostro del pequeño antes de alejarse hasta la zona iluminada de la casa.

Mira el reloj de pulsera que lleva y se da cuenta de que faltan solamente unos minutos para que empiecen el brindis, una de las anfitrionas le ha colocado una corona con la leyenda “feliz año nuevo” y le ha dado un vaso con uvas al tiempo en el que le indicaba que pronto pasarían con las copas de sidra para brindar.

También ha hecho lo mismo con Myungsoo, el cual ha salido para arreglar las cosas con Sungjong.

—Todo es tu culpa—es lo primero que dice y el menor se gira con los ojos abiertos como platos—, ¿cómo se te ocurre hacer que yo…? —Respira pesado una vez, intentando mantener los nervios en su lugar y terminar la frase—hacer que…

— ¿Qué? —Pregunta el otro viéndole sin poder creérselo.

— ¿Acaso no sabes lo mucho que me gustas? —Pregunta con el ceño fruncido el más grande—, ¿no te lo he dicho ya?, ¿cómo se te puede ocurrir hacer que yo te toque?

¿Acaso te estás burlando de mí?

La pregunta flota en la estancia iluminada y Sungjong da un paso hacia el mayor, lo que lo deja a escasos centímetros de distancia— ¿Crees que pueda burlarme de ti? —Pregunta y le acaricia la mejilla—, ¿crees que estoy aquí, vestido así, solamente porque vengo a burlarme de ti?

El mayor niega.

—Exacto—murmura el menor.

— ¿Por qué estás aquí? —Pregunta el otro con inseguridad.

— ¿Acaso no sabes lo mucho que me gustas?

Escuchan la cuenta regresiva a  sus espaldas y deberían estar atragantándose con las uvas mientras hipócritamente abrazan por los hombros a los demás, a esas personas que no volverán a ver en su vida a menos que se hayan liado por completo.

—No, no lo sé.

El menor bufa y rueda los ojos en señal de desaprobación—tonto—le dice y se gira, metiéndose una de las uvas a la boca, la fruta explota en su boca llenándole la boca de su esencia y entonces se atreve a desear. Desea que Myungsoo no lo deje ir, porque será de lo peor salir solo y vestido como chica.

Mete la segunda uva y mientras la mastica piensa en que tiene ganas de besarlo.

Suspira y sus hombros dejan de tener seguridad al andar cuando vuelve a sentir su brazo rodearlo por la cintura, atrayéndolo hacia a él nuevamente.

—Lo soy—murmura contra su piel—soy un tonto, pero no tendré remedio a menos de que me muestres todo lo que yo te gusto. Quiero saberlo Sungjong, quiero… Quiero que me contestes de frente por una vez en la vida, que dejes de coquetearme cuando sé que le coqueteas a alguien más, que serías capaz de coquetearle a más de la mitad de las chicas y los chicos que se encuentran en éste lugar. Quiero que seas solamente para mí, quiero creer que el que tú estés vestido así hoy es en realidad por mí. Solamente por mi causa.

El menor se gira entre los brazos de Myungsoo con dificultad y vuelve a acariciarle la mejilla, como si fuera lo más preciado que tuviera en el mundo y no quisiera dejarlo ir —esto es para ti—murmura con suavidad—todo esto, es porque no tuve más opción que dejarme arrastrar por los sentimientos que hay en mi por ti. Eso quiere decir que te amo.

Nada más ha terminado de decirlo cuando los labios del mayor han invadido los suyos, llenándole de frescura y amor. Mientras las demás personas se abrazan y besan ellos siguen alejados del mundo, dejándose llevar por los deseos que llevan consumiéndolos toda la vida, a la espera de que alguien les pertenezca.

A la espera de que los propósitos y deseos que piden cada vez que introducen una de las uvas de fin de año se hagan realidad.

Notas finales:

Bien, ¿qué les pareció?, ¿les ha gustado? *--*

Si les gustó pueden dejarme un review lleno de amor <3

Hasta la próxima.

Victoria.


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